ESTAMBUL ✏️ Diarios de Viajes de Turquia

He salido pronto de Goreme. El transfer al aeropuerto me ha recogido a las 8:15 (25TL) para ir a Kayseri (65km). El vuelo lo tenía con la compañía Pegasus a las 10:25.

He llegado sin problemas una hora antes del vuelo (yo contento, pero un suizo que iba en el microbús ha estado jurando todo el trayecto, porque llegábamos tarde).

El vuelo me lleva al aeropuerto de Sabina, no al de ataturk. Por cierto, no había leído nada sobre la forma en que tienen de mostrar las reglas internacionales de seguridad. Te ponen un video en el que el gandam style se queda corto.

El vuelo sin problemas, llega en 75 minutos.

Respecto a Pegasus, el único defecto es que no puedes llevar más de 8 kg de equipaje de mano (mi mochila pesa 9'5, la tengo controlada), por lo que tienes que facturarla. Eso sí, que aprendan vueling & Co., la facturación es gratuita, el pago con tarjeta es gratuito. Por si no me creéis, he pagado 29€. Creo que con Vueling la facturación de maleta y el pago con visa ya iguala la cantidad. Ah, y la reserva la he hecho con tres días de antelación, no con tres meses.

Para llegar a Estambul desde Sabina la opción más económica (no hay ninguna rápida) es coger el bus nº9 hasta la última parada (3'9TL) que es el punto de salida del ferry que te lleva al lado europeo (1'95TL). El bus ha tardado unos 75 minutos (iba petado y no se ha detenido en muchas paradas, igual normalmente tarda un poco más). El ferry 20'. Total que para las 15:00 ya había hecho el check in.

El hostel, que no me está gustando demasiado (no tiene cocina comunitaria, aunque la anunciaba y el wifi va cuando quiere, no en la habitación; la habitación tiene cierre eléctrico que no funciona) está reservado para tres noches. Si pasa el visto bueno al final, alargaré la estancia otras tres noches más, si no, cambiaré. La habitación tiene aire acondicionado y es de 8 camas. El precio por las tres noches 99TL (incluida comisión de 4TL que tampoco avisaban; ya sé que no es dinero, no se trata de eso). Se llama harmony hostel.

Me ducho y a la calle. El plan del día era visitar varias mezquitas, las menos importantes. La idea es que la visita de la mezquita azul o del museo de Santa Sofía pueden eclipsar el resto de atractivos de la ciudad, por lo que haré la planificación al revés.


He empezado por la mezquita nueva, que tiene más de 400 años. Y ya en esta misma me he encontrado con la grata sorpresa de que no son como me esperaba. La espectacularidad de los detalles, la belleza de los azulejos, la grandiosidad de las cúpulas,... todo impresiona.





Como ha pasado en otras mezquitas, éramos bastantes más los turistas que los que estaban rezando. Por supuesto, descalzo y dependiendo de la longitud de los shorts, pues había que taparse, al igual que el pelo las mujeres.

Aunque seas un ateo confeso como yo, os recomiendo dejar prejuicios aparte y acercarte a alguna de las múltiples mezquitas. Otro punto fuerte, además de que son gratuitas, es que se está muy fresquito. De hecho, no extraña ver a gente tumbada descansando o durmiendo.

No lejos está la mezquita de Rüstem Pasa. Cuesta encontrarla porque está en medio de las callejuelas de una zona muy próxima al bazar de las especias y en la que hay un trajín de gente que a mí me ha agobiado bastante al principio (acostumbrado a la soledad de Capadocia).


He seguido por la mezquita Süleymaniye. Es simplemente grandiosa. Además se nota que está restuarada recientemente, lo que la hace más bella aún.


La lonely habla de su simplicidad (pues yo no la veo por ningún sitio). En lo que sí estoy de acuerdo es en lo detallado del trabajo de las vidrieras, a pesar de que dan a la zona de oración y no se puede acceder.



Bastante más lejos está la mezquita Fatih y a ella me he acercado. La lonely apenas dice nada de ella, pero de nuevo es visita obligada, sin lugar a duda. Las vidrieras no alcanzan el detalle de la mezquita de Süleymaniye, pero aún así son preciosos. Está alejada de la ruta normal y sólo hemos estado dos turistas dentro. Por cierto, por primera vez me han obligado a ponerme un disfraz para tapar las piernas, pues llevaba pantalón corto.



