LUNES 16/07/2012
La idea inicial era ir primero a Zamosc y después a Lublin, pero ha habido inconvenientes:
Zamosc no cuenta con albergues en hostelbookers.com Al parecer hay uno que se puede reservar llamando por teléfono.
Pero el segundo inconveniente, realmente importantes, es que para llegar a Zamosc el tren tarda unas 8 horas y el autobús más de seis (son 300 km

).
Por ello, el plan ha cambiado un poco. Iré desde Cracovia a Lublin, en autobús, porque cuesta la mitad que el tren y hay muchas más opciones. Sin embargo, tarda casi cinco horas (algunos más) y tampoco me apetece, por lo que mirando la lonely he visto que hay un pueblo a mitad de camino llamado Sandomierz que puede merecer una visitilla. Por lo tanto el plan es el siguiente
Salir de Cracovia (8:45) en el autobús dirección Lublin, pero bajarme en Sandomierz (11:30).
Visitar la ciudad y buscar algún autobús (no lo he podido comprobar por internet) que me lleve a Lublin a última hora de la tarde (2-3 horas)
Al día siguiente hacer una escapada de un día (2 horas de autobús o tren) a Zamosc.
Ya veremos si se puede cumplir el plan, pues he reservado sólo dos noches en lublin.
He madrugado un webo para estar en la parada de autobús poco más tarde de las ocho. No venden billetes para el autobús que necesito, hay que comprarlos al chofer en el autobús. Y aquí comienza el problema, hago cola en el
peron de turno y veo que la gente se empieza a colar para entrar

Ingenuo que es uno, no había caído en el tercermundista sistema polaco de asignación de asientos en el autobús. Resultado, que me quedo en tierra. Sí, sí... hay más gente esperando que plazas en el autobús (ahora entiendo lo de los codazos). Con un cabreo del quince vuelvo a la caja para que me informen del siguiente autobús con parada en Sandomierz: dos horas más tarde y sin venta anticipada de billetes. Vamos que o me doy de hostias con las viejas o no aseguro la subida. El cabreo me hace preguntar por el primer autobús para Lublin (sí, ese destino que me parecía muy lejano y que tenía programado hace en dos tandas), me dicen que sale en ocho minutos uno y que se puede comprar billete allí mismo. Antes de que termine de decírmelo le pongo la tarjeta de crédido delante.
El viaje a Lublin lo hago en un microbús de 21 plazas por 48 zloti. Por si alguien se lo pregunta, sí, tres personas se han quedado fuera del autobús. El viaje ha durado 5'5 horas. Menos mal que llevaba el netbook con la segunda temporada de Juego de tronos; ya sólo me quedan los últimos cinco capítulos por ver.
El albergue de Lublin, que en un alarde de originalidad se llama LUBLIN HOSTEL está muy cerca de la parada de autobuses y microbuses, a unos diez minutos andando (sin salir de la calle) de la Stare Miesto dela ciudad. No es gran cosa y la zona donde está ubicado no es especialmente atractiva, pero por 40 zloti/noche es lo que hay. Según la web, en todo Lublin sólo hay dos albergues, y no me extraña porque muy turística no es que sea la ciudad.
Según el proyecto inicial del viaje Lublin era una parada intermedia entre Zamosc y Varsovia, que tienen peores comunicaciones. Además, cuenta con el primer campo de concentración liberado de Polonia, uno de sus principales atractivos.
Total, que como he llegado prontito (14:45), aprovecho la tarde para dar una vuelta, hacerme con los horarios de autobuses para Zamosc y Varsovia, y visitar aquello que esté abierto.
Yo no sé que les ha dado a los polacos con las cabras, pero aquí en Lublin está en el propio escudo de la ciudad y tiene su monumento particular.
Sin embargo, lo primero que llama la atención nada más llegar es la
fachada del castillo. Estaba cerrado cuando me he acercado (en Polonia hay un montón de edificios que para las 16:00 o 17:00 cierran ya), por lo que me acercaré el miércoles a verlo por dentro
Al conjunto histórico-medieval se accede por la puerta de Cracovia,
Brama Krakowska.
