Uzbekistán - la ruta de la seda (actualizado en diciembre 2019) ✏️ Blogs de Uzbekistan

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Aunque los uzbekos digan que esta ciudad es “turística” este no es el caso, al menos en julio no vimos casi a ningún turista y este desvío merce la pena sin dudas. Es muy bonito viajar entre Samarkanda y Shakhrisabz porque hay un paso de montaña de unos 1788 m y las vistas son magníficas desde arriba.


El palacio de Ak-Saray es impresionante a pesar de estar hecho polvo y las dimensiones son tremendas; si os fijáis de la foto y comparáis las personas con el palacio podéis entender mejor la altura de ese edificio.

Hay unos mausoleos y mezquitas para ver, pero lo más auténtico es el bazar de la ciudad con un aire distinto de Samarkanda y de ambiente rural.

Las mujeres se tapan algo más aquí y se ven más abuelitos con ropa tradicional y da la impresión que Samarkanda era así hace 20 años. Los monumentos no son tan impresionantes como los de Samarkanda, pero puede ser una excursión diferente y el palacio Ak-Saray no decepciona a nadie, eso seguro.

Hotel: Orient Star, 44 $ sin desayuno (60 $ con desayuno). Uno puede desayunar fuera por menos de 2 Euros, así que no hace falta pagar 60 $. El Orient Star es el único hotel de Shakhrisabz,; hay un B&B pero nos parecía muy cutre desde fuera y no entramos. El Orient Star es muy bueno y la habitación nos gustó.
Orient Star
Comíamos en el restaurante Aquarium cerca del Orient Star y la plaza de Ak-Saray y se come bien y barato y con vistas buenas desde la terraza de arriba.

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Nosotros hicimos una mini-excursión de unas 3-4 horas desde Shakhrisabz (ida 70 km aprox.) para ver Katta Langar que está rodeado de montañas de color rojizo y pagamos 45.000 soms a un taxista (un claro sobreprecio, pero no teníamos energías para negociar). Hay pueblecitos y el ambiente es muy rural; no está lejos de Tajikistán.

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Esta ciudad junta con Khiva era nuestra ciudad preferida y aquí se encuentra el mejor ambiente por la noche cerca de la Plaza Lyabi-Hauz. Aquí se encuentran los mejores B&B de Uzbekistan y la parte vieja es más grande y auténtica que la de Samarkanda. Hay muchísimos monumentos para ver y se pueden hacer excursiones interesantes en matrushka (minibús) al palacio del Emir y Chor Bakr.

Dormimos en Amelia Boutique Hotel por 50 $ con desayuno incluido. Este hotel es muy recomendable y la habitación (mirror room) era muy guapa, amplia y cómoda con una decoración uzbeka tradicional. El desayuno era muy abundante y rico. El hotel está muy bien situado en el antiguo barrio judío cerca de la parada de los minibuses que van de la estación de trenes (a 9 km de Bukhara) hasta Lyabi-Hauz.
Hotel Amelia
Según nuestra opinión no merece la pena entrar al “Ark”, ya no queda casi nada, pero hay tantos mausoleos, mezquitas, minaretes etcétera en Bukhara que compensa.
Restaurantes: En la plaza de Lyabi-Hauz hay terrazas muy agradables, pero cuidado con la cuenta porque aquí intentaron timarnos ligeramente sumando temas que no comimos. Mucho más recomendable es Minzifa Restaurant cerca de Lyabi-Hauz y con unas vistas a los techos de un Caravanserai y también con comida vegetariana (nosotros nos cansamos de comer tanta carne). Los camareros son muy honestos y atentos y la calidad de la comida es excelente. Cenamos por un total de 14.000-17.000 soms (2-3 Euros por persona). No incluyen el 10% de propina en sus cuentas como otros restaurantes, así que queda elegante dejar algo de propinilla para los camareros.
Para cambiar dinero sólo hay que ir a la plaza de Kalon Minaret y ya te lo ofrecen en la calle. Hay mucha inflación, así que uno tiene que estar al tanto del cambio.
En Bukhara no nos sobraba el tiempo.

Si uno se quiere bañar hay un lago llamado Tudakul lake a 20 km de Bukhara y lo más fácil es irse allí con alguna agencia de viajes local o negociar el viaje+espera con algún taxista. Nosotros no lo hicimos, pero desde el tren Samarkanda-Bukhara vimos el lago y nos dio muy buena impresión con sus colores turquesas.

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El centro histórico dentro de las murallas es pequeño y se puede decir que quizás los monumentos sean algo sobre-restaurados, pero aún así por m2 tiene más historia y monumentos que cualquier otra ciudad uzbeka. Se deberían dedicar 2 días a Khiva para callejear tranquilamente y subir a los 2 minaretes y cerca de West Gate hay una torre panorámica con las mejores vistas de Khiva y estas vistas quitan el respiro. Parece mentira que nadie haya destruido esta ciudad maravillosa.
Por la noche no hay mucha gente por las calles y uno tiene la ciudad para si mismo lo que resulta muy guay. Los museos dentro de los edificios no son nada del otro mundo, pero para poder acceder al punto panorámico cerca de West Gate y el minarete de color beige hay que tener entrada general, así que no hay más remedio que comprar la entrada de 2-3 días (se paga lo mismo para 2 que para 3 días).
Dormimos en el Hotel Shaherezada por 50 $ la noche y estuvimos muy bien allí y también contentos con el desayuno.
Hotel Shaherezada
Hicimos una excursión de un día entero a Moynaq desde Khiva y para descansar algo añadimos un día más a Khiva antes de volar a Tashkent. Este día se podría quitar o hacer una excursión a las fortalezas del desierto cerca de Khiva.
Restaurantes: Sin dudas el mejor restaurante de Khiva está a la izquierda saliendo por la puerta de West Gate. Camarera maja con dientes de oro y cantando los platos en su inglés especial: “Meat-potato - YES”, “Laghman- YES”, “Shashlik – YES”, “Big Chicken – YES” …

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