![]() ![]() De viaje por España ✏️ Blogs de España
Pueblos, ciudades y naturaleza. En coche y rutas de senderismo. Destinos y recorridos clásicos y lugares no tan conocidos. Lo iré ampliando e incorporando etapas según vaya visitando nuevos lugares o recupere algunos del pasado.
En sus índices, este diario incluye todas las etapas de otros diarios míos por España.Autor: Artemisa23 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (101 Votos) Índice del Diario: De viaje por España
01: Andalucía y Aragón: índice de etapas y mini-guía fotográfica de viaje.
02: Asturias, Baleares y Canarias:índice de etapas y mini-guía fotográfica de viaje.
03: Cantabria y Castilla-La Mancha. Índice de etapas y miniguía fotográfica de viaje
04: Castilla-León y Cataluña. Índice de etapas y miniguía fotográfica de viaje.
05: Comunidad Valenciana y Extremadura. Índice de etapas y miniguía fotográfica.
06: Galicia, La Rioja y Madrid. Índice de etapas y miniguía fotográfica de viaje.
07: Murcia, Navarra y País Vasco. Índice de etapas y miniguía fotográfica de viaje.
08: Pirineos (Huesca). Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Rutas a pie.
09: Rutas en Murcia: Minas de La Unión. Sierra Espuña. Ciudad Encantada de Bolnuevo.
10: Pueblos medievales segovianos: Maderuelo, Ayllón y Riaza.
11: Un paseo por Pedraza (Segovia). El medievo tras la muralla.
12: 3 días en Valencia (y en Fallas). Día 1.
13: 3 días en Valencia (y en Fallas). Días 2 y 3.
14: Playa de las Catedrales (As Catedrais) y Ribadeo (Lugo).
15: Xátiva (Játiva). Dos castillos y dos Papas.
16: Bocairent (Valencia). Mucho más que un bello pueblo medieval.
17: Las Médulas (Leon). Las montañas rojas que surgieron del oro.
18: 2 días en Sanabria (Zamora). Puebla de Sanabria, Lago de Sanabria y alrededores.
19: Una mañana en Toro (Zamora).
20: 1 día en Zamora, ciudad románica y modernista.
21: Isla de La Palma (Canarias, provincia de Tenerife): La isla bonita.
22: Sierra de Francia (Salamanca). La Alberca, Mogarraz y Miranda del Castañar.
23: Salamanca en un fin de semana. Día 1 y Salamanca de noche.
24: Salamanca en un fin de semana. Día 2.
25: Un paseo por Calatayud (Zaragoza).
26: 4 días en El Hierro (Canarias). Una isla vertiginosa y espectacular. 1ª parte.
27: 4 días en El Hierro (Canarias). Una isla vertiginosa y espectacular. 2ª parte.
28: 3 días en La Gomera (Canarias). Una isla para enmarcar. 1ª parte.
29: 3 días en La Gomera (Canarias). Una isla para enmarcar. 2ª parte.
30: 3 días en La Gomera (Canarias). Senderos del Parque Nacional de Garajonay.
31: San Cristóbal de la Laguna (Tenerife) y su trazado Patrimonio de la Humanidad.
32: Santa Cruz de Tenerife, aprovechando una escala en el aeropuerto de los Rodeos.
33: 1 día en Cuenca capital, ciudad histórica Patrimonio de la Humanidad.
34: Barrancas de Burujón (Toledo). El sorprendente Gran Cañón del Colorado manchego.
35: 1 día en AVILA: ruta por su muralla del siglo XII, Patrimonio de la Humanidad.
36: Excursión a la isla de Nueva Tabarca (Alicante).
37: Pirineos Valle de Tena (Huesca). Rutas a pie.
38: 2 días por tierras orensanas: Allariz, Orense capital y la Ribeira Sacra.
39: Arribes del Duero: 3 días por Los Arribes (Zamora) y Las Arribes (Salamanca).
40: En la provincia de Soria (I): San Estaban de Gormaz, la Fuentona y Calatañazor.
41: RUTA POR LA PROVINCIA DE SORIA II: EL BURGO DE OSMA.
42: RUTA POR LA PROVINCIA DE SORIA III. CASTILLO DE GORMAZ Y MEDINACELI.
43: RUTA DE 5 DÍAS POR EL NORTE DE BURGOS Y MERINDADES. DIA 1. OÑA, TOBERA Y FRÍAS.
44: RUTA DE 5 DÍAS POR EL NORTE DE BURGOS Y MERINDADES, DÍA 2. Coche y senderismo.
45: RUTA DE 5 DÍAS POR EL NORTE DE BURGOS Y MERINDADES. DÍA 3. Coche y senderismo.
46: Ruta de 5 días por el norte de Burgos y Merindades. Día 4. Coche y senderismo.
47: RUTA 5 DÍAS MERINDADES. DÍA 5. ORBANEJA DEL CASTILLO, PESQUERA DE EBRO...
48: Almagro (Ciudad Real), la insigne capital de la antigua provincia de La Mancha.
49: RUTA DE DON QUIJOTE: Tembleque, Consuegra, C. Criptana, Argamasilla y El Toboso.
50: PARQUE NATURAL DE LAS LAGUNAS DE RUIDERA (Albacete y C.Real). Cueva Montesinos.
51: POR TIERRAS DE PALENCIA: Carrión de los Condes, Frómista, Villa Romana la Olmeda
52: ALQUÉZAR (HUESCA) Y LAS PASARELAS DEL RÍO VERO. UNA EXCURSIÓN MUY COMPLETA.
53: UNA RUTA DE VÉRTIGO:PASARELAS DE MONTFALCÓ (HUESCA)-CONGOST MONT-REBEI (LLEIDA).
54: SOLSONA (LLEIDA). UN BONITO Y CUIDADO CASCO ANTIGUO.
