Llegaba el último día de estancia en Cuba.
Lo primero que hicimos fue ir a comprar ron y café para llevar a España. Los precios son oficiales, por lo que quitando tiendas muy turísticas donde encarecen el producto, en supermercados y tiendas el precio tiene que ser el mismo. Como queríamos comprar unos puritos un tanto especiales, fuimos a una cava que hay en el Habana Libre, por recomendación de la familia de la casa donde nos alojábamos.
En los bajos del propio hotel hay también una tienda donde entramos a comprar una botella de agua y donde estuvimos viendo los precios del ron y el café, que eran los normales. Compro dos botella de agua, pago con un billete de 10 CUCs y salí sin mirar el cambio. Craso error, ya que cuando miro, ya fuera de la tienda, me había tongado 1 CUC (ya nos habían avisado que era práctica habitual).
Compramos los puritos en un establecimiento del hotel y pasamos por un mercado de artesanía que hay cerca del hotel a hacer últimas compras (llaveros, imanes para la nevera,...), regateando un montón las cuatro cosas que cogimos, pero tampoco había nada demasiado interesante.
Volvimos a la tienda a comprar el ron y el café que queríamos traernos, y menos mal que se me ocurrió hacer la cuenta con el móvil, porque infló la cuenta en unos 5 CUCs. Se lo digo, de una forma bastante seca y el tío se pone a mirar la máquina registradora como si tuviera algún problema. Le digo que el problema no es la máquina, que también me había timado 1 CUC con el agua y sin decirme absolutamente nada me da el cambio correcto. En fin...
Volvemos a la casa a dejar las compras y tras hablar un buen rato con la familia, salimos de nuevo a nuestro próximo destino: el museo de la Revolución

Nos costó un poco encontrar la entrada, si bien nos lo tomamos con mucha calma, paseando por el Paseo del Prado, hasta que cuando estábamos ya en él apareció un jinetero que nos entretuvo con la historia de que su hija no tenía leche,... (todo mentira)
Entramos en el museo, antiguo palacio presidencial, y estuvimos el resto de la mañana pasando por amplias estancias con muchos paneles "informativos" de cómo ha mejorado la vida de los cubanos con la revolución, así como un repaso exhaustivo a los ataques al régimen y cómo éste los ha repelido.

Como parte de la visita también se pasa a ver el Gramma y aviones, tanques,... utilizados por el ejército. Y el fuego eterno,...

Fuimos a comer al Hanoi, bastante bien, y el resto de la tarde estuvimos paseando de nuevo por la Habana Vieja, especialmente por la calle Obispo y agotando los últimos CUCs. Terminamos tomando un batido frío de chocolate en el Museo del Chocolate, buenísimo con el calor que hacía.
Finalmente, volvimos a la casa paseando, despidiéndonos de la Habana.
Terminamos de hacer las maletas y taxi hasta el aeropuerto, con el hermano de Maritza y su mujer, y su flamante coche.
En el aeropuerto comimos algo, para gastar los que creíamos eran nuestros últimos CUCs (después aparecieron otros 5 como por arte de magia, pero cuando ya estábamos en España) y al avión. Respecto a la tienda del aeropuerto, los precios me parecieron un poco inflados, y, por ejemplo, para la compra de ron, el surtido de marcas no era mucho, y de hecho las botellas que habíamos cogido nosotros no las tenían. Sorprendente ver que en la tienda del aeropuerto venden bricks de leche. Aparte de esta tienda en el aeropuerto hay un par de puestos de bebidas y bocadillos y unas cuantas tiendas de recuerdos y artesanía.
El vuelo de vuelta fue muy tranquilo, con casi todo el mundo durmiendo durante casi todo el trayecto. Como punto negativo, las azafatas de Iberia de ese vuelo no estaban muy receptivas, y a una tuve que pedirle 2 veces a una que me consiguiera una manta, hasta que al final me levanté y fui a recordárselo personalmente. Tampoco creais que se disculpó, me la dio y desapareció.
Lo que sí he notado más esta vez es el jet lag, mucho más que los otros vuelos a América que habíamos hecho. El día que llegamos dormimos 12 horas, y después estuvimos 3-4 días que nos costó adaptarnos a los nuevos horarios. Será la edad...