Al día siguiente nos levantamos temprano y tras el desayuno nos dirigimos a la estación del metro para llegar a la estación de tren de Nord Cadorna. Allí compramos los billetes de tren en la máquina automática (4.05 €) y nos subimos al tren regional que en menos de una hora nos llevó al pueblo de Como. Los trenes pasan cada hora y se pueden consultar los horarios en la página de trenitalia.
La estación de Como está en la parte alta de la ciudad, se baja dando un paseo y viendo la zona que es realmente bonita. Ese día era domingo y coincidimos con una concentración de vespas que estaban recorriendo las calles de la ciudad. También había muchas familias que se veía iban a pasar el día de fiesta en los alrededores del lago. Siguiendo a la gente llegamos a la zona de los embarcaderos.
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En un principio habíamos barajado dos opciones para la excursión de ese día: subida al faro o paseo en barco.
Desde Como se puede llegar al faro Voltiano en Brunate. Se llega por funicular (5.10 € subida y bajada) más un autobús que te acerca (1.10 €) más un paseo a pie. He visto fotos de otros viajeros y las vistas son una maravilla, pero nos inclinamos por la otra opción por varios motivos: a mis amigas les parecía más interesante el barco, los datos de precios los conseguí de diferentes páginas y foros (por lo que los pongo de forma orientativa) y sobre todo porque creo que cierran un día pero no pude encontrar cual era, solo pensar que las hago subir hasta allí y está cerrado y me hubieran tirado por el acantilado.
Decididas a recorrer el lago nos dirigimos en primer lugar a la oficina de navegación del lago (www.navigazionelaghi.it/ .../index.asp). En la zona ofrecen diferentes rutas privadas con variedad de precios y duración, pero nuestra idea era llegar desde allí al pueblo de Varenna , que tiene estación de tren, y desde allí volver a Milán. Compramos los tickets para las 15h (9.30 y ya con ellos nos dedicamos a recorrer la ciudad de Como.
Es un pueblo pequeño, muy turístico y con encanto. La zona del lago tiene un paseo que lo rodea con parques y villas con pequeños embarcaderos.
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En el centro se puede visitar el duomo y pasear por sus calles. No puede faltar el helado italiano, que ya se estaba convirtiendo en un imprescindible cada día.
[img] By antoniag at 2011-09-15[/img]
Llegada la hora fuimos al embarcadero y subimos al barco que nos llevaría hasta Varenna. Son dos horas recorriendo el lago y si estáis por la zona es una verdadera pena no ir y ver el paisaje, las villas… Muchos famosos tienen casas en la zona, y también varios rodajes se han llevado a cabo en algunas de las villas.
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Desde Varenna volvimos a Milán. La estación de tren es muy pequeña (no tiene ni taquilla), los billetes hay que comprarlos en la oficina de turismo, en el bar (si, en el bar, eso ponía el cartel que nos encontramos en la estación) o directamente al revisor. Como no teníamos ganas de volver al bar se lo compramos al revisor (un poco enfadado por tener que cobrar a tanta gente sin billete, es lo que tiene trabajar en los trenes regionales, cutres). 5.75 € y en una hora llegamos a la estación central. En ese momento nos dimos cuenta del problema fundamental de los trenes regionales, al no tener asiento asignado es posible que te quedes en pie. En un rato se fueron despejando asientos y pudimos sentarnos, pero en días de gran afluencia (como los domingos) puede resultar un problema. No voy a poner el grito en el cielo por eso porque en algunos trenes españoles y según el trayecto también pasa, pero yo aviso para que nadie se asuste llegado el momento.
Como desde este origen habíamos llegado a la estación central no tuvimos que coger mas transportes. Compramos los billetes del día siguiente y fuimos al hotel a ducharnos y a buscar un sitio para cenar. Para nuestra sorpresa en Milán estaba nublado y amenazaba tormenta, así que no fuimos muy lejos y terminamos en un kebab que estaba a la vuelta de la esquina (baratito y muy bueno). Y menos mal que nos quedamos allí, porque la tormenta era de ponerse hecha una sopa.
