Las aerolíneas polacas, LOT, vuelan desde Madrid, Barcelona y Bilbao a Varsovia, Cracovia, Wroclaw, Poznan y Gdansk. Más económica es la opción de Ryanair a Cracovia o Poznan, aunque no hay salidas todos los días.
Polonia no es Francia ni es Alemania en cuanto a infraestructuras viarias. No se pueden calcular los tiempos como lo hacemos habitualmente. Un día de diario, en el mes de junio, se tarda tres horas para hacer los 150 kilómetros que separan Torun y Poznan. Y no es el único caso.
En cuanto a los hoteles, a mismas estrellas son, en general, de inferior calidad que en España. Por eso, nuestro consejo es el de siempre: tirar de aquellos que pertenecen a grandes cadenas y que tienen que mantener unos mínimos de calidad. Estos son los hoteles en los que estuvimos en nuestro primer viaje a Polonia:
- Holiday Inn Varsovia Centrum: muy bien. Con todo el confort de un 4 estrellas, en pleno centro de la ciudad, a unos pasos del Palacio de la Cultura y unos 25 minutos a pie del casco histórico
- Orbis Gdynia: muy mal. Aunque dice ser de 3 estrellas, este hotel de la era soviética está en una ciudad cuya visita no merece la pena en absoluto. En Gdansk hay Mercure y Novotel
- Novotel Poznan Centrum: bien. Mantiene la calidad de los 4 estrellas de la cadena Accord y está, además, muy bien situado, a unos 20 minutos a pie de la plaza por una calle peatonal.
- Orbis Wroclaw: regular. Algo mejor que el de Gdynia, de nuevo el Orbis no da la talla, aunque al menos se encuentra bastante cerca del centro de la ciudad.
- Park Inn Cracovia: bien. A 15 minutos a pie de la zona de Wawel, justo al otro lado del río por cuyo margen se accede, en media hora, al barrio judío y Podgorze. La mejor opción para una escapada corta son los apartamentos Pokoje Gościnne Wiślna, ya que están a menos de un minuto de la Plaza del Mercado. El único inconveniente es que al ser apartamentos no hay servicio de limpieza y, al igual que todos los bloques de pisos (viejos o nuevos), no tiene ascensor. Se puede reservar también el desayuno, que lo sirven en un restaurante de la calle de al lado y es abundante y rico. Además, para estancias de tres o más noches te recogen en el aeropuerto de forma gratuita (para volver cuesta 15 euros).
Para las comidas hay oferta para todos los gustos: desde puestos de la calle donde se pueden degustar pierogis y bigos hasta restaurantes llenos de flores en las zonas más turísticas a un precio más que razonable. Si lo tuyo es el dulce, no hay problema. Además de las rosquillas y bollos que venden por la calle, en estas terrazas del centro sirven unas copas de helado, crepes y hasta pierogi rellenos de arándanos que están deliciosos y no cuestan más de 2 euros.
Más información en nuestro blog: http://www.undiaenelpolo.com/2013/09/polonia.html