La ruta ha seguido por la mezquita Sehzade Mehmet, pero que como estaban en oración no permitían sacar fotografías del interior (sí visitarla). Está en una zona verde muy chula, con el acueducto a un paso.


He terminado la ruta con la mezquita de Beyazit, que estaba en obras. Sólo se puede acceder a una parte sin encanto alguno, entre andamios.

El resto de la tarde-noche he aprovechado para ubicarme, coger algún tranvía, acercarme a Taksim (donde no hay problema alguno, salvo alguna tanqueta de agua que impresiona al verla) y la zona comercial. He acabado cenando en el puerto del ferry el famoso sandwich de pescado. (un bocadillo de caballa a la plancha con lechuga y cebolla). Tenía hambre, era grande y me lo he comido a gusto, pero no creo que repita (6TL)


Como ya pasó en Konya, aquí también hay "cenas colectivas" para cuando se ponga el sol, pero a lo bestia (tengamos en cuenta que es Estambul, no konya.

Y ahora en el hotel, en un descansillo de las escaleras que es el único sitio en que está funcionándome internet.

VIERNES 26 DE JULIO -- ALGUNOS MUSEOS MENORES

El día ha empezado tarde; pero tarde de veras, pues hasta las 10:30 no me he despertado. Creo que es el cansancio acumulado de los días de senderismo en Capadocia.

El plan de hoy comenzaba con museos y si era posible probar algún ferry.


Después de una kk de desayuno (sigue restando puntos el hostel como candidato a los últimas tres noches) y con el calor húmedo propio de Estambul me he acercado a los Museos de Arqueología de Estambul (10TL).


Allí he aprovechado para comprar una tarjeta museística que te permite entrar a los principales museos de la ciudad por 85TL, con una caducidad de 72 horas. La lista sería: Museo de Chora, Santa Sofía, Topkapi (tb. Harén), Museos arqueológicos, Museo del mosaico, Museo de Galata Mevlevihanesi, Museo Palacio Yildiz, Museo de la Historia de la Ciencia y la Tecnología en el Islam.

Hay que tener en cuenta que parte del edificio (museo de niños, arte escultórico desde la época arcaica hasta la época romana) y las culturas en las cercanías de Estambul (Tracia, bitnia y Bizancio) estaba cerrada por restauración hasta el 1/IX/2013.

Se entra por el Museo del Antiguo Oriente. Allí tienen una pequeña cantidad de relieves de las puertas de Ishtar de Babilonia. En el museo de Berlín pude verlas el año pasado y no tienen nada que ver con las conservadas en Estambul.


Pero el principal atractivo, que es realmente espectacular, son los sarcófagos de la necrópolis real de Sidón.

El primero de los muchos que me ha llamado la atención ha sido un sarcófago licio de mármol.


Sin embargo, la hostia ha sido poder ver el llamado Sarcófago de Alejandro, también de mármol (originalmente policromado). Uno no puede sino extrañarse de cómo antes de Cristo supieran trabajar de esa manera el mármol y durante mil años, desde la caída de Roma, tengamos sólo tallas de madera religiosas sin expresión alguna.




A continuación del anterior, también me ha llamado la atención el Sarcófago de las plañideras.


Por último, el conjunto museístico se completa con el Quiosco de los Azulejos. Me ha parecido más completo que el de Konya, pero en un edificio menos chulo.

Como el museo arqueológico se encuentra muy próximo al Parque Gülhane, me he dado una vuelta por este pulmón verde realmente agradable, por sus sombras y fuentes de agua. En él se encuentra un museo que me ha sorprendido gratamente, el Museo de la Historia de la Ciencia y la Tecnología en el Islam. (5TL). Eso sí, después de haberlo visto, no termino de encontrar la importancia del Islam en los avances científicos conseguidos.

Repasa muchos de los éxitos y avances científicos de los pueblos musulmanes. Así hace un recorrido por la Astronomía (para expertos, que lo disfrutarán), por máquinas de asedio, la medicina (lo que más me ha gustado) o el álgebra.

A mí me ha llamado la atención, porque no sabía que existieran, unos relojes de agua.


Estaba prácticamente vacío y no elimina del todo el calor de la calle.

Como los grandes edificios (Topkapi, Santa Sofía, Mezquita Azul) los estoy dejando para mañana, he continuado la ruta por la Caferaga medresesi que tenía buenas referencias en la lonely, pero me ha parecido totalmtente prescindible. Un patio con una cafetería y varias tiendas de artesanía propia.

