Uzbekistán, por la Ruta de la Seda ✏️ Blogs de UzbekistanViaje de 10 días por Uzbekistán, visitando Tashkent, Samarcanda, Bukhara y KhivaAutor: Miguelang031075 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (16 Votos) Índice del Diario: Uzbekistán, por la Ruta de la Seda
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Uzbekistán es un país que me llamaba la atención por la arquitectura de los monumentos de los que había visto imágenes en Internet y en programas de viajes, sobre todo del Registán de Samarcanda, así como por cierta curiosidad por la zona por la que había transcurrido durante siglos la Ruta de la Seda.
Normalmente suelo planificar con algunos meses de antelación los viajes que hago, pero en esta ocasión decidí a primeros de mayo de 2017 que me iba de viaje a Uzbekistán a finales del mismo mes, así que ni corto ni perezoso pedí los días de vacaciones y compré un billete de avión con fechas de ida el 29 de mayo y regreso el 8 de junio. No son muchos días, pero tras leer algunos diarios y comentarios de viajeros en el foro, decidí que lo que me interesaba realmente era visitar las ciudades de Samarcanda, Bukhara y Khiva, así como la capital, Tashkent, por ser el punto de entrada y salida del país. Por lo tanto, consideré que con estos días de viaje era suficiente. Ruta Internacional: Para comprar el billete de avión no disponía de muchas opciones: Aeroflot (con escala en Moscú) y Turkish (con escala en Estambul). No había mucha diferencia en el precio a esas alturas (tampoco parece que sea un destino al que haya ofertas relevantes), así que opté por Turkish. A la ida, una escala de 6 horas en Estambul, mientras que a la vuelta, 1 hora y media. El precio fue de 550€. Seguidamente adquirí un seguro de viajes IATI estándar + anulación por 58€. Itinerario: Tenía 2 opciones, condicionadas por la disponibilidad de billetes de avión entre Tashkent y Urgench: - Empezar por Tashkent, siguiendo por Samarcanda, Bukhara, Khiva y regresar a Tashkent en avión desde Urgench o bien - Empezar por Tashkent, volar a Urgench para seguir por Khiva, Bukhara, Samarcanda y regresar a Tashkent. De Tashkent a Urgench no encontraba billetes en los buscadores para el día que lo necesitaba (31 de mayo), mientras que sí la había de Urgench a Tashkent para el 7 de junio, es decir, un día antes de regresar a España. No quise esperar a preguntar a agencias de viaje uzbekas por si acaso, así que lo compré a través de Expedia por 94€. Por lo tanto, éste fue el itinerario que planifiqué y pude hacer: 29 de mayo: Salida a Tashkent con escala en Uzbekistán. 30 de mayo: Llegada a las 7 de la mañana a Tashkent y día en la ciudad. 31 de mayo: Tashkent - Traslado en tren Afrosiab - Samarcanda 1 de junio: Samarcanda 2 de junio: Samarcanda - Traslado en tren Afrosiab - Bukhara 3 de junio: Bukhara 4 de junio: Bukhara 5 de junio: Bukhara - Traslado por carretera en coche privado - Khiva 6 de junio: Khiva 7 de junio: Khiva - Urgench - Vuelo a Tashkent 8 de junio: Vuelo de Tashkent a Madrid con escala en Estambul Visado: Cuando estuve buscando información en la página web de la Embajada de Uzbekistán en Madrid, la información no era muy clara en cuanto a los requisitos, precio del visado y en qué banco y número de cuenta pagar. Además estaba mezclado en inglés y uzbeko. Tuve que llamar por teléfono para que me enviasen por correo electrónico la información necesaria. A mi vuelta del viaje comprobé que habían hecho modificaciones en la web y ahora la explicación de requisitos y cómo obtener el visado está mucho mejor especificado. uzbekembassy.es/ ...o/tramites Para españoles se aplica el procedimiento simplicado, según el cual hay que entregar lo siguiente: - Formulario de Evisa cumplimentado online, impreso y firmado evisa.mfa.uz/ ...efault.php - 1 foto - Justificante de pago - Pasaporte original La cuenta en la que hay que hacer el ingreso del pago correspondiente al visado es la siguiente: Banco Popular Español, S.A. ES50 0075 0001 8306 0709 4245 SWIFT CODE: POPUESMM El horario en el que se entrega esta documentación es de 10:00 a 12:30. El Departamento Consular de la Embajada de Uzbekistán, está en el Pº de la Castellana, 45. Cuando se entra en el edificio, hay que bajar por unas escaleras, seguir por un pasillo hasta el final y subir en ascensor hasta la 4ª planta. Ante la duda, el edificio tiene portero. En esta otra página se indican los precios del visado, según el número de entradas que se realicen en el país y el número de días. uzbekembassy.es/ ...uzbekistan Por ejemplo, en el caso de un visado de una sola entrada: 7 días: 60€ 15 días: 70€ 30 días: 80€ 3 meses: 100€ 6 meses: 140€ 1 año: 180€ El máximo para un visado de turista es de 30 días. Yo tuve que pagar 70€. Sanidad: Inicialmente pensaba que para ir a Uzbekistán no eran necesarias medidas sanitarias más allá de tener cuidado con el agua o las ensaladas, pero después de leer en la guía de viajes que me había comprado que el virus de la Hepatitis A era habitual en Asia