![]() ![]() UN SUEÑO HECHO REALIDAD:14 DÍAS:TORONTO,NIÁGARA, WASHINGTON, PHILADELPHIA Y NY ✏️ Blogs de America Norte
Narración de un viaje agotador (por las grandes caminatas que hemos hecho), pero emocionante! PRIMERA PARTEAutor: Monlis Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (16 Votos)
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Etapas 4 a 6, total 8
A las 6h de la mañana ya estaba despierta. Corrí a ponerme detrás de las cortinas para ver amanecer con la vista de las cataratas de fondo. Estaban preciosas! Justo salía el sol, y ese día se levantaba mucha neblina desde las cataratas!
![]() ![]() ![]() Arreglamos las maletas y bajamos a desayunar. Mientras bajábamos con el ascensor hasta el comedor, me fijé que en el voucher ponía que el desayuno era para dos. Así que una de nosotras tenía que pagar. No son listos ni nada! Así se aseguran que te quedas a desayunar en el hotel! Pero la verdad es que el desayuno estaba muy bien y era muy variado. Había de todo: beicon, tortillas que te las hacían al momento, salchichas, tostadas recién hechas, huevos, patatas, fruta cortada, dulces varios, yogures, cereales… Y constantemente iban pasando los camareros sirviendo café, leche y zumo de naranja. El personal era muy amable; nuestro camarero, Steve, estaba atento a todo. Y evidentemente, estar desayunando, con las vistas de las cataratas siempre presentes, no tiene nombre. Ese día, la “mist” llegaba hasta los cristales del hotel. Parecía que estaba lloviendo. Subimos a la habitación, recogimos nuestras cosas, nos despedimos de las magníficas vistas, y nos dirigimos a hacer el check-out. Todo correcto y sin ningún problema. Y allí ya estaba Laurie muy puntual, esperándonos. Mientras nos guardaba las maletas en el maletero, vi una Harley en la entrada del hotel y aproveché para hacerle una foto. ![]() Y de nuevo una horita y media más practicando inglés! Nos preguntó cómo nos había ido todo, qué tal la habitación del hotel, las vistas… Incluso nos contó que un guía español le dijo hacía tiempo, que cuando llevara españoles en el coche no se presentara nunca, porque no nos gustaba. Según le dijeron, nos gustaba mantener las distancias. Cómo? Nos quedamos de piedra! Yo le conté que yo soy guía, y que para nada lo que le habían dicho era cierto. Evidentemente, que habrá gente a quien quizá le incomode tener que hablar con ella, pero de ahí a que la pobre mujer no pueda ni presentarse… Y ni corta ni perezosa, me dijo que si nunca quería trabajo, ellos buscaban guías que hablaran español para hacer tours! Me voy al otro lado del mundo, y me caen ofertas de trabajo! Los temores de Laurie de que quizá habría tráfico afortunadamente no se cumplieron. Así que llegamos a las 10h al aeropuerto de Toronto, y nuestro vuelo no salía hasta las 13.50h! Mira, más vale llegar con tiempo que ir corriendo! Nos despedimos de Laurie, y le agradecimos mil veces su gran amabilidad y atención. Os dejo la página web por si a alguien le puede interesar, porque también hacen traslados desde el aeropuerto de Buffalo hasta las cataratas, y tours guiados: www.jewelofniagara.com Entramos en el aeropuerto y nos dirigimos a los mostradores de Air Canada para hacer el check-in, ya que no había pensado hacerlo on-line el día antes. Unas azafatas de tierra de la compañía nos pidieron que hiciéramos el trámite en unas máquinas que había. Para poder empezar el proceso tenías que introducir el pasaporte en la máquina, pero ni el mío ni el de nuestra amiga los leía. Intenté con el de mi madre y sí que lo leía, así que empecé a tramitar la tarjeta de embarque. Todo iba bien, hasta que mientras estaba leyendo toda la información que había en la pantalla, me apareció un mensaje que ponía que el tiempo se había acabado y que el proceso quedaba anulado. Y ahora qué? Estas máquinas…. Suerte que íbamos con tiempo! Fui a preguntar a las azafatas y me dijeron que fuéramos a los mostradores. Mientras hacíamos la cola para que nos atendieran, aprovechamos el rato para rellenar la hojita azul para entregar en inmigración. Al final nos tocó a nosotras y nos atendió una chica muy amable. Le contamos lo que había pasado y ella nos tramitó las tarjetas de embarque. Nos llevamos el equipaje (no nos lo hicieron facturar en el mostrador), y nos dirigimos con las maletas hacia la “entrada” de E.E.U.U. Nada más traspasar la puerta, ya nos recibían un par de banderitas americanas! Pasamos el control de pasaportes con una agente negra un poco sosa y seca. Nos tomó las huellas de los cinco dedos de la mano izquierda y los cinco de la derecha, nos hizo la cuatro preguntitas de rigor: cuántos días han estado en Canadá, cuántos estarán en E.E.U.U, llevan comida, cuánto dinero llevan, motivo del viaje a E.E.U.U. Ok! Pasen, pasen, que ya están en los United States! Qué rápido! Ni cuartitos, ni horas de espera. Nada, de nada! Cuando pasamos el control ya pudimos ir a dejar las maletas. Un señor iba diciendo: Air Canada. Y allí dejamos la maleta. Mmmmmmm. Qué cosa más rara…. No lo había visto nunca! Llegarían nuestras maletas? Y después de todo esto, aun teníamos que pasar por el arco de seguridad. Nos descalzamos, y para adentro! Finalmente ya estábamos dentro de la zona de embarque del aeropuerto. Enorme! Dimos una vueltecita por dentro porque nos sobraba mucho tiempo. ![]() Pero al final decidimos ir hacia la puerta de embarque y sentarnos por allí. Empezamos a seguir los indicadores que nos marcaban la dirección hacia nuestra puerta de embarque. Y venga a andar y andar. Qué lejos estaba! En la otra punta del aeropuerto casi! Era una zona pequeñita, donde daba la impresión que salían vuelos internos, porque los aviones que se veían allí eran pequeñitos; de aquellos de hélice. Para pasar el rato aprovechamos para ver fotos (que ya llevábamos una cuantas!). Y yo intenté conectarme al wifi del aeropuerto, pero nada de nada. Funcionaba fatal. Y en las pantallas iban haciendo publicidad sobre el servicio de wifi gratis….. Y de repente, me viene una señora oriental toda sofocadísima, preguntándome si el vuelo a Baltimore ya había despegado. Yo en broma le dije: “Si ha despegado, vamos mal, porque yo también lo tengo que coger”. Pobre señora! Le cambió la cara, se relajó. 