La ruta me llevaba a la Cisterna Basílica (10TL). Jodé! Es la hostia! He salido enamorado del sitio. La verdad es que no tenía ni idea del mismo, ni siquiera había visto una foto (aunque sí había leído en los diarios, por encima, que gente la había visitado). Por desgracia está demasiado oscuro como para que las fotografías reflejen la belleza del sitio.



Como el museo de Artes Turcas e Islámicas estaba cerrado, me he acercado al lugar donde estaba ubicado antiguamente el Hipódromo. La fuente del Kaiser Guillermo estaba en proceso de restauración y totalmente cubierta. En el mismo espacio se encuentran un conjunto de tres obeliscos, si bien sólo el primero, el de Teodosio (egipcio, “traído” del templo de Karnak) me ha gustado.


Ya se me ha hecho tarde como para ir a otros museos, así que me acerco al hostel y aprovecho que Internet funciona ¡casi una hora seguida! para actualizar el día de ayer con fotos.

La tarde comienza con un ferry por el cuerno de oro.

Cuidado, que el recorrido que dice la Lonely añade una parada en Fener que no existe.


Salgo de Eminönü y me voy hasta el punto más alejado, Eyüp. (30’ - 1’95TL) Es una zona bastante más animada de lo que esperaba. Al parecer la gente se acerca a este barrio para subir a un bar-café, el Pierre Loti Café, pero eso requiere coger otro funicular más. No sé, me parece un poco pillado por los pelos.

Coger un ferry es una solución barata, entretenida y fácil para evitar el calor de la ciudad. Lo recomiendo. Seguro que repito más adelante.

La vuelta la hago en bus (35’ - 1’25TL), por aprender algunas paradas que me puedan valer para otro día, como la visita a la Iglesia de Chora, que no cuenta con transporte directo fácil.

Una vez de vuelta y con menos calor me acerco al Bazar de las Especias (el pequeño) y me mezclo con la gente, sin el agobio que esperaba encontrarme. Después, animado, me he dirigido al Gran Bazar, pero estaba cerrado (19:15), así que lo dejaré para otro día, con más calma.

SÁBADO 27 DE JULIO -- SANTA SOFÍA - TOPKAPI - MOSAICO - CHORA


Hoy toca madrugar, pues quiero aprovechar bien el día para visitar algunos de los puntos álgidos de la ciudad. De primeras, una bofetada. A las 8:30 aún no sirven el desayuno y no pienso esperar porque los museos los abren a las 9:00. Total, para el desayuno kk que dan...

A las 8:50 ya estoy esperando que abran el palacio de Topkapi (25TL + 15TL Harem). Anticipo que en mi opinión os podéis guardar las liras del Harem.

Como el ministerio de cultura turco tiene pretensiones de ministerio de hacienda, sólo te da mapa gratuito del palacio si alquilas la audioguía (15TL + 10TL harem). Yo he cogido la del palacio, para combinarla con la lonely. Me parece una buena elección. Ademas, los auriculares no van unidos, por lo que quienes vayáis en pareja podéis arreglaros con una sólo audioguía (eso sí, pareceréis siameses)


El palacio está muy bien conservado, es majestuoso y ocupa un espacio muy amplio, rodeado de jardines y árboles enormes. Todo muy cuidado y limpio. No sólo merece la pena disfrutar del palacio en sí, sino sentarse en los múltiples bancos a la sombra y leer, por ejemplo.

Respecto a los cuatro patios que componen el palacio, el primero es de libre disposición, porque las canceladoras están al comienzo del segundo patio. Hay muchas estancias en todos los patios, si bien el segundo es el menos llamativo (en él está la entrada al harem).



En el tercer patio llama la atención la Sala de armas, con una iluminación magistral. A mí me ha gustado especialmente la biblioteca y por supuesto las cuatro salas del tesoro, aunténtica joya del palacio. Ver tanta riqueza es casi obsceno.

Sin embargo, en mi opinión lo mejor está en el cuarto patio, en los pabellones de recreo. Hay tres estancias preciosas, alrededor de una terraza de mármol, con vistas al Cuerno de Oro.


Por cierto, no recuerdo la estancia, era en una en la que las mujeres tenían que ponerse un pañuelo en los hombros, había más pelos de la barba de Mahoma. Se ve que los repartía como rosquillas. También hay una supuesta huella de su pie, talla 54 aproximadamente.