55: CARDONA (BARCELONA): HISTORIA, CASTILLO Y SAL.
56: MONASTERIO Y MONTAÑA DE MONTSERRAT (BARCELONA).
57: LEÓN capital. ORIGEN ROMANO Y APOGEO MEDIEVAL.
58: MINI RUTA LEONESA: ASTORGA, CASTRILLO DE LOS POLVAZARES Y PONFERRADA.
59: Albarracín y su Serranía (Teruel). Un pueblo bonito de verdad.
60: ALBARRACÍN Y SU SERRANÍA (TERUEL). EXCURSIONES Y PASEOS. CASTILLO PERACENSE
61: ALARCÓN (CUENCA) y su estampa de postal. HOZ DE ALARCÓN (ruta a pie).
62: ALCALÁ DEL JÚCAR (ALBACETE). Pueblo bonito de España. SENDERO EL CORCIOLICO.
63: MONASTERIO DE PIEDRA Y SUS FANTÁSTICAS CASCADAS (ZARAGOZA).
64: VALVERDE DE LOS ARROYOS Y TAMAJÓN (GUADALAJARA).CASCADA DE DESPEÑALAGUA (a pie).
65: JOYAS ARQUEOLÓGICAS DE SORIA: YACIMIENTO CELTÍBERO-ROMANO DE TIERMES.
66: RUBIELOS DE MORA Y MORA DE RUBIELOS: EL TRABALENGUAS TUROLENSE.
67: NACIMIENTO DEL RÍO CUERVO: espectacular y con nieve. SERRANÍA DE CUENCA.
68: RUTAS POR LA PROVICIA DE SORIA IV: BERLANGA DE DUERO Y ERMITA DE SAN BAUDELIO.
69: RUTAS POR LA PROVINCIA DE SALAMANCA: CANDELARIO Y BÉJAR.
70: DAROCA, LAGUNA DE GALLOCANTA Y ANENTO. RUTAS POR ZARAGOZA.
71: MONTANEJOS Y NAVAJAS. RUTAS POR CASTELLÓN.
72: POR LAS SIERRAS DE MADRID. RASCAFRÍA, Mº DEL PAULAR Y CASCADA DEL PURGATORIO.
73: BURGOS CAPITAL Y YACIMIENTOS DE ATAPUERCA.
74: RUTAS POR BURGOS. DE LERMA A COVARRUBIAS POR SAN PEDRO DE ARLANZA.
75: RUTAS POR BURGOS. DESFILADERO YECLA, SANTO DOMINGO SILOS Y PEÑARANDA DE DUERO.
76: CIUDAD RODRIGO Y GRABADOS PALEOLÍTICOS DE SIEGA VERDE (SALAMANCA).
77: POR LA CALA DE LA GRANADELLA, XÀBIA/JÁVEA (ALICANTE). RUTA A PIE.
78: CIUDAD REAL PROVINCIA: PALACIO DE VISO DEL MARQUÉS Y OTROS TESOROS MANCHEGOS.
79: LORCA (MURCIA). MÁS ALLÁ DEL TERREMOTO DE 2011.
80: RECORRIENDO TERUEL: ALCAÑIZ Y RUTA SENDERISTA DEL PARRIZAL DE BECEITE.
81: FLORACIÓN EN CIEZA (Murcia). Una alfombra de paisajes teñidos de rosa.
82: CHULILLA (VALENCIA). RUTAS DE LOS PANTANEROS (PUENTES COLGANTES) Y CHARCO AZUL.
83: LAS FUENTES DEL ALGAR Y EL CASTELL DE GUADALEST (ALICANTE). CASCADAS Y PEÑAS.
84: REQUENA Y SU MEDIEVAL BARRIO DE LA VILLA. LA VALENCIA INTERIOR.
85: RUTA POR EL VALLE DEL TIÉTAR (AVILA).
86: BELMONTE (CUENCA). TODO UN SEÑOR CASTILLO EN UN BONITO PUEBLO MANCHEGO.
87: VALLE DE RICOTE (MURCIA). NORIAS DE ABARÁN. BLANCA. OJÓS. BALNEARIO DE ARCHENA.
88: Caravaca de la Cruz (Murcia). La ciudad santa murciana.
89: BARRANCOS DE GEBAS (MURCIA) Y SU SORPRENDENTE PAISAJE LUNAR.
90: Castillitos (Murcia). Una batería militar disfrazada entre castillos.
91: MAESTRAZGO DE TERUEL (1). MOLINOS. ALIAGA. PITARQUE. ÓRGANOS DE MONTORO.
92: MAESTRAZGO DE TERUEL (2). MIRAMBEL Y LA IGLESUELA DEL CID.
93: MAESTRAZGO DE TERUEL (3). CANTAVIEJA Y PUERTOMINGALVO.
94: Murcia: Sierra Espuña, Aledo, Estrecho Arboleja, Santuario S. Eulalia, Pliego.
95: Coca y Turégano (Segovia). De castillo en castillo.
96: Floración de la lavanda en La Alcarria. Brihuega y Cívica (Guadalajara).
97: Villa Romana de Noheda (Cuenca) y sus espectaculares mosaicos.
98: Jaraba (Zaragoza): Cañón y Hoces del río Mesa. Balnearios.
99: Huesca La Magia. Valles Occidentales: Echo y Ansó.
100: Molina de Aragón (Guadalajara). Molina de los Caballeros y el Alto Tajo.
101: Vall de Boí (Lleida), donde el románico se funde con el paisaje.
102: Escapada de dos días a Zaragoza capital.
103: Daimiel y Yacimiento de la Edad del Bronce de La Motilla de Azuer (Ciudad Real)
104: Sigüenza y Senda del Río Dulce (Guadalajara).
105: Anna (Valencia): el pueblo de las fuentes en la Canal de Navarrés.
