Este día lo reservamos para ver el templo Doi Suthep y el Tiger Kingdom, donde puedes interactuar con los tigres. Como los 2 están a las afueras, contratamos a un taxi para todo el día por 1000 thb. Nos salió un poco caro, pero era el marido de la de nuestro hotel y nos cayó muy bien, así que no nos importó. Si no os queréis dejar tanto podéis alquilar una moto e ir por vuestra cuenta. Sé de gente que lo ha hecho y no les ha costado nada llegar a su destino, está bien indicado. Aunque hay que recordar que 1000 thb, aunque allí os parezca mucho porque todo es muy barato, en realidad son 23€ por un taxi todo el día, no está tan mal y seguro que si regateáis, conseguiréis un precio mejor.
El templo está ubicado en la cima del monte Doi Suthep, cuando llegas puedes elegir entre seguir subiendo por las escaleras o en funicular (50 thb). Nosotros subimos en funicular y bajamos por las escaleras, porque son unas 300 y hacía mucha calor.
Dice la leyenda que un rey colocó una reliquia de Buda en la espalda de un elefante blanco y lo dejó andar por la selva hasta que llegó a este lugar, dió varias vueltas sobre sí mismo y gritó antes de morir. Por eso decidieron que era el sitio adecuado para alzar el templo.
El templo es muy bonito, tiene un enorme chedi dorado, 4 parasoles y se ven unas vistas espectaculares. Nuestro taxista nos recomendó que fuéramos a que el monje nos bendijera. Tienes que andar de rodillas hacia él y cuando llega tu turno, te tira agua bendita por encima y te ata una pulsera de hilo en la muñeca (sólo si eres hombre, si eres mujer te la da para que te la ates tú porque tienen prohibido tocar a una mujer). Sólo tienes que darles la voluntad y se supone que te dará suerte.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Una vez que ya estábamos purificados, nos dirigimos al Tiger Kingdom. Es lo más caro de todo el viaje, pero fue una experiencia única. Visitarlo es gratis, pero si queréis entrar dentro de las jaulas y tocarlos, hay distintos precios según el tamaño de los tigres. Nosotros tuvimos suerte porque justo tenían cachorros recién nacidos, así que nos cogimos "New born + Smallest + Small + Big cats" por unos 50€ por persona. No vimos los "medium" porque los "small" ya era bastante grandecitos... A parte, tenéis la opción de cogeros el reportaje fotográfico por 300 thb, pero no es necesario puesto que puedes llevarte tu propia cámara y los trabajadores de allí te hacen un montón de fotos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
En cada recinto, antes de entrar tienes que descalzarte, ponerte unas zapatillas que te dan y lavarte las manos (bolsos y mochilas se dejan fuera). Normalmente estás 15 min en cada uno, excepto en los "new born" que puedes estar sólo 10. Te explican como debes acercarte a ellos y tocarlos, aunque de todas maneras tienes en todo momento un trabajador pendiente de ti y de cada tigre.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
La verdad es que fue una pasada, es increible tenerlos tan cerca y poder tocarlos. Además, me pareció que estaban bien cuidados, nos aseguraron que no les administraban ningún tipo de droga, si no que desde que nacen los acostumbran al contacto humano. A parte, duermen la mayor parte del día y los tienen bien alimentados. Van haciendo turnos para que no estén siempre los mismos de cara al público. Los que más me gustaron fueron los recién nacidos y los "smallest" (más juguetones), porque los "small" y los "big" dan un poco de impresión, ¡son enormes!
Después de esta increíble experiencia, volvimos a Chiang Mai con ganas de habernos escondido uno de los tigres en la maleta. Le dijimos a nuestro amigo el taxista que nos dejara en el mercado Talat Warorot para verlo y comprar frutas típicas de allí. El mercado es básicamente de comida y al lado hay uno de flores que tampoco tiene desperdicio.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Como están al lado del río Ping, aprovechamos para comer en el restaurante The riverside, an la otra orilla del río. Se come muy bien, pero mejor si vais por la noche porque hacen actuaciones en directo y habrá más ambiente.
Volvimos al hotel andando para pasar por el Chinatown de Chiang Mai, aunque no me gustó tanto como el de Bangkok. Y después de cenar, cogimos un tuc-tuc para el Night Bazar donde teníamos entradas para ver un combate de Muay Thai. Tengo que decir que, a pesar de que estaba hecho especialmente para los turistas, me gustó. Es parte de su cultura y los rituales que hacen cada vez que van a luchar son muy curiosos, aunque la musiquita que suena todo el rato se acaba haciendo un poco pesada. El último combate fue internacional, contra un canadiense.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Y hasta aquí Chiang Mai. Nos faltó por ver el Saturday/Sunday Night Market que me han dicho que es de los mejores que hay (con mucha artesanía), pero no pudimos por un problema de horarios con los vuelos. Antes de partir, no nos fuimos sin probar el masaje tailandés. Un poco más fuerte que el otro, pero no fue para tanto. Consiste en presiones por todo el cuerpo y estiramientos que te dejan como nuevo.
