A las 7:30 h partí rumbo a Getafe, donde dejaría mi coche durante el viaje. Eran las 10 de la mañana cuando llegué a mi destino. Entre unas cosas y otras, me retrase un poco, ya que había quedado con los compañeros de viaje a las 11:30 en la salida del metro de la T1.
Llegué casi a las 12h. Tras las pertinentes presentaciones, nos cogimos las maletas y nos fuimos a facturar. Primera sorpresilla: Nuestro vuelo era operado por AIR EUROPA en vez de ORBEST, que era lo que nos habían indicado.
Había muchos mostradores abiertos, así que no hicimos a penas cola y facturamos rápidamente.
Como tampoco teníamos nada que hacer, cruzamos el arco y fuimos a comprar algo para leer.
Después buscamos la puerta y nos fuimos a tomar algo hasta la hora de embarque.
El vuelo salía a las 14:40 h. Despegamos a las 15:15 h.
Una vez alcanzada la altura establecida, lo de siempre, te ofrecen el servicio de venta a bordo, luego nos dieron los formularios de entrada a México.
Es muy fácil de rellenar los dos. MUY IMPORTANTE! Uno de los dos formularios, te lo sellan a la entrada en el país, y tienes que entregar el justificante a la salida. GUARDARLO JUNTO CON EL PASAPORTE EN LA CAJA FUERTE! En caso de pérdida hay que pagar 60 USD y eres el ultimo en facturar y embarcar…
Después de rellenar los formularios, nos ofrecieron la “comida”. La típica bandejita con un envase con ¿paella? Un bollito de pan, algo como una ensalada de cangrejo, un pastelito y ya. Luego te ofrecen café o té.
Después de comer, opté por un rato de lectura. Cuando me cansé, me dispuse a ver una peli.
Me gustó que el avión, un Airbus 330 tuviese pantallas individuales (con orbest no lo hubiésemos tenido…) Yo me llevé los cascos de casa porque los que te ofrecen valen 3 €.
A mitad de viaje, más o menos, nos dieron un zumo o refresco y un bollo de jamón york y queso. Estaba rico, pero te deja con más hambre que la que tenías! Jejeje
Fuimos pasando el rato como buenamente pudimos escuchando música y viendo algún documental.
Cuando nos quedaba como 1 h y media para llegar, nos dieron otro zumo o refresco y una porción de pizza.
Ya estábamos llegando a Cancún y había tormenta, por lo que las turbulencias eran considerables… A las 18:10 hora local, 1:10 hora en España, tomamos tierra, por decir algo porque estaba todo encharcado del tormentón que había caído minutos antes…
10 horas después, sentí ese agobio del calor húmedo!
Estábamos en el Caribe!!!
Salimos del avión y bajamos a sellar el pasaporte de entrada en el país. De los dos formularios que llevas, te recortan dos sobrantes. Uno es el que tienes que guardar y entregar a la salida y del otro formulario, el sobrante, lo entregas antes de pasar el famoso semáforo de las maletas.
Una vez sellado el pasaporte, fuimos a buscar las maletas. Cuando llegamos a la cinta ya estaban saliendo, y las nuestras de las primeras!! Que rapidez!
Ahora si, con las maletas nos fuimos al semáforo…
Rojo, Rojo…. Yo creo que esto va al azar, así que si delante habían salido dos rojos, el mío sería verde… VERDE! Jejeje, para adelante!
A la salida del aeropuerto, hay personas que te indican cual es el bus que te llevará a tu hotel, dependiendo de la mayorista con la que hayas contratado. Si no, preguntáis el bus que va a vuestro hotel y allí os indican.
Entregamos las maletas al maletero y al rato, nos llevaron al hotel. Nosotros íbamos al RIU LUPITA, eran 50 minutos aproximadamente. El viaje te lo intentan hacer lo más ameno posible bromeando y contándote cosas de México.
A la hora prevista, llegamos al hotel. Un lobby pequeñito y sencillo.

Nos hicieron entrega de las pulseritas, llaves de la habitación. Las tarjetas de las toallas para la playa se les habían acabado, así que nos las darían al día siguiente en la charla. Pusimos las pegatinas con el numero de habitación a las maletas, para que nos las subieran.Nos dieron un cóctel de bienvenida y ale, a la habitación!
Nos tocó una villa que está justo detrás del restaurante mexicano, así que bien cerquita.
Subimos a la tercera planta y al abrir, primera sorpresa… Dos camas King size y éramos 3 personas… Llamada a recepción para que nos cambiaran a una triple. No había. Así que esa noche nos arreglamos con una cama supletoria de 90 y al día siguiente, mirarían a ver si nos cambiaban.
Nos dimos una ducha y nos fuimos al buffet a cenar.
Después de cenar, tomamos algo en el bar de al lado de la piscina y a las 23:30 h , casi 24h desde que me levanté, nos fuimos a acostar, el día había sido muy largo y muy cansado y no podíamos mas.