PRÓLOGO
Es difícil empezar a escribir una narración sea del tipo que sea, pero según dicen los profesionales, es aun mas difícil terminarla. No se si eso será cierto o no, pero espero llegar a descubrirlo, lo que significaría que he conseguido terminar este relato. Solo espero que os guste y sea de interés, y no os aburra en la primera pagina. Sea como sea, lo empiezo con muchas ganas. Ya veremos cual es el resultado.
Martes 1 junio de 2010 : “Aterrizando en la ciudad”
Nuestro viaje comenzó a las 3:45 de la madrugada en un autobús interurbano que nos llevó de Burgos a la terminal 4 del aeropuerto de barajas. En un principio teníamos tiempo de sobra ya que el avión no despegaba hasta las 10.20. Y digo en un principio porque surgieron 2 imprevistos. El primero es que hubo cambio en el recorrido y en vez de ir a la T4 y luego a la estación de autobuses de Avenida América, hizo el recorrido al revés, parando primero en la estación. Por si eso no fuera suficiente, el conductor del autobús se perdió al entrar en Madrid con lo que tuvo que retroceder en una gran ciudad que empezaba a despertarse. Pero hubo suerte y no pillamos demasiado tráfico con lo que llegamos al aeropuerto con tiempo de sobra. Habíamos hecho el check in on line con lo que nos ahorramos una cola considerable ante el mostrador de Delta. Una vez facturadas las maletas y obtenida la tarjeta de embarque, pasamos el control policial y, a esperar a embarcar. La espera no fue excesivamente larga y, tras desayunar un café y un bollo, subimos al avión.
El avión estaba francamente bien. Los asientos eran cómodos, tenia cierto espacio entre asientos y contábamos con una pantalla táctil individual con multitud de opciones de música, juegos, películas..... en fin, que no hicimos uso de libros, pasatiempos, ipot, psp.... que llevábamos para hacer más ameno el viaje. El vuelo duro alrededor de 8 horas en las cuales nos dieron 2 comidas, un almuerzo (el consabido chicken or pasta) y una merienda consistente en un panini al pesto y unas galletas.
Llegamos al aeropuerto JFK de Nueva York alrededor de las 12:30 (la diferencia horaria es de 6 horas menos que en España). Los tramites para la entrada no fueron tan exagerados como creíamos en un principio. Habíamos rellenado el ESTA antes de salir de España, volvimos a rellenarlo en el avión junto con el impreso de aduanas. Lo curioso consistió en que nos tomaron las huellas dactilares, acompañadas de una fotografía. Fue bastante rápido. Recogimos maletas (llegaron las 2 y la policía nos hizo abrir la una) y salimos.
No teníamos muy claro que medio de transporte tomar para ir a la ciudad y,cuando íbamos a coger un taxi, se nos acerco un tío hablando español que nos llevaba x40 $ cuando el precio de un taxi era 50-60. Aceptamos y nos montamos con otra pareja de Madrid en un coche de alquiler (con licencia).
Como su hotel quedaba primero, les dejó a ellos y luego a nosotros. El conductor era un uruguayo llamado Julio que nos fue contando cosas de camino. Fue interesante y cómodo y nos ahorramos 20 dolares aunque compartiéramos el coche. Empezamos con buen pie nuestra estancia.
El hotel le habíamos reservado por internet. El Distrikt hotel situado en la calle 42 entre la 8ª y la 9,ª avenida, estaba genial. Nos dieron una habitación en el ultimo piso (32) y mirando por la ventana, por un lado veíamos el Empire State y, en la otra dirección, la entrada al Lincoln Tunnel. Eran las 14:00 horas aproximadamente. Descansamos un poco y nos dispusimos a dar un tiento a la ciudad.
El avión estaba francamente bien. Los asientos eran cómodos, tenia cierto espacio entre asientos y contábamos con una pantalla táctil individual con multitud de opciones de música, juegos, películas..... en fin, que no hicimos uso de libros, pasatiempos, ipot, psp.... que llevábamos para hacer más ameno el viaje. El vuelo duro alrededor de 8 horas en las cuales nos dieron 2 comidas, un almuerzo (el consabido chicken or pasta) y una merienda consistente en un panini al pesto y unas galletas.
