Viaje de dos semanas a finales de agosto de 2010 recorriendo Seúl, Seoraksan, Gyeongju, Busán y la isla de Jeju. Autor:RoleraFecha creación:⭐ Puntos: 4.9 (12 Votos)
Como siempre comenzamos el día en el buffete del hotel, a pesar de ser un 5 estrellas no encontramos demasiadas cosas ya que se ofrecían muchos productos coreanos, sopas, Bibimbap y alguna que otra cosa típica, y eso para desayunar como que no. Así que recurrimos a los típicos bollos con mermelada, frutas y poco más. No es que el desayuno del hotel estuviera mal pero es que en este país la comida es rara, al menos para mis gustos.
Al igual que en el día de ayer nos ataviamos con la ropa de montaña y de nuevo el chubasquero ya que el día pintaba bastante feo. Nos dirigimos al parque y pagamos los 2.500 euros de entrada. Aunque seguía habiendo niebla hoy sí que se podía ver el teleférico.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Nuestro planning para hoy incluía dos rutas, Ulsanbawi y la catarata que habíamos dejado pendiente del día anterior. Tras varias dudas optamos por empezar con la más difícil así que nos encaminamos hacia la roca de Ulsanbawi. Se trata de una ruta de 3,8 Km catalogada en su primera parte como de dificultad media, mientras que el último kilómetro y medio se considera difícil. La duración estimada del recorrido de ida es de dos horas, algo menos para el regreso.
Hasta que se cruza el puente, el recorrido es idéntico al del día anterior, pero cuando se ven los carteles indicadores se debe girar a la derecha en lugar de a la izquierda. En principio el recorrido es muy sencillo y como todo en el parque está muy bien señalizado, a los pocos metros del inicio os encontrareis con el primero de los templos que se ubican en el recorrido:
Un poco después os encontráis un letrero indicador en el que se detallan todos los puntos de interés del recorrido:
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Y ya terminando la zona más fácil aparece el segundo de los templos, a partir de ahí la cosa se complica:
El siguiente tramo del recorrido comienza a empinarse y durante aproximadamente dos kilómetros no se para de subir, se combinan zonas de rocas colocadas en escalera con escaleras y pequeños puentes. Si no estáis muy acostumbrados a hacer montaña este tramo os puede costar, nosotros nos encontramos con bastante gente que llegaba a la zona más difícil ya hecha polvo. En nuestro caso lo llevamos bastante bien, de hecho nos picamos con un grupo de coreanos que iban como motos (en el buen sentido) probablemente gastando unas energías que necesitaríamos para después.
Llegando al final de este tramo del recorrido os encontraréis un nuevo templo y la famosa roca gigante que en teoría se puede mover:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Un poco más arriba toca atarse bien los cordones para afrontar lo que queda del recorrido, cuando los coreanos dicen que algo es difícil no os confiéis, lo es, el último kilómetro y medio transcurre por una zona de escaleras que trepan por el vacío similares a las que os comenté del día anterior, cada tramo de escaleras es si cabe más empinado que el anterior, ahí van unos ejemplos del principio de la subida y de lo que se puede ver si a medio camino miráis para abajo:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Una pena que al llegar a la cima sólo pudiéramos ver esto:
Cuando en un día bueno deberíamos haber visto esto otro:
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Aún así merece la pena subir porque todo lo que nos dejó ver la niebla es precioso. En total la subida nos llevó como una hora y 40 minutos, mientras la bajada la hicimos en poco más de una hora.
La gente que encontramos en esta zona fue super amable, dado que éramos los únicos occidentales casi todo el mundo nos saludaba, un coreano que no hablaba ni gota de inglés se empeñó en hacernos una foto al principio de la zona de escaleras, el pobre iba echo polvo y lo adelantamos. En la cima otro grupo de montañeros nos estuvo dando la enhorabuena por subir y de nuevo, más fotos con la bandera de corea de fondo. Nos acercamos a una especie de mirador de difícil acceso y por allí apareció de nuevo el coreano del principio, el cual de nuevo se empeñó en hacernos un par de fotos bastante artísticas. Un poco más abajo, ya de vuelta encontramos un chico coreano que hablaba un poco de inglés y nos estuvo comentando lo cansado de la ruta. Nosotros bajamos a buen ritmo y cuando ya estábamos cerca de la zona de los puentes, de repente viene corriendo el chico que hablaba inglés y nos saluda, había bajado corriendo y venía presumiendo de su velocidad, se puso a hablar con otros chicos que iban delante y cuando ya nos íbamos a separar de su ruta se despidió amablemente. Toda una experiencia.
