Amanece lloviendo y con gran bajada de temperatura (-17ºC, que se dice pronto) Esto no ahuyenta a los pájarracos graznadores, qué pena! Tenemos que desmontar la tienda mojada, lo que no nos hace ninguna gracia. Vamos a recepción a pagar y consultar el tiempo, dan malo malísimo para los próximos 3 días.
Por cierto en el cámping deben de pagar muy buenos sueldos a sus empleados, uno de ellos iba a currar cada día en un Ferrari, no es broma:
Vamos por autopista hasta Maribor, que es un pueblo de unos 125000 habitantes situado cerca de la frontera con Hungría. Durante todo el camino nos acompañan unos nubarrones negrísimos que sabemos que van a descargar de un momento a otro. Buscamos el cámping Kekec que no está nada fácil de encontrar, menos mal que tenemos el GPS. Todavía no llueve, así que aprovechamos para montar la tienda a toda velocidad. Es camping es muy pequeño, pero está cuidadísimo y en un entorno precioso. Cuenta con un portátil con conexión a internet a disposición de los clientes. (19€/noche)
Nos acercamos a Maribor, la segunda ciudad de Eslovenia, y aparcamos al lado del río Drava. Comenzamos la visita dando un paseo a la orilla de éste, pasamos junto a la Torre del Agua. Después vamos a la plaza del Ayuntamiento y empieza a llover fuerte. También hace bastante aire, así que me compro un pañuelo para el cuello en la única tienda que está abierta. Sobre las 12.30h-13h del sábado cierran todos los comercios y ya no abre nada hasta el lunes. La ciudad está desierta, continuamos la visita de la catedral, y las calles peatonales del centro bajo la lluvia. En 2012 Maribor es la capital europea de la cultura, pero no encontramos demasiadas cosas destacables en esta ciudad.
Comemos y nos dirigimos a Ptuj con la esperanza de que allí llueva un poco menos. Todo lo contrario, llueve cántaros. Caminamos un poco por el pueblo que tiene muy buena pinta, es el más antiguo de Eslovenia, pero tenemos que desistir y regresar al coche porque con la que cae es imposible realizar la visita.
Son las 4 de la tarde y no sabemos que hacer. Con el día de lluvia no queremos volver al cámping porque nos veríamos obligados a pasar el tiempo refugiados en la tienda y además el ambiente está húmedo y frío. Al final decidimos ir a una zona de centros comerciales que hay a la entrada de Maribor. No es la forma en la que más nos hubiera gustado pasar la tarde, pero el mal tiempo no nos dejó otra alternativa. Pasamos allí 4 horas mirando tiendas y tomando algo.
Sobre las 20.30 volvemos al cámping y ya no llueve. Cenamos y antes de acostarnos vemos un espectáculo de fuegos artificiales que están lanzando muy cerca del cámping. Esa noche tenemos que dormir vestidos y arropados con mantas sobre las que ponemos también nuestras toallas, pero aún con todo esto encima pasamos frío.
Por cierto en el cámping deben de pagar muy buenos sueldos a sus empleados, uno de ellos iba a currar cada día en un Ferrari, no es broma:
Vamos por autopista hasta Maribor, que es un pueblo de unos 125000 habitantes situado cerca de la frontera con Hungría. Durante todo el camino nos acompañan unos nubarrones negrísimos que sabemos que van a descargar de un momento a otro. Buscamos el cámping Kekec que no está nada fácil de encontrar, menos mal que tenemos el GPS. Todavía no llueve, así que aprovechamos para montar la tienda a toda velocidad. Es camping es muy pequeño, pero está cuidadísimo y en un entorno precioso. Cuenta con un portátil con conexión a internet a disposición de los clientes. (19€/noche)
Nos acercamos a Maribor, la segunda ciudad de Eslovenia, y aparcamos al lado del río Drava. Comenzamos la visita dando un paseo a la orilla de éste, pasamos junto a la Torre del Agua. Después vamos a la plaza del Ayuntamiento y empieza a llover fuerte. También hace bastante aire, así que me compro un pañuelo para el cuello en la única tienda que está abierta. Sobre las 12.30h-13h del sábado cierran todos los comercios y ya no abre nada hasta el lunes. La ciudad está desierta, continuamos la visita de la catedral, y las calles peatonales del centro bajo la lluvia. En 2012 Maribor es la capital europea de la cultura, pero no encontramos demasiadas cosas destacables en esta ciudad.
Comemos y nos dirigimos a Ptuj con la esperanza de que allí llueva un poco menos. Todo lo contrario, llueve cántaros. Caminamos un poco por el pueblo que tiene muy buena pinta, es el más antiguo de Eslovenia, pero tenemos que desistir y regresar al coche porque con la que cae es imposible realizar la visita.
Son las 4 de la tarde y no sabemos que hacer. Con el día de lluvia no queremos volver al cámping porque nos veríamos obligados a pasar el tiempo refugiados en la tienda y además el ambiente está húmedo y frío. Al final decidimos ir a una zona de centros comerciales que hay a la entrada de Maribor. No es la forma en la que más nos hubiera gustado pasar la tarde, pero el mal tiempo no nos dejó otra alternativa. Pasamos allí 4 horas mirando tiendas y tomando algo.
Sobre las 20.30 volvemos al cámping y ya no llueve. Cenamos y antes de acostarnos vemos un espectáculo de fuegos artificiales que están lanzando muy cerca del cámping. Esa noche tenemos que dormir vestidos y arropados con mantas sobre las que ponemos también nuestras toallas, pero aún con todo esto encima pasamos frío.