Al lado de la puerta se encuentra la
Catedral, que por fuera es sencilla y austera, pero por dentro tiene unos frescos realmente preciosos, que no sé si están recién restaurados o es que están hechos con algunos pigmentos especiales, pero es sin duda lo que más me ha gustado del día de hoy.
Por supuesto, seguro que lo habéis sospechado, había una figura del papa polaco en la entrada, incluso un cuadro en una capilla propia.
Respecto a la
zona histórica, está muy bien conservada y destaca por la estructura medieval de sus calles y por sus bellos edificios, decorados con suntuosos ornamentos. Sobre todo, se ve el esfuerzo que están haciendo alrededor de la rynek, cuyo centro está ocupado por el
antiguo ayuntamiento
También, en proceso de mejora, está la
Torre Trinitaria, desde la que seguramente se tengan buenas vistas de la rynek, pero que, evidentemente, ya estaba cerrada para las 16:30.
Por supuesto, nadie puede esperar que esta ciudad esté a la altura de las que hasta la fecha de hoy he visitado (Gdansk, Torun, Poznan, Wroclaw o Cracovia). Sin embargo, la zona peatonal a lo largo de la vía Krakowskie Przedmiescie, gracias a las decenas de tiendas, bares, restaurantes y galerías diseminadas tiene un atractivo evidente. Aunque la guía no dice nada, si se sigue en la misma dirección se llega a una inmensa avenida,
Al. Raclawickie muy agradable para pasear por su sendero ajardinado cuando el tiempo acompaña. En esa zona se encuentra el monumento a la unión de Lublin, símbolo de la unión de Polonia y Lituania en el siglo XVI.
MARTES 17/07/2012 ZAMOSC
La primera noche en la habitación la he pasado con un chico polaco de Torun (eso que la habitación tiene ocho camas). Menos mal que me ha avisado del horario de
Madjanek, porque según la guía abrían a las ocho, y he podido dormir una horita más porque abren a las nueve.
Para llegar se puede coger el autobús 23 o el trolebús 156 (que ha sido mi caso, 2'80 zloti)
Madjanek es el segundo campo de concentración más grande creado por los nazis en Polonia en cuanto a extensión. Tiene la peculiaridad de que fue el primer campo liberado por los aliados, en Julio de 1944, creándose como museo al de cuatro meses.
Es especialmente relevante por lo bien conservados que están algunas partes originales del Lager nazi, Concretamente se conservan las instalaciones del tercer subcampo, además del crematorio y las cámaras de gas.
No está tan preparado como Auschwitz para el turismo de masas; de hecho estaba prácticamente solo. Sin embargo, aun contando con menos documentación y fotografías, está mejor dispuesto en cuanto a la importancia concedida a las descripciones del día a día de los propios prisioneros.
No hace falta insistir en lo estremecedor que resultan estos sitios, que siempre te enseñan algún aspecto nuevo del ser humano y de la maldad hecha sistema de aniquilación.
Como en otros campos existen monumentos conmemorativos, destacando en este caso del llamado
Monumento del Combate y del Martirio, cuya forma remite, al parecer, a la imagen del Portal del Infierno de la
Divina Comedia
Lo que es la casualidad, cuando he salido de Madjanek he cogido el autobús 23 para acercarme a la estación de autobuses, me he encontrado con e
l ¡surcoreano de melilla de Wroclaw y de Cracovia! Simplemente increíble.
Para ir a
Zamosc, desde Lublin, hay autobuses que hacen el recorrido como parte de un viaje mayor; sin embargo, es mucho más práctico recurrir a los minibuses que salen cada media hora aproximadamente y hacen el recorrido exacto Lublin-Zamosc. El precio es de 15 zloti y el viaje de ida ha durado 105 minutos.
La estación de Zamosc está a una media hora andando del centro antiguo.
