Hoy es nuestro último día en la ciudad
Vamos a realizar la visita subterránea que no pudimos hacer ayer con Berliner Unterwelten.
Vamos a realizar la visita subterránea que no pudimos hacer ayer con Berliner Unterwelten.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
La visita que íbamos a hacer el día anterior era "Tour 3 – Metro, Bunker y Guerra Fría", a las 12:30, y la única que hay hoy es "Tour 1 – Mundos en tinieblas", a las 10:30. El cambio de tour no nos preocupa en exceso, ambos nos parecían interesantes. Molesta un poco más el cambio de hora, porque para estar allí a las 10:30 hay que salir antes. Y, además, hoy tenemos que dejar la habitación y que nos guarden las maletas. Aún así, lo conseguimos.
Llegamos a la estación de Gesundbrunnen con tiempo suficiente para comprar las entradas Las entradas no se venden anticipadamente. Esa opción no me gusta. Entiendo que no las reserven sin pagar. Pero si pagas la entrada completa, lo "único" que pasa es que hay alguien que no podrá entrar porque hay una entrada vendida cuyo dueño no ha asistido. Sólo es mi opinión...
La visita es interesante, con muchos comentarios históricos. Si no interesa la Historia, quizás puede obviarse, además teniendo en cuenta que no están demasiado céntricas y que hay que llegar con un margen de tiempo suficiente para comprar las entradas y, aún así, puede que se hayan agotado.
No se pueden hacer fotos.
Llegamos a la estación de Gesundbrunnen con tiempo suficiente para comprar las entradas Las entradas no se venden anticipadamente. Esa opción no me gusta. Entiendo que no las reserven sin pagar. Pero si pagas la entrada completa, lo "único" que pasa es que hay alguien que no podrá entrar porque hay una entrada vendida cuyo dueño no ha asistido. Sólo es mi opinión...
La visita es interesante, con muchos comentarios históricos. Si no interesa la Historia, quizás puede obviarse, además teniendo en cuenta que no están demasiado céntricas y que hay que llegar con un margen de tiempo suficiente para comprar las entradas y, aún así, puede que se hayan agotado.
No se pueden hacer fotos.
Vamos a seguir amortizando nuestra "Museum Pass" y nos dirigimos al Museo Judío. La ruta que tenemos que tomar nos hace usar el metro (el subterráneo) y nos toca un tramo con mantenimiento. Bueno, en realidad era la misma línea de ayer pero otro trayecto. Creo que cogimos el subterráneo sólo estas dos veces, así que si nos guiamos por nuestra experiencia podríamos decir que "todo el metro está en obras"
Eso sí, lo indicaban de un modo de lo más entrañable, si de pequeño (o de mayor) te gustaban ciertos juguetes:
Eso sí, lo indicaban de un modo de lo más entrañable, si de pequeño (o de mayor) te gustaban ciertos juguetes:
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Ponemos rumbo a Kreuzberg, donde se ubica el Museo Judío, y como ya casi es hora de comer aprovechamos para tomarnos un riquísimo kebab.
Y ahora, al Museo Judío, de acceso gratuito con la Museum Pass. Cogimos la audioguía, que en este caso hay que pagar aparte.
El Museo Judío está dedicado a la historia del pueblo judío en Alemania durante unos dos milenios, no es un museo sobre el Holocausto, aunque, obviamente, hay una parte dedicada, ya que también forma parte de esa Historia.
Mucha gente va a visitarlo por su arquitectura moderna.
Y ahora, al Museo Judío, de acceso gratuito con la Museum Pass. Cogimos la audioguía, que en este caso hay que pagar aparte.
El Museo Judío está dedicado a la historia del pueblo judío en Alemania durante unos dos milenios, no es un museo sobre el Holocausto, aunque, obviamente, hay una parte dedicada, ya que también forma parte de esa Historia.
Mucha gente va a visitarlo por su arquitectura moderna.
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Es un museo algo diferente. Hay muchos espacios para ver vídeos, puedes sentarte en una mesa de escuela y escuchar lo que te dice el maestro (bueno, lo que se escucha me lo he inventado yo que el alemán no lo domino), poner tu nombre con caracteres hebreos, ver cuál es la disposición de una sinagoga, colgar un deseo en un granado artificial, o acercarte a alguno de los espacios singulares, como el Jardín del Exilio, con olivos plantados en la parte superior.
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De aquí nos vamos a la Topografía del Terror, para ver la exposición permanente sobre la Gestapo y las SS, que lo habíamos dejado pendiente desde el primer día.
Muy interesante. Estuvimos a punto de comprar un libro sobre la exposición (en inglés, que en español no había) pero el pequeño no nos convencía y el grande era demasiado grande y sabíamos que era altamente improbable que lo leyéramos entero.
Aún sabiendo muchas de las cosas que se exponían, impacta. Y siempre se descubre alguna nueva
Hay fotografías de humillaciones públicas, de prisioneros de campos de concentración, de los "angelitos" responsables de aquello, de actos multitudinarios, de carteles, en fin, un poco de todo sobre la Gestapo y las SS...
