Ninh Binh ✏️ Diarios de Viajes de Vietnam

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Quizás la ciudad no tiene el encanto de Hoi An, quizás los paisajes de Halong sean más espectaculares, pero aun así creo que los tres días que pasé en Ninh Binh fueron los mejores de todo Vietnam, incluso no me hubiese importado quedarme alguno más para ver todo lo que no me dio tiempo. Para mí es el lugar ideal para hacer rutas en bici o en moto por libre porque, como bien pone en la LP, tiene todo lo que se te viene a la cabeza cuando piensas en Vietnam: paisajes rurales con vegetación, ríos, aldeas, barcas, templos excavados en rocas, formaciones kársticas..., además de una ciudad tranquila, amable y con suficiente encanto para pasar unos días sin aburrirte.

TRANSPORTE

A Ninh Binh:

Desde el puerto de Ciudad Halong cogimos un taxi a la estación de buses (ben xe). En Hanoi nos habían dicho que salían buses hacia Ninh Binh cada hora hasta las 17 horas. El caso es que llegamos allí a las 13:15 y a las 13:30 ya estábamos dentro del bus de camino a Ninh Binh por 120.000 vnd comprado en ventanilla con precio marcado. La chica de la taquilla nos dijo que esperásemos sentados y cuando llegó el bus ella misma nos acompañó hasta la puerta y le dijo al conductor dónde íbamos. Las 4 horas y media que duró el trayecto fue toda una experiencia, pero tengo que decir que el bus estaba bastante bien, con a/c, mucho mejor que otros turísticos que usamos más adelante. El bus para en cualquier lugar sin ningún control aparente, incluida una parada para orinar en la que nos pusimos todos al borde de la carretera y otra para comer algo. A la altura de Nam Dinh empezaron a subir estudiantes al bus, que al estar lleno se sentaban en taburetes en el pasillo central. Por aquel momento ya éramos la atracción del lugar y varios de los estudiantes se acercaban a practicar inglés y a pedirnos las guía. Entre los estudiantes y el tipo que controla las paradas y el equipaje nos avisaron de nuestra parada y nos despedimos con una sonrisa de todos ellos, no sin antes probar los taburetes durante un rato y comprobar lo incómodo que resulta viajar así.

En Ninh Bing

Dentro de la ciudad las distancias son asequibles para ir andando. Para salir de excursión se puede alquilar bici o moto, el tráfico dentro de la ciudad no es especialmente malo. Para las salidas recomiendo hacerse con una máscara que cubra nariz y boca, sobre todo si se quiere llegar a los destinos turísticos por carreteras secundarias de arena y polvo.

Desde Ninh Binh

La ciudad cuenta con estación de tren de la línea de reunificación que une Hanoi con Ho Chi Ming. Cuenta con varias salidas a lo largo del día, incluidos dos trenes nocturnos hacia Hue a las 18:03 (SE5 sin compartimentos de litera blanda) y 21:39 (HN1 con litera blanda). Es muy sencillo acercarse a la estación y comprar por tu cuenta el billete, pero conviene comprar con antelación, en Hanoi a ser posible, para evitar sorpresas de disponibilidad.

Otra opción para salir hacia el sur son los autobuses nocturnos que vienen de Hanoi y cuyo billete se puede comprar directamente en el hotel. Son más baratos que el tren, pero personalmente no los recomiendo para nada. Ésta fue la opción que tuvimos que utilizar, pues al llegar a la estación de tren nos dijeron que no quedaban plazas para el nocturno. Pagamos por el bus a Hue con literas 280.000 vnd (frente a los más de 500.000 del tren) y nos recogió a las 22:00 en la puerta del hotel.

CIUDAD

La mayoría de los turistas vienen a Ninh Binh en viajes organizados de un día a Tam Coc o Hoa Lu y pocos pernoctan en la ciudad. Se ven algunos occidentales, mochileros en su mayoría, pero todavía no es una parada fija de los circuitos turísticos habituales, por lo que se puede pasear tranquilamente sin ser asaltado por vendedores o conductores de moto.