13:25h: a embarcar toca! Y sí, nuestro avión era de hélices! Pequeñito, pequeñito! ![]() No tardamos nada en embarcar! Si era una miniatura! Había dos filas de dos asientos por lado. El espacio era bastante reducido y hacía un poquito de frio. Puntuales, despegamos del aeropuerto de Toronto en dirección al aeropuerto de Baltimore. El vuelo fue genial. Otra vez en Air Canada. Las bebidas no alcohólicas eran gratis (en el vuelo de Barcelona a Toronto las alcohólicas también eran gratis) y podías pedir todas las que quisieras. Nos dieron unos snacks para entretener el hambre (también, todos los que quisiéramos). Hacía un poquito más de ruido que los otros aviones más grandes, pero nada escandaloso. Pero lo mejor del vuelo fue el sobrecargo: se llamaba Antonio y era Colombiano. Total, que a la que le hablamos en español, el hombre empezó a charlar con nosotras y se pasó en nuestro sitio casi la mitad del vuelo! Siempre tenía una broma para cualquier pasajero! Vamos, un crack! En una horita y media nos plantamos en el aeropuerto de Baltimore. El vuelo nos pasó en un suspiro! Nos despedimos de nuestro amigo Antonio y bajamos a la pista para entrar al aeropuerto. No tardó nada en salir nuestro equipaje (uf! Había llegado!), y ya está! Ya estábamos en E.E.U.U.! No tuvimos que pasar ningún control. El aeropuerto de Baltimore es bonito. Como no, lleno de banderas americanas por todas partes. ![]() ![]() Salimos de la terminal y había una pareja organizando todo el tema de los taxis. Vino el nuestro, dejamos las maletas en el maletero, y hacia Washington! El trayecto hasta la ciudad es bastante largo; unos 40 minutos. Llegamos al hotel, pagamos al taxista (el taxímetro marcaba 86$. Nada, nada, le dimos 90$ y adiós muy buenas! Qué taxista más soso!). Nuestro hotel en Washington fue el Renaissance Mayflower. Estábamos muy céntricas, en la calle Connecticut Avenue (a 15 minutos andando de The White House). Era un hotel con un lobby de estilo clásico, y enorme! Tenía servicio de bebidas gratis (limonada y agua) y unos pequeños aperitivos. Teníamos wifi gratis en el lobby, pero no en las habitaciones. Hicimos el check-in con un chico muy amable (estábamos teniendo mucha suerte con toda la gente que nos estaba atendiendo). Nuestra habitación estaba en la planta 2 y daba a una calle trasera muy tranquila. Qué pena! No teníamos vistas! Jajajajaja! Veníamos tan mal acostumbradas de las vistas del hotel de Toronto y del hotel de Niágara! ![]() La habitación era enorme! Podíamos bailar y todo! Teníamos un armario enorme, con plancha y tabla de planchar. La tele también era enorme, y las camas….. Qué decir de las camas? Pues un lujazo! Pero nada, nada, dejamos las maletas y nos fuimos a patear un ratito por Washington. Pedimos a nuestro amigo un mapa de la ciudad, y le pedimos que nos marcara qué podíamos ver esa tarde. Lo primero que teníamos que ver: The White House. Esa tarde hacía un calor sofocante! Bajamos por Connecticut Avenue hasta la 17th Street y nos encontramos con el Eisenhower Executive Office Building, que está justo al lado de la Casa Blanca. ![]() Pero realmente qué queríamos ver? La archiconocida Casa Blanca! Al verla por delante sorprende que esté en el centro de la ciudad, rodeada de otros edificios. Cuando se ve por la televisión parece como si estuviera apartada de todo. Y allí estábamos nosotras! ![]() No podía dejar de mirarla. La había visto mil veces por la televisión, pero ahora la veía en directo, y oía la fuente que tiene delante! Me pareció pequeñita, pero como muy acogedora! Y Mr.Obama debía estar por allí, porque vimos helicópteros que sobrevolaban cerca, y por la zona se veía a gente muy bien vestida. Igual había alguna recepción. Vimos a la señora que está acampada delante protestando. ![]() Hay que ver cuánta gente que había delante de la Casa Blanca! ![]() Seguimos andando y vimos el edificio de la Tesorería. Cómo les gustan las columnas y el estilo clásico a estos americanos! ![]() Bordeamos el edificio para ver la Casa Blanca por detrás, y nos encontramos con una ardilla del Cirque du Soleil. Estaba cogida al árbol con las patas traseras, colgando boca abajo, y con las patas delanteras sujetaba algo que se estaba comiendo! Mientras le hacía la foto, empezó a venir un montón de gente para ver qué estaba fotografiando. Mira que somos curiosos, eh? ![]() Para los que habéis estado, otra cosa que nos hizo pensar que Obama estaba en casa, es que por la parte trasera había un perímetro de seguridad que no nos permitía acercarnos hasta la reja (donde creo que hay un timbre que vi en alguna foto del foro), y muchos policías vigilando. Tuvimos que verla desde un poquito más lejos. ![]() Y desde allí ya tuvimos una buena vista de otro de los símbolos de la ciudad: el Washington Monument, el obelisco. The Ellipse, la gran extensión de césped que hay delante de la Casa Blanca, estaba llena de gente jugando a beisbol. Con el solazo que caía! Y el monumento a Washington se levantaba majestuoso rodeado de banderas americanas y con más gente jugando a sus pies. ![]() ![]() ![]() Desde allí ya tuvimos la primera visión de la Reflecting Pool en obras y del Lincoln Memorial (parecía estar allí cerquita, pero es que es tan grande!). ![]() Nos acercamos hasta el World War II Memorial. Hacía taaanto calor que la gente estaba refrescándose en la fuente del memorial. ![]() Lo encontré colosal. Se trata de un memorial muy reciente: del año 2004. ![]() ![]() Pasamos por el Constitution Gardens y ya empezamos a subir por la 15th Street en dirección al hotel. Vimos el edificio de la Organización de Estados Americanos (con una escultura de Isabel la Católica), el edificio sede de la Cruz Roja, la Corcoran Gallery con su inmensa bandera. ![]() ![]() ![]() Pese a que eran las 19h, íbamos buscando un sitio donde comer algo. Entramos en un Pain Cotidien, pero ya estaban cerrando. Encontramos un Starbucks, cerrado! Entramos en un restaurante, pero también cerraban. Preguntamos a unos obreros hispanos que estaban trabajando en la calle si sabían donde podíamos encontrar un sitio abierto para cenar. Nos indicaron un par de sitios, pero no tuvimos suerte. Al final, estábamos tan agotadas por el calor (a veces, me costaba incluso respirar por culpa del aire tan caliente), por el paseo, por el viaje y por el madrugón, que decidimos entrar en un deli que teníamos al lado del hotel, y nos compramos una ensalada, una empanada de espinacas y fruta y nos fuimos a cenar a la habitación. Y cuando entramos al lobby…. Gracias al inventor del aire acondicionado! (Aunque a veces se pasan un poco con la temperatura de las habitaciones. Uno de los días del viaje nos la pusieron a 18º! Vamos, la Siberia!). Me senté un ratito en las confortables butacas del lobby para conectarme al wifi del hotel con la ayuda de mi amigo. Mandé unos Whastapp, revisé mi correo por si me habían confirmado la visita a la Casa Blanca (antes de empezar el viaje mandé un correo al senador McCain para saber si me confirmaban la visita o no, porque cuando mandé todos los datos que me pidieron me dijeron que dos semanas antes de la visita me dirían si era que sí, o no, y no me habían dicho nada). Nada, ningún correo. Y a día de hoy, aun no me han dicho nada. Bueeeeeeeeeeno….. qué le vamos a hacer? Nos quedamos con las ganas de visitar la Casa Blanca. Pero por lo que he leído en el foro, hay pocos foreros que han recibido la respuesta afirmativa. Mientras cenábamos en la habitación, cayó una gran tormenta sobre la ciudad. Menudos rayos y truenos! Por suerte estábamos en casita! Y ya en la cama, la reflexión y la impresión con la que me quedé de ese día fue que la gente que íbamos encontrando en nuestro viaje era muy amable. También que en Washington todo es a lo grande: grandes avenidas, muchos memoriales, grandes banderas americanas… A las 23h, cuando me acosté, fuera seguía lloviendo. Mañana tocaba madrugar para poder aprovechar bien el día y poder ver y conocer un poco más la ciudad. Etapas 4 a 6, total 8
Tiiiiiit! Sonó el despertador temprano porque teníamos que aprovechar bien el día. Había muchas cosas que ver!
