Este día amanecía bajo lo sucedido el día anterior con los billetes para Salisbury. Habíamos quedado con el muchacho de recepción que nos estaba ayudando a intentar solucionar el problema a eso de las 12:00 que era cuando él iba a poder dedicar un poco de tiempo al tema. Así que a primerísima hora cogimos el metro y nos fuimos hacia la Torre de Londres. Tempranito para evitar colas. Y efectivamente a las 9:00 no había apenas gente. Para los 2x1 no nos pidieron ningún justificante cuando le dimos lo que habíamos imprimido
El recinto merece la pena a pesar de lo que dicen algunos. Por su historia y también por el contenido que nos ha llegado. Eso sí nosotros pensamos que lo de las joyas de la corona es perfectamente prescindible. Tanto como los tesoros de muchas catedrales españolas. A destacar especialmente la torre Blanca (White Tower) con la Capilla de S. John, la Torre Beauchamp, donde encontramos los graffitis que los reos hicieron en los muros de sus respectivas cárceles, el Lower Wakefield Tower donde podemos contemplar instrumentos de tortura y más que nada por su significación histórica el Scaffold Site, el un centro de ejecución que actualmente está ocupado por una especie de mesa de cristal. El lugar, según nos contaron los de Londres en Español, contempló solo 7 ejecuciones, entre ellas las de Ana Bolena y Tomás Moro.
Por cierto que en la Torre de Londres también se pueden ver cachivaches como este:

Desde la Torre de Londres se tienen unas buenas vistas del Tower Bridge, que luego veríamos mucho mejor desde el Támesis cuando fuimos a Greenwich.
La idea primitiva era ir andando y viendo cosas hasta St. Paul’s. Pero teniendo en cuenta que debíamos ir al hotel a intentar resolver lo de los billetes de Salisbury, fuimos directamente en metro desde Tower Hill. St. Paul’s es uno de los sitios a los que hay que ir pero vamos, fuera de la cúpula, teniendo en cuenta que no teníamos ninguna intención de subir los más de 500 steps y después de estar en San Pedro y en muchísimas de nuestras catedrales, pues no sé yo. Tardamos más bien poco en salir. Luego sopesamos si de verdad merecía la pena la cantidad de libras pagadas, ya que encima ahora no hay 2x1 y solo pudimos rebajar con el vale del 20%. Mi opinión es que si no se va a subir a la cúpula tal vez con ver la catedral desde fuera baste. Más que nada por el precio, que si fuera gratis, tampoco pasaría nada por entrar al interior.
Eso sí al salir de la catedral lo que menos nos esperábamos ver es un grupo de mariachis, junto a St. Paul's, ejerciendo de tales. Londres a veces es insólita:

Una vez fuera de la catedral cogimos el metro para ir al hotel. Allí el muchacho de recepción continuó portándose de manera increíble. Se le veía pelearse con los de la compañía ferroviaria como si el billete fuera suyo. Finalmente desalentado me dijo que insistían que el billete había sido retirado de Paddington el día 6. ¿Paddington día 6? Pero si en el papel que tenía ponía que debía recogerlo en Waterloo. En cuestión de segundos se me iluminó la mente. Y recordé el fajo de billetes que había recibido precisamente en Paddington el día de mi llegada, exactamente el día 6, cuando retiré los de Oxford. Mi manó se dirigió hacia mi cartera, donde guardaba aquellos billetes. Fui mirándolos uno a uno y los cuatro últimos eran los de Salisbury. Simplemente delante de Fabián, el de recepción, no sabía donde meterme. Pero si yo había puesto al sacarlos que los recogería en Waterloo, igual que había puesto en los de Oxford que los retiraría en Paddington. Pero al parecer si tienes reservados varios viajes, cuando retiras los del primero te salen todos. Lo que significa que los localizadores no sirven para nada. El caso que acababa de recuperar más de 60 libras. Y no tenía más que agradecimiento para el de recepción. Valga la anécdota para general aviso. Ojo si habéis sacado billetes para más de un viaje. Lo más probable es que al retirar los primeros os salgan todos. Aunque eso no debe rezar para el aeropuerto, ya que cuando retiré los del Southern, solo salieron los del Southern. Enfin, la anécdota del viaje que en este caso tuvo un final feliz.
A todas estas era la hora de comer y en el hotel nos dieron un papel con unos cuantos sitios de los alrededores recomendados. Nos fuimos al pub llamado Victoria, que a pesar del nombre está en Paddington, en la esquina de Sussex Place y Stratheam Pl. Y comimos francamente bien y barato. Recomendado a los que tengáis el hotel por la zona.
A las 19:00 teníamos otro de los tour de Londres en Español, el de Covent Garden. Como sabíamos que en el mercado no nos íbamos a detener, lo que hicimos fue irnos para allá. La plaza donde están los mercados de Covent Garden es un auténtico espectáculo. Sitio de los imprescindibles para conocer todos los ambientes londinenses. Desde ver a los que daban espectáculos callejeros, cantantes increíbles, y los mercados estupendos, incluido el alimenticio donde pudimos merendar por dos perras. Por lo visto el de comidas no lo ponen todos los días. Los jueves sí, como pude comprobarlo.
Con los productos alimenticios en las manos nos llegamos al sitio de encuentro con los de Londres en Español. E iniciamos otro estupendo tour que nos hizo conocer la zona de Covent Garden, que es algo más que la plaza donde están los mercados, como yo consideraba imposible preparándolo a distancia. No les voy a chafar su recorrido así que el que quiera que lo haga. Merecer, merece la pena.
Al final del tour vimos un Bella Italia y como nos había gustado la noche que estuvimos comiendo en otro local de la cadena pues entramos. Un buen italiano, si señor. Recomendada la cadena.
Y así, con la llegada al hotel terminábamos el día. Contentos con la resolución positiva de los billetes del sábado para Salisbury. Y con que llevábamos dos días sin una gota de agua.