Tras una larga espera por fin llegó el gran día. El aeropuerto de Los Rodeos en el norte de Tenerife abre a las 6 de la mañana así que, pese a que nuestro vuelo sale a las 7:15 rumbo Madrid, es imposible llegar con mayor antelación. Vivo a 5 minutos del aeropuerto del sur, el Reina Sofía, así que la tarde anterior nos acercamos a plastificar las maletas para no estar apurados al día siguiente. Nos obligan a coger la opción de plastificado con seguro (3€ más), traducción, 9,50€ cada maleta ¡menudo robo! Llegamos al aeropuerto prácticamente abriendo las puertas y nos dirigimos con nuestros bártulos al mostrador de facturación. El único inconveniente es que el vuelo de conexión lo hemos comprado por separado y aunque ambos son con la misma compañía, Iberia, en un primer momento nos dice que tenemos que recoger las maletas en Madrid
Finalmente, lo arregla pero nos tienen que hacer la facturación manual, es decir, no nos sacan la mega-pegatina que va en la maleta sino una tarjetita con un elástico del que empiezo a dudar nada más verlo. No nos piden el ESTA ni el famoso certificado de residencia que se han sacado de la manga nuestros queridos gobernantes para acreditar que eres residente en las Islas Canarias (¡viva la era de las nuevas tecnologías!). Dentro de poco, nos vemos bailando una "isa" en el aeropuerto para demostrar nuestra canariedad
El vuelo despega puntual y en 2:30 llegamos a Madrid. Nos vamos directamente de la terminal 4 a la 4S.
El vuelo a Los Ángeles estaba previsto para las 12:35 pero finalmente despega a las 13:00. ¡Tenemos suerte! hay asientos libres así que me acomodo en 2 y puedo dormir la mayor parte del viaje. El vuelo transcurre tranquilo, con ligeras turbulencias que creo que se notan más porque vamos en la cola. La comida pues lo de siempre: un almuerzo con la omnipresente ensalada de zanahoria y col de Iberia y de plato principal a los que tienen suerte les dan a "elegir" entre pasta o pollo. Cuando llegan a donde estamos nosotros solo queda pasta así que pasta o pasta. Más tarde una merienda con un sandwich de pechuga y queso que está muy rico con un yogur y una chocolatina. Las pelis que nos tocan son infumables así que un par de monólogos y una peli en el portátil completan el viaje. Empezamos a ver la ciudad, las enoooormes autopistas... ¡ay madre! confirmo lo que ya pensaba: ¡no conduzco aquí ni loca!
Aterrizamos en Los Ángeles cuando faltaban unos 20 minutos para las 5 de la tarde y nos vamos directos a inmigración. Un par de cambios de fila según las indicaciones de una empleada para ir más rápido (hemos llegado junto con 3 aviones repletitos de asiáticos) y pasamos todos sin mayor problema. Contra todo pronóstico, los elásticos de Iberia han aguantado y nuestras maletas salen juntitas y sin daños
Pasamos la aduana sin nada que declarar (aquí hay que entregar el formulario que nos han entregado para rellenar en el avión) y nos vamos al exterior en busca de los shuttles de las compañías de alquiler. La verdad es que pensé que nos llevaría más tiempo, hemos tardado aproximadamente 1:15 en pasar todos los trámites. Allí ya hay un shuttle de Alamo pero va lleno así que esperamos al siguiente que tarda unos 10 minutos en pasar. Aprovechamos para encender el ipad y poner el tom-tom para que vaya pillando satélite. Llegamos a la oficina y nos recibe un señor que habla español y nos ofrece pasar por una máquina para gestionar nuestra reserva. Le decimos que preferimos un comercial (más que nada para que no haya mal entendido con los cargos extras) pero insiste en que será más rápido así que acabamos en la maquinita. Nos dice que el nombre de la reserva tiene que coincidir con el nombre que figura en la tarjeta
se ve que el buen hombre no sabe que nuestros bancos suelen abreviar además yo tengo 2 nombres y no precisamente cortos y 2 apellidos así que, obviamente, la máquina nos dice que la reserva no existe y ahora sí pasamos con un comercial. No habla español pero habla despacio y si no pues se lo hacemos repetir
¡pobrecito! Nos pregunta si está pagado desde España, si queremos gps o ya tenemos, que si queremos el tanque de gasolina lleno o lo llenamos nosotros y finalmente, los seguros. La verdad es que no han intentado colarnos nada ni nos han presionado ni siquiera un upgrade. Yo ya tenía claro que quería el roadsafe y el tanque de gasolina. El seguro son 4,99 $ por día y el tanque de gasolina 107,02 $ más las tasas 214,09$
Cogemos nuestra copia del contrato y "pa'fuera". Allí tenemos varios coches para elegir pero ni rastro del Dodge Durango que hemos puesto como preferencia, ni del Chevrolet Tahoe que aparecía como alternativa en la web de ealquiler. Hay algún Chevrolet Traverse, algún Ford Explorer y otros que no recuerdo pero todos demasiado pequeños para meter nuestro equipaje. Llamamos a un empleado y le comentamos que son muy pequeños y aunque se hace un poco el remolón cuando le digo que esa no es nuestra categoría se va un momento y en unos minutos aparece con nuestro Chevrolet Tahoe. Acomodamos el equipaje y buscamos en favoritos la dirección de nuestro hotel. Con la empanada que llevamos a estas alturas me he olvidado de sacarle una fotillo al coche y de poner el cuentakilómetros a cero
Les pongo una foto de nuestro "pequeñín"


