Nuevamente amanecimos bien pronto.
Habíamos dejado las toallas en el balcón para que se secaran y poder llevarlas a la excursión, pero por la noche debió de caer el diluvio universal y estaban empapadas…
Preparamos la mochila con las cámaras de fotos, chanclas y demás, y nos bajamos a desayunar.
A las 8, puntualmente, estaba Manuel nuestro guía, esperándonos en el lobby, junto con un chofer de Raúl Herrera.
Éramos los primeros en subir a la van y los últimos en regresar…
La excursión valía 45 euros e incluía lo siguiente:
Recogida y dejada en el lobby de nuestro hotel, visita guiada a Tulum, Cobá, Playa Paraíso y Aldea Maya. Comida en un buffet (bebida no incluida), agua fresca para todo el viaje.
Como ya comenté, habíamos formado un grupo por el foro y a última hora se calló una pareja de la excursión, aunque finalmente Raul nos respetó el precio.
Después de recoger al resto de compañeros y ya de camino a Tulum, paramos en un supermercado a comprar hielos para la nevera.
La verdad que se tarda un buen rato hasta Tulum. Llegamos pronto, pero ya calentaba. Pese a las recomendaciones de llevar gorra o sombrero, yo no hice caso y casi me da un chungazo del calor que hacía y como pegaba el sol! Era el primer día desde que llegamos que no estaba nublado todo el rato, no veas como pega el sol en el Caribe!!

Manuel, nuestro guía, se encargó de comprar las entradas. Con una botella de agua bien fresca en la mochila, comenzamos nuestra visita guiada por las ruinas de Tulum
Según íbamos avanzando, Manuel nos iba explicando toda la historia de los mayas y lo que significaban estas ruinas. Normalmente, te dicen que no hace falta un guía para ver Cobá y Tulum, sinceramente, yo lo agradecí.

El sol pegaba de lo lindo, y cuando terminamos la visita, estuvimos como 40 minutos por ahí para sacar más fotos y darnos un bañito en la playa.


Un poquito más tarde de la hora convenida, llegamos a nuestro punto de encuentro, donde habíamos dejado la van.
Subimos y Manuel nos dio unas toallitas húmedas y con menta que tenia entre el hielo para refrescarnos. La verdad es que se agradece un montón!
Emprendimos rumbo hasta Playa Paraíso. Se tarda como 10 minutos solamente. Allí disfrutamos de algo más de media hora para darnos un buen baño en el mar.
El resto de compañeros tenían mejores playas que la nuestra, por eso quizás no les impresionó tanto Playa Paraíso. A mí me gusto mucho. Agradecí la visita.

Después de refrescarnos bien, montamos en la van y nos fuimos a comer al buffet. Está justo delante de la entrada a Cobá.
Nos subieron al segundo piso, y allí juntamos unas mesas donde entráramos todos. La comida pues lo típico, arroz, pasta, frijoles, fajitas, burritos y demás.
Para beber había que pagar la bebida. 35 pesos la cerveza, 30 pesos los refrescos.
Después de comer, bajamos del restaurante y cogimos otra botella de agua en la van.
Esta vez no llevamos la mochila, solamente la cámara de fotos, el agua y poco más.
Manuel de nuevo, se encargó de comprar las entradas.
Una vez dentro, comenzó nuestra visita guiada por los diferentes templos.
Llegamos al puesto donde se alquilan las bicis. Cogimos para todo el grupo, pese a las reticencias de alguno al principio. La verdad que es un paseo muy ameno, apenas 2km llanos y que no presentan dificultad ninguna.
Fuimos viendo diferentes templos y ruinas hasta que llegamos el juego de pelota. Se conserva realmente bien, aunque no tiene la magnitud del de Chichen Itzá, que está cerrado por restauración.
Finalmente llegamos a la pirámide de Cobá. Por videos o fotos, no parece tan grande, quizás tampoco cuando estas llegando, pero una vez que estas a sus pies, te das cuenta de lo grande que es…