La verdad es que he tenido muy mala suerte, porque me ha llovido todas las horas que he estado en Zamosc. Además el viento era gélido, y yo con mi camiseta del Athletic... menos mal que uno es de Bilbao, porque si no... Sin embargo, este mal tiempo no ha conseguido deslucir lo suficiente como para no quedar impresionado por la belleza de la parte vieja. Es Patrimonio de la humanidad de la UNESCO, y es que es una preciosidad. Todos los edificios del centro están muy bien conservados, con colores pastel preciosos, con poca ornamentación en las fachadas, pero elegantes y homogéneas.
Como en tantas ciudades polacas, el culmen lo pone la
rynek, en este caso "limpia" de estructuras en su interior.
Destaca el famoso
ayuntamiento de color rosa, con su escalinata
El casco antiguo está rodeado por una muralla que lo convirtió históricamente en un fuerte. Hoy en día, de los diferentes
bastiones, es el número VII el que mejor se converva. Sin embargo, no he llegado a sacar fotos, porque al entrar en su interior, está adornado con cañones de cartón piedra, así como una sala con trajes militares horteras. El resto del mismo está ocupado por puestos de ropa, incluso una tiendita de ultramarinos. La verdad es que choca bastante.
La
catedral, otro de los puntos turísticos estaba en obras por lo que no se podía entrar, si bien me ha dado tiempo a contemplar la enésima escultura de bronce de Juan Pablo II.
En las afueras de la ciudad amurallada se encuentra el
parque Miejski, una explanada amplia cubierta de árboles y zonas ajardinadas, muy relajante y bonito. Si no fuera por los chuzos de punta que caían.
Otro atractivo histórico de la ciudad es la llamada
Rotunda, a medio kilómetro del ayuntamiento por el Sur de la ciudad (hay que ir andando).
Durante la II G.M. los nazis utilizaron este apartado lugar para llevar a cabo las torturas y ejecuciones sumarias. Hoy en día es un edificio con forma de pérgola de ladrillo en el que se exponen las atrocidades enfermas de la mente de Himmler y sus acólitos. En su intento de extender la germanización (por ejemplo, secuestraron a unos 5000 niños, los de apariencia más aria, para que crecieran en familias alemanas) a lo que antes era Polonia (que dejaría de existir) y crear la ciudad aria de Himmlerstadt, había que "reasentar" a los eslavos de la zona (es decir, había que expulsarles, llevándoselos a Alemania para trabajar como esclavos para sus grandes empresas). Por supuesto, los polacos que profesaran la religión judía eran simplemente asesinados (en Zamosc, por ejemplo, eran el 60% de la población).
La vuelta a Lublin la hago en otro minibús distinto (son compañías privadas) por el mismo precio y esta vez tarda menos de hora y media (la verdad es que era un poco temerario).
MIÉRCOLES 18/07/2012
Como hasta las 10:00 no abren el castillo, pues hoy no madrugo. Además tengo la habitación para mí solo.
En el castillo, que está en obras, se puede visitar bien una capilla, bien el museo de la ciudad. Yo he optado por lo segundo, guiándome de la LP. (6 zloti)
Ha sido una pena, porque supuestamente lo más interesante eran las pinturas de Jacek, así como la representación de Jan Matejko La unificación de Lublin de 1569. Sin embargo, la sala estaba cerrada hasta septiembre. Pero, por otra parte, tampoco ha sido tanta la "desolación", porque la obra de Matejko, por ejemplo, estaba en el museo nacional de Poznan, donde pude contemplarlo (es realmente espectacular)
El resto del museo, la verdad, no me ha llamado mucho la atención.
De vuelta por el albergue me he acercado a la parada de microbuses para comprobar el horario a Varsovia y en el anden había un autobús tan viejo, que me ha dado yuyu y he reservado por internet uno de polskibus, que tenía mejor pinta (aunque es de los grandes y tarda tres horas; el precio rídiculo: 15 zloti)