Respecto al Harem me parece una tomadura de pelo, más allá de la curiosidad que nos invade cuando pensamos en las concubinas del sultán. Mientras que el trayecto del palacio te lleva un mínimo de dos horas (más si te detienes en los jardines, bancos....), el harem lo puedes recorren en menos de media hora, porque apenas tiene nada llamativo, si has recorrido antes el palacio completo.

Una vez salgo del palacio (casi tres horas) me acerco al museo de Santa Sofía (25TL), que está al ladito. Hay una cola kilométrica para entrar, pero me la salto con la tarjeta musseumpass.


Si por fuera es expectacular, no lo es menos por dentro. Sin embargo, tengo una doble y contradictoria sensación. Desde el punto de vista arquitectónico es la hostia. Los materiales empleados, el mármol de diferentes colores, el alabastro,... hace que mires a donde mires flipes. La cúpula, que es inmensa, parece que está suspendida en el aire. La amplitud de la basílica. Todo hace que te emocione el edificio.


Pero ahora la segunda parte, sin tener en cuenta que hay unos andamios proporcionales al edificio que tapan un montón del interior, lo que más pena me ha dado es el estado en que se encontraban los mosaicos y los frescos de la Basílica-museo.


Es una auténtica pena, porque los que están medio-bien son preciosos (yo no entiendo de calidad, pero dicen que son exquisitos en su ejecución).



En las proximidades del edificio, pues todo está cerquita, se encuentra el Museo del mosaico (8TL). Después de Santa Sofía, me ha parecido totalmente prescindible. Aún recuerdo algunos de las casas de Éfeso que le daban mil vueltas, fundamentalmente por su conservación. Para una ciudad como Estambul, lo dicho, decepciona.

Como me he quedado con ganas de ver mosaicos de verdad, me he armado de valor y he ido hasta San Salvador de Chora (15TL), a las afueras de la zona turística de la ciudad; en el barrio griego, antes de que los expulsaran, primero inventándose impuestos inmuebles inasumibles (cuatro palabras seguidas que empiezan por in/im), más adelantes limitándose a instarles a que se fueran.


No está señalizada en casi ningún sitio, por lo que es preferible que la ubiquéis en el GPS antes de ir. Como aún no controlo los buses, me he acercado en tranvía hasta 2'5 km y allí andando sin problemas.

Junto a la Cisterna, es lo que más me ha gustado de Estambul. Sobre todo porque no lo esperaba. De hecho no lo conocía, fue la casualidad de la lectura de Markaris de la semana pasada en que el comisario Jaritos venía de vacaciones a Estambul, la que me dio la oportunidad de conocerla.

Los mosaicos, en general están bastante deteriorados. Pero ello no impide que haya unos cuantos en estado muy bien conservado. Mirándolos con calma ves detalles que te sorprenden que puedan alcanzarse con pequeñas estelitas. Visita obligada.







Desde allí, ya que estaba por la zona ortodoxa, me he bajado al mar para ver la Iglesia Búlgara, realizada con hierro fundido a finales del sXIX. Sin embargo, he tenido mala suerte porque estaba cubierta de andamios, ¡de madera! y, por lo que se veía, está en muy mal estado. Vamos, que hay obra para rato.


Como he visto que pasaban buses, pues he cogido el primero que he visto moderno (con aire acondicionado) que ponía Taksim. De allí ya sabía llegar al albergue.

Como tenía tiempo aún, me he acercado al Gran Bazar. Una pérdida de tiempo. No le he encontrado el más mínimo interés a los vendedores que te asaltan, las hordas de turistas,... prescindible totalmente.


Me he pasado el resto de la tarde mirando albergues para las tres noches que me quedan. Pero casi ninguno tiene aire acondicionado en el dormitorio, muchos están llenos y las habitaciones individuales son muy caras (45-50€/noche). No obstante, detrás del hostel actual he encontrado uno que parece tener precios más razonables, pero estaba también lleno. Me ha dicho que pregunte mañana por si acaso.

Pues a pesar de todos los sapos y culebras que he soltado del Harmony, esperad, que igual me quedo más tiempo. Sí ya sé que eso no dice nada bueno de mí, pero dejad que me explique.

A la noche he salido a una cafetería que está en frente de mi dormitorio porque he visto que tienen cafetera para hacer ¡café expreso! Me muero por uno! En verdad es la cafetería del chulo hotel Empire, de en frente de la mierda de pensión mía. El café latte cojonudo, con un pastelito y helado de regalo. Les he pedido la clave del wifi para el móvil, pues quería whatsappear, y resulta que desde el dormitorio tengo acceso a su wifi. ¡Y no se me corta a cada rato! Además la señal es cuanto menos decente, teniendo en cuenta que estamos al lado opuesto de la calle.