Central, así como comentarios en el foro y blogs de viajes de la probabilidad no despreciable de tener algún problema gastrointestinal, diarrea o incluso Hep. A, lo cierto es que consideré adecuado ir a un Centro de Vacunación Internacional. Respecto a estos centros, al menos en Madrid, me resulta irritante lo complicado que es contactar por teléfono. Algunos tienen un formulario de reserva de cita online, pero si tienes alguna duda o si la única forma de pedir cita es por teléfono, a veces hay que armarse de paciencia e insistir repetidamente para que te contesten. Con tan pocos días de antelación al viaje no había cita disponibles a través de los formularios de búsqueda de cita, pero tuve la suerte de que por teléfono me dieron cita para el centro de la CMontesa 22. Aquí me recomendaron las siguientes vacunas: - Hepatitis A: 2 dosis en 6 meses - Fiebres tifoideas: en mi caso no me la recetaron en pastillas. Adicionalmente me dieron unos folletos con consejos para los viajeros, preparación de un botiquín y medidas para las picaduras de insectos. Por las vacunas me cobraron 37€. En este centro de vacunación, o se paga con tarjeta o hay que ir a realizar el ingreso a un banco. Desplazamientos internos: Al margen del vuelo interno que ya había comprado, los desplazamientos entre Tashkent, Samarcanda y Bukhara los quería hacer en el tren Afrosiyob, que es el "AVE" de Uzbekistán, construido por TALGO. A través de la web de la agencia Advantour, www.advantour.com/, estuve viendo los horarios de los trenes y los precios e hice la solicitud de reserva, para ir de Tashkent a Samarcanda a las 8 de la mañana y de Samarcanda a Bukhara a las 9:42. Pues primer contratiempo: me contestaron que no había billetes en el tren Afrosiyob para las fechas que me interesaban y que no sabían si la situación cambiaría aproximándose el inicio del viaje, así que me ofrecían como alternativa hacer el recorrido en tren nocturno (con ciertas modificaciones en la fecha), saliendo de Tashkent a Samarcanda a las 19:15 (4 horas de viaje frente a 2 horas y 10 minutos en el Afrosiyob) y de Samarcanda a Bukhara a las 2:25 de la madrugada ( 3 horas y media de viaje frente a una hora y media) . En una siguiente comunicación me indicaron que no es que se hubiesen vendido los billetes, sino que no se habían puesto a la venta y no sabían si lo harían. A mí me pareció extrañísimo, porque revisando páginas como trains.realrussia.co.uk/ .../index.php veía que sí aparecían billetes a la venta en estos trenes para los meses de verano y en cambio para el mes de mayo en el que estábamos, no había. Los horarios de trenes nocturnos no me interesaban, así que les pedí por si acaso la alternativa de transporte en coche a pesar del coste y la pérdida de tiempo. A una semana de comenzar el viaje pusieron a la venta los billetes en el tren Sharq de Tashkent a Samarcanda, que por lo menos tenía un horario decente y el tiempo de viaje no estaba mal. A 4 días de iniciar el viaje pusieron a la venta los billetes en el tren Afrosiyob de Tashkent a Samarcanda y un día después los correspondientes al trayecto Samarcanda-Bukhara . Me llegó a poner bastante nervioso esta parte de preparación del viaje. El coste final fue de 45$ en clase VIP para el primer trayecto y de 25$ en clase Business para el segundo trayecto. Adicionalmente contraté el traslado desde el aeropuerto internacional de Tashkent hasta el hotel por 10$. Para hacer el trayecto entre Bukhara y Khiva en coche privado, contacté con el hotel que finalmente reservé en Bukhara y me cobraban 100$ Alojamientos reservados inicialmente: Tashkent: Después de algunas dudas, decidí que lo mejor era alojarse cerca de la plaza Amir Timur, así que reservé para la primera noche el hotel Wyndham Tashkent en régimen AD. 102€ por Centraldereservas. Para la última noche del viaje, el hotel City Boutique Line, por 55€ y régimen en AD a través de Booking.com. En general me sorprendió el precio de los hoteles en esta ciudad, sobre todo de los pertenecientes a grandes cadenas hoteleras. Samarcanda: Me costó mucho trabajo decidirme por un alojamiento en esta ciudad. Los que estaban más cerca del Registán no me convencían y los hoteles que me gustaban más estaban alejados de esta zona. Además, tampoco había demasiada oferta de alojamiento. No sin dudas, me decidí por el hotel Bibikhanum, más por su situación (al lado de la mezquita de mismo nombre) que por los servicios y comentarios que había leído (muy buena puntuación por la ubicación pero peor en otros aspectos). 100$ 2 noches en régimen de AD por hoteles.com. Después de escribir varias veces al hotel para preguntar ciertas dudas que tenía, me contestaron a la semana para decirme que aunque tenía una reserva por 2 noches, sólo tenían disponibilidad para una noche. Llamé a hoteles.com para contar la situación y después de varias comunicaciones con el hotel, me dijeron que el hotel Bibikhanum me ofrecería una alternativa ese mismo día y que si no me interesaba que llamara de nuevo a hoteles.com. El caso es que pasó ese día, el siguiente y llegó el viaje y no me contestaron . Al final elegí el hotel L'Argamak, pero con una considerable diferencia de precio. 