Hay una cosa que se me olvidaba comentar, y es que en todas las rutas de seoraksan, os encontraréis cada poco puestos donde comer, comprar bebida y aperitivos e incluso algún souvenir, es super curioso ya que además estos "chiringuitos" se encuentran en los sitios más recónditos, así que no os preocupéis si se os ha olvidado coger provisiones.
Una vez abajo nos dirigimos a hacer la ruta de las Cataratas Biryong, ésta sí es un ruta fácil, tan sólo la parte final se considera como de dificultad media. En total se recorre un kilómetro y medio y la duración estimada es de aproximadamente 1:20 horas, ida y vuelta. El principio de la ruta se inicia nada más pasar la taquilla del parque y la zona de los chiringuitos desviándose a mano izquierda. Desde el principio de esta ruta se veía claramente nuestro hotel:
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El principio de la ruta transcurre por un camino sin apenas inclinación y claramente definido, tanto es así que hasta vimos a un padre paseando a su hijo en sillita. Este camino lleva hasta una especie de bosque con un puesto de esos de comidas y bebidas, donde el camino se desvía a la derecha subiendo por unos escalones. Nosotros en este punto íbamos de charla y casi nos estraviamos, pero enseguida la chica que atendía el puesto empezó a decir "hello" y a hacernos señas para que fuésemos por el lado correcto. Desde aquí el camino se empina un poco y vuelven a aparecer algunos tramos de escaleras, eso sí, nada comparable a lo que habíamos visto ya. Este camino bordea el río pasando por una especie de saltos para terminar en la catarata.
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Y aquí una de nuestras amigas ardillitas, las hay por todo el parque y no tienen miedo a nada, incluso parece que te van señalizando el camino:
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Entre unas cosas y otras ya era la hora de comer, os recomiendo hacer las rutas más complicadas a primera hora puesto que a nuestro regreso vimos ríos de gente subiendo y en las zonas de escaleras mejor cruzarse con poca gente, hay pasos bastante estrechos que nos se pueden subir y bajar a la vez.
Dada la hora que era decidimos ducharnos, vestirnos de personas y bajar a Sokcho a comer, dedicando el resto de la tarde a ver el pueblo.
Cuando llegamos eran más de las tres y estábamos muertos de hambre así que no nos comimos mucho la cabeza y nos fuimos a un Lotteria, una cadena de hamburguesas que veréis por todas partes, es una especie de Mc Donalds pero con cierto toque coreano en sus recetas.
Con la barriga llena nos propusimos visitar varias cosas del pueblo pero no nos dio tiempo a hacer ni la mitad de las cosas que tenía previstas. Aunque el pueblo no es muy grande la distancia caminando entre uno y otro punto de interés es enorme, así que o vais en taxi o en bus urbano. Nosotros nos dimos una vuelta por el mercado del pescado:
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Nos acercamos al puente rojo que veréis por todas partes
Caminamos junto al lago
Y fuimos caminando hasta el parque que está en dirección a la playa, donde se encuentra una especie de torre bastante curiosa
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También vimos el faro en la lejanía. No nos acercamos ya que no le vimos especial interés
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Entre las cosas que se nos quedaron, dar una vuelta por la playa e ir al lago que está al norte del pueblo donde también hay un templo. Pero se nos hizo de noche así que decidimos darnos una vuelta por las tiendas del pueblo y comprar algo para cenar antes de subir al hotel. Una vez más había que coger fuerza para el viaje a Gyeongju que nos esperaba al día siguiente.
Hoy cumplíamos nuestra primera semana en el país, ¡qué rápido se pasa el tiempo!
El planning para hoy consistía en dirigirse a Gyeongju y dar un primer paseo por el pueblo para hacernos una idea.