106: La Canal de Navarrés (Valencia): fuentes, cascadas, arte rupestre y mucho más.
107: Cuéllar (Segovia): castillo, iglesias mudéjares y mucha historia medieval.
108: Recorriendo la provincia de Guadalajara: Atienza y Chequilla.
109: Tarazona (Zaragoza). Ruta mudéjar a la estela del Moncayo.
110: Alrededores Tarazona y Moncayo: Vozmediano, Monasterio de Veruela, Pozo Aínes.
111: Entorno Cieza (Murcia):Cueva de la Serreta (Patrimonio Mundial) y Medina Siyâsa.
112: Murcia capital en día y medio y dos noches.
113: Aínsa (Huesca). Una parada imprescindible de camino hacia los Pirineos.
114: Un paseo por Polop de la Marina (Alicante).
115: Jaca (Huesca): Ciudadela, Catedral y un magnífico Museo del Románico.
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Etapas 13 a 15, total 115
Cpntinuación de la etapa anterior: aquí está el enlace.
www.losviajeros.com/ ...hp?e=45418 19 de marzo. La mañana amaneció nublada y hacía viento, pero afortunadamente no llovía. Fuimos a desayunar (en el hotel el desayuno costaba 12 euros por persona, así que pasamos) a una de las numerosas cafeterías que hay alrededor de la Plaza del Ayuntamiento: aceptable sin más (cafés, zumo y bollos ya que no vimos buenas tapas) y algo caro en relación con lo que conocemos en Madrid. Supongo que se notaban las Fallas o que no acertamos con el sitio. Después fuimos hacia la plaza del Mercado. El mercado estaba cerrado porque era festivo, pero pudimos entrar en la Lonja de la Seda o Lonja de los Mercaderes, una obra maestra del gótico civil valenciano Siglo XV), que es Patrimonio de la Humanidad desde 1996. Otra visita completamente imprescindible. Ese día era gratis, pero normalmente cuesta 2 euros.
![]() Al salir, entramos en la vecina iglesia de los Santos Juanes, donde estaban desfilando cofradías (perdón por si no se dice así) de falleros con sus trajes típicos, para oír misa y supongo que realizar su ofrenda.
![]() Después, nuevo recorrido fallero. Nos gustó especialmente una de las proximidades de la calle Corretgeria. Escondía mucha acidez tras su inocente apariencia infantil.
Caminando, caminando, llegamos cerca del puente del Puente del Real y, como nos pillaba cerca, decidimos aprovechar para cruzar el antiguo cauce del Turia y visitar los Jardines de Monfort (sobre los que habíamos comentado en el foro), que se encuentran en la calle Monfort, junto a la Plaza de la Legión Española. Muy cerca, vimos otra falla grande, bastante simpática.
La verja de entrada a los jardines está un poco disimulada y si no vas con cuidado, te la pasas. Está a la izquierda, del edificio municipal donde se celebran las bodas. ¡Qué sitio tan chulo! Las fotos de los novios deben de quedar estupendas, ya que el escenario es realmente muy bonito, con fuentes y estatuas, y está catalogado como uno de los 8 lugares más románticos de Valencia. Una lástima que no pudiésemos visitarlos en primavera, con las flores en todo su esplendor. Tiene que ser una gozada la pérgola coronada con buganvillas y las rosas moteando de colores los setos verdes. Es pequeñito y se tarda poco en ver, pero merece la pena. Es un rincón solitario y encantador muy cerca del centro de Valencia (se llega caminando, en unos 20 minutos desde la Plaza de la Virgen).
![]() Además, los jardines tienen una curiosa historia que contar. En su interior hay dos leones que fueron esculpidos en 1850 por José Bellver para la escalinata del Congreso de los Diputados en Madrid. Sin embargo, fueron rechazados porque eran demasiado pequeños y no gustaron a la prensa y a la gente de Madrid, que los calificó de "perros rabiosos" en vez de los elegantes y fieros leones que esperaban. Y las esculturas fueron rescatadas por el entonces propietario de este hermoso parque valenciano, que es Monumento Histórico-Artístico.
![]() A las dos, cita ineludible en la Plaza del Ayuntamiento para la mascletá. Así que regresamos, viendo desde el puente el enorme parque en que se ha convertido el antiguo cauce del Turia y la Puerta del Mar.
![]() Cuando la mascletá acabó, fuimos viendo y escuchando otras mascletás según íbamos buscando un sitio para comer, tarea imposible sin reserva, como es lógico; pero con la mascletá se nos fue el santo al cielo y terminamos en un local de comida rápida (imperdonable, lo sé). Para postre unos buñuelos en un puesto callejero (no nos gustaron nada). Por el camino, otro icono de Valencia, la Torre de Quart.[/align] ![]() Después fuimos a la zona de Ruzafa, para ver las fallas de la sección especial que nos faltaban y, de paso, la falla Convento de Jerusalén. Entonces conocimos la zona que nos pareció más espectacular por el tamaño de las fallas, el ambiente y las luces: las calles Cuba, Sueca y Puerto Rico, con las fallas Literato Azorín y el montaje de lo que debía ser una fantástica iluminación nocturna: había que visitarlo por la noche. Había fallas dedicadas a la política, al deporte, una de egipcios, otra de romanos, pero la del cine me gustó mucho.
![]() Por la tarde, antes de que anocheciera, me acerqué a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, recordando otras dos ocasiones que habíamos estado por allí. No conocía el polémico Palacio de las Artes, ahora cubierto de andamios en la fachada donde ha habido algún desprendimiento de los azulejos que la recubren, pero me pareció impactante su imagen de platillo volante. Pese a que alguna zona de agua estaba en fase de mantenimiento, el conjunto no deja de sorprender y me sigue pareciendo un lugar en otro planeta; aunque la obra de Calatrava puede gustar o no gustar, sigo pensando que para Valencia ha sido algo muy grande poder contar con una arquitectura tan innovadora, que no deja a nadie indiferente, con independencia de otras consideraciones, que no vienen al caso en un foro de viajes.