Fuimos a desayunar a una pastelería de la cadena Paul. Qué bueno estaba todo! Las pastas deliciosas, y el capuccino espectacular. Otro día más desayunamos rodeadas de ejecutivos que se preparaban para entrar al trabajo. Recogimos los bártulos en el hotel y bajamos a la recepción para preguntar la mejor manera de llegar al Cementerio Arlington. Nos recomendaron coger la línea azul, así que nos fuimos andando hasta la parada de Farragut West. Al salir a la calle, había un edificio con una tele que estaba dando unas imágenes en directo de algún suceso que había pasado. Pero como íbamos directas al metro tampoco le presté demasiada atención. Más tarde, nos enteramos de lo que había pasado. Bajamos a la estación (un poco oscura) y fuimos a las máquinas a sacar el billete. Ya sabía que en Washington se paga el trayecto que haces, según la estación donde subes y la estación en la que bajas. Incluso en la estación hay un panel con los precios según trayectos. Pero delante de la máquina no me aclaraba mucho, así que fui a preguntar al señor que había en la taquilla de la estación. Muy amable salió de su puesto y nos ayudó con los billetes, dándonos todo tipo de detalles sobre cómo sacarlos. Desde la estación Farragut West hasta Arlington Cemetery pagamos 8,10$ (si no me equivoco, te cargan 1$ por billete, por emitirlo en papel). El metro de Washington es muy bonito y moderno. La estación de Farragut West es muy grande. Los vagones están muy limpios y son muy amplios. ![]() ![]() En un momento llegamos hasta nuestra parada. El metro nos dejó muy cerca de la entrada del cementerio. ![]() Fuimos al Visitors Center y cogimos un mapa para orientarnos por allí. Había un trenecito que hacía un recorrido, pero decidimos visitarlo por nuestra cuenta. El cementerio es enorme! Se respira una paz y una tranquilidad! Lo encontré precioso. Pone la piel de gallina ver la extensión de lápidas blancas, perfectamente alineadas una detrás de otra. ![]() ![]() ![]() ![]() Paseamos siguiendo las indicaciones que nos llevarían hasta la tumba de Kennedy. Primero vimos la tumba de Edward Kennedy. ![]() Se notaba que llegábamos a la de JFK y Jacqueline, porque había más gente en dirección a la tumba. Justo en la entrada había un cartel que pedía silencio y respecto. ![]() Cuando llegamos delante de las tumbas había poca gente, y realmente había un silencio impresionante. Menudas vistas que había desde allí arriba! ![]() ![]() ![]() Me impresionó mucho el respeto que se respiraba allí. La gente contempla las tumbas y la llama eterna, las fotografía, pero en silencio. Tuvimos tiempo suficiente de estar allí un rato con toda la calma, porque al cabo de poco llegó un grupo enorme que ocupó todo el espacio! Seguimos nuestro paseo hasta la tumba de otro de los Kennedy: Robert. Sobriedad absoluta. ![]() La tumba del otro hermano, Edward, estaba en remodelación. ![]() Y ya empezamos a subir en dirección a la Tumba del Soldado Desconocido. Suerte que ese día había amanecido nublado, porque me imagino toda la caminata bajo el sol, y no sé lo que me entra! Algunas de las tumbas tienen lo que parece ser la reproducción del monumento a Washington. Al llegar a un indicador que nos desviaba del camino principal hacia la tumba del soldado desconocido, vimos unas escaleras que subían a un nivel más alto, y decidimos seguirlas para ver que vistas teníamos desde allí. Al llegar a lo alto, nos sorprendió ver el Pentágono desde allí! ![]() De camino hacia la tumba vimos varios grupos de soldados. ![]() Cuando estábamos llegando a la tumba vimos que había un montón de gente, pero enseguida empezaron a dispersarse. Miré el reloj. Justo en ese momento había acabado el cambio de guardia… Ningún problema! Sabíamos que se hacía cada media hora. Así que nos acercamos allí, vimos como el soldado montaba guardia delante de la tumba, entramos en el edificio (donde hay condecoraciones, banderas…) y volvimos a salir para coger un buen sitio en las escalinatas, justo en primera fila, para ver el cambio de guardia. La tumba al soldado desconocido es un monumento para honrar a los soldados muertos durante las guerras, y que nunca llegaron a ser identificados. En Philadelphia (en la siguiente etapa ya hablaré de ella) vimos otra de estas tumbas. De nuevo agradecí que no hubiera sol! 15 ó 20 minutos de espera sentadas al sol habrían sido mortales! Incluso caía una pequeña llovizna, para nada molesta, que se agradecía y todo. Es impresionante la precisión, el respeto y la elegancia con la que desfilan los soldados mientras hacen la guardia. Además, el soldado era guapete! Qué bien le sentaba el uniforme! ![]() ![]() Me impresionó ver como todo el recorrido que repiten infinidad de veces al día, está marcado en el suelo. La goma que pisan está como comida! ![]() Poco a poco, las escalinatas se iban llenando de gente que, como nosotras, esperaban ver la ceremonia. Y empezó! No puedo poner ninguna foto, porque la estuve grabando toda en video (si más adelante, mi compañera de viaje me pasa sus fotos, ya las colgaré). Entró el capitán, o sargento, o lo que fuera que fuese. Menuda presencia tenía! Impactaba! Nos dijo que la ceremonia que íbamos a ver se tenía que seguir con el máximo respeto y silencio, y nos hizo levantar. Con toda la solemnidad del mundo, y con unos movimientos perfectamente estudiados, inspeccionó una y mil veces el arma del soldado que haría el relevo. Después, empezó el cambio de los dos soldados, para terminar con la inspección del soldado que salía. Durante toda la ceremonia no se oía ni una mosca. Hubo momentos que la piel se me ponía de gallina. Hay que reconocer que los americanos, para este tipo de cosas, son únicos! Me quedé como hipnotizada todo el rato. Y así se quedó el otro soldado haciendo su turno de guardia. Nosotras nos dirigimos a la parte trasera, donde hay un gran anfiteatro. ![]() Muy cerca de allí queda el Memorial al transbordador espacial Challenger. Me impresionó mucho, porque aunque el accidente pasó en el año 1986 y yo era pequeña, aun recuerdo las imágenes de la explosión. ![]() Parece ser que en Arlington están enterrados los restos que no pudieron ser identificados y que no pudieron ser entregados a las familias. Al lado, también está el Memorial al accidente del transbordador Columbia que pasó en 2003. ![]() Poco a poco empezamos ya el descenso hacia la salida. Habíamos estado un par de horas largas en el cementerio. La visita al cementerio de Arlington me impactó muchísimo. Las imágenes de miles de tumbas blancas perfectamente alineadas son impresionantes, y te hacen reflexionar sobre la cantidad de víctimas (en este caso, militares) que se llevan las guerras. Cuando