USA Costa Oeste, por nuestra cuenta, increíble viaje. ✏️ Blogs de USA

A la mañana siguiente emprendimos bien pronto la marcha y lo primero que hicimos fue desayunar en un Starbucks, abarrotado como todos los locales de este estilo a esas horas. Cogimos el coche y nos fuimos rumbo a la colina de Twin Peaks. Tuvimos bastante suerte porque el día estaba despejado aunque con algunas nubes pero ello no impidió que pudiéramos disfrutar de unas vistas espectaculares desde el mirador. Se ve toda la ciudad y la bahía e impresiona mucho. Tomamos unas cuantas fotos y admiramos la vista del Golden Gate. Cogimos de nuevo el coche y enfilamos rumbo al puente más famoso de la ciudad.

Impacta mucho cruzarlo, es enorme, gigantesco! Enseguida nos paramos tras atravesarlo y pudimos tomar unas fotos muy bonitas, está lleno de turistas claro, pero hay unas vistas realmente preciosas. Después de Golden Gate, llegamos a Sausalito que es un pequeño pueblecito pesquero que adquirió reputación como colonia de artistas y bohemios que vivían en casas flotantes sobre la bahía. En el descenso hasta la costa se ven unas casas muy chulas y es un bonito paseo en bicicleta desde San Francisco, nosotros como íbamos con el coche no tuvimos ocasión. Una curiosidad sobre Sausalito es que sale en la película Instinto Básico, es la casa donde vive Sharon Stone.

Volvimos hacia la ciudad cruzando de nuevo el Golden Gate y nos dirigimos al barrio de Haight-Ashbury.que se hizo famoso por ser la zona del movimiento hippy en los años 70. Es una zona muy moderna, al estilo de Camden en Londres, salvando las distancias por supuesto, pero llena de tiendas de curiosidades, ropa moderna, vintage y de segunda mano, pequeños cafés, y un ambiente de lo más agradable. Este barrio está al lado de Castro, que es la zona gay de la ciudad y que es también un área muy animada, ambos barrios son del mismo estilo y merece la pena darse un buen paseo. Siguiendo con el tema cinematográfico, indicar que muchas de sus calles salen en la película de Harvey Milk sobre el famoso activista por los derechos de los homosexuales.

Después nos fuimos a otro lugar clásico de fotos de San Francisco, las Painted Ladies, que son las clásicas casas victorianas de colores pastel en hilera que suelen salir en las postales de San Francisco. Posteriormente bajamos por la clásica Lombard Street, muy propia también de las fotos típicas de San Francisco, pues es la calle en zigzag que tiene una gran cantidad de flores alrededor y es muy bonita. Luego fuimos al distrito financiero y Chinatown, y comimos en Chef Jia’s un restaurante oriental que venía recomendado en la guía Lonely Planet. Por un módico precio podías comer una gran variedad de platos orientales, todo muy rico y muy auténtico. Tras reponer fuerzas seguimos de caminata y luego regresamos al hotel para descansar un rato.

Justo al lado de nuestro hotel estaba la salida del tranvía turístico, y siempre había mucha cola, de modo que nos decidimos armarnos de paciencia (aunque no andábamos sobrados, je je) y nos compramos los tickets e hicimos la cola. Sin duda es algo que debe hacerse en San Francisco, es genial el paseo con el tranvía por las cuestas de la ciudad. Te deja en Fisherman’s Wharf, que es la zona de los muelles donde hay muchas atracciones turísticas, tiendas, puestos de comida callejeros, etc. Es muy típico degustar productos del mar en estos puestos. Aprovechamos para ubicar el Pier 33 pues desde ahí parten las excursiones a Alcatraz y al día siguiente teníamos nuestros tickets ya reservados a primerísima hora.

Por recomendación de un amigo, fuimos a cenar a un restaurante situado frente el Pier 33 llamado Hillstone. Estaba animadísimo y tardamos un rato en conseguir mesa pero la espera mereció la pena. Tenían una gran carta con pescados y mariscos, pero también tenían todo tipo de sándwiches, ensaladas y una extensa carta de bebidas. Estaba todo riquísimo aunque uno de nosotros se pidió la especialidad de la casa, eran crab cakes y al rato vino la camarera disculpándose diciendo que se les había terminado, pero nos ofrecieron otro plato en sustitución que también estaba delicioso. Altamente recomendable, sin duda volveré si tengo la suerte de regresar a San Francisco.

Se me ha olvidado comentar el frío tan terrible que pasamos en San Francisco. Precisamente esa tarde nos compramos una sudaderas, la típica de I LOVE SF para mitigar las corrientes polares que nos hacían quedarnos helados. Después de la cena, la zona estaba realmente desangelada, casi todos los turistas se habían marchado y estaba bastante apagado, pero conseguimos coger uno de los últimos tranvías para regresar al hotel.

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Madrugamos bastante como de costumbre y nos tomamos un café rápido y un bollo al lado del hotel. Cogimos el coche rumbo al Pier 33 ya que teníamos la visita de Alcatraz. Habíamos reservado por internet el tour clásico a primera hora, que se denomina “Early Bird” pero aún así estaba lleno, según llegas te pones en la cola, te hacen una foto muy curiosa que como siempre podrás recoger al final del tour y te llevan en el barco hasta la isla de Alcatraz.