Al día siguiente tocaba Verona.
La estación de Como está en la parte alta de la ciudad, se baja dando un paseo y viendo la zona que es realmente bonita. Ese día era domingo y coincidimos con una concentración de vespas que estaban recorriendo las calles de la ciudad. También había muchas familias que se veía iban a pasar el día de fiesta en los alrededores del lago. Siguiendo a la gente llegamos a la zona de los embarcaderos.
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En un principio habíamos barajado dos opciones para la excursión de ese día: subida al faro o paseo en barco.
Desde Como se puede llegar al faro Voltiano en Brunate. Se llega por funicular (5.10 € subida y bajada) más un autobús que te acerca (1.10 €) más un paseo a pie. He visto fotos de otros viajeros y las vistas son una maravilla, pero nos inclinamos por la otra opción por varios motivos: a mis amigas les parecía más interesante el barco, los datos de precios los conseguí de diferentes páginas y foros (por lo que los pongo de forma orientativa) y sobre todo porque creo que cierran un día pero no pude encontrar cual era, solo pensar que las hago subir hasta allí y está cerrado y me hubieran tirado por el acantilado.
Decididas a recorrer el lago nos dirigimos en primer lugar a la oficina de navegación del lago (www.navigazionelaghi.it/ .../index.asp). En la zona ofrecen diferentes rutas privadas con variedad de precios y duración, pero nuestra idea era llegar desde allí al pueblo de Varenna , que tiene estación de tren, y desde allí volver a Milán. Compramos los tickets para las 15h (9.30 y ya con ellos nos dedicamos a recorrer la ciudad de Como.
Es un pueblo pequeño, muy turístico y con encanto. La zona del lago tiene un paseo que lo rodea con parques y villas con pequeños embarcaderos.
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En el centro se puede visitar el duomo y pasear por sus calles. No puede faltar el helado italiano, que ya se estaba convirtiendo en un imprescindible cada día.
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Llegada la hora fuimos al embarcadero y subimos al barco que nos llevaría hasta Varenna. Son dos horas recorriendo el lago y si estáis por la zona es una verdadera pena no ir y ver el paisaje, las villas… Muchos famosos tienen casas en la zona, y también varios rodajes se han llevado a cabo en algunas de las villas.
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Desde Varenna volvimos a Milán. La estación de tren es muy pequeña (no tiene ni taquilla), los billetes hay que comprarlos en la oficina de turismo, en el bar (si, en el bar, eso ponía el cartel que nos encontramos en la estación) o directamente al revisor. Como no teníamos ganas de volver al bar se lo compramos al revisor (un poco enfadado por tener que cobrar a tanta gente sin billete, es lo que tiene trabajar en los trenes regionales, cutres). 5.75 € y en una hora llegamos a la estación central. En ese momento nos dimos cuenta del problema fundamental de los trenes regionales, al no tener asiento asignado es posible que te quedes en pie. En un rato se fueron despejando asientos y pudimos sentarnos, pero en días de gran afluencia (como los domingos) puede resultar un problema. No voy a poner el grito en el cielo por eso porque en algunos trenes españoles y según el trayecto también pasa, pero yo aviso para que nadie se asuste llegado el momento.
Como desde este origen habíamos llegado a la estación central no tuvimos que coger mas transportes. Compramos los billetes del día siguiente y fuimos al hotel a ducharnos y a buscar un sitio para cenar. Para nuestra sorpresa en Milán estaba nublado y amenazaba tormenta, así que no fuimos muy lejos y terminamos en un kebab que estaba a la vuelta de la esquina (baratito y muy bueno). Y menos mal que nos quedamos allí, porque la tormenta era de ponerse hecha una sopa.
Al día siguiente tocaba Verona.