El trayecto entre Sokcho y Gyeongju es complicado. Cerca de Sokcho está el aeropuerto de YangYang pero casi no opera puesto que los vuelos tienen pocos usuarios y no son rentables. Únicamente vuela una compañía de bajo coste muy de cuando en cuando y a nosotros no nos coincidía bien ningún vuelo.
La siguiente opción es el tren, pero no se trata de un medio de transporte muy usado en Corea del Sur (salvo el tren rápido que une Seúl con Busán), de modo que sólo hay un tren al día que une Sokcho y Gyeongju haciendo previa escala en Gangneung, la duración del recorrido es de más de 8 horas así que también deseché esa opción.
La última alternativa es el bus, se puede ir a Seúl y desde allí a Gyeongju pero sigue siendo mucho tiempo de viaje. La opción que me pareció más cómoda es ir hasta Daegu en un recorrido que dura 4 horas y media y desde allí coger otro bus hasta Gyeongju, en esta última parte sólo se tarda 1 hora o incluso 50 minutos. Para ir hasta Daegu sólo hay cuatro buses, el primero sale a las 7 y 20 lo que nos suponía madrugar una barbaridad y ni siquiera tener tiempo para desayunar, así que optamos por el siguiente servicio que sale a las 11:05, es cierto que perderíamos más día pero podríamos hacerlo más descansados.
Esta vez como sabíamos que el bus número 7-1 paraba justo frente a la estación de bus (la Intercity) optamos por ir en bus, además como era por la mañana tampoco habría mucha gente para bajar desde el parque por lo que no esperábamos tardar mucho.
Todo fue tal cual lo planeamos y llegamos a la estación con tiempo de sobra. A pesar de tratarse de una estación pequeña y de que nuestra impresión el día de llegada no fue muy buena, lo cierto es que está todo super organizado, hay cuatro taquillas ordenadas en función del destino, la nuestra era la número 4. Pedí dos billetes a Buk Daegu (Hay dos estaciones, los buses que van directos por autopista sólo van a Buk Daegu así que cuidado con no ir a Dong Daegu porque tardaríais una barbaridad) y tuve la suerte que esta vez la chica que vendía los billetes hablaba un inglés más que aceptable. El coste del billete fue de 24.100 wons.
Faltaba casi una hora para la salida del bus así que nos sentamos a esperar en la pequeña estación:
Sobre las 11 menos cuarto el bus nos esperaba en la última de las dársenas, no tiene pérdida ya que se trata de una pequeña estación. Los asientos eran exactamente igual de cómodos que los del autobús que nos trajo desde Seúl a Sokcho, da gusto viajar en Corea del Sur.
Del viaje tengo poco que decir, con una parada a las dos horas de viaje fue más llevadero de lo esperado. En la parada aprovechamos para comprar comida puesto que no llegaríamos a Daegu hasta tarde.
Llegamos a nuestro destino a las 15:35 y nada más salir del bus me dirigí a la ventanilla a por un billete a Gyeongju, aquí tuvimos la mala suerte de no coger el bus de las 15:30 por unos minutos sin que hubiera un nuevo servicio hasta las 17, así que nos tocó esperar. Esta estación siendo un poco más grande resulta un poco cutre, así que fue una espera que se nos hizo un poco larga.
El trayecto entre Daegu y Gyeongju dura una hora y el coste del billete es de 4.700 wons. Esta vez el autobús no era tan lujoso como los anteriores, era más bien como los españoles y es el único bus de este tipo en que nos tocó viajar.
A las 6 llegamos a la estación Intercity de Gyeonju un poco nerviosos porque este era el único punto de nuestro recorrido en que no llevábamos el alojamiento reservado. En Gyeongju me pasó como en Sokcho, encontrar un alojamiento decente resulta complicado.
En la ciudad sólo hay dos hoteles y son turísticos y un poco cutrillos, para encontrar algo mejor te tienes que ir al Lago Bomun, un complejo turístico donde están las grandes cadenas hoteleras como Hilton, pero es que esta zona está bastante lejos de la ciudad y el transporte es un poco complicado, por lo que no me atraía nada alojarme en las afueras, sobre todo porque tampoco teníamos mucho tiempo para ver la zona.