![]() Por la noche, regresamos para dar otro paseo y fotografiar las construcciones iluminadas. De nuevo mereció la pena la caminata.
![]() Regresamos por Ruzafa y cenamos en una marisquería (pulpo y verduras de temporada a la parrilla, todo muy bueno), donde había muy poca gente ya que estaba un poco alejada de la zona del “lío”. Volvimos a las calles Sueca, Cuba y Puerto Rico, ya iluminadas: una pasada; hay que contemplarlo y vivir el ambiente.
![]() También me pareció que las fallas grandes ganaban con la luz artificial, sobre todo teniendo en cuenta que durante el día no habíamos tenido sol y no destacaba tanto su colorido.
![]() Estando por allí, empezó la cremá de las fallas infantiles y se formó una gran humareda negra, que provocó algunas carreras y toses. El problema era el viento, que soplaba con mucha fuerza y había hecho peligrar las figuras más frágiles (incluso alguna llegó a caer); la clave era mantener a raya el fuego, de lo que se ocupaban diligentemente un buen número de bomberos, que refrescaban con manguerazos de agua los edificios colindantes. Aún faltaba bastante para la cremá de las fallas grandes y fuimos paseando hacia la plaza del Ayuntamiento, viendo por el camino los restos negros y humeantes de las fallas infantiles, ya extintas. Ya había mucha gente cogiendo sitio, pero no nos apetecía esperar de pie tanto rato (el gigantesco león de la Plaza del Ayuntamiento no ardería hasta la 1 de la madrugada), así que subimos a descansar al hotel. Un rato antes de la hora, bajamos y ocupamos nuestro lugar entre la multitud. Con un ligerísimo retraso, comenzaron los fuegos artificiales y, a continuación, prendió la última figura de las fallas valencianas, dejando una imagen espectacular, presidida desde nuestra posición por la estatua de Francesc de Vinatea. Y así, con la Cremá, acabaron las fallas 2015.
![]() 20 de marzo. Ya no había fallas. Los ninots habían desaparecido, pero para compensar había vuelto el tráfico. Se echaba de menos a los “muñecos” y de más a los coches, que ya no nos permitían a los peatones patear a nuestro antojo por el centro de la ciudad. Y, para empeorar las cosas, llovía a cántaros. Desayunamos en una cafetería diferente de la del día anterior con idéntica poca suerte; fuimos hasta el Mercado Central, que estaba abierto y muy concurrido. Es realmente bonito, y grande, todo el edificio, de estilo modernista, del que destaca la cúpula central. Merece la pena visitarlo y, además, es gratis. ![]() Antes de conocer el interior de la Catedral, se me ocurrió (¡no faltaba más!) la genial idea de subir al campanario o torre del Miguelete o Micalet (2 euros y 207 escalones más altos que yo; pero estoy acostumbrada y sarna con gusto no pica). Lo malo no fueron los escalones, sino la lluvia y el viento inmisericorde que soplaba arriba y que hacía imposible dominar el paraguas y cualquier disfrute de las buenas vistas; así que para hacer unas fotos tuve que jugarme el tipo y la cámara, cuyo objetivo quedó empañado primero y remojado después.
![]() Habiendo podido contemplar apenas la gran campana Miquel, bajé a toda prisa antes de que se me llevara el viento campanario abajo y aproveché para recorrer con tranquilidad el interior de la Catedral donde, claro está, ni llovía ni acechaba el huracán (5 euros con audioguía incluida). En valenciano se denomina “Seu” y está dedicada a la Asunción de Santa María. Su construcción se inició en 1262, en el lugar donde había existido una primera catedral visigoda y la antigua mezquita. Su estilo predominante es el gótico valenciano, que se caracteriza por ser menos alto y más alargado, aunque como suele suceder en obras que tardan siglos en ejecutarse (no se terminó hasta el siglo XVIII), también aparecen elementos de otros estilos como renacentista, barroco y neoclásico. En el interior, destacan el cimborrio, el Altar Mayor con el Retablo y los Frescos renacentistas, cuya restauración terminó en 2006. Además, la capilla de la Resurrección, con la reliquia de San Vicente Mártir, la capilla de San Francisco de Borja con dos cuadros pintados por Francisco de Goya y la capilla del Santo Cáliz (la más rica por su ornamentación), donde se conserva una copa del siglo I d.C., que según se cuenta pudo ser la que utilizó Jesucristo en la última Cena; se refiere únicamente a la taza de ágata, ya que las asas y el pie de oro con naveta de alabastro son bastante posteriores. Sobre este tema, existe bastante literatura (por ejemplo, en la página web de la propia Catedral de Valencia) para los que estén interesados. El museo diocesano estaba cerrado por obras de mantenimiento, pero algunos de los tesoros se exponían en las capillas.
![]() Al salir de la Catedral, entré en la Basílica de Nuestra Señora de los Desamparados (gratis), que me gustó bastante. Es de estilo barroco, tiene forma elíptica y un exterior peculiar. Destacan los frascos de la bóveda pintados por Palomino y la imagen de la Virgen (Patrona de la ciudad) de estilo gótico.
![]() Luego, otro paseo por la zona centro, entrando en las iglesias que me encontraba de paso (fueron varias, pero no recuerdo sus nombres). El tiempo había mejorado y, aunque seguía el viento, ya no llovía e incluso asomaba muy ligeramente el sol. No olvidé acercarme a ver la fachada del Palacio del Marqués de Dos Aguas, realmente extraordinario. Sentí mucho no disponer de tiempo para visitar el interior, que alberga también el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias, porque nuestro tren ya tenía próxima su salida y no era cuestión de arriesgarse a perderlo.