salimos del recinto decidimos ir andando hasta el Lincoln Memorial. Sabíamos que era un buen rato andando, pero como la temperatura era ideal, no dudamos en aprovechar el paseo. ![]() Como ya he dicho antes, ves el monumento como si estuviera allí mismo. Noooooooooooo! Lo que pasa es que es enorme, pero estuvimos un buen rato andando. Yo aproveché para hacer fotos de matrículas de coches, que las hay preciosas. ![]() Cruzamos todo el Arlington Memorial Bridge por encima del rio Potomac. Veíamos sobrevolar helicópteros sobre la ciudad. Seguía Obama en casa? ![]() Finalmente, llegamos hasta el Lincoln Memorial y el hambre ya empezaba a apretar. Era un buen momento para hacer una parada técnica: descansar un poco y comer. Como ya había leído en el foro, hay pocos sitios para comer por allí, y en el Mall igual. Gracias al foro sabía que había un quiosco donde podías comer y sentarte en el lateral del Lincoln Memorial. Si vienes andando desde Arlington, queda a la izquierda del memorial. Si vienes andando desde la Reflecting Pool, queda a la derecha. Pero creo que en el otro lado del memorial también hay un quiosco igual. Es una tiendecita donde hay souvenirs, y comida. Nos compramos unos bocadillos y unos zumos y nos sentamos en el exterior. Poco a poco, volvió a caer llovizna, que cuando terminamos la comida y nos volvimos a poner en marcha, empezó a apretar un poco. Pues nada, chubasquero puesto y a seguir! La primera parada fue el Vietnam Veterans Memorial. Lo primero que vimos fue la estatua de los tres soldados. ![]() Me llamaron mucho la atención una especie de vitrinas que había, con una especie de álbumes con unas hojas plastificadas. Cuando me acerque vi que eran unas hojas con los nombres de los veteranos de la guerra, para que las familias (o quien quiera) puedan localizar un nombre en el gran muro del memorial, con todos esos nombres. ![]() ![]() Hay familias que incluso calcan el nombre en relieve en una hoja de papel. En ese momento seguía lloviendo, así que no nos pudimos parar mucho rato. Pero puedes ver a personas que se paran a tocar algunos de los nombres. Atravesamos la Constitution Avenue y fuimos a ver el Einstein Monument. Lo había visto en algunas imágenes del foro, pero no me lo imaginaba tan grande (he leído que hace más de 6 metros!)! ![]() ![]() ![]() Pero seguía lloviendo, y cada vez más fuerte. Tuvimos que buscar algo donde cubrirnos. Qué hicimos? Nos refugiamos en el Lincoln Memorial. Al llegar a los pies de la escalera, te das cuenta de lo colosal que es este memorial. Y como siempre, los has visto mil veces en la televisión y en películas, pero hasta que no estás allí, no te haces la idea de lo inmenso que es. ![]() Fuimos subiendo las escaleras bajo la lluvia, hasta llegar a la cima. Yo iba buscando el escalón donde están escritas las primeras palabras del discurso de Martin Luther King, pero no hubo suerte. Como nosotras, mucha gente había ido a refugiarse en el interior del monumento. Estaba llenísimo! ![]() ![]() Y allí estábamos, delante de la impresionante escultura del presidente Lincoln, sentado. E-NOR-ME! Sin palabras… Mil fotos más! (Cuántas llevaba ya?) De cerca, de lejos…. La expresión reflexiva del presidente es contundente. Impresiona de verdad! A los lados, hay dos salas: una con el discurso de Gettysburg en la pared. Pude conseguir una foto con la escultura yo sola! Cosa rara por la cantidad de gente que había. Salimos al exterior, a la zona de las columnas para admirar las vistas de la Reflecting Pool (en obras) y del Monumento a Washington. Como el suelo de la Reflecting Pool estaba mojado, hacía un poco el efecto reflejo. Pero nada comparado con lo que debe ser llena de agua. Qué le vamos a hacer? Ya tengo una buena excusa para volver! ![]() ![]() Allí recordé la escena de la película Forrest Gump, en la que la novia de Forrest la atraviesa corriendo por dentro del agua. Cuando estás allí, te das cuenta de la inmensidad y de las largas distancias de Washington! A continuación nos acercamos hasta el Korean War Veterans Memorial. Seguía lloviendo un poco. Las estatuas me impresionaron mucho por las expresiones de sus caras. ![]() ![]() Afortunadamente, dejó de llover. Teníamos la visita al Capitolio (sede del Congreso y del Senado) a las 15:20h. Habíamos leído en algún sitio que había que llegar antes para pasar el control de accesos y evitar que hubiera cola. Eran las 14h, así que decidimos coger un taxi para ir hasta allí (ya que queda realmente apartado de donde estábamos). Así que salimos a una calle que está justo al lado del memorial. Todos los taxis que pasaban, estaban llenos! Todos! Y nosotras, venga a levantar la mano! No había manera! Como éramos tres, nos repartimos. Ellas se quedaron a un lado de la avenida donde los coches iban en sentido hacia Arlington, y yo al otro lado en sentido al Capitolio. Pasaron más de 15 minutos y, de repente, veo que ellas habían conseguido parar un taxi! Y yo, venga a darle al botón para que el semáforo cambiara y poder cruzar la avenida. Nada! Qué no cambiaba! Al final cambió, y a correr! Un taxista hindú nos llevó hasta la mismísima puerta de las visitas. Ya llevaba el papelito con la reserva. La hice en www.visitthecapitol.gov Al llegar a la entrada una chica nos preguntó si llevábamos líquidos, espráis, objetos punzantes. Noooooooo! El policía de la entrada, lo mismo. Entramos y pasamos por el control de mochilas. Paso la mía, y el guardia mira la pantallita, abre mi mochila y saca mi crema solar, diciéndome spray! Y yo: “Que no es spray. Que es mi crema solar y la necesito!”. Nada, que no había manera. Me decía que tenía que salir y tirarla en unos contenedores grandes que había. Al final salí, y le pregunté a la chica que había fuera si ella me la podía guardar. NO! Entonces me dijo que cogiera una bolsa de plástico larga para guardar los paraguas mojados, que pusiera la crema dentro, que la tirara, y luego la intentara recuperar. Pero los contenedores eran enormes! Total, que como si fuera MacGyver, puse la crema en la bolsa, y metí la bolsa bien recta la esquinita del contenedor. La podría recuperar? A saber… Entré y ya me dejaron pasar. Yo iba con las entradas que ya teníamos reservadas, y un señor muy amable del personal de allí miró a qué hora teníamos la reserva. Eran las 14:30 y nos dijo que fuéramos rápido a la taquilla a preguntar si había entradas disponibles para esa hora, para que nos las cambiaran y así no tener que esperarnos. Afortunadamente, no había cola y había entradas disponibles. Nos las cambiaron y la gente ya estaba entrando en el auditorio donde te ponen un vídeo. Nosotras, para adentro! Las imágenes son muy bonitas. Está todo