170€ en régime de AD las 2 noches, a través de Expedia. Bukhara: Con esta ciudad también me costó trabajo elegir un alojamiento, pero en este caso por la variedad que había de alojamientos en diferentes rangos de precio. Inicialmente escogí el hotel Kavsar para 3 noches por 96€ en régimen de AD a través de Booking.com, pero como tampoco contactaban conmigo para responderme a unas preguntas, me terminé decantando por el hotel Amulet, en una madrasa histórica del siglo XIX. 150€ en régimen de AD a través de Booking.com. Khiva: Fue de lo más fácil porque no vi demasiadas opciones. Reservé a través de Hoteles.com en el hotel Asia Khiva. 2 noches en régimen de AD por 104$. Lectura de viajes: Guía Azul de Uzbekistán: Guía en español con información práctica y de monumentos bastante básica, pero es de lo poco que encontré sólo de este país y no de Asia Central. La Sombra de la Ruta de la Seda: Novela basada en el itinerario del autor por la Ruta de la Seda años después de realizar su primer viaje. Etapas 1 a 3, total 6
El vuelo a Estambul salió con un poco de retraso, pero más allá de esto transcurrió con total normalidad. Tuve que facturar el equipaje porque por lo visto el bolso de mano que llevaba era demasiado voluminoso. El avión aterrizó en el aeropuerto de Atatürk pasadas las 17:30, por lo que tenía por delante más de 6 horas hasta la salida del avión con destino a Tashkent. Me entretuve todo estas horas leyendo, haciendo uso de Internet gratuito durante 2 horas y picoteando alguna cosa de comer, por lo que para mi sorpresa no se me hizo demasiado pesado el tiempo de espera.
El siguiente vuelo no tuvo tampoco incidencia alguna. Como comentario tan sólo decir que el menú que nos pusieron era el mismo que el del viaje entre Madrid y Estambul. Sobre las 7 de la mañana aterrizamos en el Aeropuerto Internacional de Tashkent y tocaba el turno de pasar los controles. Por suerte al solicitar asistencia al comprar los billetes de avión, acabo los trámites antes. Primero el control de la documentación, luego recogida de equipaje y por último el control de aduana. Mientras que esperaba la salida del equipaje por la cinta, rellené dos hojas de aduana en las que hay que registrar las pertenencias de valor. Esto incluye el dinero en las diferentes divisas con el que se entra al país, puesto que a la salida del país lo pueden verificar. Me mosqueó que la maleta en vez de salir por la cinta de equipaje me la llevó expresamente personal del aeropuerto, por lo que quizás me la registraron. Salí del aeropuerto y me encontré con el conductor de la agencia Advantour al que le tenía que pagar en dólares los billetes de tren y el traslado hasta el hotel. Por el camino me preguntó si quería dinero en el mercado negro, a lo que accedí. En un sitio en mitad de las afueras de Tashkent paramos y se llevó la cantidad de dinero que le dije que quería cambiar a soms. En este lugar fue a 7500 soms por euro y de pronto me vi con un fajo de billetes enorme en el que cada billete equivalía como a 0'75€. Al llegar al hotel y verme salir del taxi hasta me pusieron una silla de ruedas. Bastante exagerado para mí pero en cualquier caso un detalle de agradecer que le puede venir muy bien a alguien que tenga poca capacidad de movimiento . Como no estaba preparada aún la habitación (serían las 8 de la mañana) me ofrecieron ir al restaurante para desayunar. Había una estupenda selección de ingredientes para preparar ensaladas y cereales, de dulces (tipo croissants y ensaimadas) y panes, algunos platos calientes (patatas fritas, pollo empanado, verdura salteada, etc...), frutas (plátanos, manzanas, kiwis, melocotones, etc...), queso y embutidos, zumos, yogures. Lo más cerca que estuve de la ensalada fue la foto que hice , porque no probé ni una, gracias a los consejos de alimentación (por otro lado no entiendo para qué sirve vacunarse de Hep. A y fiebres tifoideas si aún así tienes que seguir controlando lo que bebes y comes). Para compensar los croissants y panes estaban bien buenos, pero me dio rabia no probar muchas cosas. Finalizado el desayuno pude subir por fin a la habitación, que me encantó cómo estaba decorada, con el papel pintado de la pared, el espejo y el cabecero de piel/cuero de la cama. La habitación en cuestión estaba en la 7ª planta y disponía de muy buena vista a la Avda. Amir Timur, hoteles, edificios y zonas ajardinadas cercanas a la plaza Amir Timur. El tamaño de la habitación era considerablemente grande y estaba equipada con TV plana con canales internacionales, escritorio, minibar, conjunto para preparar té y café, armario grande y caja fuerte. Dejaron una botella de agua de cortesía. El suelo era de moqueta, pero ésta estaba muy limpia. El cuarto de baño, al igual que la habitación, era espacioso y tenía bañera, productos de baño, pañuelos de papel y secador.