Conocida como La Roca, Alcatraz es una pequeña isla ubicada en el centro de la bahía de San Francisco. En ella se localiza el Faro de Alcatraz, y antiguamente fue utilizada como fortificación militar, como prisión militar y posteriormente como prisión federal hasta 1963. Es muy conocida por diversas películas y por haber acogido a famosos reos como Al Capone. Durante el recorrido en barco comienzan a contarte algo de la historia hasta que llegas a la isla, donde te entregan una audio guía multilingüe para que tu hagas el recorrido a tu aire. El lugar impresiona bastante, además el día estaba muy nublado de modo que se creaba un ambiente muy propicio para la visita. Resulta muy interesante ir escuchando las historias de la prisión, como se vivía allí, las tareas que hacían los reos, los intentos de fuga, todo ello siendo testigo directo de cómo eran las celdas y demás dependencias de la cárcel. Actualmente la isla únicamente está abierta a las visitas turísticas y está todo organizado para ese fin, con su correspondiente tienda de souvenirs al final de la visita. A la vuelta tomamos nuevamente el barco y al final recogemos la foto de recuerdo.

Tomamos el coche y nos encaminamos a la zona de Mission Dolores, el barrio latino de San Francisco. El barrio se llama en realidad Misión de San Francisco de Asís, y de él destaca el edificio de Mission Dolores que se levantó sobre gruesos muros de adobe, y con los techos de secuoya bellamente decorados, realizado por unos padres franciscanos a finales del siglo XVIII. Cuna de la ciudad, este lugar deja entrever los orígenes españoles de la urbe. En esta zona se entremezclan étnica y económicamente la población, compuesta en gran mayoría por hispanos, además de numerosos asiáticos.

Nos dirigimos después a Castro para comer en Sparky’s Diner, un restaurante de los que recomendaba la guía, un sitio muy curioso que por las noches se transformaba en bar de copas pero por el día era más tranquilo. Tomamos unas hamburguesas y pasta. Nos gustó bastante. Esa tarde teníamos un gran plan en perspectiva que era un partido de la NBA, para lo cual debíamos ir a Oakland y salimos con tiempo en previsión de posibles atascos. Pasamos por Berkeley, pequeña ciudad situada en la bahía de San Francisco, junto a Oakland y situada enfrente de la ciudad de San Francisco. Es famosa por su universidad, la Universidad de California, Berkeley, que es reconocida como una de las mejores del mundo. Se llama "Berkeley" en memoria del filósofo irlandés George Berkeley. Prácticamente toda la vida de este lugar gira en torno al campus universitario por lo que hay muchos estudiantes y ambiente juvenil.

Seguimos nuestra ruta buscando el Oracle Arena, sede de los Golden State Warriors, el equipo de la ciudad de Oakland "Golden State" deriva del sobrenombre con que se conoce al estado de California, The Golden State (Estado Dorado), derivado de la Fiebre del Oro de 1849 y de sus doradas colinas. Llegamos prontísimo y enseguida entramos al estadio para ver el ambiente. Hay una tienda enorme donde aprovechamos para adquirir unas cuantas sudaderas y ropa de baloncesto, a muy buen precio además porque estaban liquidando la temporada. El ambiente de los partidos de la NBA es increíble, es todo a lo grande, hay comida por todas partes, tienen sus cheerleaders profesionales, y la gente está muy motivada. Este partido era contra los New York Knicks de Sergio Rodríguez y como teníamos unas buenas entradas aprovechamos para hacerle señas y saludarle en directo. El partido estuvo muy entretenido, hacen muchísimas “tonterías” en los descansos y siempre hay algo que hacer, admirar o comer. Me compré un algodón de azúcar azul!!! Como ya era media tarde nos tomamos algo de cenar, las clásicas alitas de pollo, perritos calientes y demás viandas propias.

A la salida, cogimos la ruta de vuelta a San Francisco, para pasar la que sería nuestra última noche en las tierras de Estados Unidos.

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Nuestro vuelo salía a las 5 de la tarde y el coche lo íbamos a devolver directamente en el aeropuerto de modo que teníamos algunas horas para dar un último paseo por la ciudad. Desayunamos en Lori’s Diner, un restaurante realmente clásico dado que está decorado como un diner antiguo, tiene máquinas de discos y decoración de época, aparte de unos desayunos deliciosos. Después paseamos aprovechando que hacía bueno y visitamos varias tiendas que hay por la zona de Union Square, entramos en Macy’s, Body Shop, Forever 21, Urban Outfitters, Abercrombie & Fitch. Pasamos un rato largo en Victoria’s Secret ya que a mí me encantan los productos de belleza de esta marca, y tuve suerte pues había una promoción de modo que vine cargada con un montón de botes. Fuimos a Levi’s pues es otro clásico de la ciudad pero lo cierto es que en la tienda oficial los precios no eran ninguna ganga y finalmente no compramos nada.

Curiosamente ese día salía a la venta el iPad en Estados Unidos, y pasamos por la tienda de Apple donde había una impresionante cola para adquirir el aparato en cuestión. Por supuesto todos los que estaban en la cola disponían ya de sus iPhones, iPods y demás dispositivos con la manzana. Fue muy curioso y además estaba todo perfectamente organizado.

Regresamos al hotel y enseguida partimos rumbo al aeropuerto para llegar a tiempo. La noche anterior habíamos hecho el check in en los ordenadores del hotel, de modo que íbamos tranquilos pues ya teníamos los asientos elegidos. Todo fue bien, facturamos enseguida, tomamos algo y esperamos a embarcar leyendo algunas revistas, visitando las tiendas de duty free donde adquirimos algunas colonias a buen precio y últimos regalos. El vuelo fue largo pero vimos varias películas y a mí se me hizo más corto de lo esperado. Alrededor de las once de la mañana estábamos aterrizando en Londres y esta vez teníamos más tiempo para coger nuestro a enlace a Madrid. Llegamos sin sobresaltos y con todas las maletas después de un viaje que solo se puede calificar como fantástico.

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