9 de Agosto
Último día en Cape Town y nos lo tomamos con algo de calma después del calentón emocional del día de ayer. Como siempre, paradita en el Spar para comprar algo de picnic, un vinito, chocolate,… ya que ese día queríamos visitar parte del City Bowl y comer y pasar la tarde tranquilitos en los Jardines Botánicos de Kirstenbosch. Los Spar son algo más caros que los Pick ‘n Pay pero tienen algo más de “calidad”, …Sería como el Supercor y Mercadona aquí en España.
Coincidía que hoy era festivo en Sudáfrica: se celebraba el Día Nacional de la mujer, un gesto más de las ganas de este país de cambiar las cosas. Aparcamos cerca de la estación de trenes y nos dirigimos hacia Greenmarket Sq, donde estaban poniendo el mercadillo que hacen de lunes a sábado a partir de las 9.00. Aquí, si os gustan las compras, váis a perder la cabeza: anillos, pulseras, figuras, camisetas,…y si encima se os da bien el regateo, sacaréis buenos precios. Tras las compras de rigor (tuvimos que decir basta), incluso nos acercamos a una tienda de artesanía que hay en el lateral sur de la plaza regentada por un español que llevaba 7 años en CPT. Tenía unas figuras y máscaras muy buenas y nada caras.
Con algo menos de dinero, jeje, nos encaminamos hacia el Castillo de Buena Esperanza. Pagamos la entrada y (justo eran las 11) nos sorprende un petardazo de un cañón desde el patio!! La visita es guiada. No está del todo mal pero tampoco es que tenga mucho interés…te dan un paseo por el Castillo, te enseñan las salas de tortura (me río yo de esas comparadas con las de nuestra Inquisición, ) y nos esperamos hasta las 12 para ver el cambio de guardia. y la ceremonia de entrega de las llaves del castillo Bastante cutre, la verdad. Se puede pasear por el camino de ronda encima de las murallas, pero pasamos ya que hacía bastante calorcito y, como os he dicho, ese día estábamos de relax. Visita no 100% obligatoria si váis pillados de tiempo.
[align=center]Interior del Castillo con vistas hacia Table Mountain
Volvimos al coche pasando por la plaza del City Hall donde montan otro mercado pero este más auténtico: peluquerías de calle con equipos de música a todo volumen, puestecillos de ropa de segunda (o tercera) mano,…aprovechamos aquí para comprar los adaptadores para los enchufes, previo regateo, claro.
Edificio del Ayuntamiento
Caminito de Kirstenbosch, a las faldas de Table Mountain…mi pareja es algo desconfiada con esto de los jardines botánicos, no le van mucho. A mi tampoco es que me chiflen pero éstos me ENCANTARON. Según las referencias, es uno de los mejores del mundo. Menudo ambiente más bueno en las praderas con un montón de familias y grupos de jóvenes haciendo pic-nic, jugando con el frisbee, y descansando bajo la sombra de árboles maravillosos.
Disfrutando en Kirstenbosch
Fue un momento de mucha calidad, , nos tendimos en una de las verdes praderas pobladas de nuestras amigas las “helmeted”, con algo de solecito que no molestaba nada, vinito, queso brie, embutido, buen pan,…pedazo de comida y luego algo de siestecilla que nos sentó de maravilla.
Nuestras amigas también por aquí
Después de algo de relax, con ayuda del planito que compramos en la taquilla por unos pocos rands, dimos una buena vuelta a los jardines. Están muy bien señalizados y las vistas en la parte alta son geniales. Son completísimos. Aparte de la flora típica de El Cabo (proteas, fynbos,…) tienen multitud de flores y plantas de casi todo el mundo. Si tenéis tiempo y os gusta algo la naturaleza, no os perdáis un paseíto por estos preciosos jardines
Ejemplo de la flora de los Jardines
Haciéndose casi de noche volvimos hacia el B&B. Última noche en Ciudad del Cabo. Último Tea Party. previo paso por el Deli Giovanni’s donde compramos algo para cenar en las habitaciones. Como os he comentado, son grandes y nos podíamos juntar 5 en una para cenar y charlar un rato antes de dormir.
Magnífica ciudad. Pasado oscuro y futuro más que prometedor. Hasta siempre Cape Town!!!
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