ANEXO - DATOS PRÁCTICOS ✏️ Diarios de Viajes de Nueva Zelanda

---

TRÁFICO Y CARRETERAS
Para cualquiera que viaje a Nueva Zelanda, es importante conocer el tema del tráfico y las carreteras. Si bien no es imposible viajar en transporte público, es una opción muy poco utilizada y que limita mucho el acceso a los puntos más interesantes. La mayoría de los visitantes optamos por alquilar una autocaravana o un coche, por lo que tenemos que enfrentarnos a la conducción aquí.

El primer problema que nos encontramos los “no ingleses” que visitamos el país es la conducción por la izquierda. No es demasiado complicado, te acostumbras enseguida, pero el primer día se hace raro (y más si llevas una caravana de más de siete metros). El cambio de marchas, para los que no tenemos caravanas con cambio automático) se hace con la mano izquierda, es normal que los primeros días, al ir a cambiar, la mano acabe en la ventana derecha. Las rotondas se hacen en sentido contrario, lógicamente, pero también por lógica, te acostumbras enseguida a ceder el paso a los que vienen, en este caso, por tu derecha.

Quizá pueda ser algo más liada la cuestión de ceder el paso en cruces, norma que, reconozcámoslo, tampoco tengo clara en España. Normalmente, tienen preferencia los que van por la vía de mayor importancia, y en caso de duda, siempre queda la máxima de “mejor esperar y que pase el otro que lanzarse a cruzar”. Y si el otro no pasa y te indica que pases tú, ya sabes que no os vais a encontrar en medio.

Hay que tener cuidado, los primeros días, a la hora de incorporarse a la carretera, si sales por ejemplo de una explanada donde no hay carriles de incorporación ni te lo marcan, ya que la tendencia a meterte por el lado derecho es alta. Enseguida te das cuenta de que no vas por donde deberías, pero a veces te puedes encontrar un coche de frente.

Para empezar, no existe más autovía que unos kilómetros alrededor de Auckland y en la entrada de Wellington. El relieve que tantas alegrías de vistas nos da, es un inconveniente a la hora del tráfico. Las carreteras discurren muchas veces por valles, a veces amplios y llanos, con rectas largas, pero otras veces son auténticos desfiladeros donde hay muchas rampas, muchas curvas y hay que ir muy despacio. De cualquier manera, la señalización es excelente. No existe una señal de curva, hay miles, personalizadas con el trazado de cada una, y en todas, te indican la velocidad aconsejada para tomarla. Si te encuentras una curva marcada a “25” ya sabes que es muy complicada y hay que frenar mucho más que una de “85”. Cualquier cruce, pueblo, atracción turística, camping, restaurante o mirador está señalizado. Existen muchísimas señales de prevención tipo “descansa cada rato”, “no hables por el móvil” y algunas bastante más macarras hasta el punto de la que vimos con una foto de un accidente, una cruz de madera blanca (típica en los sitios donde se ha matado alguien) y el cartel “vas a estar demasiado tiempo muerto, no tengas prisa por llegar”.

Otro punto conflictivo es la cantidad de puentes estrechos, de un solo carril que hay por todo el país. No se termina de entender que no los ensanchen, pero bueno, hay que acostumbrarse. Los menos están regulados con semáforos, lo normal es que te indiquen quién tiene preferencia y toque ceder el paso hasta que el puente esté libre.

El tráfico en general es poco intenso. Según qué zonas hemos llegado a hacer muchos kilómetros sin cruzarte con ningún coche ni que te adelanten. En las carreteras más importantes sí hay más tráfico, y a veces bastantes camiones, sobre todo en la isla norte. Son camiones con doble remolque articulado, más largos que los trailers españoles, por lo que hay que tener especial cuidado si hay que adelantarlos. De cualquier manera, corren que se matan, y si vas en autocaravana lo más probable es que sean ellos los que te adelanten a ti. La gente no corre demasiado, pero sí es habitual que excedan algo el límite de los 100 km/h que existe de manera general, tanto para coches, como para camiones o caravanas. Llega a ser gracioso ver señales de limitación de 100 Km/h en carreteras de montaña con unas curvas que no permiten ir a más de 30 Km/h. En general son bastante pacientes con las caravanas, y en cuanto hay subidas suelen aparecer los “slow bay” o “slow lane”. Los primeros son pequeñas isletas donde poder apartarse para que pasen los que vienen detrás y los segundos carriles de adelantamiento más largos.

