![]() ![]() Tailandia: tour de diez días sin playas. ✏️ Blogs de Tailandia
Recorrido básico por Tailandia, visitando Bangkok, Ayutthaya, Sukhothai, Chiang Rai y Chiang Mai.Autor: Artemisa23 Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (17 Votos) Índice del Diario: Tailandia: tour de diez días sin playas.
01: ¿Qué tal Tailandia? ¿Te animas?
02: Vuelo a Bangkok y primeros pasos en la capital tailandesa.
03: Novatas en Bangkok. Algunos datos prácticos para moverse por la ciudad.
04: Recorriendo Bangkok (I): Wat Traimit, Wat Benchamabophit y Wat Po.
05: Recorriendo Bangkok (II). El Gran Columpio. Wat Suthat. Wak Saket (Monte Dorado)
06: Recorriendo Bangkok (III). Chinatown, Silom, Wat Khaek Sri Maha Mariamma, etc.
07: Recorriendo Bangkok (IV). Bangkok de noche: paseo por el río, Khao San Road y Ch
08: Recorriendo Bangkok (V): el Gran Palacio.
09: Recorriendo Bangkok (VI). Wat Arum y recorrido por el río.
10: Ayutthaya.
11: Wat Muang en Ang Thong: el Buda más grande de Tailandia.
12: Sukhothai.
13: De Sukhothai a Chiang Rai, pasando por el Lago Phayao.
14: Excursión desde Chiang Rai: Ruta del opio y Triángulo de Oro.
15: Chiang Rai: Templo Azul y Templo Blanco.
16: Llegada a Chiang Mai. Paseo de noche.
17: Recorriendo los alrededores de Chiang Mai.
18: Recorriendo Chiang Mai y sus templos (I).
19: Recorriendo Chiang Mai y sus templos (II).
20: Regreso a Madrid desde Bangkok. Conclusiones.
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Etapas 19 a 20, total 20
![]() Recorriendo Chiang Mai y sus templos (II).Segunda parte del recorrido por Chaing Mai y sus templos.
Wat Rajamontean (curioso).
Aunque su color rojo intenso atrae la mirada al pasar, lo que más impresiona es un enorme buda de color blanco y dorado que sobresale por encima del muro que rodea el complejo. Estaba abierto y entré. Es gratuito. Salen unas fotos muy resultonas.
![]() El interior también está completamente decorado en tonos rojos. Es un templo bastante desconocido, por lo tanto muy tranquilo y solitario. No es que tenga nada sumamente especial, pero está chulo si se pasa cerca, para ver Wat Lok Moli, por ejemplo.
![]() ![]() ![]() Wat Khuan Kharma. Está al lado del anterior. Entré a verlo porque me llamaron la atención las esculturas de caballos y perros dorados que protegen la entrada, que estaba en restauración. Predominan los tonos rojos y dorados, tiene una bonita pagoda y alrededor del viharn hay varias esculturas curiosas. No es de los más interesantes, pero está vistoso.
![]() ![]() ![]() Allí, me di cuenta que tenía que acelerar el paso si quería ir a visitar el templo de plata, que se halla un poquito alejado del recinto amurallado, en la zona sur, justo al lado contrario de donde me encontraba. Estaba consultando el mapa, cuando se me acercó el conductor de uno de los vehículos de transporte colectivo (también pueden actuar como privados), que son de color rojo. Pueden llevar hasta ocho personas, dependiendo del modelo. Me preguntó dónde quería ir, se lo dije y me pidió 60 tahbs. Le ofrecí 50, pero se hizo el loco. Así que acepté a condición de que me llevase inmediatamente, a mí sola, sin esperar a otros clientes. Y así lo hizo, con lo cual experimenté otra forma de moverme por Chiang Mai, sentada en uno de los bancos paralelos de la furgoneta. Me resultó divertido y en siete minutos estaba en mi destino. Sale muy barato si se juntan varios viajeros... siempre que no sean muy remilgados ni de huesos frágiles
![]() ![]() Se me pasó hacerle una foto al exterior del vehículo, pero en un momento dado, justo detrás venía otro del mismo tipo. Por cierto que las furgonetas van abiertas por la parte trasera (solo se cierra una pequeña puertecilla bajita), por lo que hay que agarrarse bien para no salir volando en algún bote y rebote mientras contemplas el animado panorama de motos, coches y tuk-tuks que vas sorteando a toda marcha
![]() ![]() ![]() Wat Sri Suphan, el templo de plata (muy interesante). Este templo es bastante especial. Lo he calificado como muy interesante en vez de imprescindible porque tiene un inconveniente para las mujeres, ya que no se nos permite visitar el interior. Cuestión de impureza y tentaciones, al parecer, aunque no por eso te hacen una rebaja en el precio de la entrada
![]() Zona exterior del templo. Antes de pagar la entrada.