Recogimos la maleta y fuimos caminando hasta la estación del Nord, donde puede cogerse un autobús gratuito hasta la estación Joaquín Sorolla, pero como íbamos bien de tiempo y no estábamos muy lejos, decidimos continuar a pie; tardamos una media hora en total. Nuestra estancia en Valencia había terminado. Como resumen final, puedo decir que quedamos muy satisfechos con el viaje, excepto por los precios exagerados del alojamiento, si bien nos gustó el hotel y su ubicación. Nos lo pasamos muy bien, pese a que no somos demasiado aficionados a este tipo de fiestas de afluencia tan masiva; pero hay que reconocer que las Fallas también tienen un algo muy especial. ¡Enhorabuena a los valencianos! Únicamente, una pequeña crítica: las Fallas son unas fiestas de rango internacional, que atraen a miles de visitantes españoles y extranjeros. Me parece fenomenal los carteles explicativos en valenciano, pero creo que no vendría nada mal añadir algunos en español y en inglés (al menos, uno como resumen de cada falla grande) para que su significado quede más claro para todos. Y, por cierto, perdonad por no poner “carrer”, “plaça” y demás nombres en valenciano, pero es que tendría que ir consultando cita por cita y sería interminable, así que para hacerlo mal, prefiero hacerlo así . ![]() Etapas 13 a 15, total 115
Hace bastantes años pasamos por Ribadeo, pero no se nos ocurrió ir a la Playa de las Catedrales porque ni siquiera habíamos oído hablar de ella, lo que hoy en día resulta impensable para cualquier viajero que se precie. Pero es que si consultamos guías turísticas de quince años para atrás, no se mencionaba en casi ninguna, mientras que sí figuraban la ría del Eo y las poblaciones de Ribadeo, Castropol, Vegadeo, etc. Ahora goza de justa fama internacional y se ha convertido en lugar de visita obligada al que acuden miles de personas, sobre todo durante el verano; ni que decir tiene que teníamos muchas ganas de conocerla. Al fin surgió la oportunidad durante el pasado verano.
Lo primero que hay que tener en cuenta al planificar la visita es comprobar el horario de las mareas ya que con marea alta no se puede pasear entre las enormes rocas ni pisar la playa, que desaparece cubierta por las olas. Según dicen los expertos, el mejor momento es entre una hora antes y una hora después de la bajamar; hay vigilantes que se ocupan de ir desalojando la playa conforme sube la marea para evitar accidentes. En verano, la afluencia de gente es enorme y se masifica una barbaridad, incluso resulta difícil aparcar y tengo entendido que en alguna fecha punta de verano se establecen limitaciones en el acceso de visitantes. Por fortuna, en nuestro caso, la marea baja coincidió con las 20:30, y la afluencia de personas aunque alta, no resultaba tan exagerada como lo hubiese sido a mediodía. Veníamos de la Ribeira Sacra orensana y llegamos sobre las 20:00 por la A-8, que tiene una salida directa a la Playa de las Catedrales (As Catedrais), que se encuentra a 9 Km de Ribadeo. El día había sido caluroso y muy soleado en todo nuestro trasiego por la provincia de Lugo hasta que alcanzamos los alrededores de Mondoñedo, donde empezamos a vislumbrar una especie de boina blanca entre las montañas, hacia el norte. Supongo que los lugareños están habituados, pero a nosotros nos resultó chocante meternos de golpe en una zona de niebla espesa en un par de minutos y en un día tan claro hasta entonces. Justamente un par de días después se produjo un accidente múltiple en esa autopista por la misma causa; así que mucha precaución al circular por aquí porque la niebla puede aparecer de improviso. Estacionamos el coche sin problemas, pues a esa hora ya había muchos huecos en el aparcamiento. La playa todavía estaba muy concurrida, ya no tanto de bañistas como de gente que, como nosotros, iba a ver las formaciones rocosas, pero se podía caminar con cierta calma, paseando por la arena de la playa y entrando en las cuevas sin empujones, contemplando sus sorprendentes y vivos colores. ![]() ![]() ![]() Pese al gentío, la visita mereció realmente la pena y, además, tuvimos como aliciente el tono dorado que confería a las piedras el sol languideciendo en el horizonte a esa hora de la tarde, pero todavía con luz más que suficiente ya que en julio en Galicia anochece pasadas las diez.
Desde luego, las “patas de elefante” no tienen nada que envidiar a las francesas, tan famosas, de Etretat (Normandía), que habíamos tenido ocasión de visitar en 2012.
![]() También eran muy hermosas las imágenes al contraluz. Imagino la visión mágica y estremecedora que debe deparar en invierno, con menos gente y buen oleaje. Habrá que experimentarlo alguna vez. Sin embargo, no me pareció el mejor lugar para bañarse y pasar un día de playa al uso.
![]() Como ya era tarde, dejamos para el día siguiente el paseo por la parte alta de los acantilados y fuimos a tomar posesión de nuestra habitación en el hotel de Ribadeo donde teníamos reserva para dos noches. Se llama “La Casona de Lazúrtegui, en la calle Julio Lazúrtegui 26-28. Tiene tres estrellas, está en un antiguo edificio reformado, con ascensor; la habitación era amplia, con aire acondicionado, parking gratuito, wifi gratis que funcionó bien, y perfectamente situado, al lado de la zona de tapeo y a pocos minutos caminando del puerto pesquero. Nos costó 148 euros por dos noches, con un buen desayuno incluido, lo que no estaba nada mal teniendo en cuenta que estábamos a fináles de julio, temporada altísima en Galicia. La única pequeña pega, por decir algo, es que se encuentra en una calle poco vistosa, pero sin ningún problema. Claro que si se buscan buenas vistas, no las tiene. Por lo demás, impecable.
