![]() ![]() USA Costa Oeste, por nuestra cuenta, increíble viaje. ✏️ Blogs de USA
Diez días a nuestro aire por la Costa Oeste de Estados Unidos. Un recorrido recomendado a todos los viajeros.Autor: Cloqueta Fecha creación: ⭐ Puntos: 4 (22 Votos) Índice del Diario: USA Costa Oeste, por nuestra cuenta, increíble viaje.
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Etapas 4 a 6, total 9
A la mañana siguiente nos preparamos para la excursión, nos recogieron en la puerta del hotel y nos llevaron en un pequeño autobús hasta el aeropuerto de Boulder. Allí tomamos un café y nos dieron instrucciones sobre donde ubicarnos en la avioneta, lo distribuyen en función del peso. Te toman una foto con el piloto que luego puedes recoger a la vuelta y comienza el tour. Está todo muy bien montado y te entregan unos auriculares y te van explicando la historia del Gran Cañón, se puede escuchar en diversos idiomas, el español entre ellos lo cual ayuda bastante, aunque digamos que un español bastante peculiar:) El paisaje es realmente espectacular, impresiona muchísimo, es algo que difícilmente uno ha podido ver antes, merece muchísimo la pena creo que es uno de los sitios que más impacta de este viaje, totalmente recomendable. La excursión que nosotros habíamos elegido consistía en la avioneta más un recorrido terrestre en bus. En cuanto aterriza la avioneta te montan en el autobús para hacer la ruta por dentro del parque, tiene un par de paradas donde puedes aprovechar para tomar fotos, o comer algo de la caja de picnic, o dar un paseo por los preciosos parajes de la zona. Hace muchísimo frio, es imprescindible abrigarse bien porque de verdad que te quedas helado, recuerdo que uno de nosotros tuvo que comprar un forro polar allí mismo. El bus hace un par de paradas y luego regreso al aeropuerto y otra vez en la avioneta. Tuvimos bastante suerte porque hizo un día espléndido, de mucho sol y disfrutamos de unas vistas preciosas y unas fotos fantásticas. Alrededor de la 1 de la tarde estábamos de regreso en el hotel y nos dimos una vuelta para ver la piscina, era impresionante, con olas "de verdad", arena, tumbonas, bueno por algo la llamaban la playa ![]() Por la tarde salimos nuevamente a pasear por el Strip para ver el resto de hoteles que nos quedaban, estaba todo súper animado. Nos subimos a la Torre Eiffel, del Hotel París, tiene unas vistas impresionantes, y abajo nos tomamos un cóctel que viene en un envase con la forma de la torre, un caprichito de la niña. El hotel es muy bonito, con decorados parisinos por dentro, está todo muy conseguido. Desde arriba pudimos admirar las fuentes del Bellagio y luego entramos también, tiene el casino mundialmente famoso por varias películas como Ocean’s Eleven y sus secuelas. En el MGM vimos los leones. Éste es el hotel más grande del mundo, con más de 5000 habitaciones. El Caesar Palace también impresiona por el tamaño de sus edificios, y así con todos, lo cierto es que cada hotel tiene su propio encanto. Otro de los que más me gustó fue el Venetian, con sus góndolas circulando y la Plaza de San Marcos. A la vuelta estábamos cansadísimos de todo el día y cogimos el autobús que recorre el Strip para regresar al hotel. Muy cómodo y por problemas logísticos no pudimos ni pagar. Nos dejó en la misma puerta del Mandalay. Yo quería ir a LUSH (una tienda de cosmética fresca) que es mi tienda favorita y fue una grata sorpresa encontrarla allí, justo en nuestro hotel. Aproveché para comprarme una burbuja y darme un bañito relajante en la estupenda bañera del hotel. Cogimos el coche y nos fuimos hasta la parte más antigua de Las Vegas. Digamos que es también la zona más auténtica, donde nacieron los casinos, las capillas y los primeros hoteles en la época dorada. La mítica calle de Fremont Street ha sido reformada con un espectáculo muy bonito de luces y sonido en una cúpula a modo de “techo” que tapa la calle, es muy curioso de ver. Si te sales un poco del meollo turístico es una zona que sin llegar a ser peligrosa si que se ve algo más “chunga” que el Strip. Visitamos también el hotel Stratosphere, que tiene una torre muy alta a la cual se puede subir, había un poco de cola y por falta de paciencia decidimos no subir. Dimos un paseo por algunas de las capillas, vimos una boda, con sus limusinas, todo muy típico y hortera, pero imprescindible en una visita a Las Vegas. Decidimos cenar en McDonald’s, un clásico ya que el Big Mac nunca defrauda. A la vuelta al hotel, los más osados se quedaron en el Casino jugando unos numeritos, y otros nos fuimos a la cama pues estábamos realmente cansados después de una jornada de lo más completa. Al día siguiente partíamos de ruta, con destino a Mammoth Lakes y era la única noche que no teníamos reservada en ningún hotel. Etapas 4 a 6, total 9
