![]() ![]() INDOCHINA 2010: DEL CIELO AL INFIERNO ✏️ Blogs de Asia Sudeste
Nuestro periplo de 33 días pasando por KL, Camboya y Vietnam.Autor: Scorpi Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (9 Votos) Índice del Diario: INDOCHINA 2010: DEL CIELO AL INFIERNO
01: Capítulo 1º: La decisión
02: Capítulo 2º: Haciendo camino
03: Capítulo 3º: Kuala Lumpur, la ciudad de las Petronas
04: Capítulo 4º: Siem Reap, el triste impacto del turismo de masas
05: Capítulo 5º: Phnom Penh, donde perdimos la inmunidad
06: Capítulo 6º: El Delta, donde los milagros se llaman Karin
07: Capítulo 7º: Hacia Dalat, la ciudad de la Eterna Primavera
08: Capítulo 8º: De tránsito hacia la costa central
09: Capítulo 9º: Hoi An, la pequeña aldea china donde el tiempo se detuvo
10: Capítulo 10º: Danang y el tren panorámico hacia Hue
11: Capítulo 11º: Hue, donde el cielo no sabe llover
12: Capítulo 12º: Hanoi, la utopía del silencio
13: Capítulo 13º: Ha Long, la bahía de las 2.000 perlas (FALTAN FOTOS)
14: Capítulo 14º: Crucero a la Pagoda del Perfume (FALTAN FOTOS)
15: Capítulo 15º: Hoa Lu y Tam Coc, bellezas del Norte (FALTAN FOTOS)
16: Capítulo 16º: KL, el regreso (FALTAN FOTOS)
17: Capítulo 17º: Caminando hacia casa
18: Epílogo: Caminante no hay camino...
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Etapas 16 a 18, total 18
Temprano por la mañana abandonamos nuestro hotel, con el taxi que hemos contratado, hacia el aeropuerto internacional de Noi Bai (unos 45 km al norte). De nuevo vuelo con Air Asia. Sale puntual y sin problemas. Cuando hicimos la compra del billete por internet reservamos también la comida. Elegimos dos platos diferentes y tengo que reconocer que, al probarlos, me sorprendo por lo buenos que están.
Llegamos a las 13,30 p.m; taxi de prepago hasta el hotel. Royale Chulan, estamos aquí otra vez! En esta ocasión no nos dan habitación con vistas a las Petronas, pero no pasa nada! ![]() Vuelve a ser lunes, así que no desaprovechamos la oportunidad de volver a disfrutar de la oferta del barril de cerveza a 0,20 céntimos. Las alitas no entran en la oferta pero están tan sabrosas que tampoco renunciamos a su sabor. Y ahí delante, de nuevo, insensibles al paso del tiempo, se yerguen majestuosas, oteando el horizonte, las dos Torres Petronas. Baño en la piscina y a disfrutar de la tarde-noche en KL. El día siguiente lo dedicamos a recorrer algunos de los sitios en los que estuvimos la primera vez para tener alguna foto de recuerdo. Volvemos a Chinatown a por camisetas de fútbol para Jose. Compra unas cuantas de buena calidad. También nos acercamos hasta el Central Market para disfrutar del masaje de pies "pecil". Vuelven a hacernos cosquillas durante los primeros segundos, pero luego se torna realmente delicioso. Hoy no está la señora que nos atendió el primer día; hay un señor, pero también es muy amable. Todas las personas con las que hemos tratado en Malasia han sido de lo más encantadoras. En lo referente al personal del hotel, no tengo palabras para explicar su profesionalidad. Pese a ser un gran hotel recordaban tu cara y las conversaciones que habían mantenido contigo, en particular, los de conserjería. Se preocupaban por hacer tu estancia lo más agradable posible y siempre te ofrecían algún buen consejo. Tras las compras regresamos al hotel pues hay que abandonar la habitación. Queremos disfrutar por última vez de la piscina pero una tormenta repentina nos lo impide. Como suelo decir cuando llueve al alejarme de un lugar: KL, llora porque nos marchamos; es su forma de decirnos adiós, hasta siempre! ![]() Nos despedimos también de las alitas de pollo y de nuestra amiga de la barra. Confiamos en que nos volvamos a ver algún día y el futuro nos permita regresar a este hotel. La lluvia torrencial continúa cuando dejamos la ciudad. El cielo está tan plomizo que no se distinguen ninguna de sus famosas torres: adiós Menara, adiós Petronas, sé que estáis ahí, escondidas pero observándolo todo desde las alturas. Al poco de alejarnos de la ciudad, la tormenta queda atrás y un sol cegador brilla permitiéndonos disfrutar por última vez del manto verde que se extiende hasta el infinito, a lado y lado de la autopista. Adiós dulces palmeras, adiós! ![]() Etapas 16 a 18, total 18
Esta vez tenemos más tiempo para observar atentamente el Aeropuerto Internacional (KLIA). Plastificamos las bolsas... para mayor seguridad y recorremos tranquilos la terminal. En una de las salas están ensayando para un desfile de modas. A una hora prudencial cogemos el transporte que nos acercará hasta nuestra puerta de embarque.