en inglés. Dura unos 10 minutos y explica el proceso de establecimiento del sistema democrático de E.E.U.U., y la historia del edificio. Cuando acabó el video nos hicieron subir hasta un vestíbulo, donde te daban una radioguía para poder oír la visita guiada. Organizaron los diferentes grupos y empezamos la visita (también toda en inglés. La guía que nos tocó hablaba muuuuuy rápido). Y cuando te encuentras en la Rotonda, debajo de la gran cúpula, te das cuenta de la magnitud del edificio. ![]() ![]() Alrededor de la sala hay pinturas históricas y esculturas de ex presidentes (entre ellos Reagan o Lincoln). ![]() ![]() Pasamos a otra sala, en la que nos demostraron la gran acústica que tiene. La guía se puso en la otra punta (en un sitio en concreto) y la oíamos perfectamente, pese a la cantidad de gente que había. En esa sala también había una escultura del inventor del aire acondicionado, según nos dijo la guía. ![]() El tour duró más o menos una hora y la guía nos acompañó hasta la salida. El hall del centro de visitantes es enorme! ![]() Salimos por donde habíamos entrado para intentar recuperar mi crema. Y sí, la recuperé! Un señor muy amable nos recomendó como ir hasta la zona de los museos y que para ver el Capitolio desde atrás, subiéramos en un ascensor que había cerca de la entrada. Cuando se abrieron las puertas….. UAAAAAAAAAUUUUU! Menuda vista impresionante! Cuando llegamos, con las prisas porque nos pensábamos que habría colas, ni nos habíamos fijado en el edificio. Pero ahora que lo veíamos……! Como siempre, neoclasicismo al poder! Volvía a llover un poco, pero no pudimos evitar hacer unas cuantas fotos más! ![]() Y allí nos fijamos que las banderas estaban a media asta. No sabíamos porqué. ![]() Vimos los jardines que rodean el Capitolio. ![]() Como había parado de llover, llegamos hasta la Independence Avenue porque nuestra próxima parada sería el Museo del Aire y del espacio. ![]() Eran más o menos las 15.30. Fuimos andando hasta llegar allí. Pensábamos que solo tendríamos una hora para visitarlo, porque normalmente cierran a las 17h, pero ese día estaba abierto hasta las 19.30h. Genial! Pasamos el control de seguridad, y nos fuimos a información para pedir un mapa y para que la chica nos marcara los lugares de más interés. Lo vimos casi todo! Y eso que es enorme. Impresionan las dimensiones del recinto y la cantidad de aviones, cohetes y otros artilugios que caben allí dentro. Vimos el Apollo 11 Command Module (el que fue a la luna), una piedra lunar (o eso dicen…), el avión de los hermanos Wright (el que hizo el primer vuelo a motor, donde el piloto iba echado sobre una de las alas), el avión Lockheed Vega de Amelia Earhart (la primera mujer en sobrevolar el Atlántico sola y sin escalas), el Spirit of Saint Louis (el primero en atravesar el Atlántico en solitario y sin escalas). También vimos y entramos en un Boeing 747 de dos pisos. ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Salimos y volvimos por la Independence Avenue hasta la parte delantera del Capitolio. Impresiona ver la explanada donde se monta toda la parafernalia para la ceremonia de investidura del presidente. Menuda extensión de verde! Allí todo es a lo grande! ![]() Llegamos a Pennsylvania Avenue y como no habíamos andado mucho durante el día (es irónico, claro!) decidimos pasear por toda la avenida hasta llegar a la White House. En el camino de esa gran avenida vimos edificios como: los Archivos Nacionales, la National Gallery of Art, la antigua oficina de correos (con una torre desde donde dicen que hay muy buenas vistas de la ciudad), el FBI (me moría de ganas por verlo)… También vimos otro memorial: U.S. Navy Memorial. Washington: la ciudad de los memoriales. ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Aprovechamos para comprar unas pastas en Paul para el desayuno de la mañana siguiente. Nos marcharíamos a Philadelphia en un Megabus que salía a las 7.30h. Así que tendríamos que usar la cafetera de la habitación para desayunar, y poder comer algo. El chico que nos atendió nos preguntó de dónde éramos, y al decirle que de Barcelona nos empezó a hablar de cuando él estuvo y lo que visitó. Lo que yo digo: tuvimos la suerte de encontrarnos a gente muy amable, allí donde estuvimos! Como era nuestro último día en Washington, yo quería volver a pasar por la White House. Al llegar a la zona de la parte trasera nos fue imposible pasar. El paso por el parquecito donde el día anterior habíamos visto la ardilla equilibrista estaba cortado. Así que subimos por el lateral del edificio de la Tesorería para ver la parte delantera. Allí si que pudimos llegar sin problemas. Vimos que la bandera también estaba a media asta. Algo tenía que haber pasado, porque aquello no era normal. Así que me acerqué a un policía bien guapo y le pregunté. Me contó que aquel día había habido una matanza en Colorado en el estreno de la película Batman, en la que habían muerto 12 personas. Ahora lo entendíamos todo! De repente, nos fijamos que había mucha vigilancia en los tejados edificios cercanos! Nos dio un poco de mal rollo. Después del 11S, supongo que ya están con la psicosis permanente! Hicimos las últimas fotos, guardamos en la memoria la imagen de la casita del señor Obama. Y tomé esta imagen de este “jeque” haciéndose una foto. La querría para él? ![]() Seguimos andando hasta nuestro hotel (parece mentira lo que nuestros pies resistían!). En la calle trasera donde daba nuestra habitación había un restaurante italiano, y allí fuimos a cenar. Cenamos muy bien, así que lo recomiendo! El restaurante se llama Panache. Os dejo el enlace: www.panacherestaurant.com y está en la calle DeSales. Comimos una sopa de cebolla deliciosa, dos bruschettas y yo tomate con mozzarella. Al volver al hotel, me senté un momento en el lobby para aprovechar el wifi. Había un piano y una gente que estaban celebrando algo y cantando. Pero enseguida me subí a la habitación. Estábamos destrozadas de la caminata del día. Suerte que el día nos acompañó y no hizo calor, porque no lo habríamos aguantado. Mañana nos tocaba madrugar! Pusimos el despertador a las 5:30h. Qué dolor! Así que a las 22:30h ya estábamos en la cama. Ese día me quedé dormida recordando imágenes de una ciudad que me había enamorado. Y pensé que habíamos hecho bien en destinarle un día más a verla. Aunque nos quedaron cosas en el tintero, claro! (Yo sigo con mis excusas perfectas para volver!). Etapas 4 a 6, total 8
5:30h. Sonó el despiadado despertador….! Mi cuerpo se resistía a reaccionar, pero tampoco era cuestión de hacer mucho el remolón, porque a las 7:30 nos salía el bus desde Union Station. Así que, arriba! Vaya… llovía.