Salimos a cenar y enseguida encontramos bastantes bares, sobre todo en la Rua de San Roque, a tres minutos andando del hotel. Tapas y pinchos ricos para escoger. Después, dimos un agradable paseo nocturno desde la Plaza de España hasta el puerto pesquero, disfrutando de una buena temperatura y del anticipo de sus callejas y de sus casonas. Ribadeo cuenta con unos 9.000 habitantes. Al encontrarse en el límite con tierras asturianas, desde la época medieval tuvo importancia económica y obtuvo de Fernando II permiso para organizar un mercado. Posteriormente fue condado, y centro exportador de maderas y hierro asturiano. Su máximo esplendor llegó en el siglo XVIII, cuando por su puerto entraba lino y cáñamo del Báltico para los tejedores gallegos. A finales del siglo XIX salieron numerosos emigrantes para América y algunos de los que volvieron con fortuna construyeron hermosos edificios en la villa, algunos de los cuales han sido restaurados, la mayoría para convertirse en establecimientos hoteleros o restaurantes, recuperando su aspecto señorial. Uno de los más destacados en la Casa de los Moreno, en la plaza de España, de estilo modernista, pero se pueden ver por toda la villa.
![]() La mañana siguiente amaneció con bastantes nubes. Ya se había pasado la hora de la marea baja en la playa de las Catedrales, así que fuimos en coche hasta el puerto de Burela, por donde dimos una vuelta a pie. Teníamos intención de llegar a Vivero y comer allí. Sin embargo, nos pilló un gran atasco en la entrada de esta población y decidimos dar la vuelta, pues no estábamos dispuestos a pasar un día de vacaciones metidos en el coche. Ya era tarde para intentar reservar en el famoso restaurante de La Cofradía de Rinlo. Ya nos habían advertido que hay que hacerlo con una semana de antelación en verano, así que lo dejamos pasar y regresamos a Ribadeo. Como se trataba de una celebración especial, nos decidimos por el restaurante La Solana, situado en el puerto pesquero. Tiene bastante fama y realmente fue espectacular, el precio es alto aunque no exagerado (92 euros para los dos) y mereció la pena: los percebes, el marisco, el arroz con bogavante (el camarero tuvo el detalle de proponernos pedir una sola ración de arroz para los dos, y la verdad es que nos sobró, y así pudimos tomar otras exquisiteces), los dulces… Todo riquísimo y con un servicio atento y esmerado. Quedamos muy satisfechos.
La sobremesa la dedicamos a pasear por Ribadeo. Nos perdimos por el casco viejo, recorriendo las callejas que desembocan en el puerto pesquero, sin olvidar la Plaza de España, con edificios de diversas épocas y estilos, entre los que destaca la Casa de los Moreno, de estilo modernista, con cúpula y tejado de cerámica que reluce al sol, y el edificio del ayuntamiento (el palacio del Marqués de Sargadelos o Pazo de Ibáñez), del siglo XVIII y estilo neoclásico. La plaza, que cuenta con un bonito jardín en el centro, está siendo rehabilitada y algunos de sus edificios restaurados, afortunadamente. Muy cerca está también la Iglesia Colegiata de Santa María del Campo, del siglo XVIII.
![]() ![]() Lo que más nos gustó fue recorrer sus callejuelas y pasear junto a la ría, entre el puerto deportivo y el pesquero, desde donde se tienen unas preciosas vistas de las vecinas tierras asturianas, sobre todo de la localidad de Castropol. Por la tarde volvimos a la Playa de las Catedrales, en esta ocasión para recorrer el sendero que va por el borde del acantilado, mostrando las enormes rocas desde la parte alta. Estaba nublado y la perspectiva de las rocas y los colores eran diferentes a los del día anterior, pero igualmente bellos. ![]() El camino es muy fácil de seguir, incluso en algunos tramos hay pasarelas y puentes de madera, y, sobre todo, está mucho más tranquilo, con bastante menos gente que en la playa. Aconsejo hacer al menos una parte del mismo; y es que no sé qué vistas me gustaron más, si las que se obtienen a pie de playa o las de lo alto del acantilado, con la marea empezando a subir, que hacía batir las olas en remolino contra las paredes de las rocas y penetrando como un hervidero en las cuevas. Una maravilla, ambas perspectivas. Resultaba difícil marcharte de allí.
![]() Y seguimos caminando hasta alcanzar playas vecinas, al este y al oeste. ![]() Después nos acercamos hasta Rinlo, ya caía la tarde cuando llegamos. Estaba oscuro y parecía que íbamos a tener llovizna, aunque finalmente no fue así. La principal fuente de ingresos de este pueblecito, que pertenece al municipio de Ribadeo, es el marisqueo, incluso tiene erigida una escultura en memoria de algunas marisqueiras, fallecidas al realizar esta peligrosa ocupación. Nos llamó la atención que apenas hubiese turistas y que los restaurantes, entre ellos la famosa marisquería “La Cofradía”, estuvieran casi vacíos, aunque supongo que a la hora de la comida se habían juntado multitudes allí. Hubiera sido un buen lugar para cenar salvo que con el atracón que nos dimos para comer, nos apetecía algo ligerito. ![]() Dimos una vuelta por el tranquilo pueblo, casi desierto, con las nubes negras realzando las paredes coloridas de sus casas, y volvimos a nuestro alojamiento en Ribadeo después de cenar unas tapitas en otro de los bares de la Rua de San Roque.
A la mañana siguiente, fuimos a ver el Faro de la Isla Pancha, desde donde se aprecia un bonito panorama. Luego, bordeando la Ría por el sur, entramos en Asturias, pasamos Vegadeo y paramos un rato en Castropol, para ver desde el mirador una bucólica imagen de barcos varados por la bajamar, y la iglesia parroquial de Santiago, en mi modesta opinión, más bonita vista desde Ribadeo que in-situ.
