17 de Agosto
¡¡¡El despertador sonó a las 4.50!!!!Desayuno rápido y a las 5.30 estábamos ya en recepción para subirnos al morning drive. La verdad que fue bastante decepcionante en cuanto a avistamientos (rinos, búfalos, hipos, pero nada de felinos), aunque las explicaciones del guía lo hicieron bastante ameno.
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Volvimos a Lower Sabie y disfrutamos de un cafecito en la espléndida terraza de este campamento con vistas al río Sabie. ¡¡¡¡Cocodrilos, hipopótamos, búfalos y un montón de pajarillos eran nuestros vecinos!!!



Vistazo al panel de avistamiento en busca de los puntos de referencia de leones, leopardos o guepardos (éste era muy deseado), así que planificamos bajar hasta Cocodrile Bridge por la S28, hacer una pequeña parada, subir a Lower Sabie otra vez pero por la asfaltada H4-2.
Había leído en los foros de www.sanparks.org que la S28 era una buena carretera para felinos pero de momento no había suerte, hasta que vimos a un jeep parado mirando a lo lejos con sus prismáticos. Intentamos intuir lo que veía pero nada. Seguimos hacia delante hasta que vimos al chofer del jeep haciendo señas de hacia adelante. Y ahí estaba cruzando la carretera...el deseado guepardo. Otro momentazo, miles de fotos en miles de posiciones de un precioso animal.




Estábamos exultantes. Guauuu!!!!El camino de llegada hasta Croc Bridge fue un contínuo discurso sobre el guepardo que habíamos visto. Además, el secarral de la zona no dio para mucho excepto algun steenbuck o varios facoceros royendo la seca hierba de la sabana del Kruger. Parada pis-técnica en este apañado campo, vistazo al panel de avistamientos y camino a Lower Sabie por la H4-2.
Nos apetecía algún felino más pero el resto de la mañana estuvo acompañada por familias de graciosos babuinos y elefantes, y jirafas que estiraban su cuello al máximo para comer alguna hoja fresca.


Al llegar a Lower Sabie nos dirigimos al merendero para visitantes de día donde tomamos nuestro típico picnic y donde coincidimos con una excursión de un simpático colegio.
Tras la comida, recorrimos los poco más de 60 km que separan Lower Sabie hacia Skukuza lentísimos en busca de nuestros amigos los leones. Kudus, jirafas, elefantes, hipopótamos, búfalos y, cómo no, impalas, fueron nuestros compañeros esa tarde. Encontramos dos puntos donde la aglomeración de coches se traducía en leones cerca pero sólo en una de ellas pudimos verlo a lo lejos en medio de la maleza. Incluso tomamos algún desvío por carreteras de arena pero nada, sólo la envidia que nos dió un viejete al enseñarnos la foto hecha un minuto antes con un león pasando delante de su coche.



Nos quedaban menos de veinte minutos para llegar al check-in así que apretamos el paso un poco, lo que nos valió el enfado de una guía porque espantamos a un grupo de babuinos que cruzaban la carretera. ¡¡Es que no llegábamos!!!
Cola para el check-in (pidiendo el permiso de salida para el siguiente día) pero sin problemas nos alojamos en nuestros bungalows en la que sería la última noche en el Kruger. Fuimos a despedir este viaje al restaurante Jackalberry (recomendable) donde tomamos carne típica africana acompañado de un justito vino del país.
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