Ya llevamos varios días en México, pero no hay manera de meternos tarde a la cama para levantarnos algo más tarde... por lo menos que ya haya amanecido 
De nuevo desayunamos placidamente en la terraza mientras sale el sol.
Hoy nos vamos a Punta Allen. Hemos quedado con mi primo y su mujer para hacer esta excursión, que ya llevan una semana en Riviera Maya y mañana se vuelven a España. A las 08:00 estamos en la recepción del Catalonia Riviera esperándoles, y en cuanto aparecen, rumbo a Punta Allen.
Antes de entrar a la reserva tienes que pagar y te dan una pulserita rosa para que te pongas... 25 pesos por cabeza.
El puente donde la laguna sale al mar.
La "carretera" por llamarle de alguna forma tiene infinidad de baches, pero se puede llegar sin problemas... a la ida me lo tomé con calma, y de paso aprovechábamos para parar si algún sitio nos parecía interesante, pero a la vuelta no tuve piedad con el coche de alquiler, y me lo pasé como un enano conduciendo a toda pastilla... los demás seguro que no tanto, jejejeje... algo más de dos horas a la ida, y menos de hora y media a la vuelta
Además a la ida nos paramos a echar una mano a un matrimonio holandés, que el listo del marido había metido el jeep un par de metros en la arena y claro, no podía sacarlo.
Ya se había parado otro coche a ayudar, pero no pudimos hacer nada... encima habían quemado el embrague de tanto intentarlo... lo más gracioso fue que mientras todos los demás empujábamos el coche, o poníamos piedras y ramas debajo de las ruedas para que cogiesen tracción, la señora holandesa se dedicaba a estar a 2 metros de distancia con la cámara de fotos en la mano... le eche 4 pestes en castellano y luego "amablemente" le dije en ingles que si pensaba ayudar o quedarse de miranda todo el rato
juasjuas... que bote pego... se puso a recoger piedras como loca.
Por fin llegamos a Punta Allen... y a buscar a los de las lanchas... no hicimos ni negociar ni nada... nuestros riñones solo querían darse un baño, jejeje... 1350 pesos por dos horas de lancha, que luego fue algo más.
Primero te llevan a ver las tortugas y los delfines... como fuimos la primera barca en salir a esa hora, éramos los primeros en todos los sitios... es un poco circo cuando una barca localiza una tortuga o delfín, y se avisan por la radio y a los 2 minutos hay 5 o 6 lanchas rodeando al pobre bicho.
Nosotros enseguida le dijimos a nuestro lanchero "txuso" que pondría rumbo a la barrera de coral para hacer snorquel. Primero pasamos por la zona de manglares y nos estuvo contado cuales eran los distintos tipos de aves que íbamos viendo, y nos enseñó fotos de todas las que se podían ver en las distintas épocas del año. Fue un acierto llegar los primeros a la barrera de coral, ya que estuvimos solos todo el rato, y cuando ya nos íbamos llegó el resto de lanchas. El mar seguía estando un poco agitado, pero fue genial, cientos de peces, una raya, alguna langosta, caracolas enormes...
Y seguido a las piscinas naturales dónde también estuvimos solos todo el rato. Aquí no hay mucho que hacer, salvo darse un baño relajante, así que estuvimos charlando con "txuso" y nos estuvo contando un poco su vida. Que cuando es temporada baja y no tienen mucho trabajo, como no tienen dinero para comprar huevos, carne... que su dieta se basa en pescado y langosta
oleeeeee
jajajaja...
Entre que habíamos ido despacio y la aventura con el matrimonio holandés, se nos había hecho más tarde de lo previsto, y comimos allí mismo. Txuso nos dejo justo delante de un restaurante en la playa, le dimos 100 pesos de propina y nos despedimos de él. Comida buffet, a 150 pesos por cabeza, no estaba mal, pero habíamos comido mejor cualquier otro día.
A la vuelta paramos de nuevo en el puente donde la laguna sale al mar para charlar con la gente que estaba allí pescando... yo creo que me hicieron parar porque sino alguno iba a echar la pela
jejejeje... parecía Carlos Sainz.... se cierra arrassssss!!!!! Pero mira por donde tuvimos suerte y vimos un cocodrilo.
Como la otra pareja no había estado en Akumal les comentamos lo de las tortugas y si querían ir, y por supuesto dijeron que sí. Llegamos justo para aprovechar los últimos rayos de sol en la playa y darnos un baño para ver las tortugas. Después nos tomamos unas cervecitas en nuestro apartamento, antes de llevarles de vuelta a su hotel.
Hoy no hay margarita en "La buena vida", mañana iremos a cenar allí, y después del traqueteo del coche nuestro cuerpo pide camaaaaaaaaaa.