Pues eso cambia por completo las cosas, porque que el desayuno sea una mierdilla (ya casi ni me parece una kk), pasa; que la habitación no cierre eléctricamente, pues confío en los compañeros de dormitorio; pero que no me funcionara el wifi, me ha tenido con cara de amargado estos tres días previos. La verdad es que no me había dado cuenta de lo importante que es poder tener acceso a información al momento cuando estás en una ciudad desconocida, tan grande como Estambul, y que quieres exprimir al máximo.

Total, que de momento, mañana voy a decirle al chico de recepción que me reserve una noche más.


DOMINGO 28 DE JULIO - PALACIOS (YILDIZ & DOLMABAHCE) - MEVLEVI - PIERRE LOTI "


El día de hoy lo quería dedicar a visitar algunos de los palacios de estambul. Para ello, como no están justo en la parte antigua miré una página del transporte en la ciudad que te dice cómo llegar a los sitios en bus, tranvía.... ventajas de tener internet otra vez.

harita.iett.gov.tr/en/?hat=22#

En primer lugar opto por acercarme al Yildiz, para ello monto en el tranvía hasta la última parada (kabatas) y allí hago transbordo a un autobús que suba hacia Besiktas (valen 22, 22re, 25e y 30d). No me acuerdo cuál he cogido, el primero que haya salido.

Me paro cerca del parque de Yildiz, donde me encuentro a bastantes "domingueros" preparando almuerzos (y eso que no eran más de las 10:30) en las mesas dispuestas para ello. Me ha gustado el parque por la cantidad de arbolado y sombra que da, claro. Se agradece en otro día húmedo y caluroso. Allí ha empezado mi periplo para localizar el palacio. He preguntado a un total de seis personas distintas, en diferentes momentos (durante más de media hora) que me han llevado de un sitio a otro de manera infructuosa. Por lo menos, mientras tanto he podido contemplar el parque tranquilo. Desde hoy ya me lo tomo con calma, pues casi he visto lo más importante.



Al final me he acordado de que palacio se dice saray y en el gps he encontrado el palacio dichoso. Está a unos dos kilómetros antes del parque del mismo nombre, en el barrio de Besiktas.

El palacio yildiz (8TL) no es especialmente espectacular, que se diga. En su interior (he estado solo) hay mobiliario antiguo, porcelana y escultura art noveau.


Como el siguiente palacio, éste más importante, estaba a menos de dos kilómetros, me he acercado andando. Se trata del palacio Dolmabahce, en el barrio de Besiktas, junto al Bósforo. De hecho, en frente está la tienda oficial del club de fútbol y al lado el estadio.


El barrio de Besiktas me ha gustado mucho, por la tranquilidad con que uno se mueve. Además, la gente viste de manera más occidentalizada. No he visto ningún nicqap, por ejemplo.

Como viene siendo normal, el precio de la entrada al Palacio Dolmabahce es abusivo (30TL, más otros 10TL por el harem, del que he prescindido esta vez. Pago sólo en efectivo).

He de reconocer que me parece de visita obligada. Por supuesto es diferente del Topkapi, pero a mí me ha gustado tanto uno como el otro. Cada uno en su estilo.

Concretamente el de Dolmabahce, más reciente (no tiene ni dos siglos) sigue el dogma de cuanto más, mejor.

El exterior ajardinado es precioso. Merece la pena detenerse en los jardines, oler las flores de los magnolios, sentarte a su sombra,... una gozada.



Pero si el exterior es expectacular, el interior (no se permiten hacer fotografías) es mejor aún.




Las salas principales, las institucionales son expectaculares. No sabes hacia dónde mirar. A veces da la sensación de ser incluso cargante, de tantos y tantos detalles diferentes que presenta. Ya la leche es la sala ceremonial donde el Sultán recibía a los legados.

No se puede entrar por libre, has de esperar a que te toque turno en el tour guiado en turco o inglés. En todo caso, se le entiende perfectamente a la chica que nos ha tocado (y eso que no hablo ni papa de inglés). Ha durado, sin harem, aproximadamente 45'. Seguramente por libre fuese un poco más.

