2 Semanas por Austria ✏️ Blogs de Austria

La noche anterior, al haber llegado tan tarde, cuando ya había anochecido, no nos percatamos de las estupendas vistas que tenía el hotel. Al salir a la terraza quedamos sorprendidos, y desayunar en el hotel fue todo un placer, sobre todo por las vistas de la sala de desayunos, con la cascada:


Fue el día que más llovió, si bien al ir a ver cascadas uno ya asume que se va a mojar y te importa menos. Nos dirigimos hacia las cataratas. Para no pagar parking dejamos el coche al principio del pueblo, en el parking de un hotel y fuimos caminando unos 20 minutos hasta la taquilla. Con el resguardo del hotel teníamos entrada gratis. Nuestra sorpresa vino cuando vimos que no lo teníamos, ya que uno por otro, y con un cambio de mochila que habíamos hecho, lo habíamos dejado en el coche. Ni corto ni perezoso deshice el camino, mitad andando mitad corriendo (la gente me miraba raro) y ya de paso, acerqué un poco más el coche, pues había visto sitio libre en un hotel pegado a la carretera.

Ya con el resguardo, entramos sin pagar entrada (son 2,5 por persona) y caminamos hasta la parte inferior de la cascada:


A continuación empezamos la ascensión hacia el tramo medio:


Y el superior, en total más de 3 horas de ascensión. Eso sí, con mil paradas y tropecientas mil fotos, porque el camino es en zig-zag, con algunos tramos bastante empinados, pero con muchos miradores en los que vas parando y admirando la cascada más grande de Europa.

Personalmente, lo que me decepcionó un poco es al final del todo, ya que me esperaba ver la cascada desde arriba, y lo que realmente se ve es el río y por donde cae, pero no todo el torrente con una perspectiva aérea. Aún así, las vistas del último tramo son muy buenas:


En la bajada paramos en un restaurante que hay entre el tramo intermedio y el final, justo cuando más empezaba a llover, y nos tomamos un café y chocolate caliente junto a un pastel, que nos sentó de maravilla.

Nada más bajar volvimos al coche y tomamos rumbo a Fulpmes, si bien evitamos el paso de Gerlos para no pagar otro peaje y, además, poder conocer así Mittersill, aunque no vimos que tuviera mucho, y Kitzbühel, donde volvimos a comer en un McDonalds, a deshoras y con el coche mal aparcado, por lo que en 10min ya habíamos ventilado todo. Normalmente procuramos hacer las menos visitas posibles a estos sitios de comida rápida, pero vienen bien para comer cuando normalmente las cocinas de los restaurantes ya están cerradas, y sobre todo cuando se busca máxima rapidez, como era el caso. Vimos rápidamente el centro de la ciudad y seguimos camino. Próxima parada: Wattens.


Paramos por pura curiosidad en el museo-tienda de Swarovski, ya que nos quedaba de camino a Fulpmes. Para entrar, aunque sea a la tienda, también tienes que sacar una entrada, gratuita. La entrada al museo me parece una bestialidad, valía 11 euros. Finalmente estuvimos 1 hora por la tienda, viendo todo lo que tenían, y comprando un regalo para mi madre. Con la entrada al museo hacen un descuento de 2€ en compras superiores a cierto importe... no nos compensaba.


Llegamos a Fulpmes, al hotel Waldhof y salimos a dar una vuelta por el pueblo, que lo mejor que tiene es el entorno, y terminamos cenando en un italiano llamado Darfalm, una lasaña y un calzone bastante buenos por 24€.

Llegamos al hotel y yo intenté bajar a la zona de sauna, pero estaba apagada ese día.

Crítica del hotel Waldhof, 202,50€ por 3 noches:
Pasamos 3 noches en septiembre de 2.012 en este hotel situado a unos 20 minutos en coche de Innsbruck, en un entorno de alta montaña muy bonito.

Se encuentra en la parte alta de Fulpmes, un poco lioso de encontrar al principio.

Cuenta con un parking descubierto gratuito, si bien es algo pequeño.

Habitación grande, con un balcón con vistas a todo el valle, en el que es un placer sentarse un rato a observar las montañas. Baño amplio y,como la habitación, muy limpio. No tiene minibar, si bien el día de entrada dejan fruta en la habitación, 2 bombones Mozart y facilidades para hacerte un té o café (si bien sólo dejaron 1 taza y, tras utilizarla, no la limpiaron durante nuestra estancia). La televisión tiene muchos canales pero ninguno en español.