Guardamos cuatro cositas en la maleta, y nos encontramos un papelito que nos había pasado por debajo de la puerta para poder hacer el check-out sin pasar por el front-desk. Podía hacerlo desde la tele de la habitación, pero no funcionó. Así que probé la otra opción que era llamar a un número de teléfono. Nada, que tampoco hubo manera. Muy moderno, muy moderno, pero…. Desayunamos en la habitación ya que teníamos cafetera. Un café con leche pasable y la pasta que nos compramos por la tarde. Dejamos la habitación y nos dirigimos a la recepción para poder hacer el check-out. Les expliqué que no había podido hacerlo. “No problem, ma’am! It’s all OK”. Solucionado. Ellos mismos nos avisaron un taxi para ir hasta la estación. Por la hora que era, como no había casi tráfico, llegamos en un suspiro. Al entrar en la estación nos impresionó lo grande que era. ![]() Siguiendo los indicadores, subimos a la planta superior, ya que es desde donde salen los autobuses. Localizamos donde estaba la cola del Megabus para ir a Philadelphia. Había muy poquita gente, ya que aun quedaba media horita para partir. Los billetes de Megabus los compré 10 días antes y me costaron 14$ por persona (más una pequeña tasa de 50 céntimos). Teniendo en cuenta que los compré con muy poca antelación, no estuvo del todo mal el precio. Si los podéis comprar con bastante tiempo, los podéis encontrar a 1$. Os dejo el enlace: www.megabus.com Este fue el bus que nos llevó hasta Philly. ![]() Llegó el bus, enseñamos el billete, dejamos nuestras maletas en la bodega y subimos al piso superior del bus. Enseguida me conecté al wifi, ya que te ofrecen la conexión gratis. Era un poco lento, pero funcionaba bastante bien. El autobús estaba muy bien, moderno, limpio, cómodo y no hacía nada de frio (aunque íbamos preparadas con chaquetas, porque habíamos leído que a veces tenían el aire acondicionado bastante fuerte). Muy puntuales nos fuimos. Adiós Washington! Pasamos por los barrios de la periferia de la ciudad. Menudo contraste con la zona más céntrica! Estuvo lloviendo durante todo el viaje. A medio camino, paramos en una especie de centro comercial para recoger a más gente. Los pobres estaban un poco mojaditos, porque no tenían ni una simple marquesina donde poder resguardarse de la lluvia. Durante el trayecto recibí un correo de Andrew (de la excursión de contrastes), para recordarnos el día que habíamos quedado con él, y nos adjuntó más información práctica. Cuando llegue la etapa de la excursión ya lo explicaré con más detalle, pero Andrew nunca escatima en sus explicaciones. Manda unos mails completísimos! Vimos uno de los típicos autobuses Greyhound que salen en casi todas las películas americanas. No pude evitar hacerle una foto. ![]() Por fin paró la lluvia. Ya estábamos más cerca de Philadelphia. Poco a poco, fuimos divisando el perfil de la ciudad, con sus altos rascacielos. Recuerdo que lo primero que pensé, fue que no me la había imaginado así. Tengo que reconocer que en un principio, Philadelphia, no entraba en mi idea inicial del viaje. Pero el chico que nos preparó los vuelos y los hoteles nos recomendó que la visitáramos. Ahora puedo decir que no nos equivocamos haciéndole caso! ![]() El autobús nos dejó en la estación. Llegamos un poquito antes de la hora que teníamos que llegar! El viaje son 3 horas y 10 minutos, pero lo hicimos en menos de 3 horas. Entramos a la estación. Como siempre, todo a lo grande! ![]() Cogimos un taxi para ir hasta el hotel. Me da a mí la impresión que el señor nos engañó un poquito, y nos hizo un poco de tour… Nuestro hotel estaba en Market Street, así que era tan simple como coger JFK Boulevard o Market Street, pero cogió una especie de ronda donde, por cierto, había un poco de atasco (vaya, qué casualidad!), y nos entró a la ciudad por otro sitio. Como ya me había mirado el mapa de la ciudad antes de llegar, ya sabía dónde estaba la estación y dónde el hotel. Listillo, eh, el hombre? Pero no me apetecía discutir, así que no le dije nada. Bajamos del taxi sin darle propina (vamos! Faltaría más!) y nos quedamos con la boca abierta. Menudo edificio! Era un rascacielos de 35 pisos! Nuestro hotel fue el Loews Philadelphia. Al regresar de nuestro viaje fui a ver una exposición en Barcelona, sobre torres y rascacielos (para recordar los que habíamos visto en NY), y estaba la maqueta del edificio. Se trata del rascacielos PSFS, el primer edificio de estas dimensiones construido en E.E.U.U. en el llamado estilo internacional. Denominado el primer rascacielos moderno de los E.E.U.U. Nos quedamos de piedra! Sin nosotras saberlo, habíamos estado alojadas en un edificio histórico! ![]() Entramos al lobby del hotel, modernísimo, y con un olor buenísimo! Hicimos el check-in y nos dijeron que, si queríamos, ya teníamos la habitación disponible y eso que eran las 11h. Nos tocó la habitación 2609, en el piso 26. Entramos y nos quedamos sin palabras. Qué vista! Daba a la parte trasera del hotel. Juzgad vosotros mismos: ![]() ![]() Así que si tenéis la oportunidad de alojaros en este hotel, pedid que os den una habitación en uno de los pisos altos y que dé a la parte trasera. La habitación, como ya iba siendo habitual, enorme. Completísima! Incluso teníamos un par de batines por si queríamos estar cómodas en la habitación. Qué detalle! Dejamos las maletas. Ya era hora de visitar esta ciudad tan desconocida para nosotras. Bajamos al lobby y nos dirigimos a la Concierge para pedir un mapa. Nos atendió una chica alemana, Cathleen, que es un encanto! Hablaba un español muy correcto. Nos contó que había estado trabajando en el Hotel Ars de Barcelona. Estaba encantada de poder practicar con nosotras, porque nos dijo que no tenía muchas ocasiones para poder hacerlo. Nos dio todo tipo de información: mapas, nos marcó sitios para visitar, nos recomendó transporte (un tranvía llamado Phflash, del que ya hablaré), nos dijo que nos prepararía información sobre NY… Vamos, un sol de chica! Nos despedimos de ella, y a andar! Fuimos paseando por Market Street. En Philadelphia empezamos a ver muchos más afroamericanos que en Washington (algunos, realmente guapos!). Y también se veía más gente pidiendo por las calles. Llegamos hasta el Independence Visitors Center. Entramos pero, enseguida vimos un cartel que ponía que ya no había entradas para ese día para poder visitar el Independence Hall. Pregunté qué teníamos que hacer para asegurarnos entradas para el día siguiente. Se pueden hacer dos cosas: 1-llegar muy temprano al Visitors Center (abren a las 8:30h). Cada persona puede recoger hasta 10 tickets gratis. 