Un poco de espera y Etihad nos llama para embarcar. Prefiero no dormir estas horas que quedan hasta Abu Dhabi y poder hacerlo en el trayecto hasta Londres. Así que cine, juegos y cualquier animación es bien recibida (Jose hasta aprende alguna palabra en koreano gracias a un juego de idiomas, ![]() ![]() Llegamos al aeropuerto de Abu Dhabi dentro del horario previsto. Hoy nos toca esperar un poco más en la terminal para enlazar con el otro vuelo. Realmente es un gran punto de conexiones; da igual que sea de madrugada siempre hay gente y actividad en cada una de sus salas. Paseamos un poco por la zona comercial pero nos asustamos con los precios. A título de ejempo: un magnet de un camello, 9 dólares. Pues nos vamos a quedar sin camello para la nevera! ![]() ![]() Andando hacia nuestra puerta de embarque nos topamos con un coche de Fórmula 1 en mitad del largo pasillo que une los diferentes bloques. Nos cruzamos con algún que otro jeque. Viva el petrodólar! ![]() ![]() Al llegar a nuestra puerta descubrimos una zona llena de ordenadores con conexión gratuita a internet. YUJUUUUUUUUUUUUU! ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Sobre las 8,30 a.m aterrizamos en Heathrow. Recogemos las maletas y salimos. Al momento vemos una especie de mostrador de información y ayuda al viajero. El chico, muy amable, llama al hotel para comprobar que haya disponibilidad. No nos lo pueden confirmar todavía. Tenemos que intentarlo más tarde. Nos vende también los tickets del autobús de National Express que une los aeropuertos de Heathrow y Gatwick. El trayecto dura sobre una hora. Ha salido un día maravilloso para ser finales de noviembre; luce el sol. A pesar de ello, desde el autobús distinguimos los campos helados por la escarcha matutina. Realmente no llevamos ropa para enfrentarnos a estas temperaturas. El National Express nos deja en el aeropueto de Gatwick y entro a preguntar por el hotel. Los del mostrador me dan el número de teléfono y me dicen que llame yo misma desde uno de los teléfonos que hay a disposición de los usuarios en la sala. Hablo con los del Ibis y me confirman que tenemos habitación libre. Para llegar hasta el hotel hay servicio de autobús. Me indican la parada y el número del mismo. Tenemos suerte y al momento llega nuestro transporte. En menos de 10 minutos estamos en el Ibis. Hacemos el check-in rapidito y ... habitación, dulce habitación! Una ducha reconstituyente y nos acostamos. Ponemos la alarma por si nos quedamos roques y, no han pasado 15 minutos, que caemos en un profundo sueño. Dormimos unas 4 horas, recogemos y hacia el aeropuerto otra vez. Volamos con Easyjet. Es la primera vez que lo hacemos con esta compañía y el resultado es satisfactorio. Increible pero cierto, el avión va lleno hasta reventar. No en vano, vas andando por Londres y solo oyes hablar español... España-Londres, puente aéreo! ![]() Después de los largos trayectos en furgonetas y similares por Vietnam, cualquier trayecto en avión nos parece una maravilla. Éste, pese a ser el último, nos pasa en un suspiro. Cuando queremos darnos cuenta, estamos ya en Manises. De nuevo un poco de impaciencia hasta que vemos aparecer nuestros bultos (aunque los trajes de Hoi An los llevamos en las mochilas de mano ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Antes de traspasar la puerta hacia "LLEGADAS" nos enfundamos los sombreros para hacer la gracia, ya que han venido a buscarnos al aeropuerto la hermana, el cuñado y la sobrina de Jose. El recibimiento es apoteósico y el cachondeo también. Tenemos tantas cosas que explicar y ellos tantas preguntas. La hermana de Jose nos confiesa que ahora, al vernos, ya está tranquila pues temía que además del robo hubiésemos sufrido algún que otro percance y no se lo hubiéramos dicho para no preocupar. Nos ve sanos y salvos y respira aliviada, por fin. No sé si está bien decirlo ![]() ![]() Los cuarenta minutos de trayecto hasta casa dan solo para explicar cuatro cosas. Ya habrá tiempo más adelante. 33 días después y en casa de nuevo. Tras el robo, Jose prometió que si regresábamos bien, besaría el suelo de la entrada como hacía Juan Pablo II al bajar del avión y pisar tierra de nuevo. Así lo hace. Siempre cuando volvemos de algún viaje, me siento rara al llegar a casa. Me parece estar desubicada, no me encuentro. Con los días, la sensación va disminuyendo, se mitiga, pero nunca desaparece del todo. Supongo que en mi interior, echo de menos ese mundo nuevo que he tenido la fortuna de descubrir. Etapas 16 a 18, total 18
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más; caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante, no hay camino, sino estelas en la mar. Quisiera terminar mi relato tomando prestadas estas bellas estrofas de Machado, en las que describe a la vida como un camino que cada uno se hace, día a día, paso a paso, decisión tras decisión; como un gran viaje al que todos nos enfrentamos. Las circunstancias quisieron que nuestros pasos se encaminaran este año de nuevo hacia Asia, ese continente que tanto nos atrae, que tanto nos gusta, que tanto nos sorprende. Como en todos y cada uno de los viajes que hemos compartido juntos, nos llevamos con nosotros de compañeros: a la ilusión y al interés por lo nuevo; al respeto y la tolerancia ante lo diferente; a la admiración y la fascinación por lo singular; a la emoción y la sensibilidad por lo extraordinario. Y juntos, compartimos grandes momentos, disfrutamos de magníficas vivencias, fuimos testigos absortos de vestigios sublimes. Juntos, también, pasamos del cielo al infierno en una sola noche; de tenerlo todo, a quedarnos sin nada; de sufrir el lado más obscuro y mezquino de la raza humana un día, a conocer, al siguiente, su lado más altruista, más generoso, más desinteresado. En ocasiones son las pequeñas cosas las que dotan de valor al conjunto y lo hacen diferente, único, irrepetible. Quizás no haya sido éste, nuestro viaje más plácido, más idílico, más placentero. Sin embargo, sí ha sido el más sorprendente en muchos aspectos y el más enriquecedor para nuestra alma. Etapas 16 a 18, total 18
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