![]() ![]() MI VIAJE A LA INDIA - AGOSTO 2009 ✏️ Blogs de India
Un viaje de 5 amigos y 3 semanas por el norte de la IndiaAutor: Tonetbcn Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.2 (19 Votos) Índice del Diario: MI VIAJE A LA INDIA - AGOSTO 2009
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Etapas 4 a 6, total 9
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Estuvimos toda la mañana en el tren, camino de Jaisalmer. A las 8 de la mañana parábamos en la estación de Jodhpur. Un bullicio impresionante y un colorido que te deja alucinado. A partir de ahí, el paisaje se vuelve cada vez más desértico, nos aproximamos al Desierto del Thar, cerca de la frontera con Pakistán, donde está la ciudad amurallada de Jaisalmer, que parece salida de la época de la ruta de la seda y de las caravanas de camellos.
El tren cada vez va con más retraso y para mucho rato en cada estación. Nos da igual. Cada estación es un espectáculo, por lo que bajamos del tren y lo disfrutamos. Desde Jodhpur a Jaisalmer el tren para en varios pueblos pequeños, y los habitantes locales cruzan las vías por dentro del tren, entran por una puerta y salen por la otra. Nos quedamos impresionados con el colorido de los sarees que llevan las mujeres, y la cantidad de oro, sobre todo una especie de pendiente enorme que se cuelgan de la nariz. Los hombres del Rajastán acostumbran a llevar turbante, de mil colores distintos, y son muy morenos de piel. Sin movernos del tren, el espectáculo de la India nos pasa por delante. Somos afortunados. En alguna estación bajamos y compramos cosas para picar y bebidas, para ir aguantando. Las patatas fritas son picantes (como casi todo en la India). El techo del tren se empieza a llenar de hombres, los oímos andar por encima de nuestras cabezas. Al final, todo el tren está lleno de gente que viaja sentada en el techo, a pesar del calor que hace fuera, pues estamos en pleno desierto. Impresionante. A las 4 de la tarde llegamos a Jaisalmer. Nos vinieron a buscar del Hotel. Escogimos un hotel en las afueras de la ciudad, nuevo, pero con aspecto de Haveli. Está regentado por una mujer neozelandesa (lo que facilita la comunicación) y su marido, Indio. El Hotel se llama DESERT MOON GUEST HOUSE y la dueña Kiwi se llama Loise. Las habitaciones son amplias, nuevas y con baño. En la azotea tienen una terraza con unas vistas IMPRESIONANTES sobre la ciudad fortificada y sirven desayunos, comidas y cenas. Cenamos una noche y muy bien, bueno y barato. El único inconveniente es que está en las afueras de la ciudad, pero vaya, es una ciudad pequeña y los dueños te piden un rickshaw en un santiamén. Tras instalarnos y tomar un té de bienvenida, nos fuimos a la ciudad vieja. Apenas bajar del rickshaw nos quedamos impresionados con las dimensiones de las murallas que la rodean. El interior de la ciudad amurallada está repleta de palacios y templos. Sinceramente, te quedas muerto, es una ciudad de una belleza que sobrecoge. En el interior de la muralla todo son callejuelas, muy tranquilas, no circulan coches, apenas alguna bicicleta y vacas, muchas vacas... Tras visitar un mercado ya fuera de las murallas, nos fuimos a cenar a la terraza del hotel. Un día genial, pero agotador. CONSEJOS: Vivir la experiencia de los trenes indios. No es tan duro como parece. ![]() FOTOS: Arriba: 1.- El fuerte de Jaisalmer 2.- Esperando en el paso a nivel 3.- Nuestro hotel en Jaisalmer Abajo: 1.- Las vistas desde la terraza del hotel 2.- Una plazuela dentro del fuerte 3.- Los palacios de Jaisalmer *** Imagen borrada de Tinypic *** Etapas 4 a 6, total 9
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Mañana completa destinada a Jaisalmer. Tras desayunar en la terraza del hotel, cogemos un rickshaw y vamos a la ciudad vieja. Hace un sol abrasador, el día promete ser caluroso. Antes, acordamos con el dueño del hotel que por la tarde, cuando aflojase un poco el calor, nos harían un recorrido por el desierto en Jeep, hasta las dunas de Sam, que están a una media hora en coche de Jaisalmer. Nos habría gustado dormir en el desierto, pero íbamos demasiado apretados de tiempo, y esa misma noche teníamos que coger un tren nocturno hacia Jodhpur.