2- reservarlas por internet en www.recreation.gov pagando un pequeño plus de 1,5$ por ticket. Al otro lado de Market Street está el edificio donde está la Liberty Bell. Nos acercamos hasta ahí. No era necesario tener ninguna entrada, pero había una cola más que considerable y caía un solazo! Decidimos dejarlo para la mañana siguiente, ya que madrugaríamos para conseguir las entradas para el Independence Hall, y seguro que habría menos cola (se puede visitar desde las 9h hasta las 19h). De momento, nos conformamos con verla a través del cristal. ![]() En el parque que hay delante del edificio de la Liberty Bell había un grupo de gente que estaba haciendo una especie de meditación. ![]() Vimos también una bonita imagen del edificio del Independence Hall. ![]() Pese a que había amanecido el día con lluvia, en ese momento disfrutábamos de un buen sol. Nos dirigimos a la Independence Square, que queda por detrás del edificio del Independence Hall. Se trata de un parque muy tranquilo, con mucha sombra. Y allí pude ver una de las cosas que más me gustó de Philadelphia. ![]() ONCE UPON A NATION: son unos bancos situados en lugares estratégicos e importantes para la historia de Philadelphia, donde unos cuentacuentos narran breves historias relacionadas con cada unos de esos sitios. Por ejemplo, en el Independence Hall la historia hablaba de la firma de la Declaración de la Independencia. Es una actividad gratuita, y los cuenta cuentos son realmente buenos. Os dejo el link: www.historicphiladelphia.org Seguimos paseando por N5th Street y pasamos por delante del edificio de la Bolsa. ![]() En esa misma calle, en la esquina con la Arch Street está el Christ Church Burial Ground, donde está la tumba de Benjamin Franklin. Para entrar al cementerio hay que pagar 2$, pero la tumba se ve desde la calle. ![]() ![]() Vimos desde fuera el edificio del US Mint (la casa de la moneda) y el National Constitution Center. Pero seguimos por Arch Street hasta la casa de Betsy Ross. ![]() Betsy Ross es considerada la mujer que diseñó la primera bandera de los E.E.U.U. Tenía trece bandas blancas y rojas representando las trece colonias, y trece estrellas en círculo. ![]() ![]() Allí también había una cuentacuentos de Unce Upon a Nation, que como si fuera Betsy Ross, recordaba su conversación con el mismísimo George Washington. Seguimos por Arch Street hasta N2nd Street, donde está la que dicen ser la calle residencial más antigua de los E.E.U.U.: Elfreth’s Alley. ![]() ![]() ![]() Es una calle preciosa y muy tranquila. Está muy bien cuidada. Toda esa zona era la llamada Old City, llena de edificios bajitos y antiguos. Menudo contraste con las vistas de los rascacielos que teníamos desde la habitación. Vimos el Benjamin Franklin Bridge, una de las entradas a la ciudad. Empezamos a andar en dirección a Chinatown. Andando por Race Street, con el mapa en la mano para no perder el rumbo, nos cruzamos con un chico que nos preguntó si estábamos perdidas. Le agradecí su atención, pero le dije que creía que íbamos en buena dirección. Sigo diciendo que una de las cosas que más me han sorprendido de las ciudades que hemos visitado, es la amabilidad de los habitantes con los turistas. Sinceramente, normalmente cuando vemos a alguien con un mapa no les preguntamos si necesitan ayuda. Si nos preguntan, sí que les ayudamos, pero si no nos dicen nada continuamos por nuestro camino. Al menos, es la reflexión que he hecho pensando en mi caso… Siguiendo con el mapa en la mano, llegamos hasta la zona de Chinatown. ![]() ![]() Personalmente, me gustó más Chinatown de Philadelphia que la de NY. Estaba más limpia, era como más auténtica. Por Arch Street entramos al Reading Terminal Market, un mercado enorme, lleno de gente, donde puedes encontrar de todo: pescados, delis, pizzas, quesos, libros… ![]() ![]() En el foro había leído que una de las comidas más típicas de Philly es el Cheesesteak. Así que teníamos que probarlo! Vimos un puesto donde los hacían, llamado By George, donde había bastante cola. Buena señal! Seguro que estaban buenos. Nos pusimos a la cola, y en un par de minutos teníamos a un montón de gente ya por detrás nuestro. Íbamos viendo como los preparaban delante de la gente. Tenían una pinta estupenda! Nos toco el turno. Visto el tamaño del “bocadillito”, nos pedimos dos y tres Coca-colas. Haces el pedido, pagas y te dan un ticket con un número para que te esperes. Los hacen al momento. Y cuando ya los tienen, dicen tu número y lo recoges calentito calentito. Todo nos costó 25,10$. Para lo que era el bocadillo y lo lleno de carne que estaba, no lo encontré caro. Olía…! Mmmmmmmmmm! Buscábamos un sitio donde sentarnos, pero los parques estaban bastante llenos. Como estábamos cerca del hotel nos fuimos para allí. Un poco más y nos lo comemos en medio de la calle, porque como olía el bocadillo! Llegamos a la habitación y…. al ataque! ![]() No me digáis que no tiene buena pinta, eh? Pues estaba para chuparse los dedos. Quedamos llenísimas! Y encima, comimos con las fantásticas vistas desde nuestra habitación. Como estábamos en el hotel, y ya llevábamos unos días con un ritmo infernal, casi sin parar a descansar durante el día, decidimos hacer un break y hacer un pequeño parón para recuperar fuerzas, porque aun nos quedaba mucho viaje. Estuvimos viendo las noticias sobre la matanza de Colorado, que evidentemente fue la noticia de la semana. Sobre las 17h nos volvimos a poner en marcha, esta vez en dirección contraria a la de la mañana. La primera parada fue el City Hall (el Ayuntamiento). Está rodeado de cuatro calles y es muy grande. Puedes atravesarlo por el medio. Lo hicimos. En el interior hay un patio desde donde puedes ver la torre, donde en la cima está William Penn (el fundador de la ciudad). ![]() ![]() ![]() Salimos en Broad Street donde vimos el Templo Masónico y un parque muy curioso, con piezas de ajedrez