Otros servicios del hotel: wi-fi gratuito, tienda de regalos, excursiones, ordenadores con impresora. www.wyndhamhotels.com/ ...t/overview Salí después de las 9 de la mañana del hotel y el calor que hacía a esa hora empezaba a agobiar. Por Tripadvisor había averiguado que existía una especie de autobús turístico hop-on hop-off que hacía paradas en diversos puntos relevantes de la ciudad. En el hotel había conseguido que me confirmaran que junto al hotel Uzbekistán, en la plaza Amir Timur, paraba este autobús, aunque no disponían de horarios ni datos de contacto.
tashkentcitytour.uz/en Por lo tanto, a esta plaza me dirigí. Estaba a unos pocos minutos del hotel, pero pude ir comprobando que las distancias en la ciudad iban a ser mayores de lo que pensaba y es que lo que en el mapa parecía que estaba al lado, en la realidad eran avenidas y plazas enormes con bastante separación entre los edificios. Al menos por la zona en la que me encontraba. De camino me encontré con la Universidad de Leyes, un edificio histórico del siglo XIX. Durante la época de dominación soviética se impartían tanto clases de Leyes como de Historia, pero tras la independencia del país se convirtió exclusivamente en Universidad de Leyes. Por los alrededores vi bastante gente joven, tanto hombres como mujeres, vestidos con uniforme (pantalón o falda azul oscuro y camisa blanca), aunque no sé si serían todos estudiantes de la universidad o también los trabajadores de ciertas empresas importantes o con puestos oficiales también van uniformados. Me llamó la atención que todos los hombres llevaran camiseta interior blanca de manga sisa. No fallaba uno . La plaza Amir Timur es como el centro de la ciudad y de ella parten avenidas radiales hacia otras zonas. Fue remodelada de forma importante en 2010 y está presidida por una estatua de Timur o Tamerlán en los jardines que ocupan la zona central. Inicialmente iba a visitar el Museo de Historia de los Timúridas, pero no estaba abierto aún, así que me fui hacia el hotel Uzbekistán para averiguar algo del autobús turístico. Este hotel es una de las señas de identidad de la plaza, con su forma de "libro abierto". Verdaderamente es un edificio bastante feo al estilo comunista soviético. Visto desde el exterior es una mole llena de ventanucos.
Sin dificultad alguna encontré el autobús parado en un lateral del hotel. La información que había visto en la página web indicaba que el billete se podía comprar para uno o dos días y que era posible subir y bajar del autobús en las diferentes paradas. Lo que me explicaron in situ fue que el autobús hacía 3 paradas, con tiempos de entre 10 y 20 minutos. No dijeron nada de que se pudiese repetir el recorrido una vez de regreso en el punto inicial. A lo mejor depende de la fecha del año. La salida es frente a la entrada principal del hotel, a las 10, 11 y 12. Me suena que la última hora por la tarde era a las 16:00. El precio fue de 75000 soms. Los lugares por los que fuimos parando o pasando fueron los siguientes: - Complejo Conmemorativo a las Víctimas de la Represión: Dedicado a todas aquellas personas que fueron asesinadas o encarceladas como consecuencia de persecuciones y represiones. Estuvimos 10 minutos, así que poco más que para hacer unas fotos del exterior del museo. Enfrente, al otro lado de la carretera, destaca la altura de la torre de TV. Con sus 375 m, Se trata del edificio más alto de Asia Central.
- Mezquita Menor: Es un monumento muy moderno, pues fue construido durante 2014. Destaca con respecto a otras mezquitas por estar hecha de mármol blanco en lugar de ladrillo. La capacidad es de más de 2400 personas.
Mientras que íbamos a la siguiente parada pasamos por un parque en el que está el Monumento al Coraje. Este documento conmemora el terremoto que ocurrió en 1966 y que afectó a 300000 personas que se quedaron sin hogar. - Plaza Hast Imam: Es el nuevo centro religioso oficial del país. Hay diferentes edificios de interés, como por ejemplo la madrasa Barak Khan, construida en el siglo XVI y con destacables cúpulas de color turquesa; el mausoleo de Abu Bakr Kaffal Shoshi, construido en el siglo XVI y donde están los restos de este poeta y filósofo así como de varios jeques; la mezquita Hazrat Imam, del año 2007.
Desde aquí en adelante no nos bajamos del autobús. Así, pasamos por el bazar Chorsu, la madrasa Kukeldash y posteriormente, volviendo a la parte moderna de la ciudad, el parque Alisher Navoiy, el Turkiston Concert Hall, el Senado de Uzbekistán o el Memorial para los Astronautas.
Cuando regresamos de nuevo al hotel Uzbekistán me fui otra vez al Museo de Historia de los Timúridas. Lo más interesante del museo es la arquitectura del edificio. Dentro, contiene diferentes murales de la obra de Timur y costumbres, así como algunos objetos típicos. No hace mención alguna al carácter cruel de este gobernante, bajo el cual llegaron a perecer hasta incluso más de 17 millones de personas durante las diferentes campañas militares que organizó. Por la entrada pagué 6000 soms, en los que no iba incluido el derecho a realización de fotos.
Finalizada la visita volví al hotel para decidir dónde ir a comer. Aunque llevaba varios restaurantes apuntados tenía dudas y pregunté en recepción alguna recomendación. Me mandaron al restaurante Torento. Saliendo del hotel a mano izquierda, hay que continuar por la misma avenida y como a unos 5-10 minutos en la acera contraria está este restaurante (Shakhrisabz, 30A). Es buffet y tienen además una carta de platos con fotos, en el que los nombres están en uzbeko. Sólo hay algún camarero que dice alguna frase en inglés.