Muy interesante. Estuvimos a punto de comprar un libro sobre la exposición (en inglés, que en español no había) pero el pequeño no nos convencía y el grande era demasiado grande y sabíamos que era altamente improbable que lo leyéramos entero.
Aún sabiendo muchas de las cosas que se exponían, impacta. Y siempre se descubre alguna nueva
Hay fotografías de humillaciones públicas, de prisioneros de campos de concentración, de los "angelitos" responsables de aquello, de actos multitudinarios, de carteles, en fin, un poco de todo sobre la Gestapo y las SS...
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Voy a resumir lo que pienso con una foto: persecución de los "elementos asociales". ¡Toma ya! Con permiso... ¡asocial lo serás tú!
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En la exposición exterior, junto a los restos del muro, vimos una fotografía de cómo estaba la Puerta de Brandenburgo durante la división alemana
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Con esto damos por finalizada la visita cultural a Berlín, pero ¡no hemos comprados los recuerdos! Son casi las seis de la tarde y queríamos irnos pronto al hotel, pero los recuerdos hay que comprarlos. Algunas tiendas después y ya teníamos todos (no es que buscáramos nada excesivamente complicado, pero alguna cosa se resistió).
Y ahora... ¿al hotel? Pues no. Que no nos hemos hecho ninguna foto con la Puerta de Brandenburgo. ¡Hábrase visto! ¿Vamos o qué? Pues vamos. Y se ve que el señor al que le pedimos la cámara lo sabía porque nos hizo unas cuantas
Y le hicimos la última foto a la Puerta. ¿No está así, acompañada por la gente, mucho más bonita que en la que he puesto un poco más arriba?
Y ahora... ¿al hotel? Pues no. Que no nos hemos hecho ninguna foto con la Puerta de Brandenburgo. ¡Hábrase visto! ¿Vamos o qué? Pues vamos. Y se ve que el señor al que le pedimos la cámara lo sabía porque nos hizo unas cuantas
Y le hicimos la última foto a la Puerta. ¿No está así, acompañada por la gente, mucho más bonita que en la que he puesto un poco más arriba?
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Volvemos al hotel, a recoger nuestras maletas, para irnos al hotel que habíamos reservado junto al aeropuerto, ya que el vuelo de vuelta es muy temprano al día siguiente.
Recogemos nuestras maletas, y nos vamos hacia Alexanderplatz, como siempre, para coger el tren al aeropuerto. Por la mañana miramos los horarios de las combinaciones directas para no tener que ir cambiando de tren con las maletas. Pero con un pequeño fallo: miramos sólo hasta las seis o así, y había combinaciones directas. No contamos con que al final llegaríamos después de las 8. Ya no había combinaciones directas, así que tuvimos que hacer transbordo. Lo malo es que nos tocó hacerlo en una de las pocas estaciones que usamos en todo el viaje sin escaleras mecánicas ni ascensores. Y nos toca justo el día que vamos cargados
Llegamos al hotel pasadas las 10 y cenamos unos bocadillos que habíamos comprado en alguna de las estaciones.
Al día siguiente, muy prontito, fuimos andando hasta el aeropuerto (está muy cerca del hotel) y, después de un sueñecito reparador en un vuelo sin contratiempos, llegamos a casa donde nos espera ¡el calor! Con lo a gustito que estaba yo con mi rebequita
Hasta aquí el viaje por un trocito de un país que tiene mucho pero mucho que ofrecer
Hemos visto mucho, pero me quedo con la sensación de que podría repetir las ciudades sin repetir apenas visitas
Recogemos nuestras maletas, y nos vamos hacia Alexanderplatz, como siempre, para coger el tren al aeropuerto. Por la mañana miramos los horarios de las combinaciones directas para no tener que ir cambiando de tren con las maletas. Pero con un pequeño fallo: miramos sólo hasta las seis o así, y había combinaciones directas. No contamos con que al final llegaríamos después de las 8. Ya no había combinaciones directas, así que tuvimos que hacer transbordo. Lo malo es que nos tocó hacerlo en una de las pocas estaciones que usamos en todo el viaje sin escaleras mecánicas ni ascensores. Y nos toca justo el día que vamos cargados
Llegamos al hotel pasadas las 10 y cenamos unos bocadillos que habíamos comprado en alguna de las estaciones.
Al día siguiente, muy prontito, fuimos andando hasta el aeropuerto (está muy cerca del hotel) y, después de un sueñecito reparador en un vuelo sin contratiempos, llegamos a casa donde nos espera ¡el calor! Con lo a gustito que estaba yo con mi rebequita
Hasta aquí el viaje por un trocito de un país que tiene mucho pero mucho que ofrecer
Hemos visto mucho, pero me quedo con la sensación de que podría repetir las ciudades sin repetir apenas visitas
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Si queréis un poco más de información sobre las diferentes ciudades, he dejado una recopilación, con enlaces, y un resumen por cada una, en la siguiente etapa
*** Imagen borrada de Tinypic ***