La última opción que fue por la que me decanté son los moteles, es cierto que la idea preconcebida del motel para parejitas tira un poco para atrás pero lo cierto es que alguno de estos moteles están muy bien, tienen de todo y puedes tener una habitación Deluxe con televisión de pantalla plana y 42 pulgadas, nevera, ordenador, dos baños, aseo independiente de la ducha, una cama de dos metros, sauna y hasta cargador de móvil por tan sólo 35 euros la noche.
Antes de llegar había mirado varios de estos moteles en la zona de la estación (los hay a patadas) que tenían muy buen aspecto, entre ellos el Blue Mare, el Will, el Sugar, el Show o el Icarus que está recomendado en la web de turismo. Optamos por este último que además se ve desde que te bajas del bus así que no tiene pérdida.
Como no me gusta dejar las cosas abiertas intenté reservar a través del foro de su web, hasta les escribí en coreano con la ayuda de google, pero me contestaron (también en coreano) que tenían habitaciones disponibles pero que para reservar tenía que llamar por teléfono, así que al final no reservé.
Salimos de la estación por la puerta de atrás desde donde no hay ni 50 metros hasta el motel. Entramos y hay una especie de ventanilla como las de los bedeles de los colegios o algunos bancos antiguos. Allí nos atendió una señora coreana que sabía 0 inglés, nos entendimos más por señas que otra cosa, por un lado señalando una libreta que ella tenía con los precios y por otro porque yo llevaba escrita en una guía casera la misma consulta que había colgado en su foro con la ayuda del traductor de google.
Entre unas cosas y otras acabamos entendiendos, dos noches en una habitación Deluxe y como pagamos sobre la marcha y en efectivo nos rebajó 10.000 wons por cada noche por lo que pagamos 100.000 wons en total, nos dio la llave señalándonos el número de la habitación y listo.
Os pongo fotos de la habitación, como veis en algunas cosas un tanto exagerada, no tiene desperdicio el espejo del techo (aunque no se ve en las fotos) o la luz que hay en la zona del sofá que es de colores y va cambiando.
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Lo de alojarse en un motel tiene un par de inconvenientes, el primero que no hay armarios, aunque a nosotros para dos días nos daba igual, y el segundo que no te limpian la habitación si no dejáis las llaves en el ascensor, nosotros preferimos no dejarla, total para un día podíamos estirar nosotros la cama y como no te dan ni recibo ni nada no nos fiábamos de que nos de volvieran la llave, supongo que a la gente que habla el idioma sí que se la limpiarán pero por si acaso nosotros estábamos más tranquilos con la llave todo el día con nosotros.
Yo sinceramente volvería a este motel sin dudarlo, está todo bastante nuevo y perfectamente limpio y el hecho de que te den una bolsita con preservativos y geles íntimos te hace hasta gracia, yo ya me lo esperaba porque lo había leído en los foros de habla inglesa, es normal en los moteles coreanos.
Una vez instalados nos dirigimos hacia la zona de Gyeongju donde se sitúan las principales atracciones con el fin de llegar al Estanque Anapji y verlo con iluminación nocturna.
Las distancias en Gyeongju son mucho más grandes de lo que parece en los mapas turísticos por lo que la mejor forma de moverse entre atracciones es usar la bicicleta y para ver las cosas que no están en el centro se hace necesario recurrir al autobús o al taxi. No obstante, para dar esta primera vuelta nosotros fuimos caminando.
En seguida llegamos al Parque Tumuli, el cual fuimos rodeando en dirección sur, que es donde está la entrada. El precio de la entrada es de 1.500 wons y dentro de este parque se puede ver la famosa tumba de Cheonmachong. Como todo el pueblo está lleno de tumbas nosotros no entramos, un poco más abajo se pueden ver más de estas montañitas sin pagar, y al fin al cabo no son más que eso unas montañas cubiertas de hierba.
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Una vez se pasa la entrada del parque Tumuli, todo el recorrido está preparado para ir por caminos peatonales perfectamente señalizados, se nota que tienen muchísimo turismo.
