Nos levantamos temprano y desayunamos en el hotel. Para estar incluido en el precio de la habitación no estaba mal: zumo, café, leche, trozos de fruta, mermeladas caseras, mantequilla y tostadas.
Salimos a la calle con el impermeable puesto ya que chispeaba y cogimos el LRT de Masjid Jamed a KL Sentral (1,30 RM por persona) y una vez allí el Komuter hasta las Batu Caves.
Los trenes de cercanías salen a las cuevas cada 30 minutos durante todo el día. El precio del trayecto es de 1 RM la ida y 2 RM la vuelta. ¿El motivo? ¡Quién sabe! En una media hora aproximadamente el tren llega a la estación y final de línea y a escasos metros está la entrada que es gratuita. En un primer momento nos pareció algo decepcionante ya que los templos y figuras más parecen de un parque temático que de un santuario hinduista. Subimos los doscientos y pico escalones y llegamos a las cuevas.
Son impresionantes pero hay que tener cuidado con los montones de monos que andan sueltos. En cualquier descuido te quitan la mochila.
Hicimos unas cuantas fotos y en menos de una hora cogíamos el Komuter de vuelta (2 RM por persona) hasta KL Sentral. A la llegada, aprovechamos que estábamos en esta estación para acercarnos a preguntar por los billetes y horarios del Skybus que llevan al aeropuerto de Air Asia (LCCT). Los buses tienen parada en la planta -1 (y en el exterior si la salida es muy temprano). Hay dos compañías: una con autobuses rojos que debe ser la oficial (salida cada 30 minutos desde las 3,30am cuesta 10 RM) y otra con buses de color amarillo y vendedores algo más agresivos que debe ser una compañía pirata (tienen salida cada 15 minutos y cuesta 8 RM).
Con toda la información, cogimos el Monorail de KL Sentral hasta Maharajalela (1,60 RM) para hacer una visita por Chinatown. Vimos el templo budista y paseamos por Petaling Street, que era como tener en una única calle todas las tiendas de 20 duros de tu ciudad.
Entramos a curiosear en el Mercado Central...
... y desde aquí fuimos andando hasta Bukit Bintang de nuevo porque le teníamos echado un ojo a un restaurante del que habíamos leído cosas buenas. Se llama ENAK y está dentro de la Starhill Gallery, entre tiendas de lujo.
Allí aparecimos nosotros dos con la camiseta sudada y pinta de mochileros. Los camareros fueron muy amables y nos colocaron en un reservado, no sé si por gentileza o por escondernos por las pintas que llevábamos. Jajaja.
La comida nos costó 128,75 RM y pedimos:
Satay (17 RM)
Udang Bakar Serai Enak (28 RM)
Daging Bakar Asam Jawa (35 RM)
Nasi Enak (7 RM)
Enak Dessert tasting menu (18 RM)
Todo lo que comimos estaba delicioso pero de lo que mejor recuerdo guardo es de uno de los postres, una especie de arroz con leche muy dulzón hecho con arroz negro y leche de coco. Uhmmm, para chuparse los dedos pero sólo apto para muy golosos.
Satisfechos, cogimos de nuevo el Monorail de Bukit Bintang a Medan Tuanku (1,60 RM por persona) para conocer Little India. Ojeamos las tiendas de telas y saris, pasamos delante de la mezquita india y continuamos hasta la plaza Merdeka. La lonely planet indica que desde el Museo Nacional de Arte se tienen buenas vistas de la plaza. Preguntamos a varias personas y nos dijeron que el museo estaba cerrado, no sabemos si por la hora o de forma definitiva.
Desde aquí, volvimos al hostal. Teníamos que ponernos algo más decente para no desentonar en el hotel Traders.
Durante el día habría sido una tontería subir a las Petronas o a la torre Menara porque estaba muy nublado y algunas nubes bajas tapaban estos edificios, así que habíamos leído que en el piso 33 del hotel Traders había un bar muy chulo desde el que se tenían unas vistas estupendas de las Torres. Allá que nos fuimos. Cogimos el LRT de Masjid Jamed a KLCC (1,60 RM). Entramos al hotel sin problemas y podríamos haber hecho unas cuantas fotos y marcharnos sin que se enteraran ya que había bastante ambiente y dos más pasaban desapercibidos. Aún así, queríamos hacer muchas fotos, así que nos tomamos algo. Los precios de bebidas y cócteles…como en Europa pero esas vistas bien lo valen.
De aquí… a cenar al Bijan del que también teníamos referencias a través de webs de ocio de Malasia y de tripadvisor. Tenemos que decir que aunque todo estaba muy rico, disfrutamos mucho más en la comida en ENAK y los precios fueron mejores. El restaurante Bijan está en Jalan Ceylon, la misma calle del hotel Radius y de una docena más de restaurantes y bares.
Pagamos 141,50 RM y nos tomamos:
Popiah Goreng (10 RM): Fried crispy Golden spring rolls with vegetables. Served with Bijan chilli Sauce
Pulut Kuning Serunding (12 RM): turmeric flavored glutinous rice rolled with spices shredded fish an gratted coconut (el gran error)
Rusuk Panggans (68 RM): changrilled marinated short ribs with pedegil sweet soy sauce and sambal betrecam (la gran clavada).
