Irlanda, la isla de los sueños ✏️ Blogs de Irlanda

Nada más levantarnos y asearnos nos fuimos a desayunar al bar que había debajo del apartamento que nos entraba gratis un desayuno irlandés. Mejor no os cuento como no estamos acostumbrados, lo q hicimos fue toamrnos el café con leche (que parecía un barreño) y las tostadas, y el resto lo guardamos para la hora de la comida (muy cutre pero nos fue muy práctico, ja ja ja...).



Cuando terminamos, nos pusimos camino a ver las criptas de St. Michan's Church. La gente muy amable (como en toda Irlanda) y muy graciosos todo sea dicho, te dan mucha confianza al momento. vimos la iglesia, y tras eso pasamos a ver las criptas. El chico que nos lo explicaba era muy divertido, contaba anécdotas muy graciosas, y cuando supo que eramos españoles, nos soltaba palabras en español nos comenzo a hablar del barça (mira que nosotros no somos del fútbol, ja, ja , ja).





Al salir de allí nos fuimos a Capuchin Friary, y de allí nos fuimos a the chimney of Old Jameson Destillery donde tuvimos la desgracia que estaba cerrada por eformas y no pudimos subir a ver las vistas e la ciudad desde ella.



A partir de ahí nos fuimos a recorrer las calles en dirección a St Audoen's Church, pasamos por St. Audoen's Gate, lo que pasó es que tuvimos la mala suerte de que estaba cerrada la iglesia, pero la vimos por fuera.



Después de eso nos pusimos dirección a Christ Church Cathedral y por el camino pasamos por St. Augustine And St. John Church una iglesia católica bastante bonita, entremezclada con una calle muy variopinta.




Nada más salir de allí fuimos a Dublinia y justo al lado vimos el puente que entrelaza ese edificio con el de Christ Church Cathedral. A Dublinia decidimos no entrar porque básicamente vimos que era una especie de local para atracciones, tipo gestas antigüas, y donde decidimos entrar fue en la Catedral, sobre todo con lo que nos costó encontrarla.



Lo que más nos gustó fue la cripta, bueno hay que decir que toda la catedral es fantástica. En la cripta se puede ver un inmenso espacio con arcos cortáneo de la primitiva iglesia vikinga; entre sus curiosidades figura una peculiar vitrina con los restos momificados de un gato y un ratón que quedaron atrapados en un tubo del órgano allá por la década de 1860.



Tras salir de allí pasamos a ver de lejos básicamente porque etábamos agotados el Castillo de Dublín, el Ayuntamiento y Four Courts .



Desde allí decidimos volver al aparthotel a comer. La verdad es que los horarios de las comidas ni los llevábamos como en España, ni los llevábamos como allí; era una especie de barujillo a nuestro antojo.
Después de comer y descansar decidimos ir a ver Phoenix Park, es el parque urbano más grande de Europa. Allí pudimos ver jardines, lagos, campos donde practicar deportes. Nada más llegar lo que más nos llamó la atención fue el Monumento a Wellington de 63 m de altura, construido entre 1817 y 1861. Y tras eso nos pusimos a buscar los gamos que hay en libertad por el parque, y tenemos tanta suerte que los tuvimos delante de nuestras narices.



Tras salir del parque porque anochecía y corriamos el peligro de perdernos salimos de allí y vimos los alrededores el Heuston Station y la fábrica de Guinnes (la hemos dejado para el próximo viaje, no se puede ver todo de golpe siempre hay que dejar algo para el siguiente viaje).

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Nada más salir decidimos subirnos a la Lua, para llegar a un lado de la ciudad, pero la verdad es que nos equivocamos de sentido, y yo creo que nos llevo hasta las afueras de Dublín (vamos que creo que no estábamos ni en Dublín); pero nos sirvió para ver la ciudad más peculiar y no solo la turística. Cuando nos dimos cuenta, en la última parada, pues volvimos a subirnos y hasta el lado contrario.
Cuando llegamos al centro pasamos por Dublin Brigade Memorial que hace un gran contraste con la otra orilla del rio donde está George's Quay,también vimos de lejos Sean O'casey Bridge



De allí nos pusimos en macha al Trinity College, la verdad es que estaba atestado de turistas; yo creo que había más turistas que estudiantes, ja ja ja... Estuvimos viendo los edificios, pero básicamente loque realmente íbamos a ver era el Long Room que en sus 65 m alberga unos 250000 libros de los ejemplares más antiguos de la biblioteca, entre ellos el fabuloso Libro de Kells.





A la salida de la biblioteca nos sentamos en el césped a comer unos bocadillos que llevábamos en la mochila.
De allí nos pusimos en marcha dirección a la Catedral de San Patricio, es aquí donde según la tradición San Paticio bautizaba a los paganos irlandeses sumergiéndoles en las aguas de un pozo.



Tras salir de allí muy cerca de la catedral se encuentra la Marsh's Library, es uno de los secretos más hermoos de Dublín. Es una pequeña biblioteca que abrió en 1707 sus puertas a los esudiosos. En sus anaqueles se aprietan más de 25000 libros que van desde el s XVI hasta principios de XVIII. Lo curioso de esta biblioteca son sus jaulas, que se usaban para encerrar a los estudiantes para que no robaran los libros. Los libros tenían una argolla y estaban atados con cadenas.



Tras salir de allí decidimos ir a tomar un café e ir a descansar un poco, cenar e ir a ver un espectáculo de baile irlandes (en el Wellington Hotel). el espectáculo no nos decepciono nada de nada, la verdad es que fue una maravilla, y nada de pagar por una cena para ver el espectáculo, tan solo una pinta en nuestra mesa.



Como estábamos al lado del Temple Bar nos fuimos allí a tomar unos cafés irlandes (eso si carísimos), per el ambiente buenísimo.



Cuando vino la Garda y empezo a echar a las bandas callejeras nos comenzamos a ir camino al apartahotel.

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