La siquiente atracción que vimos fue el Observatorio Cheomseongdae. Una pequeña torre muy curiosa y antigua de poco más de 9 metros. La entrada para pasear junto a ella cuesta 500 wons pero sinceramente creo que no tiene interés alguno, lo intersesante del observatorio está en su exterior y se puede ver desde muy cerca sin entrar al registro, de hecho yo no vi a casi nadie pagar la entrada, estábamos todos haciendo fotos desde fuera.
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Seguimos caminando según nos indicaban las señales y no tardamos demasiado en llegar al Puente Anapji, os recomiendo firmemente hacer esta visita de noche porque estos templos ubicados sobre un lago e iluminados son preciosos. El coste de la entrada es de 1.000 wons y a mi fue lo que más me gustó de Gyeongju.
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La idea era ir desde aquí al Museo Nacional de Gyeongju, era domingo y cerraba una hora más tarde, los lunes cierra y la entrada es gratuita, no obstante, cuando llegamos a él faltaban 15 minutos para el cierre así que no merecía la pena entrar, una pena.
Desde allí nos dirigimos paseando hasta el hotel, si bien cambiamos un poco el recorrido de vuelta y pasamos por la zona más comercial de Gyeongju con el fin de comprar algo para cenar.
Habiendo visto ya lo principal de la ciudad nos preparamos para seguir visitando Gyeongju al día siguiente.
Octavo día de nuestro viaje, y el primero en que no teníamos desayuno en el hotel. Salimos pronto para encontrar un lugar donde desayunar y acabamos en un Paris Baguette, se trata de una cadena de panaderías-pastelerías ambientadas en Francia, obviamente, y que encontrareís en todos los lugares de Corea del Sur. En ella hay tanto productos dulces como salados y es uno de los lugares donde os podéis tomar un buen café a precio más económico, que no barato, puesto que por allí no hay cafeterías como las de aquí sino que todo son cafés tipo Starbucks. Yo creo que han tomado los precios del Starbucks como referencia, ya que un café fácilmente cuesta unos 3.500 wons (unos 3 euros), carísimo para lo que es el nivel de precios del País. En París Baguette, un americano cuesta 2.000 wons y el desayuno para dos personas con zumo bollos y cafés nos salía por unos 8.000.
Desde ahí volvimos al hotel a iniciar el recorrido del día, no obstante, de camino nos econtramos con un mercado por el que aprovechamos para darnos una vuelta, se trataba de un mercado básicamente de alimentación, con los típicos pescados perfectamente limpios, grandes recipientes rellenos de diversos tipos de Kimchi y otros platos típicos y también puestos de fruta (por cierto también bastante cara para los niveles de precios locales). Lo más curioso de estos mercados es que veréis productos que tienen una pinta estupenda y junto a ellos una señora descalza o un gato atado junto al pescado, el tema de la higiene en los mercados coreanos es un tema para estudiar.
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Hasta aquí fotos del mercado Jungang, el que estaba cerca del motel. Y esta otra es de Seongdong, el mercado de mayor tamaño y que se ubica en las proximidades de la estación de tren.
En Gyeongju hay al menos dos mercados de este tipo el que os cuento y otro que está más al norte, en la zona de la estación de tren, merece la pena darse una vuelta por ellos.
Una vez en el motel cogimos nuestros bártulos y nos pusimos en camino. La primera parada del día era el Templo Bulguksa, situado a unos 15 Kilómetros de la ciudad. Para llegar hasta allí podéis usar el taxi o el bus, nosotros optamos por esta segunda opción. La parada más próxima a nuestro hotel era la de la estación Intercity, no tienen pérdida puesto que los buses paran en la calle de mayor tráfico, junto a la puerta principal de la estación. Nos valían los buses 10 y 11, ambos hacen un recorrido circular pero en distinto sentido y paran uno en la acera de la estación y el otro justamente en frente. Nosostros optamos por el 11, en la acera de enfrente, puesto que nos pareció que el recorrido era más corto. Dentro de estos buses hay dos tipos, uno tipo urbano donde el billete cuesta 1.000 wons y otro con asientos de autobús tradicional, siendo el coste del billete de 1.500 wons. Nosotros a la ida cogimos el de 1.500 wons, no por nada sino porque era el que salía en aquel momento. El funcionamiento es idéntico al de los urbanos de Sokcho, hay un cajetín donde se mete el dinero justo, luego no te dan vuelta.