Desayuno: de los más completos que he visto nunca, con zumos, café de máquina, salado (con huevos revueltos, bacon, salchichas, embutido, salmón ahumado, patés, quesos,...) dulce (tostadas, bollería) y la posibilidad de llevarte barritas de cereales, zumos en tetrabrick pequeños,...
No obstante, el punto negativo de nuestra estancia sucedió en la sala de desayunos, ya que llegamos pronto y vimos varias mesas libres, con lo cuál nos sentamos en una de ellas y sí que nos fijamos que había placas de cerámica con nombres en ellas y una fecha, posterior al día en el que estábamos. A los 10 minutos de estar desayunando, un hombre nos dice que estamos en su mesa. Viene una chica del hotel y nos enseña la placa, diciendo que esa mesa estaba asignada... que había un error... Total, que nos levantamos con los platos del desayuno en la mano y nos lleva a recepción, donde tras un rato nos lleva a otra sala, a una mesa que no estaba preparada, y nos sentamos allí a desayunar, teniendo que coger los cubiertos de otra mesa. Fue el único punto desagradable, y al día siguiente la mesa que nos habían dicho que era la nuestra tampoco estaba preparada, nos habían cambiado a otra. Menos mal que el desayuno lo compensaba con creces. Es un sistema que a día de hoy sigo sin entender, la reserva de mesas para el desayuno por parte del hotel, y sobre todo que no nos lo dijeran al entrar en el hotel.

El hotel cuenta con una zona de sauna/ baño de vapor/ jacuzzi. Bajé dos días: el primero no funcionaba, y el segundo día estuve prácticamente solo. La sauna funciona bastante bien, el baño turco apenas tiene potencia, y el jacuzzi estaba bastante sucio, por lo que apenas me metí en él.

Tiene Wifi que funciona bastante bien

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Bajamos a desayunar y nos vimos gratamente sorprendidos por la variedad que teníamos a nuestra disposición, así que desayunamos como campeones:


Eso sí, tal y como comento en la crítica del hotel, a medio desayuno nos tocó "mudarnos" a otra mesa, en una política de reserva de mesas del hotel que sigo sin entender.

Nos fuimos a Innsbruck por la carretera local (sólo cogimos la autopista, que valía 2,5€, el día de Neuchwanstein, ya que sólo se ganan unos 10 minutos) y nos dirigimos directamente a la zona de saltos. No teníamos intención de entrar, así que aparcamos donde pudimos e hicimos unas cuantas fotos, al trampolín y a un parque muy chulo que hay justo debajo.


Después fuimos hasta la zona de Wilten. Había leído bastante sobre lo difícil de aparcar en Innsbruck, los aparcamientos y demás, pero finalmente, al ver que la ciudad era bastante pequeña, dejamos el coche en una zona verde que había detrás de la basílica. Entramos en la basílica, muy bonita


y fuimos caminando hacia el centro, parando en las iglesias y plazas que nos íbamos encontrando hasta entrar en Turismo y comprar un mapa con fotos y pequeñas explicaciones de lo más interesante, por 1€, que nos serviría de escueto guía.

Vimos los puntos de interés, con especial mención al tejadillo de oro y a los edificios de la plaza en que está situado.


No subimos a la torre de la ciudad porque estaba el día un poco nublado, y no íbamos a ver mucho. Por este motivo también habíamos descartado subir en funicular, y la compra de la Innsbruck Card.

Sí que entramos en la Hofkirche, mausoleo de Maximiliano I, espectacular, tanto el propio mausoleo, como una exposición audiovisual sobre su vida, en la que vas pasando por varias salas... no cuento más.


También vimos una exposición sobre belenes de Navidad.

Comimos cerca de allí, en la Stiftskeller, delegación de Augustiner Brau de Munich, cuya carta os he pegado en la primera etapa.

Después visitamos la catedral, espectacular por dentro, con los frescos del techo, que parecen abovedados pero que son realmente planos (trampantojos), al igual que el órgano...


Seguimos paseando por la calles de Innsbruck, pudimos ver las montañas, nevadas, ya que la niebla levantó un poco, pasamos por la ribera del río, y finalmente volvimos a por el coche.

