Después de la experiencia auténtica del desayuno y tras pasar otro atasco a la salida de Yosemite, en cuatro horitas y algo nos plantamos en San Francisco.
La primera impresión fue… ¡qué frío!
Ya nos habían avisado del microclima que había en el valle, pero es difícil imaginártelo hasta que llegas allí. Vimos como a pocos kilómetros de la ciudad el termómetro del coche empezó a bajar hasta quedarse en los 13 grados, que sería el máximo que alcanzaríamos los próximos días. Pero con la humedad y la niebla la sensación era de bastante menos.
Llegamos a nuestro hotel, muy cerquita de Union Square. La situación era inmejorable y el hotel está muy bien. Y a destacar la atención en recepción, con personal de lo más agradable. Era el King George Hotel, de la calle Mason. Encima, nada caro para lo que habíamos encontrado hasta ahora, unos 120$ la noche.
El coche lo dejamos en el parking de enfrente y ya no lo cogimos hasta el último día. Creo que costaba unos 20$ al día.
Nos abrigamos todo lo bien que podíamos, dimos un breve repaso al mapa de San Francisco, y bajamos a comprar nuestro Munipass para los próximos días al kiosco de Market St. con Powell St. Pase para tres días, 20$. Pudiendo subir en todos los tranvías y autobuses incluido el tranvía histórico.
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La primera impresión fue… ¡qué frío!

Llegamos a nuestro hotel, muy cerquita de Union Square. La situación era inmejorable y el hotel está muy bien. Y a destacar la atención en recepción, con personal de lo más agradable. Era el King George Hotel, de la calle Mason. Encima, nada caro para lo que habíamos encontrado hasta ahora, unos 120$ la noche.
El coche lo dejamos en el parking de enfrente y ya no lo cogimos hasta el último día. Creo que costaba unos 20$ al día.
Nos abrigamos todo lo bien que podíamos, dimos un breve repaso al mapa de San Francisco, y bajamos a comprar nuestro Munipass para los próximos días al kiosco de Market St. con Powell St. Pase para tres días, 20$. Pudiendo subir en todos los tranvías y autobuses incluido el tranvía histórico.
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Ya que estábamos en Market con Powell, aprovechamos para echarle un vistazo al tranvía antiguo que sale de allí mismo.

Luego subimos hasta Chinatown y dimos una vuelta por el barrio buscando las calles Grant y Stockton, que había leído por el foro que era la calle más auténtica.


Y andando, andando, casi sin dar nos cuenta, nos encontramos en uno de los puntos que nos habíamos apuntado para visitar: la librería City Lights en Columbus Avenue. Era el punto de referencia para escritores del movimiento Beatnick, que se reunían en el café Vesuvio (justo al lado de la librería) para escribir y debatir entre ellos. La calle que separa los dos establecimientos se llama precisamente Kerouak Street. Hicimos unas compritas en la librería y seguimos con el paseo.



Cogimos el tranvía y nos fuimos a otro punto que nos interesaba visitar: Misiones. Andamos bastante porque nos equivocamos de parada, pero al final conseguimos encontrar el barrio y alguno de los enormes murales que adornan los edificios.


El barrio no es demasiado animado (al menos un jueves de agosto por la tarde) pero hay taquerías de lo más auténtico por si pasáis a la hora de comer o cenar.
Se empezaba a hacer de noche y habíamos decidido cenar en Castro, así que nos acercamos andando al barrio símbolo de la lucha gay, que no está demasiado lejos. El cambio fue brutal, porque Castro sí que estaba lleno de gente que empezaba la noche cenando en los múltiples restaurantes, tomando algo, o asistiendo a alguna de las muchas opciones culturales. Nos recorrimos gran parte de la calle Castro, donde te da la bienvenida una enorme bandera multicolor, muy cerca de dónde se encuentra el concurrido local en honor a Harvey Milk, abanderado de la lucha homosexual.