Aproximadamente media hora después llegábamos a Bulguksa, no tiene mucha pérdida porque las paradas se anuncian con una voz grabada en perfecto coreano, aunque no entendáis nada lo que sí que se entiende es Bulguksa, además en cada parada te anuncian la parada en la que estás y la siguiente con lo cual puedes ir haciéndote a la idea. En cualquier caso, aún cuando no entendáis la parada, es donde se baja casi todo el mundo y donde veréis subir a un montón de turistas que van de vuelta.
Justo al bajar del bus hay un parking con una oficina de turismo, por si necesitáis información. En la parte de arriba del parking hay unos jardines por los que hay que subir hasta llegar al templo, son unos pocos metros. El templo tiene dos entradas así que malo será que no déis con una de ellas. De hecho nosotros entramos por una y salimos por la otra.
Junto a la entrada del templo como siempre, está la ventanilla para comprar las entradas y un indicador con un plano y una breve explicación del monumento. El Templo Bulguksa ha sido declarado Patrimonio de la Unesco y el coste de la entrada es de 4.000 wons. Como véis las entradas en Gyeongju son un poco más caras que en Seúl, creo que es por tratarse de un sitio que vive básicamente del turismo.
Una vez en el templo vimos varias puertas, los típicos edificios que ya habíamos visto en otros palacios y caminamos por el puente que hay junto a un pequeño lago, lamentablemente había una zona de edificios que estaba siendo remodelada así que no se podía visitar. El templo está bien pero tratándose de un Patrimonio de la Unesco yo me esperaba algo más, supongo que la catalogación se debe a cosas que a mi se me escapan.
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Desde aquí bajamos de nuevo hasta el aparcamiento donde nos había dejado el bus. Buscábamos la parada del bus 12 que te lleva a la Gruta Seokguram. La parada está frente a la oficina de turismo, en la acera contraria a donde te deja el bus número 11. El problema es que el bus acababa de pasar y no teníamos el siguiente hasta dentro de una hora, así que optamos por coger un taxi para no perder mucho tiempo.
Vimos un taxista por allí sentado y le digimos que nos llevara a "sokguram" que es más o menos como se pronuncia. Nos subimos al taxi, el taxista pone el taxímetro y al poco tiempo lo quita y empieza a hacernos señas, entendimos que lo que quería era negociar un precio, como no hablaba ni una gota de inglés, ni siquiera los números, empezó a levantar los cinco dedos de una mano y un dedo de la otra, nosotros entendimos que nos pedía 6.000 wons y le dijimos que sí asintiendo con la cabeza. Hasta la gruta hay 8,9 Km y es una carretera de montaña, todo en subida y con curvas de 360 grados, y a todo esto el conductor iba controlando sus dos móviles, madre mía qué vicio tiene esta gente con el teléfono.
Llegamos a Seokguram y le damos al conductor un billete de 10.000 para que cobre, entonces empieza a hacernos aspavientos y a enseñarnos un billete de 5.000, ahí entendíamos que con los gestos de sus manos no nos pedía 6.000 sino 15.000 wons. Sinceramente, ese precio me pareció exagerado para lo que habíamos pagado hasta la fecha por recorridos más largos, no obstante el chico empezó a hacernos gestos como que nos esperaba para bajar, entonces supusimos (erróneamente) que ese era el precio ida y vuelta.
Dejamos el taxi y nos encaminamos hacia la gruta, no os he contado que hoy nos habíamos levantado con un tiempo maravilloso, el sol perfectamente despejado y ni una sóla nube, sin embargo, nada más comprar la entrada y pasar por el punto de control de billetes (coste de la entrada 4.000 wons), de golpe empezó a chisporrotear. Entre la entrada y la gruta hay que caminar por un bosque durante casi un kilómetro y cuando llevábamos como 200 metros empezó a llover de verdad y claro con el día que hacía nos pilló sin chubasquero ni paraguas, al principio nos resguardamos bajo los árboles con la esperanza de que parase pero todo lo contrario. Tras unos minutos echamos una carrera hasta el punto de control de billetes donde había una especie de puerta que nos sivió para resguardamos, ni que decir tiene que llegamos hasta allí pingando. La lluvia se convirtió en torrencial y el camino hasta entonces tierra se hizo barro. Tuvimos que esperar allí como media hora con un cabreo monumental con el tiempo.