Antes de salir del palacio, merece la pena la visita al pequeño palacio (sala, más diría yo) de cristal. Está junto al aviario. Eso sí, hay que disponerse a pasar el calor del siglo. Es obviamente como un invernadero.

De allí he cogido un bus que me deja en el puente de Gálata, sin atravesarlo, porque quiero coger el vetusto funicular subterráneo llamado tünel que me llevará hasta el museo de los derviches en Estambul, el Galata mevlevi House Museum (5TL). La verdad, después de lo visto en Konya, pues más de lo mismo. Prescindible. Pero como estaba incluido en la Istanbulkart, pues he aprovechado.

Hablando de viejos tranvías y funiculares, desde el mismo tünel sale otro tranvía viejísimo que sube por la Istikla cadesi, hasta la plaza taksim. Yo he optado por ir andando.


Ya estando en la zona comercial de la calle Istiklal, me he parado a comer algo. Siguiendo la recomendación de la Lonely Planet he comido un Iskender kebap en el Konak.


Para la tarde tenía pensado acercarme, de nuevo, a Iyüp, para subir hasta el promontorio donde se encuentra el café Pierre Lotti. Para llegar allí, desde la central de autobuses que está junto a la salidad de los ferries, se puede coger el bus 36c o el 44b. Yo he cogido el segundo que bordea el cuerno de oro y ha llegado en 15 minutos (es domingo y hay menos tráfico.

Hago acopio de los dulces turcos hipercalóricos y almibarados que tanto me gustan y me dirijo hacia el funicular. Se nota que es domingo, pues la cola para subir era larga y he estado casi media hora esperando. Cuando le toca el turno al chico delante mío, no le llega el saldo y, evidentemente, le pago con mi tarjeta. Lo que no me he dado cuenta es que entonces no me llegaba a mí para el viaje de regreso.


El café es viejo, cutre, sencillo, con mesas antiquísimas y que cojean, manteles del siglo pasado,... pero las vistas son expectaculares. Me tomo un nescafé, con mis dulces propios (que salen más baratos que el café soluble) y aprovecho para leer un ratito, pues estaba cansado.


Para volver me he dirigido hacia el ferry. Había gente como en la guerra en el barrio. Parecía el gran bazar. Respecto a los ferris, creo que le estoy cogiendo el gustito a contemplar la ciudad desde ellos.

Ya de vuelta toca actualizar el diario, llamar a amama (a la que echo de menos) y cenar algo.

Anticipo el programa de mañana y pasado, por si alguien me puede echar una mano sobre algún sitio que no he previsto y que estuviera a tiempo de visitar.

LUNES 29 DE JULIO - MEZQUITA AZUL (y cercanas) - ACUARIO - ORILLA ASIÁTICA

Desde luego, todo es suceptible de ir a peor, no porque lo diga Murphy, sino porque es lo que pasa en el harmony hostel. Ahora no funciona el aire acondicionado. Pues nada, tocará pasar más tiempo en la calle.

El plan de hoy es un poco diferente a lo habitual, ya que pivota sobre la visita al acuario y a Üskudar, en la orilla asiática de Estambul.


El acuario está basante alejado del centro, pero tiene un servicio shuttle que te lleva en media hora aproximadamente, desde el hipódromo; lo cual quiere decir, la mezquita azul. El primer bus sale a las 10:15, por lo que me da tiempo a acercarme a la gran mezquita antes.

Desde luego la panorámica es impresionante:



A pesar de ser relativamente pronto, es la primera mezquita en la que encuentro cola para entrar. Fundamentalmente porque hay una señora que cuida mucho de la colocación correcta del velo en las mujeres.

Hay que tener en cuenta el horario de oficios religiosos


Por dentro, la mezquita es muy espaciosa, llena de turistas en la parte que nos dejan ocupar, el olor a pie sudado es considerable (no quiero pensar a media tarde); es bastante luminosa debido a las amplias vidrieras del fondo.



Me he acercado con tiempo a la búsqueda del bus (es un minibus azul, no tiene confusión). Menos mal que he estado atento, porque ha sido llegar, montar la gente y salir en un minuto (antes de la hora prevista).

La entrada al aquarium, incluyendo cine y laberinto (la más cara) sale por 40TL, pero como tengo la musseumcard, me descuentan un 20% y pago 32TL.

No se trata de un aquarium sin más. Es más bien una especie de "aquarium temático" en el que se insiste mucho en la parte explicativa-docente. Además está realmente bien ambientado. De hecho, llega un momento en que los peces es lo de menos (bueno, es que a mí me gustan mucho más los zoológicos, que los acuarium).