Acabamos la noche cenando muy bien en un japonés de la misma calle y fuimos a descansar nuestros agotados pies al hotel.
La mañana siguiente teníamos pensado dedicarla al Golden Gate. Habíamos comprado en el mismo hotel un billete especial para los autobuses turísticos que van a Sausalito. Además podíamos usarlo el resto del día y al día siguiente subiendo a cualquiera de las líneas de los buses turísticos, esos que van descubiertos. Cómo había una parada cerca de Lombart Street, decidimos empezar por esta famosa calle antes de ir a por el bus. Es la famosa calle empinada y con curvas, decorada con bonitos parterres de flores.
La vista desde abajo:

Y desde arriba:

Desde ahí fuimos hacia los muelles a coger el bus descubierto para un primer cruce del puente. Hacía un frío horrible y sabíamos que la niebla nos iba a negar las mejores vistas, pero solo nos quedaba un día y las previsiones del tiempo decían que incluso empeoraría. Decidimos cruzarlo con el bus, hacer una breve parada en Sausalito y cogerlo de vuelta…. Solo para parar en la entrada y volver a cruzarlo andando!

De vuelta al frío empezamos nuestra caminata que al menos ayudaba a entrar en calor y además podíamos ir parando a hacer nuestras fotos.




Y los curiosos carteles a lo largo de todo el puente que pretenden evitar los suicidios:

Llegamos helados hasta Golden Gate Ford Point, justo al final del puente, y allí cogimos otra vez el autobús hasta Sausalito bajo este sol abrasador:

Sausalito es un pueblo de casitas encantadoras donde se nota que hay dinero. ¡No me extraña que la gente adinerada de San Francisco busque una casita allí para poder disfrutar del sol a solo unos minutos de la ciudad!


Una vez allí buscamos corriendo (se nos estaba pasando la hora de comer) la hamburguesería más recomendada del foro

La famosa hamburguesería del toldo verde:

Y nuestra amiga gaviota con San Francisco al fondo:

Como ya estábamos algo cansados de autobús, decidimos coger el ferry de vuelta para admirar la bahía desde el mar.
Vista de Sausalito

El Golden Gate que seguía con niebla

Y la bahía desde el mar:

Ya que llegamos al embarcadero, decidimos dedicar la sobremesa a la zona de los muelles. Primero a ver a los “hiperactivos


Y luego dimos una vuelta por las múltiples tiendas del muelle, que como había salido un poco el sol estaba bastante animado.


Para comer paramos en el Fisherman Wharf, en uno de los puestos que sirven el famoso Clam Chowder, una crema espesa con patata, almejas y no sé que más. La tomamos en el típico pan de hogaza dónde se sirve la sopa dentro.

La verdad es que no nos gustó mucho, y esa fue la excusa perfecta para dirigirnos directos a otra de las recomendaciones del foro: la heladería Ghirardelli. El edificio se ve desde el Fisherman Wharf, porque es una fábrica inmensa de chocolates y helados enorme en la plaza de su mismo nombre. Tienen un par de tiendas dónde comprar mil chocolates y galletas distintas, algún puesto de helados para llevar y una heladería gigante. Como no somos naaaaaada golosos…

El edificio y la cola de la heladería:


Y algunas de las delicias que ofrecen:

Fuimos a descansar un rato al hotel (ya eran muchos días y las calles de San Francisco cansan bastante) y dedicamos el resto de la tarde simplemente a callejear y disfrutar de la ciudad sin rumbo fijo. Para cenar, y una vez más siguiendo las recomendaciones del foro, volvimos a Chinatown y a House of Nanking (919 Kearny Street). Es un restaurante chino tradicional (nada que ver con los woks que abundan por aquí) con mesas abarrotadas y muy juntas, pero que se compensan con una comida buenísima. Nada lujoso pero entendimos el por qué de su fama y no nos importó hacer unos 40 minutos de cola a la entrada para poder cenar. Teníamos bastantes reservas de alimento después del helado de Ghirardelli


A la salida nos dimos cuenta que estaba justo enfrente el Café Zoetrope, cuyo propietario es el director de cine Francis Ford Coppola. Por si os apetece tomar algo después de comer. Nosotros estábamos muy cansados y nos fuimos directos a la cama.
Y llegó nuestro último día en esta maravillosa ciudad. Teníamos un montón de planes, así que desayunamos en un fantástico café que habíamos descubierto en la esquina del hotel y nos fuimos para Union Square. Aún nos valía el pase de los buses turísticos que habíamos comprado para Sausalito, así que cogimos uno que iba directo al Golden Gate Park en vez de ir en tranvía. Cómo llegamos un poco antes de la salida del bus, aprovechamos para hacer algunas fotos de la plaza (estaba ocupada en medio por un gran entoldado que acogía una muestra de gastronomía) y de las curiosas esculturas de corazones que se encuentran en cada esquina.