Y pudimos ver la vista contraria del día anterior desde la ría, la imagen de Ribadeo desde Castropol:
Luego, nos acercamos hasta el pueblo marinero de Tapia de Casariego, donde paseamos por el puerto pesquero, el faro y el paseo que conecta sus playas, muy concurridas, en un estupendo y soleado día de verano. Mucha gente acude aquí, especialmente jóvenes, para hacer surf. La playa más conocida es la de Peñarronda.
![]() ![]() En definitiva, una estupenda escapada a tierras gallegas (con incursión en Asturias) muy recomendable, si bien en verano resulta inevitable encontrarse con auténticas multitudes. Etapas 13 a 15, total 115
En una de nuestras escapadas a la costa alicantina, aprovechamos para conocer esta población situada en el sur de la provincia de Valencia, a 62,8 Km. de la capital, y a 387 de Madrid. Es capital de la Comarca de La Costera, aunque un poco tierra adentro. Saliendo de Madrid, fuimos por la A-3 y la A-31 hasta pasar Almansa, donde nos desviamos por la A-35, que lleva a 5 Km. de Xátiva (Játiva en castellano). Hoy en día cuenta con más de 29.000 habitantes y hay que tener cuidado para no verse inmerso en algún atasco de tráfico, sobre todo en hora punta los días laborables. El centro histórico está cerrado a los vehículos particulares y controlado con cámaras para poner multa a los incumplidores, por lo que es preciso dejar el coche en alguna de las calles adyacentes; en nuestro caso fue la Avenida de Selgas, desde donde pudimos acceder cómodamente al centro medieval a pie en unos pocos minutos.
El lugar de la actual Xátiva estuvo habitado desde tiempos antiquísimos, como lo demuestra un cráneo neardental encontrado en el cercano paraje de la Cova Negra, si bien sus antecedentes como ciudad datan del siglo V a.C., cuando se fundó Sait. En tiempos de íberos y romanos se estableció una primera fortaleza, a la que se añadió posteriormente una segunda muralla; los árabes completaron el conjunto edificando un gran recinto defensivo. Entre otros muchos personajes ilustres del medievo, por aquí pasó el Cid, y la ciudad alcanzó una gran influencia dentro del reino de Valencia por su situación estratégica entre los reinos de Aragón y Castilla. Su fama viene porque aquí se instalaron los Borja o Borgia, una familia de ascendencia aragonesa que se convirtió en una de las más influyentes del siglo XV. De Xátiva procedían dos Borgias que se convirtieron en Papas con los nombres de Calixto III (1454-1458) y Alejandro VI ( 1492-1503), el que salía en la serie de televisión “Isabel” en sus diatribas con los Reyes Católicos y el rey de Francia, Carlos VIII. Posteriormente, la ciudad fue bombardeada e incendiada por las tropas de Felipe V durante la guerra de Sucesión y también sufrió las acometidas de las tropas francesas en la Guerra de la Independencia.
Nada más llegar, Xátiva nos recibió con la imponente estampa de su castillo en todo lo alto, aunque en realidad son dos castillos, el menor y el mayor, que se extienden de levante a poniente unidos por poderosas fortificaciones defensivas. Me encantó este grabado de la Xátiva medieval, que se encuentra en el museo del castillo.
Como casi era la hora del almuerzo, preferimos pasear unos minutos por las calles del centro medieval, ir a comer y dejar el castillo para por la tarde para así verlo con más tranquilidad. Siguiendo bastantes consejos, teníamos mesa reservada en “El Gourmet del Socarrat”, un restaurante pequeñito en la calle Trobat, junto a la calle Montcada (una de las de visita obligada por sus edificios medievales). Nos gustó mucho todo, y más todavía el precio: el menú por 15 euros (17 euros si se escoge el plato de cuchara) realmente destacable y recomendable por precio, cantidad, calidad y elaboración (entrantes variados muy ricos, el arroz caldoso con langostinos, almejas y ajetes de chuparse los dedos y muy completo el surtido de dulces para el postre). Eso sí, tiene muy poquitas mesas y se llena enseguida: resulta indispensable reservar incluso en diario.
Después de la comida caminamos un rato por el centro, recorriendo algunas de sus plazas y edificios más destacados como el Hospital Real, la Casa Natal de los Borgia, sus numerosas fuentes, el Monasterio de Santa Clara, la Botica Central con su monumental retablo de azulejos de estilo rococó, la Plaza del Mercado con soportales y edificios del siglo XVIII, el Palacio de Alarcón reconstruido después del incendio de la ciudad de 1707(sede actual de los Juzgados) y el edificio del Museo de l’Almodí (antigua lonja de trigo medieval, donde se exponen grabados, esculturas, piezas arqueológicas, etc). Casi todo está muy agrupado y se ve en poco tiempo, salvo que se quiera hacer visitas de interiores, lo que obligaría a acomodarse a sus horarios.
![]() El edificio más destacado de la ciudad (al margen del castillo) es la Seo o Colegiata de Santa María. En este lugar existieron con anterioridad una mezquita y una colegiata gótica; en 1596 empezó su construcción que sufrió numerosas vicisitudes (pestes, guerras, incendios e incluso el derrumbe de la cúpula barroca) no siendo hasta finales del siglo XIX que alcanzó su actual aspecto. No pudimos visitarla por dentro porque estaba cerrada y luego ya no nos cuadró el horario, pues nos interesaba más la visita del castillo. En el exterior destacan las esculturas en bronce de los dos Papas Borgia ya mencionados. La Plaza de la Seo es una de las más significativas de la villa y en ella tenían lugar las corridas de toros y todo tipo de acontecimientos civiles y religiosos. Aquí también está el edificio del Hospital Real.
