Este de Canadá 2023 ✏️ Blogs de Canada

Hoy nos hemos levantado un poquito más tarde. Todo lo más importante de Montreal lo vimos ayer, asi que decidimos ir por la mañana a pasear por el bosque MontRoyal.
Es un parque enorme superbien cuidado con un montón de senderos y bosque para pasear.
Primero fuimos hacia el mirador de Belvedere desde donde hay unas vistas estupendas de la ciudad y sus rascacielos.
Aquí también hay una mansión enorme.
De aquí fuimos a través de los senderos hasta el lago, donde puedes alquilar un barquito y navegar, pero preferimos estar un rato en el parque y que Anna jugara.
Había mucha gente haciendo picnics, corriendo, andando…..
De aquí fuimos al outlet. Comimos allí. Compramos bastantes cosas pero las AirForce no están en la Nike.
Ahí pasamos la tarde. Volvimos al hotel para cenar, en el mismo sitio que ayer.

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Hoy toca traslado. Nos va os a la ciudad de Quebec. Ayer nos acostamos lloviendo y sigue lloviendo…..
Después de desayunar en la terracita las cosas que compramos en el super y hacernos café en la cafetera de la habitación, nos ponemos en marcha.
Hacemos una parada ea mitad de camino, en Trois Riviere, un pueblecito que es la segunda ciudad mas antigua del continente al norte de Mejico.
Vamos al convento de las ursulinas, la catedral y el antiguo hospital. No llegamos a ver la prisión, aunque tenia buena pinta.
Seguimos hacia Quebec, sigue lloviendo….llegamos a las 14h al hotel y no tienen aun la habitación, con lo que nos vamos a comer al centro comercial cercano. Las nenas en el A&W, nosotros bocatas , ya que habíamos comprado pan por la mañana en el super.
Volvemos al hotel, sigue lloviendo….hacemos el chekc-in, nos dice que nos entra el desayuno. Perfecto! no contábamos con ello. El hotel es viejo, pero la habitación es enorme, con 2 camas grandes y el suelo de parquet.
Sigue lloviendo, asi que decidimos quedarnos en l hotel.
Las nenas lo pasan genial en la piscina climatizada durante más de 1h30’. Toda la piscina para ellas.
Después, aprovechando que llueve y que poco podemos hacer, hacemos la colada, más bien Raúl se va y la hace mientras nosotras nos quedamos en el hotel viendo una peli.
Cenamos bastante bien en un libanés cercano. Sigue lloviendo.

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El día amaneció nublado pero no llovía, de momento, por que durante todo el día estuvo lloviendo a ratos, incluso fuerte en algunos momentos en los que tuvimos que cobijarnos en tiendas.
Fuimos al centro y aparcamos el coche en un sitio donde lo pudimos dejar todo el día por 9$.
Nos fuimos primero hacia la Citadelle, el fuerte más grande de América del Norte, donde está el museo del regimiento y muchos lugares históricos.
Hicimos un tour guiado en inglés, sólo así se puede visitar. La entrada costó 50$. En la puerta del fuerte hay 2 casetas con 2 soldados como los británicos. También hacen cambio de guardia, pero como llovía se suspendió, lo que me decepcionó un poco.
En el tour entramos por un túnel y vimos diferentes edificios, como donde se alojaban los altos cargos.
Al acabar llovia mucho y tuvimos que dirigirnos hacia abajo.
Una vez que amainó un poco, fuimos hasta el hotel Cahetau Frontenac, construido en 1893 y el más fotografiado del mundo. La verdad que parece un castillo de princesas.
Atravesamos por delante de la entrada y salimos al paseo Terrasse Dufferin, un paseo de madera que va por encima del rio San Lorenzo. La verdad que tiene unas vistas muy chulas del rio y el castillo.
Seguimos paseando y acabamos en la Basilica De NotreDame, en obras por fuera pero bonita por dentro.
Después ya nos fuimos a comer, las nenas McD y nosotros gallete libanesa, muy rica.
Café helado del McDde postre y para las nenas palomitas de Mary’s, donde tenían de diferentes sabores.
De aquí nos fuimos a rodear la muralla de la ciudad y acabamos descansando de nuevo en la zona de la Citadelle.
Volvimos a callejear después del descanso y a cotillear las tiendas de souvenirs, u justo cuando entramos a merendar un crepe se puso a diluviar. Por suerte no nos echaron, aunque ya había pasado su horario de cierre.
Aunque seguía lloviendo cuando salimos, nos fuimos andando hasta una iglesia, unos 30’, donde había un concierto de la banda del 22 Regimiento. La pateada fue guapa, las nenas agotadas. Solo escuchamos 3 canciones, pero valió la pena la caminata.
Volvimos hacia el coche y cenamos en un restaurante tipo Foster´s pero muchísimo mejor y abundante.
De aquí al hotel y a dormir después de más de 23000 pasos.

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