Como es natural, subimos arriba. Los peldaños son muy desiguales y están en mal estado. Hay que subir con precaución.
En el medio hay una cuerda para ayudarse.
Alguno de nosotros no subió o se tuvo que dar la vuelta, pero la mayoría llegamos arriba.
Yo cuando estaba más de la mitad, levante la vista un momento y me impresionó ver la selva.
Si subís mirando los pies, a los peldaños, sin mirar a los lados y despacito, cuando os queréis dar cuenta estáis arriba.
Una vez allí la vista es impresionante! Las fotos no hacen justicia, de verdad.
Tras tomarnos unos minutos para descansar y hacer fotos, nos dispusimos a bajar. Hay gente que baja ayudándose de la cuerda, otros se sientan y van apoyando el culo… elegir el método que mejor veáis, pero hacerlo despacio porque se baja peor que se sube. Yo fui bajando con los pies de lado, escalón por escalón.
Una vez abajo, tomamos alguna foto mas, cogimos nuestras bicis y nos fuimos a continuar las visitas.

Estuvimos en un cementerio de piedras, no recuerdo cual era el nombre con el que las definen exactamente. Como podéis ver en la foto, son grandes piedras en las que escribían y representaban hechos los mayas. La escritura la representaban mediante glifos o también llamados jeroglíficos. Según nos explico Manuel, no hay una piedra de roseta para saber qué es exactamente lo que pone en la escritura maya. La gente habla maya, pero no puede leerlo. No saben.
Esta que veis abajo, es en la que viene lo del fin del mundo en el 2012. Que realmente no es así, no es el fin del mundo sino un gran cambio. Bueno, os aconsejo que si queréis informaros bien, leáis sobre este tema ya que hay muchiiiiisima información por internet y muy interesante.

Una vez que vimos esto, ya nos dirigimos a dejar las bicicletas y de nuevo a la van, hasta el poblado maya.
Es una aldea con cabañas, muchas cabañas. Cada una tiene su utilidad. Una para cocinar, otra para tejer, etc. Etc.


Tienen por allí el ganado del que se alimentan, jabalíes, un ciervo, incluso un tucán y un mono!
Luego los niños te venden artesanía o tumbonas.
Yo creo que esta visita es totalmente prescindible, no me gustó mucho, la verdad, hubiese preferido ir a un cenote…
Después de esta visita, ya regresamos a nuestros respectivos hoteles.
Llegamos sobre las 19 h y muy cansados, así que después de un ratillo en el lobby en internet, subimos a ducharnos. Nuevamente, quedamos esnucados hasta la hora de cenar.
La cena la verdad que muy bien. Había bastante variedad de cosas así que bien.
Después unos cócteles en la barra del bar mientras veíamos el espectáculo.
Cuando este terminó, nos juntamos con el amigo que habíamos hecho la noche anterior y su pareja y decidimos ir a visitar playa del Carmen y a tomar algo por algún garito.
Cogimos un taxi que nos cobró 70 pesos y nos dejó en el coco bongo, que está al lado de la 5ª avenida. Es fácil llegar aunque no te deje el taxi a la puerta.
Toda la calle que baja hasta el mar, está llena de pubs y discotecas. Nosotros queríamos un sitio para tomar un par de cervezas y que no hubiese que pagar una entrada o cover.
Allí lo que te ofrecen normalmente es barra libre de alcohol desde las 23:30 hasta las 03:30 por un precio de 300 a 500 pesos (18/30 euros)
Pasamos por Mandala, pero el cover era de 100 pesos así que nada, en esto que dimos con el Blue Parrot. Un pub muy original, con arena de playa en su interior y una pista de baile fuera muy buena. Así que tomamos allí un par de copas y luego nos fuimos.
Buscamos otro donde tomar algo mas, fuimos hasta el Pink Elephant, pero también nos querían cobrar. Nos bajaron el precio de la barra libre de 500 pesos a 300 porque le dijimos que ese es el precio que nos había dado un chico en la 5ª avenida. Aun así, no entramos.
Cogimos un taxi de vuelta al hotel y fuimos a tomar la última a la discoteca PACHA del Lupita.
Serían las 2:30 de la mañana cuando nos fuimos a la cama bastante cansados