Aunque normalmente con una autocaravana no se pueda correr demasiado, por el tamaño y el peso, hay que tener en cuenta los controles de velocidad. Yo no he llegado a ver radares fijos ni camuflados en coches, aunque ocasionalmente se ve al coche de policía parado en el borde de la carretera y otras veces hemos visto a la patrulla, con los rotativos de emergencia dados, parando a otro coche. Generalmente se ve muy poca policía, ni en las ciudades ni en las carreteras, pero siempre es conveniente respetar los límites, sobre todo los de 80 Km/h al acercarse a los pueblos o los de 50 cuando los cruzas de lleno.

AUTOCARAVANAS, ACAMPADA LIBRE Y CAMPINGS.
Gran parte del turismo exterior de Nueva Zelanda (y por lo que hemos visto, mucho turismo interior también) se mueve en autocaravana. Si bien presenta algunos inconvenientes como el tamaño de la misma para conducir, respecto un coche de alquiler, y la presencia de hoteles, moteles y Bed and Breakfast en Nueva Zelanda es total, hemos valorado mejor esta opción que la de coche de alquiler y alojamiento convencional. Aparte de la libertad de poder parar donde quieras a comer o planificar más libremente el viaje, evitas deshacer y hacer maletas cada noche.

La independencia de la caravana puede estar limitada por la necesidad de suministros que requiere, llenado de agua limpia, vaciado del agua usada (agua gris) y el depósito del servicio, y el suministro eléctrico. Sobre las aguas, en cualquier camping, y prácticamente en todos los pueblos hay un punto de vaciado, con un grifo para rellenar. Incluso en algunas gasolineras (lo hemos visto en algunas BP) tienen también un desagüe para vaciar. Uno de los primeros días nos indicaron mal el punto público y nos mandaron a un camping. Preguntamos y nos dijeron que sí, podíamos vaciar y llenar pero que costaba 15$, por lo que volvimos por donde habíamos venido. El vaciado y llenado de aguas es necesario hacerlo prácticamente a diario, el depósito del servicio puede aguantar hasta dos días dependiendo del uso, y sobre todo, si se usan las pastillas de líquido azul que, aparte de las que nos ofrecieron en la empresa de la caravana, no las hemos vuelto a ver en ningún sitio más.

El tema eléctrico es distinto. La batería de la caravana te da un suministro básico, iluminación y la bomba del agua. El microondas, los enchufes y lo más importante, el sistema de calefacción y aire acondicionado sólo funcionan cuando estás enchufado a 220 voltios. Esto en verano puede ser menos importante, pero con las noches frías que hemos tenido nos ha obligado a acceder a campings más noches de las inicialmente previstas por miedo a congelarnos.

Respecto al tema de la acampada libre, no es tan fácil como a priori parece. Existen campings (algunos gratis, otros de pago, barato pero de pago) muy básicos del DOC, con un servicio, un grifo de agua y poco más, pero muchas veces están sólo en zonas de montaña y en ocasiones con acceso muy complicado por caminos de kilómetros de grava o barro, en mal estado.

La acampada libre propiamente dicha, es decir, aparcar la furgoneta y dormir, está prohibida en muchas zonas. Aquí existe una legislación provincial (los Council de aquí), y algunos lo prohíben totalmente, otros lo permiten salvo en algunas zonas, y otros no se manifiestan al respecto. El problema es que en todas las ciudades y pueblos y en las carreteras está prohibido dormir, pese a que se ve gente haciéndolo, amenazan con multas de 200$. En las explanadas de supermercados, privadas, lo mismo, el propio supermercado lo prohíbe. Cuando vas por las carreteras muchas veces es difícil encontrar sitios donde aparcar, son todo fincas privadas y valladas, y en los aparcamientos de la carretera, tipo área de descanso, suelen ponerte la señal de prohibición. Así que, muchas veces no queda más remedio que ir a uno de los cientos de camping que hay. Existe una página www.rankers.co.nz, donde aparece un mapa de toda NZ con todos los campings, incluidos muchas zonas de acampada libre permitidas. El problema, que estas zonas, una explanada delante de un polideportivo, un rellano debajo de un puente de la carretera… en el sitio no te las indican por ningún lado, y si no las sabes, nadie te va a decir dónde están.

Respecto a los campings, hay algunas cadenas importantes a nivel nacional, Top10, Kiwi Park, y muchos otros independientes. En muchas guías y mapas están marcados con estrellas, y la verdad es que la diferencia de calidad y servicios, limpieza, cuidado… entre cuatro, cuatro y media o cinco, muchas veces se nota mucho. Bastante más que la diferencia de precio, que eso es prácticamente estándar. Salvo en Queenstown, especialmente turística y Christchurch, estratégicamente colocado cerca del aeropuerto, donde nos han cobrado 50 y 48$ respectivamente, los precios para dos personas con “power site”, es decir enchufe, han variado entre 36 y 40$, independientemente de la categoría del camping.