De nuevo desayunamos placidamente en la terraza mientras sale el sol.
Hoy nos vamos a Punta Allen. Hemos quedado con mi primo y su mujer para hacer esta excursión, que ya llevan una semana en Riviera Maya y mañana se vuelven a España. A las 08:00 estamos en la recepción del Catalonia Riviera esperándoles, y en cuanto aparecen, rumbo a Punta Allen.
Antes de entrar a la reserva tienes que pagar y te dan una pulserita rosa para que te pongas... 25 pesos por cabeza.
El puente donde la laguna sale al mar.

La "carretera" por llamarle de alguna forma tiene infinidad de baches, pero se puede llegar sin problemas... a la ida me lo tomé con calma, y de paso aprovechábamos para parar si algún sitio nos parecía interesante, pero a la vuelta no tuve piedad con el coche de alquiler, y me lo pasé como un enano conduciendo a toda pastilla... los demás seguro que no tanto, jejejeje... algo más de dos horas a la ida, y menos de hora y media a la vuelta

Además a la ida nos paramos a echar una mano a un matrimonio holandés, que el listo del marido había metido el jeep un par de metros en la arena y claro, no podía sacarlo.
Ya se había parado otro coche a ayudar, pero no pudimos hacer nada... encima habían quemado el embrague de tanto intentarlo... lo más gracioso fue que mientras todos los demás empujábamos el coche, o poníamos piedras y ramas debajo de las ruedas para que cogiesen tracción, la señora holandesa se dedicaba a estar a 2 metros de distancia con la cámara de fotos en la mano... le eche 4 pestes en castellano y luego "amablemente" le dije en ingles que si pensaba ayudar o quedarse de miranda todo el rato


Por fin llegamos a Punta Allen... y a buscar a los de las lanchas... no hicimos ni negociar ni nada... nuestros riñones solo querían darse un baño, jejeje... 1350 pesos por dos horas de lancha, que luego fue algo más.
Primero te llevan a ver las tortugas y los delfines... como fuimos la primera barca en salir a esa hora, éramos los primeros en todos los sitios... es un poco circo cuando una barca localiza una tortuga o delfín, y se avisan por la radio y a los 2 minutos hay 5 o 6 lanchas rodeando al pobre bicho.



Nosotros enseguida le dijimos a nuestro lanchero "txuso" que pondría rumbo a la barrera de coral para hacer snorquel. Primero pasamos por la zona de manglares y nos estuvo contado cuales eran los distintos tipos de aves que íbamos viendo, y nos enseñó fotos de todas las que se podían ver en las distintas épocas del año. Fue un acierto llegar los primeros a la barrera de coral, ya que estuvimos solos todo el rato, y cuando ya nos íbamos llegó el resto de lanchas. El mar seguía estando un poco agitado, pero fue genial, cientos de peces, una raya, alguna langosta, caracolas enormes...
Y seguido a las piscinas naturales dónde también estuvimos solos todo el rato. Aquí no hay mucho que hacer, salvo darse un baño relajante, así que estuvimos charlando con "txuso" y nos estuvo contando un poco su vida. Que cuando es temporada baja y no tienen mucho trabajo, como no tienen dinero para comprar huevos, carne... que su dieta se basa en pescado y langosta


Entre que habíamos ido despacio y la aventura con el matrimonio holandés, se nos había hecho más tarde de lo previsto, y comimos allí mismo. Txuso nos dejo justo delante de un restaurante en la playa, le dimos 100 pesos de propina y nos despedimos de él. Comida buffet, a 150 pesos por cabeza, no estaba mal, pero habíamos comido mejor cualquier otro día.
A la vuelta paramos de nuevo en el puente donde la laguna sale al mar para charlar con la gente que estaba allí pescando... yo creo que me hicieron parar porque sino alguno iba a echar la pela

Como la otra pareja no había estado en Akumal les comentamos lo de las tortugas y si querían ir, y por supuesto dijeron que sí. Llegamos justo para aprovechar los últimos rayos de sol en la playa y darnos un baño para ver las tortugas. Después nos tomamos unas cervecitas en nuestro apartamento, antes de llevarles de vuelta a su hotel.
Hoy no hay margarita en "La buena vida", mañana iremos a cenar allí, y después del traqueteo del coche nuestro cuerpo pide camaaaaaaaaaa.