Este día se abría con otro de los Tour de Londres en Español, en el que íbamos a recorrer lo más conocido de la City of London. Y allí que nos fuimos, donde tenía escrito el lugar de encuentro, a las 10:30, junto a la Torre de Londres. A las 10:30 nos mosqueó no ver a nadie ni de la empresa ni asistentes. Miré el papelito que nos habían dado en una de los tour y claro, yo tenía mal el lugar de encuentro. Era el primer y único patinazo del viaje. Pues nada, decidimos hacer un recorrido nosotros mismos, sabiendo que nos íbamos a perder muchas informaciones.
Empezamos por la Iglesia All Hallows by the Tower, al ladito de la torre de Londres. Nada de particular. Nos fuimos hacia el Monument y pasamos de largo porque tampoco era algo que mereciese demasiado la pena. Afortunadamente llegamos a un lugar que sí nos gustó: el Mercadillo de Leadenhall, un mercado de lujo, cubierto, reformado, de estilo victoriano y con diversas delicatessen alimenticias. Nos gustaron sus elegantes fachadas de los puestos y el techo de vidrio:

De allí nos acercamos a los dos edificios más famosos de la zona, uno enfrente del otro, el de la Lloyd y el Gerkin o Pepinillo, este último suficientemente conocido. El de la Lloyd, que pasa más calladamente desde el punto de vista del turístimo, es de Richard Rogers, el mismo que hizo el Pompidou, (y bien que se nota) o la Terminal 4 de Barajas. Os pongo una imagen del edificio:

Volvimos un poco sobre nuestros pasos para llegar hasta el Banco de Inglaterra, la Mansion House y todo eso. También me quedo con el edifico del Banco de España en Madrid.
El Tour con Londres en Español tenía una duración de cerca de 3 horas y nosotros en 1 hora habíamos cubierto el expediente. Así que decidimos irnos a uno de los sitios que no estaban en el programa a pesar de que todo el mundo lo añade en su itinerario, a Candem. Nos pareció una especie de zoco árabe, a lo occidental y a lo bestia. Imposible no comprar algo aunque no seas partidario del tema. Eso que se ganaron los chicos y sus parejas incluido el inmediato nieto. Y es que comprar camisetas por £5 pues no te importa demasiado. Pero dado nuestro escaso interés por las compras no estuvimos mucho tiempo. A la hora de comer nos fuimos a uno de los restaurantes indios de la cadena Masala Zone, ya que teníamos uno de esos vales de descuento. Demasiadas especias. Pero bueno, otro tipo de cocina que probábamos.
Después de comer teníamos proyectado acercarnos al templo indio que hay en donde pronto descubriríamos que es la zona 3 del metro (Shri Swaminarayan Mandir). Y allí que dirigimos nuestros pasos. Para entrar en el metro ningún problema, travelcard en la ranura, apertura de la puerta y adelante. Pero cuando llegamos comprobamos que a ninguno de los dos nos abría la puerta la travelcard. La razón nos la dio el de la taquilla: hay que pagar suplemento por salirse de zona. Una vez más llamo la atención para que no les pase esto a otras personas. En fin, una vez resuelto el incidente caminamos unos minutos hacia el lugar donde estaba el templo. Ya me lo había aprendido en los mapas de google por lo que no tuvimos dificultad para llegar. Al que vaya despistado no le será fácil encontrarlo. La verdad es que así de pronto el edificio llama la atención:

En su construcción se emplearon 2.820 toneladas de granito búlgaro y 2.000 toneladas de mármol de Carrara, las cuales fueron enviadas a diferentes lugares de la India, donde 1.500 artesanos tallaron los materiales creando 26.300 piezas que fueron enviadas a Londres, donde unos 1.000 voluntarios participaron en su montaje. Por lo que parece, en todo el proceso desde la elección del lugar, cimentación (sin ningún tipo de metal) y construcción se siguieron las técnicas ancestrales y tradicionales para la edificación de un templo de estas características. Está considerado el mayor templo hindú fuera de India. Eso sí fue construido entre 1990 y1995, lo que se evidencia en lo moderno del edificio.
Para acceder al templo tuvimos que dejar las bolsas y cámaras de fotos y video en una consigna situada al otro lado de la calle. Una vez dentro nos obligaron a descalzarnos. Ojo que no permiten pantalones cortos ni faldas por encima de la rodilla.
La entrada al templo es gratuita, pero te cobran no recuerdo si fueron 2-3 libras al pasar a una zona donde hay una exposición llamada “comprender el hinduismo”. El interior es espectacular con columnas, paredes y techo esculpido con imágenes y representaciones hinduistas. Se pueden ver varias capillas sagradas, cinco altares dedicados a varias deidades y varias imágenes de líderes religiosos de la corriente Swaminarayan que es a quien pertenece el templo. Coincidimos en la visita con indios rezando y orando pero nos pudimos mover libremente por su interior. Curioso lugar. Recomendable.
En el exterior enfrente del mismo cruzando la calle, (donde se dejan los bolsos), hay un supermercado hindú con un restaurante Indio vegetariano.
Terminada la visita volvimos al metro para ir al hotel. Como ya estábamos avisados usamos la Oyster en vez de la travelcard.
Como era pronto para recogerse nos dimos un paseo por Kensington Gardens. Pasamos por delante del palacio y nos sentamos un rato en el Round Pond a ver los patos y los cisnes. Un remanso de paz y uno de los atardeceres más hermoso vividos últimamente:

Salimos hacia South Kesington y nos llegamos a contemplar la espléndida fachada del Museo de historia natural. Ya era de noche, así que nos fuimos al metro para volver hacia nuestra zona de Paddington. Al llegar era hora de tomar algo, así que nos volvimos a ir al griego de la otra noche porque nos había gustado. Cena helénica a la cama.