*** Imagen borrada de Tinypic *** Pasamos la mañana callejeando por las calles del Fuerte de Jaisalmer y visitamos los templos Jainíes. Hay varios, todos muy cerca. Es un placer caminar por las callejuelas del fuerte, hay una tranquilidad poco habitual en la India, y están plagadas de pequeños comercios que venden de todo, desde comestibles hasta libros, alfombras, artesanía... Al medio día el calor era ya inaguantable, seguramente entre 40 y 45 grados. Nos refugiamos del calor en un pequeño restaurante, que en realidad era una terraza cubierta, con unas vistas al desierto impresionantes. Estuvimos como más de 2 horas sentados, comiendo, bebiendo y esperando a que el calor aflojase un poco. Después de comer, y como que seguía haciendo mucho calor, decidimos visitar el Palacio del Marajá, donde, al menos, estaríamos a resguardo del sol. La verdad es que vale mucho la pena, el palacio es muy bonito y las vistas de las habitaciones sobre el fuerte y la ciudad son espectaculares. Te ofrecen una autoguía en español, con mucha información. A las 17 hs volvimos al hotel, donde nos iban a recoger con un Jeep y nos llevarían al desierto. Antes de salir de la ciudad, el conductor nos aconsejó que nos cubrieramos la cabeza y la cara con algún fular, por la arena, y como no llevábamos, nos llevó a una tienda (de un amigo, claro) a comprar. Era barato, pero nos sirvió de bien poco, supongo que porque no hacía nada de viento y la arena no se levantaba. Antes de adentrarnos en el desierto, visitamos unos cenotafios que hay en las afueras de Jaisalmer y en poco más de media hora llegamos a un sitio donde nos esperaban cinco camelleros con sus respectivos camellos. Montados en los camellos fuimos hasta la zona de dunas, viendo por el camino algunos poblados de chozas hechas de ramas y cañas, en medio de la nada. Parece mentira que aquella gente pueda vivir en un entorno tan inhóspito, sobretodo porque no hay ni un solo árbol bajo el que cobijarse, y las temperaturas son extremas. Llegamos a las dunas justo antes de la puesta de sol. Me pareció impresionante. Casi estábamos solos allí, y el paisaje era inmenso. Nos sentamos en las dunas y vimos la puesta de sol. Los pobres camelleros tuvieron que insistirnos varias veces para irnos, porque nos hubiéramos quedado allí horas y horas. Nos llevaron con los camellos hacia una zona donde había una pequeña choza, al lado de la que habían montado una mesa y nos habían preparado la cena. Así que, cenamos en pleno desierto. Estuvo muy bien, a no ser porque, cuando anocheció encendieron varios camping gas para iluminar la mesa, y empezaron a acudir miles de escarabajos y demás insectos de todos tamaños y formas, y tuvimos que huir de allí corriendo. Tras regresar al hotel, duchazo para quitarnos la arena de encima, y corriendo a la estación de tren, donde íbamos a coger el tren nocturno a Jodhpur. Salía sobre las 22 hs y llegaba a Jodhpur a las 5 de la mañana. Esta vez fuimos en clase AC3, porque era un tren que no tenía ni AC1 ni AC2. La clase AC3 también está muy bien, lo único que los compartimentos son de 6 personas, 3 literas en cada lado. El tren salió puntual y me quedé dormido enseguida. Estábamos baldados, pero nos esperaba Jodhpur, la ciudad azul. CONSEJOS: No perderse por nada del mundo JAISALMER. Es una maravilla sacada de otros tiempos. En verano el calor es simplemente horroroso, por lo que en las horas centrales del día más vale ponerse a cobijo. Pero aún así, es un sitio que impresiona. De lo más bonito que he visto en la India. Las excursiones en camello al desierto son bastante turistada, pero al menos sirven para ver un poco el desierto, las dunas, los poblados...y todo esto sí que vale mucho la pena. FOTOS: Arriba: 1.- El fuerte de Jaisalmer 2.- Tocando la cítara 3.- Vista de Jaisalmer desde una habitación del Palacio del Marajá Abajo: 1.- Las dunas de Sam, desierto del Thar 2.- Un poblado en el desierto 3.- Nuestros camelleros P.S.- Cómo me cuesta elegir fotos de Jaisalmer. Las pondría todas... Etapas 4 a 6, total 9
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Dejamos atrás el ocre de Jaisalmer y del desierto, y pasamos al azul añil: JODHPUR! A las 5 de la mañana, el tren llegó puntual a la estación de Jodhpur. Somnolientos, bajamos del tren y nos dispusimos a buscar la salida de la estación. Me parece que aquél fue realmente nuestro primer contacto con la realidad de la India urbana, ya que el día que llegamos a Delhi era domingo, y estaba todo bastante tranquilo. La primera impresión de la estación de Jodhpur fue un poco un shock. Estaba toda llena de gente durmiendo en el suelo, hombres, mujeres, niños, familias enteras. Entre lo oscuro que estaba y la cantidad de gente que había tumbada, nos costó un poco llegar hasta la salida. Las estaciones