gigantes y fichas de dominó. También había una escultura del que fue uno de los alcaldes de la ciudad: Frank L. Rizzo. ![]() Como estábamos muy cerca, nos acercamos a la Pennsylvania Academy of the Fine Arts, por curiosidad. Está en Broad Street, entre Cherry y Arch Street. Hay dos esculturas muy curiosas. ![]() ![]() Y de allí nos fuimos a ver el que creo que se está convirtiendo en unos de los iconos de la ciudad (a parte, de la Liberty Bell): la escultura LOVE (que también hay una en NY). ![]() El autor de estas esculturas (también están en Madrid y Bilbao) es el americano Robert Clark, conocido como Robert Indiana. Esté artista estaba relacionado con el PopArt. Utiliza símbolos y palabras de nuestra vida cotidiana, pintados con colores vivos. Si hacéis un Google, veréis que hay muchas esculturas LOVE: la mayoría en E.E.U.U., pero también en Singapur, Tokio o Montreal. La de Philadelphia está en la JFK Plaza o LOVE Park. La escultura es muy bonita, con una fuente al fondo, y a lo lejos puedes ver el Philadelphia Museum of Art (eso ya lo reservábamos para el día siguiente). En la plaza había un ambientillo…. Unos señores se te acercaban y se ofrecían a sacarte una foto. Muchos picaban y automáticamente, después de haberles hecho como 30 fotos en diferentes posturas, ponían la mano pidiendo una propinilla (me recordó tanto a Túnez y a Egipto). Yo, como ya me veía el percal, pasé de ellos! Había unos cuantos skaters en la plaza, y además parecía como un centro de encuentro de los pocos hispanos que vimos en Philadelphia. Seguimos por JFK Boulevard, y a la altura de la Penn Center Suburban Station vimos un coche de policía cortando la calle. Ya estamos! Qué pasa? Pues lo que pasaba era esto: ![]() ![]() Estaban haciendo el rodaje de una película justo delante del Comcast Center. Había muchos curiosos mirando, y nosotras nos añadimos. No íbamos a ser menos y perder la oportunidad de ver el rodaje de una peli americana en directo, no? Pregunté a un chico que estaba todo emocionado haciendo fotos, quien estaba por allí, y me dijo que era Liam Hemsworth. Y yo pensé: “Pues en su casa lo conocen!”. Y todo emocionado va y añade: “El prometido de Miley Cyrus!”. Vaya! Haber empezado por ahí! Y resulta, que Hannah Montana parece ser que estaba por ahí. Yo no la vi, la verdad… En la calle había un camión con taxis de NYC y con coches de policía. ![]() ![]() Me enteré que la película se llamará Paranoia. Así que cuando la veáis en el cine, no es NY, es Philadelphia. Ya están estos americanos, engañando como siempre! Si es que….. Sigamos, que me voy por los cerros de Úbeda (o de Philly)! El rodaje lo hacían a los pies de uno de los rascacielos más impresionantes de Philadelphia: el Comcast Center. ![]() ![]() ![]() ![]() Es el más alto de la ciudad (297 metros). No pudimos entrar por la película, pero en el vestíbulo hay una pantalla LED enorme, que se veía desde fuera! El juego de reflejos en sus cristales es fantástico. Giramos por 19th Street para hacer unas fotos, y mientras estaba tomando las imágenes se me empezó a enrollar uno de los técnicos de cámaras de la película. Definitivamente: no he parado de practicar inglés en todo el viaje. A veces, incluso me preguntaban dónde estaba una calle determinada. Tendré cara de americana? Llevaré una I de información en la frente? Nos contó que la semana siguiente llegaba a la ciudad Harrison Ford, porque también intervenía en la película (iría Calista?). Nos dijo que en una pequeña iglesia que teníamos justo delante (no recuerdo el nombre) habían estado en su tiempo Lady Di y Charles. Nos tuvo unos 10 minutos explicándonos cosas! Pobre hombre… estaría aburrido! Poco antes de llegar a Benjamin Franklin Parkway, vimos que en los jardines de un hotel estaban celebrando una boda. De las típicas americanas, eh? Con las damas de honor todas igualitas, desfilando por el pasillo central. Me sentí paparazzi y saqué alguna foto. ![]() Y al girar a Benjamin Franklin Parkway… otra boda! En este caso eran unos novios haciéndose fotos. Ya veréis que las bodas también han estado muy presentes en nuestro viaje. ![]() Vimos la Cathedral Basilica of Sts. Peter & Paul. Estaba cerrada (al día siguiente entramos en ella). ![]() Y para descansar de la caminata nos sentamos en Logan Square, con vistas a una bonita fuente donde se estaban bañando unos niños (tónica general en las fuentes americanas). También podíamos ver la Central Library, que era enorme! ![]() De camino al hotel paramos en un 7eleven para comprar agua y algo para cenar en la habitación. Llegamos al Loews. Como teníamos piscina, me puse mi bikini y las dejé en la habitación. Un bañito me ayudaría a descansar. La piscina del hotel está en la quinta planta y es cubierta. Hay como un pequeño centro de fitness y dentro está la piscina. Qué rico es un buen baño después de las caminatas que nos pegábamos. Y qué me pasó? Pues que para no faltar a la tradición, se me empezó a enrollar un señor que había en el agua! Me preguntó si estaba de vacaciones y de dónde era. Él me contó que estaba por trabajo (estaba con sus niñas y su mujer) y que era de NY. De NY? Le dije que era mi próximo destino. Él, todo orgulloso, me dijo que me iba a encantar. Y yo allí, “intentándome” relajar… Ya veis, debo tener una cara sociable, porque si no… Estuve un ratito, me despedí del señor y su familia, subí a la habitación medio flotando, me di una duchita, y nos pusimos a cenar. Mirad que vistas teníamos mientras cenábamos! ![]() ![]() Todo un lujo cenar así! Estábamos muertas! Aunque no lo parezca, habíamos andado mucho (y lo que ya llevábamos a cuestas!). Así que a las 22:30 nos metimos en la cama. Teníamos todo el día siguiente por delante para seguir conociendo la ciudad. La impresión que me estaba llevando hasta el momento de la ciudad era muy positiva. Era una gran desconocida, pero me estaba gustando mucho. Y, como fue la tónica de todo el viaje, encontrábamos a gente muy amable. Me quedé dormida recordando las imágenes de los contrastes que me brindó ese día Philly: una calle antigua como Elfreth’s Alley, y la superación del hombre para dominar las alturas, representado en el Comcast Center. Etapas 4 a 6, total 8
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