Un plato consistente en una brocheta de cordero especiada (pensaba que estaba pidiendo de ternera pero no me entendió el camarero), acompañada de patatas fritas, arroz, tomate, cebolla, pepino, lechuga y un rollito, junto con una botella de agua, pan y té turco, fueron un total de 42000 soms. Fue de los restaurantes que menos me gustaron de todo el viaje y encima me dejé toda la ensalada por las recomendaciones médicas. Después de unos minutos de descanso en el hotel, me fui paseando a pleno sol por la Avda. Navoiy con la intención de llegar hasta la Plaza Mustaquillik (de la Independencia) y más adelante el museo de Historia de los Pueblos de Uzbekistán. Pasé por delante de edificios con arquitectura moderna como la Biblioteca Nacional. Todo muy grande, como para demostrar el poderío del país. Al llegar al que suponía que era el museo, me equivoqué y era un museo de Bellas Artes. Para el museo que quería visitar había un km más de distancia y para la plaza de la Independencia me tenía que alejar un poco más, así que lo desheché y seguí paseando por un parque que creía que me llevaría hasta el museo de Timur. Por cierto, lo de preguntar por algún lugar a alguien en inglés, cosa difícil por no decir imposible.
Atravesando el parque llegué a una calle donde había bastantes artistas callejeros con cuadros a la venta. Llegado a este punto, era tal el cansancio y sueño que tenía, que no me quedó más remedio que volverme al hotel a descansar. Y entonces, cuando fui a abrir la maleta, resulta que no podía abrir el candado. Un poco extraño, porque esa mañana al llegar al hotel sí que la había abierto. Me fijé que el candado estaba golpeado y con algunas piezas desencajadas entre sí. Ya me estaba dando algo, cuando después de 10 minutos intentándolo y pegando tirones del candado, se abrió y pude sacar cosas de la maleta. ¡Candado a la basura! No sé si se pudo romper con el ajetreo de la facturación, si me lo pudieron romper en el aeropuerto para revisar la maleta (esos 20 minutos que estuve esperando tras los cuales vi al personal del aeropuerto aparecer con mi maleta) a pesar de que el candado era TSA, o si bien pudo ser en el hotel, pero me fastidió y bien .
Después de dormir, estaba más cansado que antes y no me apetecía dar vueltas por la ciudad para ir a un restaurante, por lo que me quedé en el Ópera Café del hotel. Obviamente los precios se aproximan más a los europeos, pero tampoco me pareció especialmente caro. Fue asímismo mi primera toma de contacto con la gastronomía uzbeka. Pedí un plato de langman uzbeko que estaba bastante bueno. Con la bebida fueron un total de 12$. Etapas 1 a 3, total 6
Tras el desayuno hice el check-out. Tenía dudas sobre si tendría que pagar algo adicional. Aunque el hotel lo llevaba pagado de antemano, en algunas páginas había leído que si se hacía el check in a las 7 u 8 de la mañana podía haber un recargo del 50%. Por otra parte, había tomado 2 desayunos. Sin embargo, al final no tuve que pagar nada, así que muy bien. Me gustó bastante el hotel.
Con una hora de antelación a la salida del tren rumbo a Samarcanda pedí un taxi para ir a la estación. Con el taxímetro puesto me cobraron 9000 soms. Bastante barato para la distancia recorrida. Una vez al lado de la estación hay un puesto de control policial para acceder al recinto, donde se enseña pasaporte y billete. Al entrar en la estación lo primero es el escaneo del equipaje, luego un puesto de revisión del billete y otro donde lo sellaban. A la hora a la que se podía acceder al tren avisaron, por lo que no hay que preocuparse de nada. En los vagones VIP, como en el que iba, hay servicio de azafata y ponen alguna cosilla para desayunar. Los asientos son muy cómodos, así que el viaje fue muy bueno y sobretodo puntual, tanto en la hora de salida como en la de llegada. Al llegar a la estación de Samarcanda me estaba esperando el conductor solicitado al hotel (precio del traslado de 5$). Llegamos al hotel en unos 20 minutos aproximadamente. El hotel L'Argamak (Sulton Muhammad, 4) está ubicado en una zona entre el barrio antiguo y el barrio moderno ruso. A 2 minutos a la izquierda está la plaza de Amir Timur, donde por supuesto hay una estatua de Tamerlán. A otros 2 minutos a la derecha está la entrada al mausoleo Gur-e Amir. El hotel por fuera no parece gran cosa, pero una vez que se pasa la puerto de hierro del exterior la cosa cambia. Hay un jardín lleno de plantas y una zona cubierta donde se toma el desayuno, contemplando el jardín. El interior del hotel está decorado de manera clásica. Unas escaleras cubiertas por una alfombra bastante bonita, conducen hasta las habitaciones en la segunda planta. En dicha planta hay un acceso a una terraza, desde la que se contempla a escasa distancia la cúpula del mausoleo Gur-e Amir y al fondo las madrasas del Registán. Debe ser una maravilla estar en dicha terraza en otoño o a principios de primavera, pero a principios de junio era imposible estar en ella a las 11 de la mañana. En cuanto a la habitación, ésta era bastante espaciosa y estaba equipada con escritorio, TV plana, minibar, soporte para poner la maleta, mesitas de noche con lámparas tipo candelabro, sillón, armario, aire acondicionado. El cuarto de baño era igualmente muy grande y disponía de bañera, diferentes artículos de baño, secador de pelo, gorro, kit dental (cepillo y pasta), zapatillas y albornoz. Muy completo por tanto.