Prácticamente todos los campings tienen los servicios muy cuidados, duchas, baños, cocina, sala de televisión común… Algunos ofrecen servicios adicionales como piscina (en verano, o si es cubierta todo el año), spa… En el Shining Star de Hokitika, uno de los que más nos ha impresionado, en limpieza, instalaciones, el hecho de estar en primera línea de playa, y que sea un cinco estrellas a 38$, nos pasamos media hora de spa privado, dos personas por 15$, lo ideal para acabar bien un día después de la conducción y los paseos.

COMPRAS, ALIMENTACIÓN Y PRECIOS
En general, nos ha dado la impresión de que Nueva Zelanda es un país más caro que España. No excesivamente, y seguramente sus sueldos sean más elevados y el nivel de vida que se ve en general es alto, pero hay cosas donde se nota la diferencia. La comparativa de precios que hago, la hago desde mi punto de vista, que suelo hacer la compra en Mercadona o Carrefour en Salamanca. Incluso en España puede haber muchas variaciones dependiendo de la zona o el establecimiento.

Empezando por la parte positiva, el gasoil es bastante más barato que en España. Puede oscilar bastante según zonas, siendo considerablemente más caro en zonas más alejadas, por lo que es aconsejable, siempre que se pueda, ir con el depósito lleno desde las ciudades. Nosotros hemos visto oscilar entre 1,50 y 1,60$ el litro (cerca de un euro). La gasolina, en cambio, tiene precios mucho más caros, cercana a 2,50$/l. Las gasolineras BP suelen estar muy bien surtidas para autocaravanas, en varias tienen zonas para descargar las aguas sucias y rellenar, y ha sido casi en las únicas donde hemos visto que rellenasen las bombonas de butano de la caravana.

En cuanto a supermercados, hay mucha diferencia en función de la cadena e incluso de las ciudades. Los más baratos son los Pak n’Save, que están presentes sólo en ciudades grandes. Tienen el aspecto descuidado de nuestros Dia, mucho más grandes, y los alimentos están envasados en tamaños grandes, pero el precio es más barato que otros sitios. Luego están Countdown y New World, de la misma cadena. Countdown son más tipo hipermercado, está en ciudades más grandes, mientras New World es más supermercado y abunda en muchas más ciudades. Los precios son algo más elevados en general que en Pak N’Save. En localidades pequeñas, hay un supermercado más pequeño llamado Four Square, con mucha menos variedad y precios más elevados aún. Siempre para un apuro, te pueden salvar.

En la alimentación hay precios que te sorprenden enormemente. En la carne, al contrario que en España, lo más barato es la ternera y el cordero, con precios similares o más baratos que los nuestros, siendo el pollo y el cerdo muchísimo más caro que en nuestro país. De los productos más baratos pueden ser cualquier tipo de salchichas, con muchísima variedad y precios entre 6-7$ el kilo. El pescado es en general muy caro, no baja de 25-30$ el kilo de cualquier tipo. Como excepción, los famosos mejillones verdes, a 3,50 $ el kilo. En la fruta y la verdura sí que se nota mucha diferencia en algunos productos. Así como las patatas y las cebollas son a veces más baratas que en España, los tomates son especialmente caros, entre 9$ y 12$ un kilo, y los pimientos, los cobran por piezas, como 3-4$ uno pequeño. Los productos de cereales son también especialmente caros, se ve que no tienen mucho en NZ y los importan. Una baguette rara vez la encuentras a menos de 2$. El agua embotellada, en los supermercados más baratos, no se encuentra a menos de 1,50$ la botella de litro y medio, si la compras en bares o kioskos de la calle, es muchísimo más cara. No es un gran problema ya que en general hay agua potable en cualquier grifo. La leche, envasada siempre en botellas de dos litros (las pocas veces que vemos de litro son proporcionalmente mucho más caras) suele oscilar entre 3$ y 4$ la botella. No es mucho más cara que en nuestro país, cosa que no ocurre con los lácteos, quesos, yogures… Un paquete de 6 yogures puede costar entre 5 y 6$.

Otros productos que nos han llamado la atención como especialmente caros son todas las conservas. Una lata de tomate frito rara vez baja de 2$ y una de atún, un poco más grande que las nuestras típicas de “pack de 3” está a más de 3$.

En cuanto a marcas blancas, existen pero es un concepto ligeramente diferente al nuestro. No existe una marca blanca para cada supermercado sino que hay un par de ellas (Pams, Budget) presentes en todos, incluidas las tiendas más pequeñas de ultramarinos, que tienen desde pizzas, tomate frito, cereales para el desayuno o galletas, hasta productos de limpieza o papel higiénico. El precio es bastante más barato que el de productos equivalentes de primeras marcas, pero como en otros casos, no siempre encuentras todos los productos en todos los sitios.