El laberinto de espejos ha sido como volver a la niñez y al parque de atracciones de Artxanda.

Sin embargo, no os perdáis lo del cine 5D. Ya sé que no empleo un castellano a la altura del de Cervantes, pero ha sido la hostia.

El acuarium da a un centro comercial, lo digo por si hay gente a la que eso le gusta. Yo no voy a los de bizkaia, menos voy a ir a uno de Estambul. Estaba desierto. Tiene baños públicos.

De nuevo, cojo el bus para volver. Y de nuevo sale unos 8 minutos antes de la hora. Así que estad atentos. La vuelta tarda más pues hay mucho tráfico para entrar en la ciudad (el aquarium está próximo al aeropuerto internacional Ataturk). Ha sido aproximadamente 45'.

Como aún hay tiempo, me dirijo a un par de mezquitas próximas a la Azul que aún no había visitado.

La más cercana es la llamada Pequeña Sofía. A mí me ha encantado. Es cierto que es pequeña, pero para tener más de 1500 años se conserva de maravilla. Una pena que no hayan sobrevivido los mosaicos. Se disfruta más desde las galerías superiores.



También me he acercado a la escondida y diminuta mezquita de Sokollu mehmet Passa. Está muy concurrida de fieles y familias. Es muy pottola, concretamente me gusta la combinación de bellos azulejos y la piedra desnuda.

Las visitas turísticas culturales del día tocaban a su fin. Ahora lo que se impone es visitar la orilla asiática. Concretamente cojo un ferry a Üskudar, punto de partida de los ferries por el cuerno de oro.

Aunque me repita... cada vez me gusta más lo de los ferries. No sudas, que ya es bastante.

En las proximidades del puerto hay bastante gentío (nada comparable a la marabunta del estambul histórico), pero si te alejas un poco puedes andar a tu aire.

El barrio no tiene símbolo emblemático alguno, si no es la mezquita de la plaza principal, la del puerto, que además estaba cerrada por restauración. Si soy sincero, tampoco me ha llegado a importar mucho, pues estoy un poco harto del protocolo de quitar-poner-atar zapatos.

He aprovechado para comer allí el mejor bocata de kofte probado en Turquía. (5TL). La pena que anunciaban yogour de Kalnika y se les había acabado. De hecho me había detenido allí por el yogour, pero desde luego el bocata ha sido un acierto. En todo caso, en los supermercados también venden el yogour de marras y ante la duda he comprado de tres marcas diferentes.

He seguido el deporte nacional, es decir, tumbarme a la bartola bajo la sombra de los árboles para leer un rato (ahora ya voy con la lonely y el e-book a todas partes). A media tarde me he pillado el ferry del cuerno de oro, parando en la zona antigua, para descansar y programar los dos - tres días que me quedan de viaje.


MARTES 30 DE JULIO - ISLA DE LOS PRÍNCIPES

La etapa de hoy tiene que ser breve, porque tampoco hay mucho que ver. Para llegar a las islas (15 km de Estambul aproximadamente) hay que coger el ferry en Kabatas. Ésta es la última parada del tranvía, por lo que tampoco resulta complicado.

Cuando llego (9:45) veo que el horario de la web (9:50) no coincide con la realidad (10:30). Por suerte hay otra compañía privada que hace el trayecto, parando sólo en las dos islas más grandes y sale a las 10:00. En ese voy, que además es 2TL más barato que el público (7TL)


El trayecto hasta Heybeliada (heybeli para acortar, según ellos; aunque yo más bien hablaría de acortar si se le llamara Hey, por ejemplo) dura una hora escasa. A la siguiente y última isla, Büyükada, tarda 15 minutos más. Según la lonely esta última isla está mas concurrida, por lo que he preferido detenerme en la anterior.

Una vez llegas allí, lo que más te llama la atención es la tranquilidad, la quietud, la calma,... vamos que no hay coches (a excepción de los camiones de basuras y bomberos). Jodé, qué gozada!

De lo que no consigues evadirte es del calor pegajoso (rima con asqueroso) de Estambul.

En la isla (también en la última que no he ido) se pueden alquilar bicicletas de montaña para recorrerla, pues no es muy grande. Yo me lo he pensado; de hecho, iba con la intención de alquilar una (3€), pero andando un poco para conocer la zona, he visto varios repechos y como no tengo el síndrome de bahamotes, pues he pasado. Ello no ha impedido que haya recorrido casi toda la isla.