No existe mucha información sobre la ciudad y realmente no hay mucho que visitar, pero como base de operaciones para explorar los alrededores resulta perfecta. Nuestra primera impresión no fue muy buena, por el centro pasan dos ruidosas autovías que convergen hacia el sur: la 1A que viene de Hanoi y la 10 de Hai Phong. Sin embargo esta impresión fue mejorando según nos fuimos adentrando en las calles del centro.

-Alojamiento:

Después de casi no haber dormido en el barquito de Halong y de las 4 horas de viaje en bus, llegar a Ninh Binh fue toda una bendición. La mejor zona para alojarse nos pareció en los alrededores de la estación de tren: un barrio residencial tranquilo con zonas verdes, sin casi tráfico, bonitas casas al estilo colonial y lejos de las autovías que cruzan Ninh Binh. Vimos un par de sitios recomendados en la LP y en general nos pareció que el nivel era bastante bueno y que el personal era amable y con ganas de agradar.

Nos quedamos en el Queen Hotel, en la misma calle que la Ga Ninh Binh, un hotel de 3 estrellas muy nuevo y limpio por 13$ sin desayuno. Justo enfrente está el Queen mini, un hostel de mochileros que regenta el mismo dueño con habitaciones por 7$. Consideramos que merecía la pena la diferencia de precio porque el hotel estaba bastante bien. Además los recepcionistas son unos cracks, sobre todo Phuong, que me recordó 15 años después cómo montar en una scooter automática. La única pega fue que las bicis estaban un poco cochambrosas.

-Comer y beber:

La verdad es que no se trata de una ciudad muy animada para comer fuera o tomarte una cerve por la noche. Fuera de las horas de comida locales prácticamente es imposible encontrar un sitio abierto y lo mejor es acercarse a los hostel, donde puedes encontrar otros viajeros con quien compartir experiencias y cervezas. El patio del Thanhthuy´s guest house es perfecto para eso, aunque está algo alejada del Queens y a mi parecer en una peor zona, pegada a la autovía. En la misma calle del Queen hay un par de sitios que cierran tarde y dan de comer, sobre todo en uno de ellos trabaja una chica súper maja donde acabamos más de un día. En el barrio cerca del mercado encontramos algunos sitios para comer, especialmente uno de rollitos que merece la pena y una pastelería de evocaciones francesas.

También merece la pena darse una vuelta por el mercado local donde pasas totalmente desapercibido y donde sabes que todo es auténtico. Aquí puedes encontrar de todo, incluso algunas cosas no aptas para estómagos sensibles, como perros enjaulados esperando para ir al matadero. En una esquina del mercado hay una barbacoa donde se pueden comprar pinchos morunos o codillos troceados para llevar.

ALREDEDORES

El mapa que te entregan en el hotel para las excursiones no resulta muy preciso, aunque al final fue lo mejor con lo que contamos. En el fondo llegar a las formaciones kársticas es bastante sencillo, porque están a pocos kilómetros al oeste del centro y se ven desde la ciudad. Una vez en ruta solo hay que tener un poco de orientación espacial, contar con una brújula, fijarse en las pocas señales que existen y preguntar en caso de duda. Tanto a Hoa Lu como a Tam Coc se puede llegar siguiendo la autopista (al norte y al sur respectivamente) y desviándose luego, pero yo creo que es más interesante acercarte por las carreteras secundarias que discurren entre arrozales, ríos y montañas. Además al final tampoco hay tantos caminos y te vas encontrando sitios interesantes a medida que avanzas.

