15 de Agosto
¡¡¡Las 6.00!!!!Toca diana...si mi jefe me viera...pero estamos aquí y hay que aprovechar al máximo las horas en el parque. Desayuno en la terracita de la tienda y marcha!!
Hoy nos dirigíamos a Olifants sin ruta previa marcada, guiándonos por el instinto. Durante el tramo de la H7, 0 patatero: las jirafas, cebras y ñus del día anterior...venga, vamos a probar por las carreteras de tierra que son las "mejores" para auténticos avistamientos...
Bueno un kudu macho...precioso, manadas de impalas, babuinos, hornbills,...
[align=center]Por la S39
Pero..¿donde están los Big-5 aquí? La desilusión iba haciendo mella...había que tener paciencia. Una palabra que repetiríamos mucho en todo el safari. Paciencia.
Mira, primer Big 5!!!Un elefante. Menudo animal, impresiona en las distancias cortas y frente a él sabes que tienes las de perder ...la interminable S39 no nos dió mucha cosa.
Desvío por la S127 hasta enganchar con la H1-4 y camino a Satara para comer algo. El (primer) madrugón ya pesaba....
Teníamos muy buenas referencias de el trayecto entre Satara y Olifants por la H1-4 y la verdad que no nos defraudó. La carretera va por algunos tramos como “elevada” y la visión a ambos lados era muy buena, poca vegetación y enseguida dio sus primeros frutos.
Un rino...flipábamos como niños exprimiendo a tope nuestros zooms, que eran de risa comparados con algunas bestias que vimos. Nos cruzamos a varios pumbas o facoceros “suicidas” que atravesaban la carretera sin ningún miedo y pasamos por el famoso baobab.
Llegamos a Satara, un campo no tan chulo como Skukuza o Lower Sabie pero que está en el centro de todo y en el que no pudimos conseguir reserva. Vistazo al panel de avistamientos que indicaba presencia de leones en lo que sería nuestro camino hacia el norte a Olifants después de la comida.
Visitamos la tienda para comprar algo de provisiones. Los precios no están mal para estar dentro del parque y la variedad de productos es bastante buena. Se puede encontrar casi de todo para comer y para prepararte alguna que otra cenita buena en los bungalows o cocinas comunes de los campos. Deciros que las instalaciones tanto privadas como públicas están muy muy bien. Impecables en cuanto a limpieza y con todo lo que necesitas para cocinar. Varios paquetes de sandwich, queso, fruta en almíbar y poco más para continuar por la tarde.
Comimos en la cafetería del campo unas pizzas y un fish&chips que no estaba nada mal. Los precios son justos para el sitio donde estás y, salvo en Skukuza, en todos los campamentos donde estuvimos siempre hay la misma comida, ya que los locales pertenecen a una especie de cadena que ofrece los mismos menús en todos los sitios. Se hace un poco monótona pero no está mal. Además, siempre queda la alternativa de comprarse uno su propia comida en las tiendas de los campos.
Con el estomágo rellenito, seguimos rumbo norte hacia Olifants, pues esa tarde teníamos reservado un Sunset Drive que salía a las 16.30, por lo que no nos podíamos encantar mucho. Pero eso es difícil en el Kruger. Facoceros, secretarios, calaos, rinocerontes y elefantes nos hacían entretenernos más de la cuenta....
Pero teníamos sed de felinos y poco antes de llegar al puente sobre el río Olifants, vimos un montonazo de coches aparcados. No dudéis en preguntar a la gente qué es lo que ve.
!!Una familía de leones y leonas nos esperaba !!!, ya que había un par de rinocerontes muertos y los felinos se habían hecho los amos del pastel. Ellos y una colonia de cuervos y buitres para intentar pescar algo de lo que sobraba, Fue difícil encontrar una buena foto ya que estábamos bastante lejos y nuestra cámara no daba para más. Según nos comentaron, podíamos estar tranquilos ya que mientras tuvieran comida, la familia no se menearía durante varios días.
Como era difícil conseguir un sitio mejor y nos apremiaba el tiempo, decidimos seguir hacia adelante ya que mañana volveríamos a pasar por ahí de camino a Lower Sabie e intentaríamos tener algo más de suerte.
Paramos también en el puente sobre el río Olifants (de los pocos sitios donde se puede bajar del coche, eso sí, bajo tu propio riesgo). Y es un sitio precioso: familias de elefantes por todos los lados comiendo y bebiendo, hipopótamos haciendo el vago,....
Seguimos hacia Olifants algo ilegales con la velocidad. Pero todavía nos detendríamos una vez más al descubrir a un leopardo al lado izquierdo de la carretera. Qué animal más bonito!!!Estábamos exultantes con nuestra suerte esa tarde. Fue un encuentro fugaz ya que el felino se perdió a lo lejos entre la maleza, pero nos dió un subidón que llegamos a Olifants con ganas de contarle a todo el mundo lo que habíamos visto y, cómo no, en poner nuestro puntito negro en el panel de avistamientos del parque ante la mirada (de envidia,jejej) de la gente. Al principio no se lo creían, hasta tal punto que tuvimos que mostrar nuestras fotos!!!
Hicimos el check-in rápidamente y nos “instalamos” en nuestros bungalows. Cogimos algo de comida y listos para el drive de la tarde que teníamos reservado. Con algo de retraso, salimos del campo conducidos por nuestro guía y con todas las capas de ropa que pudimos coger pues hacía un frío que pelaba.
El recorrido fue similar al de la parte final del día, por lo que volvimos a pasar por el río Olifants hacia el punto donde estaba la familia de leones. Y ahí estaban, descansando, como siempre. Aunque había poca luz, las fotos salieron decentes.Jirafas, manadas de elefantes en retiradas e hipopótamos nos entretenían mientras el tiempo se nos pasaba volando.
Con noche ya cerrada, el guía se metió por algunos caminos “prohibidos” para los coches particulares que conducían a las charcas donde leonas, elefantes y hienas “competían” por el agua. Digo competían porque los elefantes son los amos y el resto de animales se acercaban miedosos a saciar su sed.
Llegamos al campamentos muy satisfechos por cómo había ido el día. Descansamos un poco en los bungalows y nos fuimos a cenar a la cafeteria del campo. La carta era la misma que en Satara así que probamos un mix de carne asada, alguna ensalada y unos sandwich acompañados de buena cerveza (Windhoeck). Empezábamos a caer en el veneno que te inyecta este lugar y que te atrapa sin que te des cuenta.
Mañana nos esperaba un gran dia...vaya que sí!!
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