El templo está ubicado en la cima del monte Doi Suthep, cuando llegas puedes elegir entre seguir subiendo por las escaleras o en funicular (50 thb). Nosotros subimos en funicular y bajamos por las escaleras, porque son unas 300 y hacía mucha calor.
Dice la leyenda que un rey colocó una reliquia de Buda en la espalda de un elefante blanco y lo dejó andar por la selva hasta que llegó a este lugar, dió varias vueltas sobre sí mismo y gritó antes de morir. Por eso decidieron que era el sitio adecuado para alzar el templo.
El templo es muy bonito, tiene un enorme chedi dorado, 4 parasoles y se ven unas vistas espectaculares. Nuestro taxista nos recomendó que fuéramos a que el monje nos bendijera. Tienes que andar de rodillas hacia él y cuando llega tu turno, te tira agua bendita por encima y te ata una pulsera de hilo en la muñeca (sólo si eres hombre, si eres mujer te la da para que te la ates tú porque tienen prohibido tocar a una mujer). Sólo tienes que darles la voluntad y se supone que te dará suerte.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Una vez que ya estábamos purificados, nos dirigimos al Tiger Kingdom. Es lo más caro de todo el viaje, pero fue una experiencia única. Visitarlo es gratis, pero si queréis entrar dentro de las jaulas y tocarlos, hay distintos precios según el tamaño de los tigres. Nosotros tuvimos suerte porque justo tenían cachorros recién nacidos, así que nos cogimos "New born + Smallest + Small + Big cats" por unos 50€ por persona. No vimos los "medium" porque los "small" ya era bastante grandecitos... A parte, tenéis la opción de cogeros el reportaje fotográfico por 300 thb, pero no es necesario puesto que puedes llevarte tu propia cámara y los trabajadores de allí te hacen un montón de fotos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
En cada recinto, antes de entrar tienes que descalzarte, ponerte unas zapatillas que te dan y lavarte las manos (bolsos y mochilas se dejan fuera). Normalmente estás 15 min en cada uno, excepto en los "new born" que puedes estar sólo 10. Te explican como debes acercarte a ellos y tocarlos, aunque de todas maneras tienes en todo momento un trabajador pendiente de ti y de cada tigre.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
La verdad es que fue una pasada, es increible tenerlos tan cerca y poder tocarlos. Además, me pareció que estaban bien cuidados, nos aseguraron que no les administraban ningún tipo de droga, si no que desde que nacen los acostumbran al contacto humano. A parte, duermen la mayor parte del día y los tienen bien alimentados. Van haciendo turnos para que no estén siempre los mismos de cara al público. Los que más me gustaron fueron los recién nacidos y los "smallest" (más juguetones), porque los "small" y los "big" dan un poco de impresión, ¡son enormes!
Después de esta increíble experiencia, volvimos a Chiang Mai con ganas de habernos escondido uno de los tigres en la maleta. Le dijimos a nuestro amigo el taxista que nos dejara en el mercado Talat Warorot para verlo y comprar frutas típicas de allí. El mercado es básicamente de comida y al lado hay uno de flores que tampoco tiene desperdicio.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Como están al lado del río Ping, aprovechamos para comer en el restaurante The riverside, an la otra orilla del río. Se come muy bien, pero mejor si vais por la noche porque hacen actuaciones en directo y habrá más ambiente.
Volvimos al hotel andando para pasar por el Chinatown de Chiang Mai, aunque no me gustó tanto como el de Bangkok. Y después de cenar, cogimos un tuc-tuc para el Night Bazar donde teníamos entradas para ver un combate de Muay Thai. Tengo que decir que, a pesar de que estaba hecho especialmente para los turistas, me gustó. Es parte de su cultura y los rituales que hacen cada vez que van a luchar son muy curiosos, aunque la musiquita que suena todo el rato se acaba haciendo un poco pesada. El último combate fue internacional, contra un canadiense.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Y hasta aquí Chiang Mai. Nos faltó por ver el Saturday/Sunday Night Market que me han dicho que es de los mejores que hay (con mucha artesanía), pero no pudimos por un problema de horarios con los vuelos. Antes de partir, no nos fuimos sin probar el masaje tailandés. Un poco más fuerte que el otro, pero no fue para tanto. Consiste en presiones por todo el cuerpo y estiramientos que te dejan como nuevo.