Hoy dedicamos de nuevo el día a recorrer la capital y a las compras. Empezamos por la zona financiera y de negocios. Cuando estamos delante la sede del gobierno comienzan a llegar como bólidos muchísimos coches oficiales, un motón de guardaespaldas y gente trajeada. Resulta que estaba allí de visita Ban Ki Moon junto con el primer ministro de Eslovenia!
Seguimos caminando hacia el centro y llegamos al mercado a los pies de la catedral. Me llaman la atención los precios de las flores, son baratísimas, regaladas casi. A la hora de comer volvemos al cámping, pero antes nos paramos en el Tus, un supermercado que está de camino para aprovisionarnos de todo un poco. Como no entendemos ni una palabra de esloveno nos equivocamos con las botellas de agua y las compramos con gas, imbebible para nosotros, 9 litros nada menos… Aggggggg
Por la tarde cogemos el funicular y subimos al castillo (2,20€ cada ticket).
Al bajar en la plaza que está justo a sus pies nos coincide ver el reloj en el que cada hora asoman unos autómatas y suena una canción.
Continuamos los paseos disfrutando del animadísmo ambiente, vemos varias actuaciones callejeras y luego nos dirigimos al puente Mesarski most donde dejamos enganchado el candado de la maleta con nuestras iniciales grabadas.
Para cenar escogemos una pizzería al lado del teatro y la academia filarmónica. Es de pizza al corte, pero tiene terraza para comer allí sentados. Pedimos 2 trozos de pizza marinera, grandes como carpas de circo y 2 pintas, todo por 9,5€. Está riquísimo, ñam ñam! Con la barriga bien llena regresamos al cámping en uno de los últimos autobuses.
Seguimos caminando hacia el centro y llegamos al mercado a los pies de la catedral. Me llaman la atención los precios de las flores, son baratísimas, regaladas casi. A la hora de comer volvemos al cámping, pero antes nos paramos en el Tus, un supermercado que está de camino para aprovisionarnos de todo un poco. Como no entendemos ni una palabra de esloveno nos equivocamos con las botellas de agua y las compramos con gas, imbebible para nosotros, 9 litros nada menos… Aggggggg
Por la tarde cogemos el funicular y subimos al castillo (2,20€ cada ticket).
Al bajar en la plaza que está justo a sus pies nos coincide ver el reloj en el que cada hora asoman unos autómatas y suena una canción.
Continuamos los paseos disfrutando del animadísmo ambiente, vemos varias actuaciones callejeras y luego nos dirigimos al puente Mesarski most donde dejamos enganchado el candado de la maleta con nuestras iniciales grabadas.
Para cenar escogemos una pizzería al lado del teatro y la academia filarmónica. Es de pizza al corte, pero tiene terraza para comer allí sentados. Pedimos 2 trozos de pizza marinera, grandes como carpas de circo y 2 pintas, todo por 9,5€. Está riquísimo, ñam ñam! Con la barriga bien llena regresamos al cámping en uno de los últimos autobuses.