Llegamos al aeropuerto JFK de Nueva York alrededor de las 12:30 (la diferencia horaria es de 6 horas menos que en España). Los tramites para la entrada no fueron tan exagerados como creíamos en un principio. Habíamos rellenado el ESTA antes de salir de España, volvimos a rellenarlo en el avión junto con el impreso de aduanas. Lo curioso consistió en que nos tomaron las huellas dactilares, acompañadas de una fotografía. Fue bastante rápido. Recogimos maletas (llegaron las 2 y la policía nos hizo abrir la una) y salimos.
No teníamos muy claro que medio de transporte tomar para ir a la ciudad y,cuando íbamos a coger un taxi, se nos acerco un tío hablando español que nos llevaba x40 $ cuando el precio de un taxi era 50-60. Aceptamos y nos montamos con otra pareja de Madrid en un coche de alquiler (con licencia).
Como su hotel quedaba primero, les dejó a ellos y luego a nosotros. El conductor era un uruguayo llamado Julio que nos fue contando cosas de camino. Fue interesante y cómodo y nos ahorramos 20 dolares aunque compartiéramos el coche. Empezamos con buen pie nuestra estancia.
El hotel le habíamos reservado por internet. El Distrikt hotel situado en la calle 42 entre la 8ª y la 9,ª avenida, estaba genial. Nos dieron una habitación en el ultimo piso (32) y mirando por la ventana, por un lado veíamos el Empire State y, en la otra dirección, la entrada al Lincoln Tunnel. Eran las 14:00 horas aproximadamente. Descansamos un poco y nos dispusimos a dar un tiento a la ciudad.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
[align=justify]Salimos del hotel sobre las 16:00 horas y nos dirigimos en primer lugar hacia Times Square. Aunque era de día, impresionaba la cantidad de gente, los paneles publicitarios....en fin todo allí era impresionante.
Recogimos en el Planet Hollywood la tarjeta New York City que habíamos comprado por internet desde España la cual nos daba entrada a mas de 50 museos, monumentos.... De ahí nos dirigimos hacia la Biblioteca Publica escenario de tantas películas. Estaba en proceso de restauración con lo que no conseguimos una foto buena de la fachada, pero el interior era espectacular. Los techos eran de un trabajo de marroquineria excelente y, ademas, pudimos contemplar una de las biblias de Gutemberg. Mencionar también que estuvimos localizando partes que salieron en la película “El fin de los Días”. Es lo que tiene Nueva York, ahí se han rodado miles de películas y en todo lugar que visitas, tienes la sensación de haber estado antes... en el cine.
De la Biblioteca Publica, a pocas manzanas, estaba la estación de trenes de la Amtrak “Gran Central Station” con sus grandes lamparas y sus techos exquisitamente pintados. Toda una obra de arte, escenario, como no, de otras tantas películas. Seguimos con el paseo y, poco mas allá, nos encontramos con la catedral de San Patrick. La mayor catedral de Nueva York (si no de Estados Unidos) que queda empequeñecida al encontrarse entre enormes rascacielos. Una catedral gótica con amplios techos y diversos altares laterales pero que, viniendo de Burgos, tampoco es que nos pareciera una maravilla. Siendo de donde somos, es muy difícil que una catedral nos deslumbre, aunque el entorno en que esta situada es impresionante.
Siguiendo la Avenida, llegamos al Rockefeller Center. Lo que en invierno es la pista de patinaje mas famosa del mundo, en verano, es la terraza de un restaurante. La fuente dorada situada en un lado hace de éste un rincón memorable. Subiendo unas escaleras, frente al edificio principal del Rockefeller Center, está el punto donde se coloca el Árbol de Navidad cuyo encendido es uno de los actos principales de las fiestas estadounidenses. Ahora, lógicamente, no estaba el árbol, pero una arqueta en el suelo indica el lugar donde suele colocarse.
Volvimos a Times Square a disfrutar de su iluminación nocturna y vimos una tienda inmensa dedicada a los M&M. Una tienda de 2 alturas en un sitio inmejorable dedicada a …..un cacahuete. El merchandasing era impresionante: toallas, baberos, camisetas, muñecos....... todos los regalos imaginables estaban ahí con el logo M&M..
Empezó a chispear un poco y como llevábamos 36 horas sin dormir, cenamos nuestra primer hamburguesa XXL y nos fuimos al hotel a descansar. Primera impresión de esta ciudad es que es IMPRESIONANTE valga la redundancia.