de tren grandes en la India están llenas de gente día y noche, y hay mucha gente que duerme en ellas. Al principio aturden un poco, pero con los días te acabas acostumbrando. Todas tienen salas de espera e incluso duchas, pero el olor a humanidad es tan insoportable, que pocas veces las utilizamos. En Jodhpur estuvimos en nuestro hotel preferido del viaje: RATAN VILAS. ( www.ratanvilas.com ). Es una antigua casa colonial, con unos jardines muy chulos, y un patio interior, en el que se sirve el desayuno, y alrededor del cual se encuentran las habitaciones, en 2 plantas. El servicio es amabilísimo, tanto en la recepción como en el restaurante. Las habitaciones son enormes, con baño y AC. El desayuno es impresionante y en el restaurante comimos un día, y todo estuvo muy rico. Lo dicho, nuestro hotel preferido en la India. Está un poco apartado del centro de Jodhpur, lo cual, desde mi punto de vista, es más una ventaja que un inconveniente, por la tranquilidad de la zona. En rickshaw al centro son unos 10 minutos, 40-50 INR. Nos vinieron a buscar a la estación gratis, cosa que a las 5 de la mañana se agradece bastante, y al llegar ya nos dieron las habitaciones. Así que, esperamos a que amaneciera, bajamos a desayunar y nos fuimos en rickshaw directamente a ver el Fuerte Meherangarh. Este fuerte es, para mí, el más impresionante del Rajastán, o al menos, de lo que yo he visto. Está construido en lo alto de una colina y domina toda la ciudad de Jodhpur. Estés donde estés, ves el fuerte a lo alto. En el interior hay varios palacios, todos muy interesantes, por lo que la visita requiere su tiempo. Nosotros le dedicamos la mañana entera. Desde lo alto las vistas de la ciudad son muy chulas, se ve la ciudad entera y Jodhpur desde lo alto es precioso, por el color azul de sus casas. El día que estuvimos nosotros había mucho turismo local, grupos enormes de gentes (sobre todo hombres) que supusimos que eran de pueblos de la zona, por cómo iban vestidos. Para ellos, resultábamos mucho más interesantes nosotros que el Fuerte Meherangarh, porque no nos quitaban los ojos de encima, sobretodo a una de nuestras amigas, que es rubia, y fue la sensación de la India. Nos sentimos muy observados, la verdad, pero es algo a lo que te acabas acostumbrando y al final ni lo notas. Volvimos a comer al Hotel, porque en la guía ponía que se comía bien, y la verdad es que sí. La comida estuvo interrumpida por varios cortes de electricidad (cosa también bastante habitual en la India), lo cual suponía quedarse sin aire acondicionado, y entre el picante de la comida y el calor, bueno, pues que acabamos rápido y nos fuimos a echar una siesta. Por la tarde nos dedicamos a callejear por el centro de la ciudad, empezando por la plaza de la Clock Tower. Todo el centro es un laberinto de callejuelas llenas de tiendas donde se vende de todo, puestos callejeros, y es un hormiguero de gente, vacas, motos, etc... Lo bueno es que, como las calles son estrechas, no pasan coches por la mayoría y se puede andar bastante bien. Aún así, después de venir de la tranquilidad de Jaisalmer, el paseo nos acabó abrumando un poco. Pero tuvimos suerte, porque encontramos nuestro oasis de paz en Jodhpur: la terraza que hay en la azotea de un hotel que se llama PAL HAVELI. ( www.palhaveli.com ). Es una Haveli preciosa en el centro, muy cerca de la Clock Tower, y el restaurante en la terraza es un remanso de paz en medio del caos de Jodhpur y tiene unas vistas increíbles sobre Jodhpur y sobre el Fuerte Meherangarh. Estuvimos tan bien allí que pedimos una cerveza, y luego otra, y vimos anochecer, y acabamos pidiendo la cena y cenando. Al salir nos discutimos con un conductor de rickshaw que nos quería cobrar una pequeña fortuna para volver al hotel, y es que cometimos el error de cogerlo delante de la Haveli. CONSEJOS: Más vale no coger nunca un rickshaw en la puerta del hotel, siempre hay muchos, pero te cobran mucho más que si te vas andando y al cabo del rato, coges uno en cualquier calle. Dedicar una mañana o tarde enteras a visitar el fuerte. Hay mucho que ver y vale la pena. Y cuando estéis agotados de callejear, acordaos de la terraza de la Pal Haveli. Os va a gustar. P.S. Este día tuvimos las 2 primeras indisposiciones intestinales, que achacamos a una comida demasiado copiosa en el hotel seguida de una siesta, todo ello mezclado con el consabido calor indio. Se sobrellevó sin más consecuencias que un poco de aturdimiento y desgana. Otras vendrían. FOTOS: Arriba: 1.- El fuerte Meherangarh 2.- Vista de Jodhpur 3.- Un rincón de la ciudad azul Abajo: 1.- Me gusta esta foto, es simplemente una calle de Jodhpur 2 y 3.- Nuestro hotel, el Ratan Vilas *** Imagen borrada de Tinypic *** Etapas 4 a 6, total 9
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