![]() ![]() La Aventura de los Dioses ✏️ Blogs of Greece
Vacaciones en Corfú, Mayo de 2009Author: Alosabes Input Date: ⭐ Points: 4.5 (12 Votes) Journeys 4 to 6, Total 8
La ruta prevista nos iba a llevar por la costa noreste de la isla. Eran las 10:00 cuando estábamos listos, desayunados y dentro del coche preparados para un nuevo día de aventura. Una vez pasado Corfú empezamos con las paraditas. La primera sería en Kontokali, una especie de bahía a nada de la capital. Con sus ruinas al lado de la playa, sus piedrecitas blancas y sus barquitas amarradas. ![]() La segunda parada fue en Barbati. Más arriba en la misma costa. Otro pueblo pesquero bastante pintoresco. ![]() Tercera parada fue Kalami. Las curvas iban dejando entrever lo que el lugar ofrece. Una playa espectacular, unos colores increíbles y un restaurante famoso, la White House del Sr Durrell. La bahía ofrecía una tranquilidad absoluta. ![]() Continuamos por Kassiopi, donde la parada fue fugaz en una de sus playas. Las vistas de Albania son las tierras que quedan enfrente de sus costas. Es increíble lo nítidas que se perciben. La quinta pausa fue ya en la parte norte, en Roda. Nos dimos un paseíto por su zona de playa y paramos en un bar a tomar un tentempié. La zona estaba tranquila, nada de turismo de masas. Y la sexta parada fue la más agotadora. Subir hasta el punto más alto de la isla, el Monte Pantokrator. La carretera era casi imposible y no había nada en los alrededores. Es aquí donde uno se encomienda a lo que sea con tal de no tener un percance con el coche. Cuando ya nos íbamos aproximando a la cima, comenzamos a percibir en lo más alto el monasterio, aunque menospreciado por las antenas de televisión y las torres de electricidad que abundan en ese lugar. ![]() La capillita que ocupa el monasterio fue increíble. El acceso era gratuito y las panorámicas eran dignas de hacer la tremenda subida. Con nitidez, veíamos Albania, Grecia, Corfú ciudad y hasta el aeropuerto. Una maravilla. ![]() Después de un pequeño rato babeando con las vistas del lugar, emprendimos nuestro camino de vuelta. La bajaba no fue más fácil que la subida. El terreno era gravilla en su mayor parte y el peligro incesante. Sin prisa, pero sin pausa fuimos descendiendo lentamente. La carretera de bajada, a la altura de Spartilas, era un mirador constante. Se pasan por 25 curvas cerradísimas donde íbamos viendo rincones bellísimos. El inconveniente es que no había lugar donde detenerse, pero aún así disfrutábamos con los paisajes que nos dejaba el lugar. ![]() Llegamos al hotel pasado el mediodía, picoteamos algo y aprovechamos un rato de playa para descansar (el cuerpo nos pedía algo de relax). El descanso lo prolongamos tanto que llegamos a la cena 10 minutos antes de cerrar y esto nos supuso oler la comida más que otra cosa. Lo tenían todo casi recogido y no se molestaron en atendernos. Tomamos nota de lo ocurrido para que no nos volviese a suceder y salimos a ver el show de esa noche. Como entretenimiento nocturno había un grupo (un hombre con un órgano y una chica) que estaba tocando y cantando en la terraza del hotel y el grupo de animación con un bingo en el interior del establecimiento. Como ni una cosa ni otra nos parecían interesantes, nos retiramos que teníamos excursión al día siguiente y había que prepararse. Journeys 4 to 6, Total 8
Día de excursión. Nos despertamos a las 8:00, desayunamos y esperamos pacientemente, tal y como nos dijo el señor de la agencia, a que alguien nos recogiese. Solo nos dijo dos cosas, que podía ser que llegasen tarde y que el capitán o quien fuese el que nos recogiese vendría en un coche verde. Y ahí estábamos los dos en la entrada del hotel pendientes de todos los coches que iban pasando por la carretera. Nuestro chofer llegó a tiempo y en su coche verde particular. Nos desplazó hasta el puerto del rio navegable de Messonghi donde nos esperaba una embarcación con más viajeros y con todas las comodidades. ![]() Nos subimos a la parte más alta del barco para poder disfrutar de las vistas y no nos defraudó en ningún momento nada de lo que vimos. ![]() Lentamente, nos fuimos alejando de la costa de Corfú para aproximarnos a la de Grecia. El trayecto de ida duró algo más de 2 horas, con el sol picando de lo lindo, por lo que la tripulación comenzó con una primera ronda de agua, refrescos y, para los más osados, OUZO, que viene a ser como nuestro anís, pero que nosotros rechazamos porque nuestro cuerpo todavía no estaba para comenzar la ingesta de alcohol. Casi sin darnos cuenta, nos fuimos acercando a un islote desierto llamado Paraíso, el agua junto al islote empezaba a diferenciarse con un color turquesa profundo y muy lentamente nos paramos junto a la cueva de Ulises. Un lugar impresionante. El agua era transparente y la calma que ofrecía solo se veía perturbada por los pájaros que anidan dentro de la misma. Nos quedamos todos sin palabras y pegados a las cámaras de fotos y video para inmortalizar ese momento. ![]() Desde allí, partimos hacia nuestra siguiente parada: Sivota. Se trataba de un pueblo costero de la gran costa griega. Como de costumbre, hasta en el puerto la trasparencia del agua era total. Nos dejaron una hora para callejear, comprar recuerdos y tomarnos algo