Me desperté muy temprano, supongo que por la emoción de empezar el día. Preparé el desayuno para toda la familia, y comenzamos a planear nuestro itinerario.
Primera parada de este día. Palacio Ducal.
Al llegar, compramos cuatro entradas que nos aconsejaron en taquilla (cuando hice este viaje, yo no frecuentaba este foro, por lo que no llevabamos ningun tipo de información): Itinerario Secreto, una ruta por la que accedes a las habitaciones mas ocultas del palacio situadas en el último piso.
Entramos al gran patio interior, donde está situada la Escalera de los Gigantes, presidida por Marte y Neptuno, los dioses romano de la guerra y los mares.
En esta escalera majestuosa es por donde son recibidas las grandes autoridades cuando hay algun evento importante en la ciudad.

Cuando por fín llegó nuestro guía, resultó que toda la visita iba a ser en inglés, por lo que los tres miramos a mi novio con aire suplicante para que fuera traduciendo. ¡¡Menudo panorama se le presentó!! Tres personas haciendo preguntas constantemente del tipo... ¿Y ahora que ha dicho?... ¿Que ha dicho que es ésto? y un largo etcetera... Creo que acabó de nosotros hasta el gorro,

Nos internamos en el palacio, donde comenzamos nuestra ascension a los pisos superiores a traves de una escalera en cuyo techo habia infinidad de adornos realizados en oro.

Despues, a través de una pequeña puerta, entramos en las habitaciones secretas del palacio.
Pasamos por salas de tortura, donde pudimos observar la cantidad de instrumentos destinados a obtener información de los presos.
Entramos en las estancias donde vivia el escribano del palacio, el cual, al conocer todos los secretos de Estado, era frecuentemente "sustituido".
Cuando accedimos a las celdas de los encarcelados, conocidas como Les Plombs, comenzaron a narrarnos la historia del personaje mas famoso de Venecia: Giacomo Casanova.
Debido a su forma de vida escandalosa y libertina (tuvo 132 conquistas amorosas), conocía bastantes trapos sucios de la nobleza, por lo que, despues de varias acusaciones por depravacion y libertinaje, consiguen su encarcelamiento. Este encierro solamente dura 1 año, ya que despues escapa increiblemente, acompañado de un monje que conoce en la prision, a traves de un tunel excavado por ambos que lleva a los techos de palacio, por donde se descuelgan y salen al exterior.
Despues de enseñarnos la celda donde estuvo este personaje retenido, y donde no podías ponerte de pie, continuamos nuestra visita accediendo a los techos de la sala mas grande de todo el palacio (la Sala del Consejo).
Cuando terminamos el itinerario secreto, accedimos a esta sala por dentro, donde pudimos apreciar en el muro de la tribuna, una de las pinturas mas famosas de Tintoretto: "El Paraiso", una maravilla.

Nada mas salir del palacio, y despues de tres horas conociendo sus interiores, optamos por sentarnos a descansar en uno de los bancos del patio interior para intentar recuperar las fuerzas. Hicimos algunas fotografias de la zona.

Poco despues, emprendimos el regreso a casa caminando. Habiamos decidido que comeriamos alli, aprovechando para echarnos una merecida siesta (español ante todo, jeje). En una oficina de turismo por la que pasamos, vimos carteles de la Regata Storica, y justo era ese mismo día por la tarde... ¡qué suerte tuvimos!
Despues de la comida familiar y nuestra maravillosa siesta, nos preparamos para salir de nuevo.
Esta fiesta tan espectacular y conocida en Venecia, consiste en una carrera por equipos en la que varias embarcaciones pequeñas, llevadas por dos gondolieris, compiten a lo largo del Gran Canal por llegar a la meta.
La salida estaba prevista a las 17 en un lugar cercano a nuestra vivienda, por lo que allí estabamos los cuatro puntuales. Una vez vista la salida, decidimos continuar paseando hasta el Puente de Rialto.
Callejear por Venecia es una verdadera delicia, todos sus rincones tiene un encanto especial, en todos sus recodos puedes escuchar las canciones de los gondoleros paseando a gente por sus canales. Donde miras, encuentras restaurantes y viviendas a orillas del canal, con las embarcaciones que los habitantes utilizan para desplazarse atracadas enfrente de sus casas.
Hicimos muchas fotografias de estos rincones, aquí os dejo unas cuantas.



Despues de parar para tomarnos unos helados que nos supieron a gloria, llegamos al Puente de Rialto justo en el momento en que pasaba la carrera. La animación era increible, por lo que nos quedamos hasta que terminó.

Una vez la gente se fue dispersando, pudimos subir al puente, desde donde hay una extraordinaria vista del Gran Canal, con sus edificios y palacios a ambos lados y sus muelles repletos de gondolas.
Era tan impresionante la vista, que estuvimos allí nuestra media hora larga. Fue uno de los atardeceres mas espectaculares que he visto en mi vida.

Despues de estar contemplando este paisaje, volvimos a emprender el camino.
Llegamos al teatro de la Fenice, uno de los escenarios operisticos mas famosos del mundo, que solamente vimos por fuera. Despues de sentarnos un rato en sus escaleras y recuperar algo de energia, decidimos dirigirnos hacia los alrededores de la P. San Marcos para buscar un restaurante donde cenar.
Despues de dar algunas vueltas, nos decidimos por uno y nos sentamos en su terraza. Por su puesto pedimos pizza y pasta acompañadas por una botella de Lambrusco bien fría. ¡¡¡Por fin comiamos comida italiana en condiciones!!!.
La velada fue muy agradable, ya que estuvimos acompañados en todo momento por las melodias de los musicos ambulantes.
Ya totalmente de noche, y algo atontados por el vino, regresamos dando un paseo a casa por las calles interiores, llegando completamente agotados.
¡¡Que palizas a andar nos pegamos en Venecia!!