![]() El templo primitivo se construyó en 1502. Remodelado y reconstruido varias veces, del original solo quedan algunas piedras de la sala de ordenación, que varios siglos después fue revestida de plata, aluminio y níquel.
![]() ![]() Situado en una zona donde tradicionalmente trabajaban los plateros, aún se puede ver a los artesanos dedicados a una tarea, que incluso realizan algunos monjes. No les hice fotos, no sea que también "nos" estuviese prohibido
![]() ![]() ![]() ![]() Esa mañana, el sol iluminaba directamente la fachada, haciéndola resplandecer en una imagen de lo más fotogénica. Es un templo diferente y no me arrepentí de ir a echarle una ojeada, aunque me quedase con las ganas de ver el interior que, a juzgar por las fotos que me han enseñado, también debe ser imponente.
![]() ![]() Desde allí, volví caminando hasta el recinto amurallado. Todavía me quedaba tiempo para ver a pleno día un templo que ya había visitado de noche y que me encantó. De paso, me fui fijando en algunas cosillas.
![]() Wat Chedi Luang, el Templo de la Estupa Real (imprescindible). Particularmente, me pareció el templo más bonito de Chiang Mai, sobre todo por su maravillosa estupa, que lo hace diferente de todos los demás.
![]() ![]() Su construcción comenzó en el siglo XIV, si bien no se terminó hasta el siglo siguiente seguramente por problemas surgidos en la estabilidad de una estructura que medía por entonces más de 80 metros, siendo el edificio más alto de todo el reino de Lanna. En 1468, el Buda Esmeralda se colocó en el nicho oriental, pero fue trasladado a Luang Prabang cuando los treinta metros superiores de la estupa se derrumbaron a consecuencia de un terremoto.
![]() ![]() A principios de los años 90 del pasado siglo, la Unesco y el Gobierno japonés donaron fondos para su reconstrucción, que resultó un tanto controvertida, pues se afirma que se añadieron elementos de estilo tailandés central en vez de los propios de Lanna. En 1995, se colocó en el nicho oriental una reproducción del Buda Esmeralda hecho de jade negro. En cualquier caso, la estupa me pareció una maravilla, tanto de día como de noche. En su estado actual, salvando las distancias, me recordó a una pirámide maya.
![]() En el complejo del templo, también se halla el Pilar de la Ciudad, que fue trasladado aquí desde Wat Sadeu Muang por el rey Chao Kawila en el año 1800. También se plantaron tres árboles dipterocarpos que se supone ayudan al Pilar a ejercer su función de protector de Chiang Mai. En el viharn que está junto a la entrada, se encuentra la estatua del Buda de dieciocho codos, fundida a finales del siglo XIV. Cerca del chedi, se conserva la escultura de un buda reclinado. Merece mucho la pena visitar este complejo con tiempo y con calma, tanto de día como de noche. Creo recordar que la entrada me costó 100 tahbs. Por cierto que aquí también hay un pequeño templo al que las mujeres no podemos acceder. Puse fotos en la versión nocturna, así que no las voy a repetir.
![]() Wat Phan Tao, el Templo de Teca (muy interesante). Se encuentra al lado de Wat Chedi Luang, por lo tanto es muy fácil de visitar y también muy recomendable. Además, es gratuito. Eso sí, estaba en proceso de restauración, con algún andamio en la fachada, así que no la foto la tomé de lado.
![]() ![]() Diseñado a mediados del siglo XIX para ser palacio real, se construyó con paneles de madera de teca apoyados sobre 28 pilares del mismo material. Se cree que, anteriormente, en ese mismo lugar se realizaban las fundiciones para los budas de Wat Chedi Luang, que está al lado.