en sus bares y no desaprovechamos la ocasión. El día continuaba y la mejor parte estaba a punto de llegar. Fue cuando nos aproximamos al motivo de esa excursión. El Blue Lagoon, un recodo turquesa apartado de todo, una piscina a lo bestia, un lugar imprescindible de visitar. ![]() Echamos el ancla y nos dispusimos a disfrutar del momento. El barco se aproximó a la orilla pero solo lo suficiente para poder tirarnos desde sus lados al agua. Nadando llegamos a la orilla para dejarnos atrapar por ella. Muy diferente a los que habíamos visto, pues los guijarros de esta calita eran tan minúsculos que no molestaban a los pies, es más, al andar te hundías en ellos y la sensación era bastante placentera. ![]() ![]() Tras un baño irrepetible, volvimos al barco para degustar la comida que nos habían preparado. Ensaladas griegas, pasta, judías y pan. Todo acompañado de bastante vino. El rato que estuvimos fue tan agradable que se nos pasó volando y tras esa pausa continuamos en ruta. De vuelta a la isla de Corfú tocaba parada en su parte más al sur. Otra cala privada de la que disfrutar durante una hora, con opción de baño y/o café en un restaurante. ![]() Y el fin de la excursión llego cuando a las 17:30 volvíamos al lugar de partida. Nuestro chofer, que había sido a su vez tripulante de la embarcación, nos devolvió contentísimos, sanos y morenitos al hotel. Con tantos baños veníamos saladitos así que con una duchita nos quedamos en la gloria y tomando unos tintitos mientras disfrutamos de las fotos que habíamos hecho. La cena y el show vinieron después pero estábamos tan absortos en nuestro día turquesa que ni le prestamos atención. Journeys 4 to 6, Total 8
Pasamos una mañana de lo más tranquila, entre llamadas a casa, playita, internet, piscina, fotos y partidos de ping pong.
La actividad vendría después de la comida y de la siesta. Eran sobre las 16:00 cuando nos montábamos en el coche camino de Sidari, en la costa noroeste de la isla esta vez. Objetivo: ver el famoso Canal D´amor. Es precioso y las fotos no hacen justicia a lo que hay allí. ![]() ![]() El camino de menos de 40 minutos transcurrió por una carretera parecida a una nacional, quizás de los más cómodos hasta el momento. Cruzamos el pueblo de Sidari y, siguiendo las indicaciones de la playa, llegamos a nuestro destino. El tiempo empezaba a nublarse, así que un bañito no era nada apetecible pero por lo menos un remojón rápido por lo de la leyenda del lugar no nos podía faltar. Exploramos un poco los alrededores y con el maravilloso paisaje grabado en nuestras retinas (y en la tarjeta de memoria de la cámara de fotos), proseguimos con nuestra excursión de exploración. De vuelta paramos en Angelocastro. Lo teníamos considerado como un lugar con bonitas vistas, y desde luego que las tenía, además de los restos de la fortaleza que aún se conservan en su cima. Desde ese punto hasta la playa la carretera se tornó más bien imposible, pero ya nos habíamos acostumbrado de tal manera, que poco nos importó el descenso. ![]() Uno de los principales objetivos de la excursión, era el de disfrutar de una bonita puesta de sol en la isla por lo que, a pesar de las nubes, continuamos hacia Paleokastritsa, que pensábamos que sería un buen lugar para ello. Mientras bajábamos, las vistas del complejo dejaban imágenes preciosas pero lo que sí se iba haciendo cada vez más evidente era que con el monte de Angelocastro delante no veríamos nada del atardecer. Bajamos igualmente hasta el puerto intentando encontrar un lugar desde el que se pudiese apreciar mejor la puesta de sol, pero comprendimos entonces que ese no iba a ser el mejor sitio. De todas formas, aprovechamos la parada para descansar un poco e hidratarnos en un bar antes de continuar. ![]() Habíamos leído comentarios de que para puestas de sol el lugar más indicado era Pelekas, pero como el tiempo no estaba de nuestra parte y la hora se nos echaba encima dimos por descartado el plan y decidimos regresar al hotel para quizás intentarlo de nuevo al día siguiente. En el camino de vuelta, vimos un cartel que situaba Pelekas a tan solo 12 km, lo que hizo, tras comprobar el reloj y ver que aún faltaban unos 25 minutos para que el sol se ocultase, que nos fuéramos como locos en busca del tan ansiado atardecer. Un pequeño despiste en una rotonda y una especie de procesión / ceremonia en una estrecha calle nos hizo perder algo de tiempo, pero conseguimos alcanzar el objetivo casi casi con la lengua fuera. Resultó ser un encantador pueblo de montaña con un lugar destinado exclusivamente a las puestas de sol, el llamado Trono del Kaiser, bastante accesible, con aparcamiento y prismáticos disponibles. ![]() Preparamos todo el equipo de foto y vídeo y, a pesar de las nubes disfrutamos de un maravilloso atardecer de 30 minutos junto con algunos turistas más que, como nosotros, se habían acercado a ese lugar. Y tras esto nos volvimos al hotel. Era la primera vez que teníamos que conducir realmente de noche por la isla, pero como ya nos conocíamos gran parte del recorrido, el viaje se hizo cómodo y rápido. Llegamos sobre las 22:00, ojeamos el show y nos retiramos a descansar tras otro día intenso. Journeys 4 to 6, Total 8
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