El parque es enorme, pero nos centramos en el Japanese Tea Garden, un impresionante jardín construido para la exposición internacional de 1894. Pasamos un buen rato entre estanques con carpas, pagodas, puentes de madera y plantas japonesas. La entrada creo que eran unos 5$ por persona y hay una bonita casa de té si quieres probarlo en ese entorno.


A la salida nos fuimos andando (es un buen trozo) hasta el barrio de Haight Ashbury, que se considera el barrio “hippie” con un montón de tiendas de ropa modernas y de segunda mano. Me encantó la tienda de Betty Page y cayeron algunos regalitos.

Después seguimos andando hasta Alamo Square, para ver las famosas “Painted Ladies” , una fila de preciosas casas victorianas que salían en la cabecera de la serie de televisión Padres Forzosos.

La dirección exacta es 710–720 Steiner Street, por si no queréis dar la vuelta completa a la plaza como nos tocó a nosotros.
Esa es una zona en la que no encontramos tranvía y, como teníamos hora para nuestra excursión nocturna a Alcatraz, decidimos coger un taxi. No es nada fácil coger un taxi por la calle en San Francisco (mejor siempre pedirlo desde algún hotel o restaurante o buscar una parada habilitada), y cuando ya estábamos desesperados nos paró un cochazo para ofrecernos llevarnos a donde quisiéramos. Vimos claramente que era un taxi pirata, pero negociamos con él un precio más que razonable para llevarnos al muelle y la desesperación y el cansancio nos hizo aceptarlo

Contratamos la visita con Alcatraz Cruises, el night tour que sale a las 6:10, 33$ por persona. Salen del Pier 33. Reservamos desde casa porque se suelen llenar bastante rápido. Te dejan hacerla dos meses antes.
Primer consejo ¡ropa de mucho abrigo! A pesar de las capas de ropa, los gorros y los pañuelos a modo de bufanda, pasamos un frío horrible. Nos subimos al barco y poco a poco la isla fue tomando forma ante nosotros.


A la llegada nos dieron las indicaciones para la visita y un folleto (había varios idiomas incluyendo español). Una vez entras en el edificio principal te dan una audioguía que es de las mejores que nunca he oído, tanto por la narración como por la ambientación. La audioguía es la que te va guiando por las estancias explicándote dónde estás en cada momento así como recreando el espacio sonoro de los años en que la cárcel estaba abierta e incluyendo declaraciones de antiguos presos. Es difícil transmitir las sensaciones que te da esta visita, así que os invito a experimentarlo por vosotros mismos si tenéis oportunidad y añado algunas fotos para ambientar.
La sala de las duchas, justo a la entrada:

Una de las celdas:

Las galerías

Una celda que conserva las pinturas que dejó el preso que la ocupaba:

Al regreso a los muelles volvimos al Pier 39, ya que el día anterior le habíamos echado el ojo al restaurante Crab House, donde la especialidad, como su nombre indica, es el cangrejo. Nos comimos el cangrejo más delicioso que he probado nunca, con una salsita para chuparse los dedos.
La foto del manjar:

Después de otro sueño reparador, nos preparamos con mucha pena para abandonar la ciudad. Antes, y aprovechando que ya cogimos el coche, no podíamos dejar de bajar por la calle Lombard y sus curvas, que ya habíamos visitado a pie. Se hacen auténticas colas para bajar, pero como era prontito por la mañana, no tuvimos problema. Lo que no sé es cómo los vecinos que tienen el parking en la calle soportan esas colas cada vez que tienen que entrar y salir de casa.
También fuimos al mirador de Twin Peaks, dónde se puede disfrutar de una vista de toda la ciudad… ¡si la niebla te lo permite! A nosotros nos había acompañado durante todo el viaje y hoy no iba a ser menos, como se puede apreciar en la foto:

Y desde estas vistas dijimos ¡hasta la próxima San Francisco![/align]