![]() La peculiaridad de este templo es el color oscuro que le proporcionan sus paneles de madera (primorosamente trabajados) en contraste con los colores brillantes de otros templos. En la entrada hay un pavo real con un perro debajo, que representa el signo astral del rey que lo edificó. En el interior, además de los budas, vi numerosos cuencos para ofrendas y varias figuras de elefantes.
![]() Wat Jetlin, el templo de los nenúfares (interesante y bucólico). Este templo, situado muy cerca de los dos anteriores, tiene la particularidad de que sus edificios están construidos sobre estanques repletos de nenúfares, lo que le otorga una belleza especial., sobre todo al atardecer.
![]() ![]() ![]() Para cruzar de un lado a otro, hay varios puentes y pasarelas de juncos y madera que crujían de modo espeluznante al pisar encima. Me daba cierta cosa caminar por allí, aunque no me preocupaba tanto caerme o hacerme daño como causar un estropicio. En serio que pensé que podrían romperse los juncos bajo mis zapatillas y quedarme atrapada dentro
![]() ![]() ![]() El interior del templo me resultó llamativo porque las luces cambiaban de color, como las de una discoteca. Algo muy extraño que no vi en otros templos. Y, al asomarme a una de las ventanas me encontré con una sorpresa: ¡madre mía! ¿Qué es eso?
![]() ![]() ![]() Wat Si Don Chai. Este templo lo vi una tarde en que salí a pasear. Está en una esquina, entre Sridonchai Roal y Chanklang Road, lo que tampoco dice gran cosa. El caso es que me pillaba de camino desde el hotel al recinto amurallado, vi un gran buda blanco en su fachada y entré a investigar. Está bien, pero sin nada especial.
![]() Regresé al hotel en un tuk-tuk algo destartalado. Tras un breve regateo, su conductor me llevó por 120 tahbs, dando botes y rebotes. El hombre era muy simpático y posó feliz para la foto cuando nos despedimos. Buena gente los tailandeses.
![]() ![]() Traslado al aeropuerto de Chiang Mai y vuelo a Bangkok. Por la tarde, después de comer, salimos hacia el aeropuerto de Chiang Mai, desde donde un avión de la compañía Lyon Air nos trasladó hasta el aeropuerto de Don Mueang, situado a unos veinticinco kilómetros de la capital tailandesa y que acoge vuelos domésticos y de aerolíneas low cost. El vuelo despegó con setenta minutos de retraso -no recibimos explicaciones, claro está-, y su duración fue de una hora, aproximadamente. Desde la sala de embarque, aunque estaba anocheciendo, se divisaba la montaña donde, en la parte derecha, está Wat Prha That Doi Suthep.
![]() ![]() Etapas 19 a 20, total 20
El resto del tiempo que pasamos en Bangkok ya lo he contado en las etapas correspondientes a la capital. Como es habitual, nos trasladaron al aeropuerto con tiempo suficiente para facturar y pasar sin problemas los controles de seguridad y pasaportes. Otra vez, tuvimos que tomar el trenecito para ir a la terminal satélite. Me encanta la palabra "Madrid" en tailandés.
![]() Afortunadamente, aunque gigantesco, el aeropuerto de Bangkok también es muy entretenido, con un montón de tiendas de todo tipo y algunas esculturas muy curiosas que, a la vez que te hacen sonreír, te animan a tomar las últimas fotos de recuerdo.
![]() ![]() ![]() El vuelo de regreso fue también con Iberojet. Salió en hora y, aunque no tuvo incidencias dignas de mención aparte de varios tramos de turbulencias, resultó muy pesado, pues duró 13 horas y 20 minutos, todas ellas de noche. Por lo demás, los mismos comentarios que a la ida. Bueno, una anécdota: todos recordábamos la terrible cena de “pasta” que nos pusieron a la ida; así que el personal empezó a pedir unánimemente el pollo, con lo cual a mitad de las filas se les terminó (estaban alucinados de que todo el mundo pidiera pollo; espero que reflexionen sobre el motivo y lo tengan en cuenta en lo sucesivo): yo fui la última afortunada que lo logró: ja,ja,ja. Pobrecillos, los demás.
Conclusiones. No voy a eternizarme con las conclusiones, pues ya he ido poniendo qué me han parecido, en general, los sitios que visitamos. Como resumen, Tailandia me ha gustado mucho más de lo que me imaginaba en principio. Claro que quizás influye que ha sido el primer país del Sudeste Asiático que he visitado. Y me alegro de haber tenido esta oportunidad porque, quizás, de haber ido antes a Vietnam, por ejemplo, no habría sido lo mismo.
