Nos despertamos prontísimo, a las 3:30 a.m. ya estabamos echando un vistazo al reloj... esto del cambio de horario es una pasada. Aguanté en la cama un par de horas mas, pero el yet lag volvió a hacer acto de presencia.
Bajamos a ver si el buffet estaba abierto y, despues de tomar un desayuno espectacular y, como hasta las 9 no teniamos la reunión de las excursiones con Iberojet, optamos por ir a conocer la playa del hotel.
La playa está repleta de hamacas con sombrillas, que llevan incorporadas una pequeña mesita. Todo está realizado con el mayor gusto. El agua del mar era... increible, con diferentes tonalidades de azules, creados por las diferentes corrientes de agua. La arena era blanca y muy fina. Aprovechamos que no había nadie para hacer unas cuantas fotografías y despues fuimos a dar un paseo por el hotel.
¡Todo era una maravilla!. Cada módulo de habitaciones es de diferente color. Había pequeños puentes que atravesaban las piscinas. Una piramide maya presidía la piscina de olas, rodeada por un río que podías recorrer montado en donuts. Todo el hotel estaba lleno de increibles palapas, decorado con un gusto espectacular.

Nos apeteció tomarnos otro café en el bar de recepción, que contaba con un acuario enorme en el centro repleto de peces tropicales.
¿¡No me podia creer que estuvieramos por fín en Mexico!?. Meses atrás, como ya he dicho, habia estado informandome de las experiencias de los recien llegados en el foro, pero nada era como lo habia imaginado en un principio. Superaba de lejos mis expectativas.
Cuando terminamos el café nos pusimos en marcha para llegar a la reunión de Iberojet, donde nos encontramos con el resto de parejas que habiamos conocido.
Escuchamos la charla pacientemente, ya que no teniamos intención de contratar ninguna excursión con la mayorista, pero apuntamos informacion interesante en caso de tener algun percance, y confirmamos el vuelo y día de la vuelta.
Comentamos con el resto de parejas que nosotros ibamos a ir a contratar las excursiones a Playa del Carmen, que gracias al foro, sabiamos que eran mas baratas. Al final, se unieron a nosotros en la expedición. Cogimos dos taxis que fueron llamados por los empleados del hotel, y en media hora, y por 200 pesos, estabamos en Playa del Carmen. Al salir del hotel, hay dos empleados que toman nota del numero de habitación de los pasajeros del taxi y de las licencias de los taxistas, supongo que por si pasara algo.
A medida que ibamos avanzando los ocho, los innumerables vendedores de excursiones empiezan a acosarte para que las compres con ellos. Yo tenía buenas referencias de un par de ellas y no queria decidirme hasta que las visitara. Aprovechamos un momento en que parte del grupo paró a informarse de excursiones, para entrar en un locutorio y llamar a nuestras familias.
Continuamos andando un buen trecho hasta llegar a la agencia Oddisey, una de las agencias donde quería informarme. Contratamos todas las excursiones con ellos, porque nos hicieron una muy buena oferta y además nos dejaban una van solamente para los ocho. Todo nos salió mucho mas barato de lo que llevabamos presupuestado ( tres excursiones de día entero por 154 €/persona). Necesitabamos cambiar euros a pesos, y la comercial de la agencia nos llevó a una casa de cambio que tenia un buen cambio (por entonces, 14.8 pesos/1 euro).

Despues de concretar todos los detalles con la agencia, y pagar las excursiones, fuimos andando hasta una parada de vans, que, por 20 pesos por persona, nos dejaron en la puerta del hotel. Era ya bastante tarde y hacía un calor insoportable, por lo que nos metimos en el restaurante-buffet a comer algo. Cogimos una mesa para 8 y disfrutamos de la comida mientras nos ibamos conociendo un poco mas.
Decidimos pasar la tarde relajandonos en el hotel, por lo que nos tiramos en la piscina a tomar el sol y a tomarnos unas copas en el chiringuito del centro de la pisicina, que dispone de taburetes bajo el agua, donde estas en la gloria.
Antes de que nos dieramos cuenta, comenzó a llover de una forma increible... ¡¡¡pero si hacia 5 minutos lucía un sol abrasador...!!! , pero aún así nos fuimos a dar una vuelta con los donuts. Acabamos en el jacuzzi de la piscina charlando con el resto de parejas.
Cuando los mosquitos empezaron a acribillarnos, decidimos subir al cuarto a descansar. Nos arreglamos, nos untamos de antimosquitos y bajamos a cenar al restaurante mexicano, despues de haber hecho la reserva previamente. Cuando terminamos, me comencé a encontrar algo mal, y eso que estaba tomandome todos los días una pastilla de Omeprazol, aunque no me extrañó despues de llevar todo el día comiendo y bebiendo. Se me fue pasando poco a poco y terminamos tomando otra copa en el bar del acuario.
A las 12 caimos rendidos en la cama.