El vuelo a Los Ángeles estaba previsto para las 12:35 pero finalmente despega a las 13:00. ¡Tenemos suerte! hay asientos libres así que me acomodo en 2 y puedo dormir la mayor parte del viaje. El vuelo transcurre tranquilo, con ligeras turbulencias que creo que se notan más porque vamos en la cola. La comida pues lo de siempre: un almuerzo con la omnipresente ensalada de zanahoria y col de Iberia y de plato principal a los que tienen suerte les dan a "elegir" entre pasta o pollo. Cuando llegan a donde estamos nosotros solo queda pasta así que pasta o pasta. Más tarde una merienda con un sandwich de pechuga y queso que está muy rico con un yogur y una chocolatina. Las pelis que nos tocan son infumables así que un par de monólogos y una peli en el portátil completan el viaje. Empezamos a ver la ciudad, las enoooormes autopistas... ¡ay madre! confirmo lo que ya pensaba: ¡no conduzco aquí ni loca!

Aterrizamos en Los Ángeles cuando faltaban unos 20 minutos para las 5 de la tarde y nos vamos directos a inmigración. Un par de cambios de fila según las indicaciones de una empleada para ir más rápido (hemos llegado junto con 3 aviones repletitos de asiáticos) y pasamos todos sin mayor problema. Contra todo pronóstico, los elásticos de Iberia han aguantado y nuestras maletas salen juntitas y sin daños



Cogemos nuestra copia del contrato y "pa'fuera". Allí tenemos varios coches para elegir pero ni rastro del Dodge Durango que hemos puesto como preferencia, ni del Chevrolet Tahoe que aparecía como alternativa en la web de ealquiler. Hay algún Chevrolet Traverse, algún Ford Explorer y otros que no recuerdo pero todos demasiado pequeños para meter nuestro equipaje. Llamamos a un empleado y le comentamos que son muy pequeños y aunque se hace un poco el remolón cuando le digo que esa no es nuestra categoría se va un momento y en unos minutos aparece con nuestro Chevrolet Tahoe. Acomodamos el equipaje y buscamos en favoritos la dirección de nuestro hotel. Con la empanada que llevamos a estas alturas me he olvidado de sacarle una fotillo al coche y de poner el cuentakilómetros a cero

Les pongo una foto de nuestro "pequeñín"
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después de alguna vuelta de más llegamos al Hollywood Downtowner Inn. Hacemos el check-in sin problemas (nos atiende un chico joven que es el hijo del dueño así que ni rastro de la antipática de los comentarios de tripadvisor
) y nos vamos a buscar nuestra habitación que no está en el edificio principal sino en un edificio trasero. La habitación... amplia con unas camas enormes, cocina... pero si miras un poquito más ¡cuánta razón tenía xevara!
para no mirarla mucho; los cristales del mueble de la cocina no habían visto un trapito en mucho tiempo
Teníamos la luz de la entrada del edificio fundida y la de la habitación pequeña así que volvimos a recepción y enseguida vinieron a cambiar las bombillas.



*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Estábamos muy cansados pero si nos acostábamos ahora estaríamos despiertos a las 4 de la mañana así que nos lanzamos a la calle. A 2 calles, en N Western Avenue hay un supermercado Ralphs donde pretendíamos comprar algo de comida preparada pero no encontramos nada así que compramos agua y un poco de fruta. Bajamos la avenida hasta la enorme M amarilla que nos llama desde lejos, pasando enfrente de mis queridos amigos del Hollywood City Inn. Dudo un momento si incendiarles el garito para que hagan obras con motivo
A estas alturas me muevo por inercia y la cabeza me da vueltas así que ni ceno. Los demás se toman la primera de muchíiiiisimas hamburguesas en tierras americanas y volvemos arrastrándonos al hotel.