Comer fuera tiene un abanico de precios enorme. Las cadenas de comida rápida, tipo McDonalds, Subway o KFC tienen precios algo superiores a España. Hay muchísima variedad de comida asiática, destacando los Take Away, que siempre llevados por chinos te ofrecen desde perritos, hamburguesas, todo tipo de comida asiática o los “fish and chips”. En estos sitios, la bebida no es especialmente cara, pueden pedirte 2$ por una lata de coca-cola o una botella de agua de más de medio litro. Suelen ser muy baratos, con paquetes de menú con patatas y bebida que pueden oscilar entre 8-10$ por persona. Los restaurantes asiáticos más normales ofrecen platos principales entre 10-15$, las pizzerías tienen pizzas por 25-30$. Si se valora más el precio que el estar en un sitio moderno con vistas, hay que huir de los restaurantes de las zonas de puerto, orillas de lagos. Son especialmente turísticos, y con ello, caros. En algunos centros comerciales de ciudades hemos visto chinos o thailandeses que, aparte de los platos tradicionales, ofrecen un buffet libre similar al español de estos sitios (con muchísima más calidad). Aquí el buffet consiste en un plato (Tres tamaños, tres precios entre 8-15$) y te pones toda la comida que puedas. Es curioso ver a jóvenes neozelandeses haciendo auténtico equilibrismo para hacer torres de comida en los platos pequeños.

Respecto al tabaco, para los fumadores, es prohibitivo. No sé si es causa o consecuencia de la poca costumbre a fumar que hay en el país. Se ve muy poca gente fumando comparado con España. Nosotros veníamos sobre aviso, por lo que compramos bastante (un cartón por persona, lo permitido para entrar en el país) en Dubai, a un precio mucho más barato que en España. De cualquier manera, el último día nos tocó comprar un paquete y nos cobraron 15,90$ por un Malrboro. Puede ser buen momento para dejar de fumar, si no hubiéramos venido cargados de tabaco de fuera.

RUTAS, RUTILLAS, PASEOS Y VISITAS.
Existen miles de rutas, todas señalizadas y bastantes bien acondicionadas, para el senderismo. Las hay desde pocos minutos andando hasta de varios días. Cualquiera de ellas suele estar marcada en la carretera con los típicos carteles del DOC en verde con letras amarillas, indicándote los kilómetros y tiempo de duración. Normalmente hemos podido comprobar que los tiempos están calculados para ir a un paso de lento a normal, yendo un poco rápido se tarda considerablemente menos. Nosotros descartamos a priori cualquier ruta muy larga ya que hemos valorado más el poder ver más cosas que el dedicar días enteros para andar y ver menos sitios. Hay que apuntar que muchas de ellas se pueden omitir, viendo los puntos interesantes desde el coche. Algunas por ejemplo, recorren en 15 kilómetros y cuatro horas una garganta, y la ruta va completamente pegada a la carretera por la que tienes que pasar, por lo que las vistas son exactamente las mismas. En cualquier punto de información o en la página del DOC hay datos sobre todas, por zonas, indicando distancias, tiempos y niveles de dificultad.

INTERNET
Es fácil encontrar sitios donde conectarse a internet, bien con un portátil propio, mediante redes wifi, o en ordenadores fijos, si no llevas portátil. Es muy difícil encontrar internet gratis. Si bien existen algunos sitios donde se pueden pillar redes abiertas, es muy raro. La mayoría de ellas están protegidas o son de pago. Es muy habitual encontrar una red sin proteger, que conecta muy bien, pero a la hora de conectarte te piden registro, de pago. El precio habitual suelen ser 6$ una hora, en algunos sitios puedes encontrar en tramos de 30 minutos. Nosotros hemos encontrado, en pueblos, algunos videoclub que ofrecen 30 minutos por 2$. Incluso, en algunas bibliotecas, nosotros lo vimos en Te Aroha, fuera de horario de apertura, y en Matamata, donde sí lo utilizamos, hay internet gratis. Son ordenadores que te ofrecen hasta media hora, apuntándose en una lista de espera. A primera hora de la mañana, que no había nadie, nos conectamos directamente, incluso no creo que hubiera habido problema en entrar una segunda media hora. Otra opción son los cafés que te ofrecen wifi gratis, evidentemente para consumidores del local, con contraseña, y a veces no compensa el precio que te cobran por el café para tener un rato de internet.

Lo hemos descubierto tarde, casi al final del viaje, pero en la página de acceso de los campings Top10, donde te pide el registro y el pago, te permite acceder a la página de información meteorológica gratis.

---