Todavía mojados, al fin pudimos emprender el camino hasta la gruta. Al llegar hasta allí veréis tres edificios metidos entre el bosque, siendo el que está más arriba el que da acceso a la gruta, una cueva de granito echa artificialmente, esta es la gracia de la atracción.
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Se sube por las escaleras de la izquierda hasta el edificio más alto, una especie de pequeña casita, desde su interior se ve la entrada de la gruta y un gran buda pero está todo tras un cristal, entre eso y que el sitio es pequeño y hay un montón de gente rezando lo cierto es que nos resultó bastante decepcionante. Desde allí se baja por las escaleras de la derecha y supuestamente durante la bajada deberíamos encontrar una pagoda, sin embargo había un letrero que decía que se habían llevado la pagoda para su rehabilitación. Así que tras poco más de 5 minutos de visita emprendimos el regreso a la entrada.
Allí nos esperaba nuestro taxista, nos preguntó a dónde nos llebaba y entre señas le explicamos que al sitio donde nos había recogido (Bulguksa). Al llegar a nuestro destino nos bajábamos sin más cuando de nuevo empieza a pedirnos dinero, esta vez un billete de 10.000, ya le vale 25.000 ida y vuelta, este nos vio la cara pero qué se le va a hacer. Moraleja, yo nunca más cojo un taxi que no tenga el taximetro encendido. Esto sólo nos pasó en Gyeongju, nuestra experiencia con otros taxistas fue estupenda por eso os aviso de que tengáis cuidado en los sitios muy turísticos y tratéis de negociar el precio, la verdad es que para regatear hay que valer y no es nuestro caso.
Desde allí volvimos a coger el autobús con dirección a Gyeongju, esta vez uno de los urbanos (1.000 wons). La vuelta la hicimos pasando junto a la zona del lago Bomun pero nosotros optamos por no bajar ya que nos pareció un sitio no demasiado interesante, se trata de un complejo turístico rodeado de grandes hoteles y poco más, creo que es suficiente con lo que vimos desde el bus.
Entre unas cosas y otras era ya la hora de comer, así que paseamos por el centro de Gyeongju hasta que encontramos un McDonalds.
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Por la tarde optamos por seguir viendo las cosas de la ciudad que se nos habían quedado pendientes el día anterior. Nuestro primer destino era el depósito de Seokbinggo. El camino está bien señalizado y antes de llegar allí pasamos por el Bosque Gyerim donde se encuentran los restos de la Fortaleza Banwolseong. Aquí un niñito que empezaba a hablar empezó a gritarnos hello y no paró hasta que le contestamos, de hecho al principio ni nos enteramos de lo que decía y acabó pegando gritos casi enfadado porque no le hacíamos caso, sus padres se partían de la risa, es increible porque casi no caminaba y ya le estaban enseñando ingés.
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Un poco más allá se llega a Seokbinggo un depósito de piedras de hielo, que lógicamente actualmente no se usa como tal, no se puede entrar pero es posible ver su interior a través de unas rejas, por dentro parece más bien una especie de cueva.
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Desde allí nos dirigimos de nuevo a la zona de Anapji puesto que estaba en camino a la siguiente atracción que íbamos a visitar. Junto al estanque hay varios campos de flores típicas coreanas.
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El camino hasta la siguiente atracción es largo (más de un kilómetro) y aunque nosotros lo hizimos caminando nos dio bastante envidia la gente que iba en bici, yo creo que es lo más recomendable. En nuestro camino vimos campos de arroz y plantaciones de los famosos pimientos rojos coreanos.
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Tras aproximadamente un kilómetro y medio de caminata llegamos al Templo Bunhwangsa donde destaca una pequeña pagoda de tres pisos. El coste de la entrada es de 1.300 wons.