El desayuno se toma en la zona cubierta del jardín y no estaba nada mal. Como es un hotel con muy pocas habitaciones, te preguntan la hora a la que deseas tomarlo, que es de 7 a 10. En los 2 días que estuve me pareció que de variedad no estaba nada mal: yogures, té o café, leche, frutos secos, dulces típicos (no me acuerdo de los nombres porque me los dijeron en uzbeko), crepes, fruta (principalmente cerezas), embutido, queso, zumo natural de cerezas, tortilla, huevos cocidos, mermelada de fresa y de albaricoque o melocotón, etc... Muy completo para un hotel tan pequeño.
También hay wi-fi y los propietarios hablan inglés.
www.largamak.com/en/ No es barato, pero vale la pena. Como no, el primer lugar que fui a descubrir fue el mausoleo Gur-e Amir. La primera imagen aproximándome a este monumento me pareció espectacular, con su puerta de acceso, las columnas y sobretodo la gran cúpula azulada. La entrada me costó 17000 soms. Este monumento, cuya traducción es la Tumba del Rey, fue mandado a construir en 1404 por Tamerlán para su nieto heredero Mohamed Sultán, pero este murió ese mismo año. En invierno de 1405 Tamerlán murió de forma imprevisa en Kazajistán durante una de sus campañas militares contra el imperio chino. Debido a la inaccesibilidad del camino hasta Shakhrisabz, su ciudad natal, donde había dispuesto ser enterrado en una tumba más sencilla, sus restos fueron depositados en Gur-e Amir. En 1942, un antropólogo ruso abrió las tumbas para realizar varias investigaciones. La leyenda dice que encontró una inscripción en la tumba de Tamerlán que decía que si alguien profanaba su tumba habría una invasión comandada por un enemigo más cruel que él. Al día siguiente la Unión Soviética fue invadida por las tropas de Hitler. Saliendo por la parte de atrás del mausoleo Gur-e Amir se llega a otro mausoleo: el de Aksaray. También fue construido en el siglo XV. La entrada vale 5000 soms.
Frente al mausoleo de Gur-e Amir se halla el el monumento más antiguo de Samarcanda, que es el mausoleo de Rukhabad, construido a finales del siglo XIV. Desde aquí cogí un taxi para ir hasta la plaza del Registán, porque hacía demasiado calor para ir andando. Desde la plaza, se pueden contemplar las 3 madrasas sin necesidad de pagar nada. Sin duda una de las imágenes más esperadas del viaje. Para acceder a las madrasas ya sí que hay que comprar una entrada, que me costó 27000 soms. Los nombres de las madrasas son los siguientes: - Ulugh Beg - Sherdar - Tillya Kori La madrasa de Ulugh Beg es la más antigua, construida durante el siglo XV. Las otras dos, que copian muchos detalles decorativos y arquitectónicos de la primera, son del siglo XVII. En la madrasa de Tillya Kori destaca además la decoración de la mezquita en tonos dorados y azules. Cuenta adicionalmente con un bonito patio ajardinado, menos saturado de puestos de souvenirs que en las otras madrasas. Hablando de este tema, fue uno de los aspectos que más me llamó la atención en el viaje. Las mezquitas y madrasas están repletas de tiendas y souvenirs. Parecen más un mercadillo que monumentos religiosos. Creo que es el primer país que veo de religión mayoritaria musulmana en el que se le da tal uso.
Bordeando la plaza del Registán por la derecha y el Centro de Comercio Antiguo Chorsu, se alcanza la avenida peatonal Tashkent y en 10 minutos más la mezquita Bibikhanum. Unos pocos metros antes está la Bibikhanum Chaykhana. Una chaykhana es una casa de té tradicional uzbeka. Está decorada a la manera tradicional, con gers, camas uzbekas, alfombras, una fuente, un carro, etc... Me llamó la atención y me quedé a comer allí. Iba a pedir plov, pero era demasiado tarde (sobre las 13:45) y ya no les quedaba, así que tomé un plato de manti, un kebab de pollo a la barbacoa, pan típico de Samarcanda y agua, por un total de 28000 soms, que al cambio que había hecho fueron unos 3'7€. ¡Tirado de precio!. Los manti son unos dumplings rellenos de carne cocinada al vapor, que puede ser de ternera o de cordero También van rellenos de cebolla, con comino y pimienta negra. El único incordio fue el gato que me rondaba todo el tiempo por debajo de la mesa y el asiento y algunas avispas .
Unos pocos metros más adelante, está el mausoleo de Bibikhanum a la derecha y la mezquita de Bibikhanum a la izquierda. Al mausoleo no vale la pena entrar como pude comprobar, sobretodo por la relación calidad/precio. Pagar 19000 soms (14000 por la entrada y 5000 por el derecho de fotografía) para ver este sitio cuando se ha pagado 17000 por el mausoleo de Gur-e Amir es un sinsentido. Lo que se ve al entrar y asomándose por la barandilla que hay en el centro es prácticamente lo mismo que si a continuación se compra la entrada .