Desayunamos en el hotel, en concreto en el House of Blues (una especie de local donde por la noche había música en directo) porque teníamos un cupón 2x 1 que nos habían dado cuando hicimos el check in. Como es habitual, tomamos los huevos de rigor con sus acompañamientos. Salimos prontito del hotel, no hace falta volver a recepción puesto que puedes hacer el check out a través de la tele de tu habitación, aceptas los cargos de la tarjeta y entregas la llave en un buzón habilitado al efecto. Paramos a hacer las fotos de rigor en el cartel de “Welcome to Las Vegas” que no habíamos hecho al llegar, y seguimos rumbo a nuestro siguiente destino: Death Valley. Death Valley es un paisaje de otro mundo. Una vez más me encuentro sorprendida. Prácticamente no sabía nada de este lugar, y me he quedado asombrada. Es como un paisaje lunar, donde se alcanzan temperaturas extremas de hasta 60 grados. En verano debe ser insoportable, pues en Marzo ya hacía más de 30 grados. Se advierte a los viajeros que antes de llegar al Parque compren agua y llenen sus depósitos de gasolina, por lo que pueda pasar… Es un Parque Nacional y como tal tiene distintos puntos de interés. Nosotros siguiendo la guía de Lonely Planet, paramos en los más importantes. En primer lugar en la zona donde estaban las minas de bórax, donde hay que subir una pequeña colina para admirar un paisaje realmente espectacular. Uno de los atractivos del Parque es Badwater Basin, el punto más bajo de América del Norte, con una profundidad de 86 m por debajo del nivel del mar. Curiosísimo. También hay un área, Furnace Creek donde hay un rancho que sirve de hotel pero los alojamientos en el Parque son muy limitados, imagino que esto está regulado y restringido. En una de las aéreas nos compramos unos bocadillos y los tomamos allí sobre la marcha para poco después emprender nuestro camino en dirección a Mammoth Lakes. Nuestra idea inicial era hacer noche en Mammoth Lakes y después ir a Yosemite para terminar la ruta en San Francisco. Pero no contábamos con las condiciones meteorológicas. A medida que íbamos avanzando, los paisajes áridos del Valle de la Muerte dieron paso a una temperatura mucho más frescas, montañas con sus cumbres nevadas y encantadores riachuelos y arroyos. Paramos a tomar alguna foto y seguimos de ruta cuando de repente empezamos a ver carteles en la carretera indicando que más adelante harían falta cadenas. Por suerte conseguimos llegar a nuestro destino aunque a medida que íbamos ascendiendo comenzó a nevar y nevar cada vez más. Tanto que nunca habíamos visto nevar de esa forma. Nos dirigimos al Hotel Best Western, situado en la calle principal de Mammoth Lakes, y reservamos dos habitaciones para esa noche. Cada vez hacía más frío y nevaba más. El hotel era correcto, de lo más caro del viaje y no tenía nada especial, pero suficiente para lo que necesitábamos, pasar la noche calentitos. Nos instalamos y tratamos de dar una vuelta por el pueblo pero estaba todo nevadísimo y no era nada cómodo. De hecho nos enteramos que las pistas de esquí estaban cerradas por el temporal. Cruzamos la calle y nos fuimos a cenar a un restaurante muy agradable con una simpática camarera rubia que nos preguntó qué se nos había perdido allí con este tiempo. Le comentamos nuestro plan de ir al día siguiente a Yosemite y nos miró con cara de “estos forasteros están locos”. Resulta que el paso de Tioga, el acceso principal desde esa zona a Yosemite, está cerrado todos los años entre noviembre y mayo aproximadamente, pequeño detalle que se nos había olvidado consultar. Fue una situación bastante cómica porque se reunieron a nuestro alrededor todos los lugareños que estaban en el bar dándonos ideas sobre dónde ir, la chica nos dijo que fuéramos a Las Vegas que era un sitio muy divertido, je je je. Previamente también habíamos consultado en el Hotel y nos habían dicho que nuestro plan era inviable de modo que nos fuimos a dormir sin saber muy bien qué íbamos a hacer al día siguiente. Lo único seguro era que teníamos la reserva del hotel de San Francisco, pero llegar hasta allí iba a ser ardua tarea. Etapas 4 a 6, total 9
Nos levantamos con la pequeña esperanza de que el tiempo hubiera cambiado y nuestro camino estuviera despejado, pero todo seguía igual o peor. Lo peor de todo es que hacía falta tener cadenas para conducir por allí, de modo que no nos quedó más remedio que dar la vuelta y volver sobre nuestros pasos. Deshicimos así gran parte del camino andado el día anterior, y emprendimos ruta hacia San Francisco, nos esperaban casi 900 kilómetros. Menos mal que contábamos con dos expertos conductores. El camino se hizo algo largo pero no tan pesado como esperábamos. Paramos a comer en un área de servicio en un Burguer King y a media tarde nos íbamos acercando a nuestro destino. Como en todas las grandes ciudades de Estados Unidos, había un atasco curioso en la entrada de San Francisco. Atravesamos uno de los puentes y vimos muy de lejos el famoso Golden Gate. El día estaba nublado, según parece esto es algo habitual allí, y enseguida conseguimos encontrar nuestro hotel: Parc 55, perfectamente ubicado en la zona de Union Square, que viene a ser el centro neurálgico de la ciudad. Sorprende San Francisco por dos cosas a primera vista: lo europea que es, es decir, es la ciudad menos “americana” de esta ruta, y por la cantidad de mendigos (homeless) que vagabundean por la ciudad, sobre todo en la zona del centro. Otro detalle importante es la cantidad de cuestas y colinas que tiene, y el clásico tranvía, sin olvidarnos de la Isla de Alcatraz. Es una ciudad encantadora, un sitio muy bonito, con muchísimo ambiente moderno (es muy gay friendly también), tiendas muy chulas, una oferta increíble de restaurantes y unas preciosas vistas. Esa primera noche dimos una pequeña vuelta por la zona del hotel, y entramos a cenar en un restaurante llamado Daily Grill, donde nos atendieron estupendamente y cenamos muy bien. Etapas 4 a 6, total 9
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