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[size=14]Bangkok.
Lo que más nos llamó la atención de esta gran ciudad fue la cantidad de mercados que hay en ella. Imprescindible coger un tuc tuc. Fue lo primero que hicimos. Le pedimos al conductor que nos llevara al centro y aunque en el trayecto nos paró en una tienda donde confeccionaban trajes a medida y que no nos interesaba nada, esta primera toma de contacto con la ciudad desde este pequeño medio de transporte no se nos borrará nunca de la memoria.
A continuación os contamos algunos puntos que no pueden dejar de visitarse en Bangkok.
Wat Arun. La mañana del segundo día subimos en una canoa y navegamos por el Mae Nam Chao Phraya. En el embarcadero Tha Oriental (a dos minutos del Hotel Oriental) se puede coger una barca-taxi o alquilar una privada. Una parada obligada: el Wat Arun (abierto de 8.30 a 17.30h.), un templo altísimo, de 82m. de alto, y uno de los puntos más antiguos del río.
Wat Phra Kaen y el Gran Palacio. El Gran Palacio abre de 8.30 a 15.30h. Hay que ir con hombros y piernas cubiertas, si no se lleva ropa adecuada a la entrada alquilan prendas. El What Phra Kaen es la capilla real del Gran Palacio. En el se puede ver la valiosa estatua del Buda Esmeralda.
Wat Pho. Abierto todos los días de 8.00 a 18.00h. Es el templo más grande y antiguo de la ciudad. En su interior alberga un buda recostado cubierto de oro de 46 m. de largo y 15 de alto.
Monte Dorado (Phu Khao Thong. Abierto de 7.30 a 17.30h.) Está a 78m. de altura. Unas escaleras que ascienden por la base de la colina en la que se encuentra conducen hasta él.
El corazón moderno de la ciudad. Aquí se encuentra el centro comercial Siam Paragon, el Central World Plaza, el desbaratado mercado de Pratunam y la torre Baiyoke, (donde se puede cenar y contemplar unas vistas panorámicas de la ciudad desde el piso 77).
No hay que perderse el barrio chino de Bangkok. Impresionante.
Por la noche hay que recorrer la calle Patpong y su popular mercado nocturno. Animadísimo. Hay que regatear por todo. Se venden vaqueros, camisetas, relojes, maletas… En esa calle hay muchos locales donde se ofrece al extranjero la opción de ver un "ping pong show". Nosotros entramos a uno de estos locales y no aguantamos más de 10 minutos. Lamentable. Por esta zona hay alguna calle donde solo pueden entrar hombres, eso sí, el paso a las chicas lo deniegan, como no, con una sonrisa.
Los tailandeses comen en la calle. Hay miles de puestos callejeros, pero si en algún momento quieres descansar de este tipo de comida, lo mejor es ir a un hotel con cocina internacional o buscar algún buen restaurante. Nosotros cenamos en un italiano la mejor pasta que hemos probado nunca.
Nos hospedamos en un Ibis. Modesto y bien situado.
Chiang Mai.
Después de cuatro días en Bangkok cogemos un tren nocturno que nos lleva a Chiang Mai. Hay 700 km. de distancia. Más de un bichito nos acompaña en el viaje.
Chiang Mai es la segunda ciudad más importante del país. Llena de viajeros, jóvenes mochileros, templos preciosos y como no, mercados. Nos gustó mucho la variedad de comida que pudimos encontrar. Es una ciudad con mucho ambiente. Su pequeño tamaño la hace muy accesible para recorrerla a pie.
Templos: Wat Chiang Man, Wat Phra Singh y el Wat Chedi Luang… ¡todos valen la pena! La mayoría están en el centro histórico.
Hay un mercado nocturno (Chang Khlan) donde venden artesanía, ropa, bolsos…
En Chiang Mai hay un centro comercial y de pubs que algunas noches ofrece un espectáculo de muay thai (boxeo tailandés) gratis.
Merece la pena quedarse fin de semana (domingo) para pasear por el mercado dominical de la calle Ratchadamnoen y ver sus centenares de puestos.
Consejo interesante. Hay muchas (y muy baratas) lavanderías, así que si después del trekking se vuelve a la ciudad vale la pena lavar la ropa en una de ellas. ¡En un día estará lista!
El último día en Chiang Mai hicimos una excursión al Wat Phra That Doi Suthep, el templo más venerado de la ciudad. Allí pudimos ver un espectáculo de danza tailandesa interpretada por niñas. Ese día comimos en el Tiger Kingdom (en Mae rim, a 18km. de Chiang Mai). Es un centro que vela por la supervivencia del tigre de bengala y que ofrece la oportunidad de pasar un rato con tigres (cachorros, medianos o grandes) y fotografiarse con ellos. Precio: 6-7 euros unos 15 minutos con los tigres medianos.
Trekking.
Una experiencia increíble. Durante cuatro días anduvimos por senderos abiertos en la jungla y visitamos cuatro poblados: kharen, lahu, akha y lisu. Subimos en elefante y descendimos por un río en una balsa hecha de bambú. El único pequeño incidente: nos picaron las sanguijuelas...
Por las noches dormíamos en cabañas, el trato que recibimos por parte de todos los habitantes de los poblados fue excepcional. Hicimos el trekking con 8 personas más. Fue genial. Nuestro guía y su ayudante convirtieron esta excursión en una experiencia inolvidable.
Koh Samui.
Los últimos dias del viaje los pasamos aquí. Koh Samui es una isla de 70km. de perímetro famosa por sus playas de cocoteros y arena blanca.
Uno de los días contratamos con una agencia local una excursión al Parque Nacional de Ko Ang Thong. Precioso. Hicimos kayak durante una hora bordeando parte de la isla. Con el snorkel no tuvimos tanta suerte: el agua estaba movida y no conseguimos ver prácticamente nada.
Hay mil lugares para comer y cenar. Una mariscada con tiburón o barracuda puede ser una buena opción, ya que están muy bien de precio.
Para movernos por la isla alquilamos una moto. Es la opción más interesante, aunque hay que tener cuidado con cómo conducen por allí… La gasolina la venden en botellas en puestecitos repartidos por la isla.
Más información
Por supuesto no hay que irse de Tailandia sin haberse dado algún masaje: de pies, espalda, cabeza y hombros, completo… ¡Precio: entre 3 y 7 euros por persona una hora!
Más fotos de este y otros viajes aquí: mochilerosconmaleta.blogspot.com/
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