![]() ![]() ![]() El trato con los tailandeses me ha resultado muy sencillo. Son muy amables y están dispuestos a ayudarte en todo momento, aunque tampoco hay que volverse loco y confiarse, porque no faltan los intentos de timos, sobre todo en los lugares más turísticos de Bangkok. Ir con un mínimo de información previa lo resuelve casi todo. Lo peor, el tráfico, realmente infernal. Hay que mentalizarse para transitar por las calles sin morir en el intento. Pero se aprende y se sobrevive.
![]() ![]() ![]() Otro acierto fue la época del viaje. Diciembre resultó ser un mes fantástico. Temperaturas agradables (sobre todo en el norte) y ni un solo día de lluvia. Calor en Bangkok pero sin agobios. En cuanto a la seguridad personal, sin ningún problema. Caminé de noche y de día, a veces sola, sin sentirme insegura en ningún momento. Creo que en otros destinos no me hubiese metido por donde me metí allí.
![]() ![]() La comida estaba muy rica, aunque en esta ocasión me alegré de ir en un viaje organizado porque me hubiese resultado difícil alimentarme varios días seguidos con todo el picante que ponen. De este modo, siempre había variedad para elegir, lo que agradecí bastante por mis problemas estomacales crónicos. Podría buscar los nombres de los platos típicos tailandeses (también tomamos chinos y japoneses), pero me da pereza, la verdad. Me costaría mucho copiarlos y mis gustos tampoco tienen por qué coincidir con los de otras personas. De modo que prefiero poner un resumen visual de lo que fuimos tomando según algunas fotos que hice, no de todo, claro está. Probamos bastante comida tradicional, cuyos ingredientes nos iba explicando la guía local. Un día, nos reímos mucho porque, en plan de homenaje, se le ocurrió encargar a un restaurante que nos preparasen “tortilla española”. Increíble, no sé quién la haría, pero no estaba del todo mal, quizás un poco simple porque no llevaba cebolla; pero, vamos, mejor que se dediquen a lo suyo y que nos dejen a nosotros nuestras tortillas.
![]() Para terminar con el tema gastronómico, solamente un par de curiosidades, que no recuerdo si ya las he comentado: los tailandeses no ponen cuchillo para comer, solo tenedor y cuchara, que se utiliza como sustituto del cuchillo. Por ese motivo, los trozos suelen ser pequeños. A veces, teníamos algún que otro problemilla peleándonos con la cuchara. En cuanto a los palillos, solamente los emplean para tomar fideos, para nada más.
![]() Me gustó mucho Bangkok y sus contrastes, y no dudé en sacrificar la excursión al mercado flotante y al de las vías del tren para estar más tiempo recorriendo a mis anchas la capital tailandesa. En cuanto a las compras, no comento nada porque apenas suelo comprar en mis viajes; prefiero dedicar ese tiempo a ver más cosas. Eso sí, lugares para hacerlo había a miles, tanto en los tradicionales mercados callejeros como en centros comerciales, algunos inmensos, para todos los bolsillos, con productos legítimos y “réplicas”.
![]() ![]() ![]() En cuanto al resto de los sitios, ya he ido comentando lo que me han parecido, así que no me repito. Desde luego, me hubiese gustado que el viaje fuese más largo en duración, pero cuando te embarcas en este tipo de rutas has de aceptar sus ventajas y sus inconvenientes, optimizando en lo posible el tiempo disponible, algo que trato de hacer y a lo que me estoy acostumbrando.
![]() ![]() ![]() En mis diarios, solamente pretendo contar mi experiencia y dar mi opinión sobre los sitios que he visitado, pero sin intención de recomendar nada en especial, pues cada cual tiene sus gustos y sus preferencias. Siempre he sido de la opinión de que no hay mejor viaje que el que prepara uno mismo, pero las circunstancias mandan y también me he convencido de que con cualquier tipo de viaje se puede disfrutar mucho poniendo interés, ilusión y ganas de conocer lo que se va a ver. Y para eso, lo mejor es informarse. ![]() ![]() ¡Adiós, Tailandia! Ha sido un placer. Etapas 19 a 20, total 20
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