Al otro lado de la calle, la mezquita Bibikhanum impresiona con sus cúpulas y minaretes. El edificio original fue terminado de edificar a los pocos años de Tamerlán. Según la leyenda, fue ordenada construir por Bibikhanum, la esposa china de Tamerlán, como una sorpresa para el gobernante a la vuelta de una de sus sangrientas expediciones. La mezquita sufrió diversas vicisitudes a lo largo de su historia, desde varios derrumbes parciales a daños irreversibles tras el terremoto de 1897. De hecho, la mezquita que se contempla hoy en día, es una reconstrucción de la década de los 70 del siglo XX. A pesar de eso no le resta un ápice de belleza. En el interior hay una gran escultura que representa un Corán de mármol abierto por una de sus páginas.
Tras un rato de descanso proseguí mi itinerario hasta el final de la avenida Tashkent para ir a la necrópolis de Shah-i-Zinda, uno de los monumentos más interesantes de la ciudad. La entrada es baratísima: 10000 soms. La necrópolis alberga un conjunto de mausoleos de miembros de la familia real de la época de Tamerlán y sus sucesores, así como de otros personajes notables del momento. El mausoleo que más destaca, por la decoración con azulejos multicolores (rojo, azul y verde) en paredes y cúpula, es el de Qusam Ibn Abbas Majmuasi, primo de Mahoma y propagador del Islam por Asia central. El acceso a este monumento no es muy accesible que digamos valga la redundancia. Hay que subir un gran número de escalones. Luego, cuando se atraviesa la "calle" de los mausoleos, la mayoría de estos tienen unos peldaños muy altos para entrar en ellos. Por cierto, una vez que se han subido las escaleras de acceso hay un rincón desde el que se contempla una panorámica excelente de la mezquita y mausoleo de Bibikhanum. Bajé a la carretera a parar algún taxi que me llevase hasta el hotel. Al final me recogió un conductor particular, que por 3000 soms y como le venía bien el recorrido, aceptó. Tras descansar un par de horas, me arreglé para ir a cenar. En principio había pedido que me hicieran una reserva para el restaurante Platan, pero estaba lleno para esa noche, así que me lo cambiaron por el restaurante Samarkand, en la calle Mahmuda Koshgari, 54. Está en el barrio ruso. El taxi hasta allí me costó 10000 soms, fijado el precio de antemano. Este restaurante es el típico al que van los grupos turísticos extranjeros y también los uzbekos para hacer celebraciones. Tienen una terraza en un patio interior y un salón, con música abajo y para grupos habitualmente arriba. No sé porqué se me ocurrió elegir el salón de música, pero me arrepentí . Que sí, que la decoración era muy hortera y podía ver a familias uzbekas de celebración y bailando, pero el ruido de la música era ensordecedor. La hora escasa que estuve allí estaba deseando irme. Pedí los siguientes platos:
- Samsa: o samosa uzbeka. Hojaldre hecho con leche, harina y mantequilla. Se puede rellenar de carne (cordero o ternera), patatas y estacionalmente de calabaza u otras verduras. En este caso iban rellenas de carne. - Pollo relleno de champiñones. La carta no me parecía demasiado apetitosa, pese a que no era escasa en platos, pero muchos de ellos eran de ensaladas, sopas u otras carnes que no me apetecían. Con el 15% de servicio, la bebida y el pan, la cuenta ascendió a 27600 soms o unos 3'7€. La comida no me disgustó, pero sí que me pareció normalita.
www.tripadvisor.es/ ...vince.html A la salida me buscaron un taxi, que por otros 10000 soms me dejaron en el hotel. A propósito, en la calle de este hotel, de noche, es recomendable llevar una linterna. Al día siguiente, tras tomar un buen desayuno, pedí un taxi para ir hasta el museo Afrosiab. Me llevó el mismo conductor que me hizo el traslado desde la estación de tren. Aunque desde la mezquita Bibikhanum, continuando por la avenida Tashkent debe haber sólo un km, es un tramo peatonal, por lo que para ir en coche hay que dar un buen rodeo de unos cuantos km. Se suponía que le tenía que pagar en el momento 20000-25000 soms, pero cuando lo quise confirmar, creo que no me entendió porque empezó a hablar con un tono cabreado (como pude comprobar a lo largo del viaje, quitando un "hola", "¿cómo estás?", "¿te ha gustado la ciudad" o señalarte un edificio construido después de la independencia del que están orgullosos, como una estación de tren, no saben más inglés). La entrada al museo Afrosiab cuesta 17000 soms. 22000 en total si se desea hacer fotos. El museo alberga los restos encontrados en el yacimiento arqueológico de Makaranda (la ciudad anterior a la actual Samarcanda, fundada en el siglo VIII a.c), como piezas de cerámica, sepulcros, restos óseos, piedras de molino, joyería, etc... Finalizada mi visita al museo, comprobé que el conductor no se encontraba allí, así que pregunté cómo ir hasta la tumba del Profeta Daniel. Saliendo del museo hay que continuar por la carretera a la izquierda y en 10 minutos se llega. Por si acaso, le volví a preguntar a un grupo de mujeres. Hay que meterse por un parque que hay a la izquierda junto a un río y sobre un promontorio parece que se encuentra la tumba. Digo parece porque una vez que llegué a ese parque no continué andando pensando en el camino que tenía que deshacer, así que se puede decir que hice este trayecto para nada. El regreso, en vez de probar a pedir un taxi en el museo, decidí ir caminando por la avenida Tashkent los 15-20 minutos que hay hasta la mezquita Hazrat-Hizr. Medio por señas le pregunté a una señora mayor uzbeka si por allí se iba hasta la mezquita, suficiente para que luego la mujer me fuese dando conversación sin yo entender una palabra. Poco después me encontré al grupo de mujeres uzbekas a las que les había preguntado por la tumba del Profeta Daniel, e igualmente se pusieron a decirme algo totalmente incomprensible para mí.
