Si ayer nos levantábamos pronto, hoy toca….levantarse pronto. Nuestro plan de hoy es ir a la isla de Vancouver, y en concreto a su capital: Victoria. El camino es largo y lleno de conexiones de autobús. Primero debemos coger el bus que nos lleva al centro, coger un segundo que nos lleva al aeropuerto, un tercero que nos lleva al ferry y el ferry en sí. No es que tengamos que esperar demasiado en cada uno de los autobuses pero el camino hasta la isla nos lleva un total de casi 3 horas. Esperábamos encontrar en la hora y media que dura el viaje en ferry alguna de las familias de ballenas que habitan por los alrededores. Pero nuestra buena suerte nos ha abandonado y no vemos nada de nada. Desilusionadas llegamos al otro lado y vemos con horror que tenemos que coger otro autobús para llegar a la ciudad de Victoria. Llegamos casi a la una!!. Menos mal que nos hemos levantado pronto!!!! Hacemos cálculos y si no queremos quedarnos sin autobuses, no podemos quedarnos demasiado tiempo por allá.
Callejeamos un poco en busca de algún sitio para comer y caemos en uno de Pizzas que nos saben a gloria.
Después de llenar el buche, nos dirigimos al puerto donde se encuentra el Parlamento y un par de casas de estilo inglés. Por lo que hemos podido enterarnos, las casas se fueron construyendo a medida que la familia de la Reina iba creciendo.
El puerto se encuentra lleno de gente, se esta celebrando el festival del Dragón, en el que equipos de todos los sitios compiten en el remo. La Fiesta es impresionante y aunque nos gustaría quedarnos un ratito más, sabemos que no podemos embobarnos mucho. Nos hacemos paso entre las casetas y la gente como podemos, ya que se ve a lo lejos el Parlamento, que es nuestro destino.
Poco antes de llegar al Parlamento nos hacemos con la información de los tours que te llevan a ver ballenas y vemos que podemos hacer uno que nos lleva directamente a Vancouver, ya!. No nos lo pensamos demasiado y lo contratamos, venir hasta Canadá y no poder verlas en su entorno natural es una lástima. Son las tres de la tarde y el viaje durara unas 4 horas y 45 minutos, además de verlas nos ahorrara la pésima combinación que hay en transporte publico hasta el centro de la ciudad., ya que hacemos el camino de regreso por mar.
Embarcamos a las 15.30 y vemos con sorpresa que solo somos 9 personas a bordo de una embarcación en la que caben al menos 50. No nos apena ya que eso nos dará mucha mas movilidad para ir de un lado a otro buscando el mejor ángulo para hacer las fotos.
Nos acomodamos en la parte superior en unos pequeños colchones. No hace demasiado frío pero como tenemos a nuestra disposición ropa de abrigo nos hacemos con ella en cuanto nos las ofrecen.
Nos explican que hoy las tres familias de ballenas-orcas que suelen estar en la zona navegan juntas y por tanto disfrutaremos de la vista de un grupo de 75 ejemplares.
En nuestro camino nos encontramos con leones marinos, águilas y “harbor porpouse” ( no he encontrado su traducción al español) una especie de delfín. Nos explican cómo viven y algunas de sus características. Al poco vemos a las orcas saltando y nevegando mar adentro. Nuestra embarcación las adelanta, nos paramos hasta que nos alcanzan, volvemos a adelantarlas…es impresionante..las tenemos a 100 metros de la embarcación, las vemos saltar, nadar..algunas se acercan muchisimo a nuestra embarcación. Las vemos y observamos durante cerca de una hora y gracias a un micrófono acuático las podemos también oir. Grandes y pequeñas se mueven muy rápidamente y resulta difícil acertar a la hora de hacer la foto.
Con nuestra mision cumplida seguimos camino hasta llegar a Vancouver. Felices por la experiencia regresamos a casa, cenamos algo rápido y planeamos el día siguiente. Mañana sera otro día. Seguro que yo duermo sonriendo como un bebé...ha sido una experiencia inolvidable. Sólo por el día de hoy ya ha merecido la pena cruzar el charco.
Num: CERO PELOTERO..pero que ha pasado????