Y de aquí…a dormir que en pocas horas nos teníamos que levantar ya que el vuelo a Kota Bharu despegaba a las 8 de la mañana.
Salimos a la calle con el impermeable puesto ya que chispeaba y cogimos el LRT de Masjid Jamed a KL Sentral (1,30 RM por persona) y una vez allí el Komuter hasta las Batu Caves.
Los trenes de cercanías salen a las cuevas cada 30 minutos durante todo el día. El precio del trayecto es de 1 RM la ida y 2 RM la vuelta. ¿El motivo? ¡Quién sabe! En una media hora aproximadamente el tren llega a la estación y final de línea y a escasos metros está la entrada que es gratuita. En un primer momento nos pareció algo decepcionante ya que los templos y figuras más parecen de un parque temático que de un santuario hinduista. Subimos los doscientos y pico escalones y llegamos a las cuevas.
Son impresionantes pero hay que tener cuidado con los montones de monos que andan sueltos. En cualquier descuido te quitan la mochila.
Hicimos unas cuantas fotos y en menos de una hora cogíamos el Komuter de vuelta (2 RM por persona) hasta KL Sentral. A la llegada, aprovechamos que estábamos en esta estación para acercarnos a preguntar por los billetes y horarios del Skybus que llevan al aeropuerto de Air Asia (LCCT). Los buses tienen parada en la planta -1 (y en el exterior si la salida es muy temprano). Hay dos compañías: una con autobuses rojos que debe ser la oficial (salida cada 30 minutos desde las 3,30am cuesta 10 RM) y otra con buses de color amarillo y vendedores algo más agresivos que debe ser una compañía pirata (tienen salida cada 15 minutos y cuesta 8 RM).
Con toda la información, cogimos el Monorail de KL Sentral hasta Maharajalela (1,60 RM) para hacer una visita por Chinatown. Vimos el templo budista y paseamos por Petaling Street, que era como tener en una única calle todas las tiendas de 20 duros de tu ciudad.
Entramos a curiosear en el Mercado Central...
... y desde aquí fuimos andando hasta Bukit Bintang de nuevo porque le teníamos echado un ojo a un restaurante del que habíamos leído cosas buenas. Se llama ENAK y está dentro de la Starhill Gallery, entre tiendas de lujo.
Allí aparecimos nosotros dos con la camiseta sudada y pinta de mochileros. Los camareros fueron muy amables y nos colocaron en un reservado, no sé si por gentileza o por escondernos por las pintas que llevábamos. Jajaja.
La comida nos costó 128,75 RM y pedimos:
Satay (17 RM)
Udang Bakar Serai Enak (28 RM)
Daging Bakar Asam Jawa (35 RM)
Nasi Enak (7 RM)
Enak Dessert tasting menu (18 RM)
Todo lo que comimos estaba delicioso pero de lo que mejor recuerdo guardo es de uno de los postres, una especie de arroz con leche muy dulzón hecho con arroz negro y leche de coco. Uhmmm, para chuparse los dedos pero sólo apto para muy golosos.
Satisfechos, cogimos de nuevo el Monorail de Bukit Bintang a Medan Tuanku (1,60 RM por persona) para conocer Little India. Ojeamos las tiendas de telas y saris, pasamos delante de la mezquita india y continuamos hasta la plaza Merdeka. La lonely planet indica que desde el Museo Nacional de Arte se tienen buenas vistas de la plaza. Preguntamos a varias personas y nos dijeron que el museo estaba cerrado, no sabemos si por la hora o de forma definitiva.
Desde aquí, volvimos al hostal. Teníamos que ponernos algo más decente para no desentonar en el hotel Traders.
Durante el día habría sido una tontería subir a las Petronas o a la torre Menara porque estaba muy nublado y algunas nubes bajas tapaban estos edificios, así que habíamos leído que en el piso 33 del hotel Traders había un bar muy chulo desde el que se tenían unas vistas estupendas de las Torres. Allá que nos fuimos. Cogimos el LRT de Masjid Jamed a KLCC (1,60 RM). Entramos al hotel sin problemas y podríamos haber hecho unas cuantas fotos y marcharnos sin que se enteraran ya que había bastante ambiente y dos más pasaban desapercibidos. Aún así, queríamos hacer muchas fotos, así que nos tomamos algo. Los precios de bebidas y cócteles…como en Europa pero esas vistas bien lo valen.
De aquí… a cenar al Bijan del que también teníamos referencias a través de webs de ocio de Malasia y de tripadvisor. Tenemos que decir que aunque todo estaba muy rico, disfrutamos mucho más en la comida en ENAK y los precios fueron mejores. El restaurante Bijan está en Jalan Ceylon, la misma calle del hotel Radius y de una docena más de restaurantes y bares.
Pagamos 141,50 RM y nos tomamos:
Popiah Goreng (10 RM): Fried crispy Golden spring rolls with vegetables. Served with Bijan chilli Sauce
Pulut Kuning Serunding (12 RM): turmeric flavored glutinous rice rolled with spices shredded fish an gratted coconut (el gran error)
Rusuk Panggans (68 RM): changrilled marinated short ribs with pedegil sweet soy sauce and sambal betrecam (la gran clavada).
Y de aquí…a dormir que en pocas horas nos teníamos que levantar ya que el vuelo a Kota Bharu despegaba a las 8 de la mañana.