De vuelta al centro pasamos junto a las Ruinas del Templo Hwangnyongsa donde aprovechamos para parar. Aquí la entrada es gratuita.
Ya casi anochecía así que dimos por terminada la visita de Gyeongju y terminamos el día callejeando por la zona de tiendas de la ciudad donde además aprovechamos para cenar.
Se nos quedaron algunas zonas de las afueras por ver como la tumba submarina del Rey Mummu (unas rocas en medio del mar donde supuestamente está enterrado el Rey) o dar una vuelta por el parque Namsan. No obstante, creo que lo que vimos es más que suficiente para hacerse una idea. Para mi gusto Gyeongju no merece mucho más que un par de días ya que lo importante se ve rápido y es excesivamente turístico, a mi no van demasiado los sitios masificados. Como ya os dije en la anterior etapa del diario lo mejor de la visita fueron los paseos nocturnos y especialmente Anapji.
Gracias aranji, me alegro de que te sirviera. A tu pregunta, no reservamos en el Icarus, en los moteles de Gyeongju se reserva sobre la marcha, en las cercanías de las estaciones de bus hay un montón y tienes las fotos de las habitaciones en la entrada, no vas a tener problema ninguno. Pásalo bien!
Felicidades!!! un diario muy práctico y directo, genial como ayuda para planificar un viaje.
Nos vamos 12 días y estoy tomando nota de tu viaje.
Gracias por compartirlo.
Te vote 5*
Espectacular. Creo que es el mejor diario que he leído hasta el momento. Estoy estudiando para mi próximo viaje a Corea del Sur y Japón... y tu diario es simplemente la hostia. Enhorabuena.
Muchas gracias por compartir experiencias e información, Rolera, voy tres semanas en septiembre. Tu diario será de gran ayuda, espero no tener un tifón cerca en esas fechas. Te dejo mis cinco estrellas. Un saludo agradecido.
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Foro Japón y Corea: Foro de viajes a Japón y Corea: Tokio, Kyoto, Nikko, Nara, Osaka, Shirakawago, Monte Fuji, Hakone, Takayama, Hiroshima, Seul, Busanz.
Mi itinerario también parece que es el típico, pero si tenéis alguna recomendación de libros que leer sobre Corea, lo agradecería mucho
Antes de ir, lei " las dos caras de la misma Corea".... Son 2 periodistas argentinos, que uno estuvo en la del Norte y otra en la del sur.....y se refunden al final. Me gusto.
Hola!! Alguien recomienda algo diferente a los itinerarios típicos de Corea? Anque no sea turístico. Es por combinarlo un poco y vivir la verdadera esencia de la cultura Coreana! Graciasss
Y cuál es para tí el itinerario típico de Corea, porque fuera de Seúl, Busan y la isla de Jeju que es lo más visitado, hay bastantes cosas para visitar .
Como te dicen los compis, sólo con ir a los mercados y callejear por todo el país vas a vivir la cultura coreana a tope.
Genial!! Muchas gracias a todos!! Seguro que lo "típico" es alucinante, era por si alguien recomendaba algo por su experiencia, fuera de lo normal que no fuera turístico! Nosotros iremos desde Malasia y pasaremos 17 días. Nos dará tiempo a muchas cosas, ya contaré que tal!
Genial!! Muchas gracias a todos!! Seguro que lo "típico" es alucinante, era por si alguien recomendaba algo por su experiencia, fuera de lo normal que no fuera turístico! Nosotros iremos desde Malasia y pasaremos 17 días. Nos dará tiempo a muchas cosas, ya contaré que tal!
Es que al final todo lo que pisa un viajero se vuelve "típico" .
Dependerá de tus gustos y preferencias, si quieres más ciudades o más naturaleza, por ejemplo.
Sea lo que sea lo que termines visitando, te gustará igualmente .
Últimos comentarios al diario Dos lluviosas semanas en Corea del Sur
Rolera 31/08/2011 22:59
📚 Diarios de Rolera 
JunkyGirl 14/09/2012 10:56
viajera88 17/10/2012 17:59
kotis 02/02/2015 12:42
📚 Diarios de kotis 
MariaElena5 24/07/2018 00:04
Corea del Sur con bebé Noviembre 2023
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