Sonrie en Tailandia ✏️ Blogs de Tailandia

Amanecía el último día en Tailandia, ya había pasado el viaje entero y no nos lo queríamos creer. Madrugamos para recoger todas las cosas y dejamos las mochilas en el hotel, antes de ir al aeropuerto pasaríamos a recogerlo. Cogimos el Sky Train delante del hotel que nos dejó justo en el mercado de Chatuchak. Antes de llegar yo creo que ya nos habíamos perdido de lo grande que era aquello, habíamos visto planos del mercado, pero no nos imaginabamos que iba a ser tan grande y que fuese a haber tantas cosas ¡y tan baratas!. Empezamos poco a poco a recorrerlo como buenamente podiamos, yo creo que nos quedó la mitad del mercado por ver. Habíamos facturado con EasyJet una maleta de más por si se nos ocurría comprar muchas cosas y creo que al final se nos ocurrió, porque compramos una especie de bolsa de deporte enorme por 3 euros, y la fuimos llenando hasta que no entraban más cosas. Playeros, budas, corbatas, relojes, casios de colores por todos los lados, jabones tallados, inciensos, cuadros, fotos, figuras, cajas, camisetas, vestidos, no se compramos de todo, y cuando no entraban más cosas en la maleta decidimos marchar para el hotel para no ir con prisas al aeropuerto. Comimos en el mismo mercado los últimos noodles y arroz de Tailandia y buscamos un 7-Eleven para comprar unas cervezas de recuerdo, pero tuve que esperar ya que a ciertas horas del día no venden alcohol, pero al final las acabaría consiguiendo. Una cosa que no nos gustó del mercado era la zona de animales, no porque los vendiesen sino porque tenían jaulas y jaulas de ardillas, pero éstas no estaban dentro sino encima y las tenían medio dormidas para que la gente las pudiese tocar, lamentable. La verdad es que el precio de las mascotas era muy bajo, había mini Pincher o Chihuahua por menos de 80 euros cuando en España no bajan de 600 euros. Entre toda aquella multitud conseguimos de nuevo llegar a la estación para coger el Sky Train de regreso a Silom. Intentamos repartir todas las cosas entre mochila y maleta para no sobrepasar el peso, nos despedimos del hotel y nos dirigimos de nuevo al Sky que nos dejaría en el mismo aeropuerto. Nuestro viaje casi había terminado, nos quedaba la espera para montar en el avión, 2 horas de escala en Qatar y 8 horas de escala en Milán, que aprovecharíamos para comernos una pizza a las 10 de la mañana y ver la zona del Duomo y alrededores.