![]() También pudimos echar un vistazo al bonito y romántico Jardín del Beso, que aprovecha una parte de los restos de las antiguas murallas que protegían la ciudad en el segundo cinturón fortificado que se extendía desde el castillo. Muy cerca está la fuente llamada de los 24 caños, porque ciertamente tiene muchos caños, aunque no llegué a contarlos.
![]() El Castillo de Xátiva. Está abierto de 10:00 a 19:00 en horario de verano (que precisamente empezaba ese día 1 de abril). En invierno, cierra una hora antes, a las 18:00. No abre los lunes. No recuerdo el precio de la entrada, pero creo que ronda los 3 euros.
Poco antes de las cinco de la tarde, llegamos en coche a la entrada del castillo, adonde se accede por una carreterita corta pero bastante empinada. Se puede subir a pie e incluso hay varios senderos que ascienden a través de la ladera de la colina, hay arboleda y bastantes sombras y se también se ve un antiguo pozo de nieve. Aunque con bastante desnivel, seguramente resulta una caminata agradable, pero no nos daba tiempo. También hay un trenecito turístico que sube allí, aunque nosotros no lo vimos. Quizás funciona solamente en verano o los fines de semana, de todas formas, no lo íbamos a utilizar. De camino, paramos en el mirador del Bellveret, donde también hay una curiosa escultura con unas manos entrelazadas, si bien las dos torretas que están al lado afean un poco el conjunto. Muy cerca está también la Ermita de San José y Santa Bárbara. Desde este lugar se aprecia muy bien tanto la zona antigua de la ciudad como el Castillo.
![]() Dejamos el coche en el aparcamiento y desde allí ya pudimos ver una buena perspectiva de la ciudad y de los campos circundantes, si bien la vista pierde un poco de atractivo porque, además de la ciudad antigua, se ven demasiadas construcciones modernas, algunas bastante feas, y también los polígonos industriales. Igualmente se aprecian las torres defensivas que trepan por la montaña y enlazan con las murallas que abrazaban la ciudad, aunque gran parte de las fortificaciones están muy reconstruidas. Al otro lado de la colina, una vez se accede al castillo, aunque ya no se ve Xátiva, las vistas son más bonitas porque hay menos construcciones, están más esparcidas y permiten contemplar un espectacular panorama de las tierras y sierras circundantes (especialmente de la Sierra Mariola), muy verde al ser primavera y más aún con las lluvias abundantes de la semana anterior y un cielo limpio y azul.
![]() Ya a pie, cruzamos la Porta Ferrisa, una torre moderna construida en sustitución de la antigua Puerta de Hierro, que era la principal de castillo. Desde aquí se accede a la Plaça d’Armes, el patio central del castillo. A la izquierda se encuentra el castillo menor y a la derecha, el castillo mayor. También están aquí las dependencias más modernas (de hace apenas 70 años) donde se ubican las taquillas, la tienda de recuerdos, los aseos y un restaurante. Con la entrada te dan un plano muy detallado, con el que se puede realizar perfectamente la visita. Comenzamos por el castillo menor, al que se accede por la Porta d’Anibal. Es una puerta gótica del siglo XVI, situada en los estratégicos lugares por los que transitaron el general cartaginés Anibal y el general romano Escipión, durante la segunda Guerra Púnica (218-209 a,C.). En el castillo menor se pueden ver la Torre Cuadrada, cuya base es de época romana; la Torre Gótica i Segona Porta del Castell Menor, puerta en codo del siglo X, característica de la arquitectura defensiva musulmana, el antiguo aljibe y las torres de la Reina Himilce, la Torre de L’Espero y las Torres Albarranas. Las vistas desde esta zona tanto del castillo mayor como de los parajes de alrededor son realmente estupendas (dejando aparte lo ya señalado de las edificaciones modernas, fábricas y demás).
![]() ![]() Una vez visitado el castell menor, nos dirigimos al castell mayor. Al lado opuesto de la Plaza de Armas, hacia la izquierda, está la Puerta del Socorro, del siglo XIV, que permitía la comunicación con el valle del Bixquert (muy bonitas vistas). Siempre en constante ascenso, se ven puertas, torres, cisternas, capillas, patios, habitaciones con arcos góticos, mazmorras y jardines. También hay un curioso museo de la vida cotidiana medieval en los castillos y otro con la historia de los momentos más significativos de Xátiva y, en particular, menciones de los dos Papas que nacieron en la villa. Se conserva muy bien la Capilla Gótica de Santa María, que aunque tiene su origen en 1276, fue completamente reconstruida en 1434 por la Reina María, esposa del Alfonso V el Magnánimo. En este lugar se encuentra la tumba del Conde de Urgel y también están enterrados otros personajes ilustres (infantes, duques, condes y caballeros), prisioneros de la vecina Presó Presó Foscsa o Masmorra del Conte d’Urgell, que era la prisión de estado de los Reyes de Aragón y que también se visita. ![]() El recorrido salva bastante pendiente, pero es muy entretenido y agradable. Sin embargo, que nadie espere un castillo de cuento, con salas amuebladas y torres puntiagudas con escaleras de caracol. Lo más destacado es su perímetro exterior, está bastante reconstruido y la mayor parte de los restos más antiguos datan de épocas musulmanas y del siglo XIV; de muchas zonas apenas si quedan los muros exteriores y parte de las torres y puertas; el conjunto resulta muy atractivo también por la bonita disposición de los jardines y las fuentes, y, sobre todo, por su altiva ubicación, que brinda en todo momento una vistas espectaculares. Me gustó y lo recomiendo para una escapada de un día o incluso de medio día, ya que está muy cerca de Valencia y también de las zonas de playa de la Costa Blanca. A primeros de abril tuvimos un tiempo estupendo y apretaba bastante el sol; así que mejor tener cuidado y evitar las horas más calurosas de los meses de verano, aunque también hay sombras y fuentes que ponen su punto de frescor. Etapas 13 a 15, total 115
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