La entrada a la mezquita Hazrat-Hizr cuesta 14000 soms. La fachada exterior está en rehabilitación, por lo que las fotos son bastante malas. No obstante, a la sala de oración sí que se puede entrar. Allí estuve un rato descansando y observando a la gente que entraba a rezar. Había un hombre que estaba sentado en un rincón y que de vez en cuando recitaba un verso, supongo que del Corán. No sé si sería el imán. Desde el exterior de esta mezquita se contempla una panorámica de la mezquita y mausoleo de Bibikhanum incluso mejor si cabe que la de la necrópolis Shah-i-Zinda. Mi siguiente parada fue en el mercado del Bazar Siob, que es el situado al lado de la mezquita Bibikhanum. Por lo que observé, muchos de los puestos (si no todos) eran de pan y frutos secos. No estuve mucho rato paseando por allí porque los vendedores de varios puestos me ofrecían algo para comprar y me daba apuro ponerme a hacer fotos. Otra cosa es que hubiese habido mucha gente comprando, pero no era el caso. Además, una gitana con bebé en los brazos (sí, en Samarcanda también) se me pegó como una lapa pidiéndome limosna, así pues que me fui a esperar al coche eléctrico que hace el recorrido entre la mezquita y la plaza del Registán (el sitio de parada es justo en la calle entre la mezquita y el mercado), pero de nuevo se me pegó la gitana y por más que le daba la espalda y trataba de hacer caso omiso, allí seguía ella con su cantinela y venga hablarme. Después de soltarle un bufido, me fui caminando por la avenida Tashkent con tal de no esperar ni un minuto más allí . Como eran sobre las 12:45, decidí probar suerte con el "plov" en la Bibikhanum Chaykhana y esta vez sí llegué a la hora adecuada. El plov es probablemente el plato más representativo de la gastronomía uzbeka y según la guía que llevaba, la variedad más sabrosa de todo Asia Central. Es un plato hecho a base de arroz, zanahoria, cordero y cominos. También lleva algunos garbanzos y alubias rojas pequeñas. Puede incorporar huevo cocido y kazy (salchicha de carne de caballo), pero en ningún restaurante lo vi con estos últimos dos ingredientes. Me gustó bastante, pero no dudo que debe ser un plato grasiento. Como fui expresamente a probar este plato, me gasté poquísimo en la comida. Con el pan típico de Samarcanda y la bebida, un total de 15500 soms ó 2€.
Llegué a la plaza del Registán y me senté en un banco a descansar y ver qué gente pasaba por allí, aunque las 2 del mediodía con un calor intenso no sea el mejor momento para ello. Con todo, se me acercaron un par de estudiantes de un nivel equivalente a la enseñanza secundaria española, para practicar inglés. Allí estuvimos un buen rato en el que me hicieron preguntas de España, sobre mi profesión, aficiones, sobre qué me parecían ciertos aspectos de su país y en el que yo también aproveché para hacerles alguna pregunta. Al final hasta se hicieron una foto conmigo.
Cuando ya estaba harto del calor, paré un taxi allí mismo para ir hasta el hotel (otros 3000 soms) y descansar. Para esa noche sí que tuve suerte con el restaurante Platan. El taxi hasta el restaurante me costó otros 10000 soms. Está en el barrio ruso, en la calle Pushkin, 2. Este restaurante es más elegante y parece que es un poco complicado a veces realizar una reserva individual, porque van grupos. Incluso he leído comentarios en Tripadvisor de gente que alojándose en el hotel Platan, han tenido difícil cenar en el restaurante. Parece que hay una zona de música (¿oí una canción de Julio Iglesias?) pero agradecí que en vez de sentarme en ella, lo hiciesen en otro salón tranquilo. La carta incluye diferentes platos de especialidades europeas, uzbekas y asiáticas. Me costó trabajo elegir por la variedad de la carta y al final opté por:
- Mastava: esto es una sopa que contiene carne de ternera, zanahorias, arroz, patatas, tomate, cilantro y nata agria. - Pollo estilo thai. - Tarta de queso. Junto con la bebida, el pan y el 10% de servicio, la cuenta ascendió a 56600 soms ó 7'5€. Una auténtica minucia. Toda la comida me gustó bastante y el servicio fue rápido.
en.platan.uz/ Para volver al hotel me llamaron a otro taxi y me costó 10000 soms. El taxista incluso entró en el hotel para pedir una tarjeta y así poder llevar a otros turistas en el futuro. En resumen, lo más interesante de la ciudad se puede ver en un único día, a menos que se quiera ir hasta el último monumento existente o quizás en una época con menos horas de luz, aunque en verano se pierde mucho tiempo a consecuencia del calor. Etapas 1 a 3, total 6
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