El destino estrella de Ninh Binh es sin duda Tam Coc, se nota nada más acercarte porque te empiezan a acosar las barqueras y los vendedores y está lleno de tiendas de recuerdos y de turistas. Aquí no nos detuvimos ni 5 minutos. Conviene saber que no es único punto donde te dan una vuelta en barca, encontramos dos más un poco al azar: uno siguiendo por la carretera que va a Tam Coc y otro en Trang An, de camino a Hoa Lu. Ambos me parecieron mucho más tranquilos.

El siguiente punto en popularidad es Hoa Lu, la antigua capital del Viet de la que queda lo suficiente en pie para no defraudarte, aunque para mí lo mejor es el enclave donde está situado.

Las distancias no son grandes, unos 10 km a ambos, por lo que se puede ir sin dificultades en bici. El mayor problema con que nos encontramos fue el exceso de calor que hizo que no pudiésemos llegar donde nos propusimos. Recomiendo en este caso ir directamente a por la moto, que fue sin duda de lo mejor de todo el viaje. La sensación de absoluta libertad es incomparable.

Intentaré describir lo mejor posible las rutas que hicimos los dos días, ya que resulta imposible hacer un track fiable de la zona:

- El primer día en bici salimos de la ciudad por la calle Xuan Thanh, siempre al oeste en dirección a las montañas. Nuestro destino era Hoa Lu. Al poco rato cruzamos un río y tomamos un camino ancho de tierra hacia el sur. En seguida te ves inmerso en las estampas rurales vietnamitas. Al rato el camino vuelve hacia el norte y te topas con un cartel que indica un desvío a la izquierda hacia la Mua Cave y creo que eventualmente también hacia Tam Coc. Nosotros continuamos el camino y dimos con una preciosa pagoda excavada en la roca cuyo nombre no recuerdo y a la que se accedía a través de una puerta blanca y subiendo unas escaleras en la roca. Después de una breve parada continuamos y nos encontramos con un complejo turístico de templos que resultó ser Trang An, uno de los puntos donde puedes hacer un viaje en barco. Para entrar hay que dejar la bici aparcada en un "parking". Todavía continuamos un poco desviándonos del camino en algunas zonas increíbles, pero el calor era ya sofocante y decidimos tomar el camino de vuelta.

-El siguiente día salimos más temprano en moto. Seguimos el mismo camino pasando por Trang An hasta dar con Hoa Lu. Allí puedes hacer un poco de trekking por entre pueblos y campos de arroz, siempre con las motañas al fondo. Los vendedores a la entrada son algo pesados, pero tampoco llegan a agobiar. Desde allí intentamos llegar a Kenh Ga, el pueblo del pollo situado en medio de un río. Aquí tuvimos mala suerte porque empezó a llover un poco mientras se formaba en lontananza un monzón de los que acojonan. En vista de que nos pillase el diluvio universal en medio de la nada optamos por dar media vuelta hacia zonas más pobladas. Siguiendo por otro camino dimos con la carretera que llega a Ninh Binh, así que decidimos seguir hasta Tam Coc, pero esta vez por la autopista. Por aquí resulta muy sencillo llegar, solo tienes que seguir la 1A hacia el sur hasta que te encuentras con unos pilares que indican el desvío. Sigues por esa carretera y al poco la muchedumbre y el ajetreo te indica que has llegado a tu destino.

El puerto de Tam Coc está en una especia de placita. Desde aquí sale un camino rural que pasa por parajes increíblemente bellos y tranquilos. A la derecha nos topamos con un caminito escondido de tierra que discurría paralelo a un río donde también hay barcas para excursiones pero donde casi no hay actividad porque los turistas se quedan siempre en la primera parada. Aparcamos la moto a un lado del camino y tiramos a andar por ahí hasta que nos cansamos de hacer fotos. Desde ahí volvimos satisfechos para coger el bus nocturno.

Mi recomendación, en caso de querer elegir, es hacer Tam Coc en bici y Hola Lu en moto, y siempre por caminos rurales. Realmente mereció la pena la parada en Ninh Binh, lo único que lamento es la cantidad de sitios que nos dejamos sin ver.

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