
Valle Sagrado
Saliendo de Cusco, el camino baja hacia el valle. Unos 33 kilómetros más abajo se llega a Pisac y a partir de allí el camino sigue el curso del río Urubamba. El valle va mostrando paisajes espectaculares, entre sierras y se abre en angostas planicies durante unos 60 kilómetros hasta llegar a Ollantaytambo. Estas ruinas son parada obligada, pues es ejemplo de la extraordinaria planificación urbana de los Incas.
Durante este recorrido (De Cusco a Ollantaytambo, el viaje es de una hora y media aprox.) tendremos muchos lugares para detenernos y conocer. Por ello mi consejo es que nos tomemos el tiempo necesario para hacerlo. El lugar permite respirar el aire de pequeñas ciudades o pueblos como Calca, Yucay o Urubamba, y tomar fotos. En el valle ya empiezas a notar la magia envolvente precursora de lo que más adelante podrás sentir.
Tren a Aguas Calientes
Una vez llegados a Ollantaytambo tomamos el famoso tren a Machu Picchu desde la estación. A partir de aquí sólo tienes que preocuparte de abrir bien los ojos y observar todo lo que se ve desde las ventanas del tren. El recorrido será como de hora y media y discurre junto a las aguas cada vez más turbulentas del río Urubamba, cerrándose cada vez más el paisaje, plagado de heliconias, lianas, orquídeas y cada vez mas vegetación de altura y humedad.
Aguas Calientes
Llegados a este pequeño pueblo nacido alrededor de la estación, deberíamos hacer noche también ya que al llegar del Valle no tendremos suficiente tiempo de visitar la ciudadela.
La oferta hotelera es amplia y hay desde simples hostales con habitaciones a compartir y sin baño privado, hasta completos hoteles de 4 y 5 estrellas con todos los servicios (incluyendo spa y restaurantes de excelente carta).
Bus a Machu Picchu
La ciudadela de Machu Picchu está sobre Aguas Calientes, por lo que hay que realizar un corto viaje de 30 minutos que asciende en una vertiginosa carretera en zig zag por los picos aguzados de los cerros. Sorteando el río, subiendo y subiendo entre nubes y vegetación tupida. Cada vez te van entrando más ganas de llegar y ver que te vas a encontrar, pues ya te empiezas a sentir perdido del resto del mundo a punto de ver lo que tus ojos deseaban desde hacía tanto tiempo.
La cidadela de Machu Picchu
Casi indescriptible lo que allí se siente. Harta estoy de verlo en fotos. Pero claro, no es lo mismo que sentirse en el centro de esa grandiosidad. No se si fue fruto de la especial magia que allí se siente, o si los relatos que nuestro guía nos contaba de lo que allí sucedía. La cuestión es que te puedes trasladar e imaginar aquello con sus gentes e incluso también lo que sintieron los primero expedicionarios al encontrarse semejante magnitud de ciudadela comida por la selva…
No voy a contar mas sobre esto, pues no quiero romper el embrujo, sensaciones que despiertan todos los sentidos, que cada uno habrá de vivir de forma personal.
La verdad es que he vuelto tan impresionada que por eso he decidido contar mi experiencia, pues aunque hago un viaje al año, no suelo pararme a contar mis impresiones.
Os lo recomiendo con toda sinceridad porque las expectativas se cumplen y querréis volver como quiero yo. Si alguien quiere algún detalle de algo, que me lo diga. Estaré encantada de ayudarle. Saludo a todos!!!.
KEKA