Visitamos el castillo de Ambras, que vimos por fuera porque ya estaban cerrando


Nos dirigimos a Hall in Tirol, cuyo centro conserva una estética muy medieval, con muchas iglesias. Este es el ayuntamiento:


Y el casco histórico:


Después volvimos al hotel, esta vez sí que pude usar la sauna y el jacuzzi, y a descansar para el día siguiente, tocaban castillos del Rey Loco!

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Tras otro gran desayuno, y sin perder mucho tiempo, pues teníamos que estar en Füssen a las 10:45, iniciamos una etapa que nos hacía mucha ilusión. La carretera hasta el castillo es en muchos momentos de alta montaña, con muchas curvas, tráfico lento,... por lo que el principal consejo es ir con bastante tiempo (consultar el día antes el GPS para ver cuanto tiempo estima que se va a a tardar, y añadir 30-45 minutos de margen).

Llegamos sin demasiados problemas, aparcamos (5€, válido para todo el día) y nos fuimos a la taquilla. Nos sorprendió que había más cola para los que teníamos la entrada reservada que para los que la compraban en el acto. Le pedí al chico que nos atendió la tarjeta familiar de 14 días (43,60€ incluyendo los gastos por la reserva) y me daba hora para cerca de la 13. Le dije que había reservado para antes (11:45) y me dijo que esa era la hora para el castillo de Hohenschwangau, pero que me la cambiaba si sólo quería ver Neuchwanstein sin problema.

Mientras mi novia iba al servicio (cola impresionante, recomiendo aguantarse un poco e ir arriba al castillo, que además de gratis no había nada de cola) yo estuve viendo el lago y los patos que había allí,


riéndome un buen rato por una mujer que se acercó con algo de pan y se fueron todos como locos a por ella. Cogimos el autobús para subir al castillo y decidimos ir directamente, ya que no teníamos tiempo suficiente para ir hasta el Marienbrucke antes. Alguna foto calló de camino...


Llegamos al castillo y estuvimos viendo la entrada hasta que llegó la hora de entrada de nuestro grupo.


Marcan la entrada en unas pantallas, y hasta que llega la hora marcada en tu ticket no puedes pasar.


La visita es con audioguía, y me pareció muy interesante. Te van pasando por varias de las dependencias, y la verdad es que sorprende bastante todo lo que vas viendo. No se pueden hacer fotos.

Tras visitar el camino nos dirigimos al Marienbrucke para hacer la típica foto, si bien fue casi hacerla y marchar porque había muchíiiisima gente. Para los que estáis preocupados por los andamios, os pongo 2 fotos de septiembre de 2012. Los andamios se ven bastante, pero yo disfruté igual la visita.


Esta parte es la que más andamios tiene:


Bajamos de nuevo en el autobús y, antes de coger el coche, nos comimos unas salchichas en un puesto que había allí. Complementamos la comida en el coche con pan y nutella que habíamos cogido en el desayuno.

Condujimos hasta el palacio de Linderhof, si bien paramos brevemente en Plansee, con un lago maravilloso.


Aparcamos y nos dirigimos a coger el ticket, yendo directamente a la entrada del palacio porque hay un paseo desde la taquilla al palacio. Llegar, un par de fotos del palacio y a la visita, esta vez en inglés, si bien la chica vocalizaba muy bien y se la entendía de lujo. Pese a ser un palacio bastante pequeño, de nuevo vuelve a ser sorprendente la riqueza y suntuosidad de las salas que te muestran.


Fuimos a continuación hacia la gruta de Venus, pero como teníamos tiempo pasamos antes por una pequeña casa con decoración árabe, también espectacular


Y la gruta, donde escuchaba óperas de Wagner


Estuvimos un buen rato paseando por los jardines, y tras la visita condujimos hasta Oberammergau, donde estuvimos paseando un buen rato, viendo las casas con sus fachadas pintadas.


Ya de regreso nos vimos sorprendidos por una enorme cúpula, era la abadía de Ettal, donde también paramos a ver la iglesia.


Cenamos en Innsbruck, repitiendo en el Augustiner Brau, un asado de ciervo y sartén campera, coronando con apfle strudel, 31€, y dando un pequeño paseo para ver la vida de Innsbruck un sábado por la noche, hasta volver agotados a Fulpmes.

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