Hay un tramo que hay que pagar (4TL), la parte alta del mapa, pero merece la pena pues tiene merenderos de madera y piedra, a la sombra de los pinos, que evidentemente he aprovechado. Aunque te salgas, con el mismo ticket puedes volver a entrar. Es decir, que echas un vistazo, te bajas al super del pueblo y vuelves con la fruta, yogoures,...

Como digo he recorrido casi toda la isla andando, pero no he conseguido dar con el monasterio, que según el mapa tiene acceso directo (abajo a la izquierda). Supuestamente era el monumento más vistoso de la isla.

A mí me han gustado, además de la tranquilidad que necesitaba para desintoxicarme del bullicio de la ciudad, las vistas. Incluso se ve Estambul a lo lejos, si bien había calima (contaminación?) que no permitía apreciar el contorno bien.



En el interior de la isla hay antiguas casas de madera, pero la mayor parte están muy deterioradas. Se ve que en su momento tuvieron que ser impresionantes. Hoy quedan pocas bonitas. Tal vez la más chula la que actualmente es un hotel.


La vuelta la he hecho en el mismo ferry que la ida. Al llegar a Kabatas reconozco el palacio que visité antesdeayer, Dolmabahce.


He aprovechado para hacer un par de compras que no ocupan en la mochila y me he ido a cenar a un restaurante citado en la lonely. El Develi.


Es una pasada. Quería darme el gustito; de hecho, es la primera vez en 30 días que ceno con mantel y servilleta de tela.

Para llegar a él he tenido que coger el tren (hay cada 25 minutos durante todo el día) y bajarme en la quinta parada "Koka Mustafa Pasa", bueno ellos lo escriben seguido, pero me parece más fácil de leer así. El restaurante está a unos 20 metros (subiendo a la derecha) del tren. Si haces caso a la guía, que habla de subir una colina (sic), te pasa como a mí... que casi desesperas y te vuelves. Menos mal que el GPS de nokia identificaba el restaurante...


He cenado chuletillas de cordero (con guarnición ,que ya podían habérsela guardado y poner más chuletillas a la brasa) y una minipizza turca. Más nescafé (40TL).

En general, la comida turca que he probado o visto en las terrazas me parece que está a años luz de la deliciosa comida griega. Pero es una apreciación subjetiva, claro.

De vuelta al infierno (Hostel Harmony) me doy la tercera ducha del día y reservo el transfer a Sabiha para mañana, que no me fío de la combinación ferry+bus (uno a la hora) para llegar a tiempo al vuelo internacional. Como me han sobrado liras, así las gasto.

MIÉRCOLES 31 DE JULIO - AGUR ESTAMBUL; YASAS ATENAS

Lo mío no tiene remedio. Me acabo de dar cuenta de que he perdido el segundo móvil que utilizaba para escuchar música (wma). Haciendo un recuento rápido, he perdido u olvidado el bote de gel de baño, el block de notas donde apuntaba las cosas, un gorro que compré en Grecia, el boli que compré en Santorini, otro que compré para remplazar el anterior en Selcuk; éste no duró más de dos días y, con buen criterio, compré dos más en Afrodisias. No llegó ni uno de ellos a Konya. En estambul he comprado otro más que ¡¡aún no he perdido!!

Bueno, pues todo tiene un final, y la parte turca del diario llega a su fin.

En teoría debiera coger un avión directo a Bilbao con Turkish Airlines, pero el precio no es razonable (334€). Este hecho, añadido a que tengo la oportunidad de ver Atenas (stacy me dio envidia), hace que coja un segundo vuelo con Pegasus Estambul-Atenas (54€) y de allí Vueling me llevará a Bilbao (145€).



El TRANSPORTE PÚBLICO en Estambul es muy eficiente. Fundamentalmente es útil la única línea del tranvía y, cuando lo miras con antelación, los autobuses

Los FERRIES son una gozada y tal vez la mejor forma de aprovechar la peculiaridad marítima de Estambul. Si no se quiere gastar dinero en la tournée turística por el Bósforo (25TL), recomiendo al menos coger el ferry (1'95TL) por el cuerno de oro. También está muy bien el ferry hasta la Isla de los Príncipes (5TL)

El GRAN BAZAR es un sitio a evitar. Igual es una interpretación simplista, pero me parece la cara visible de una ciudad excesivamente mercantilista, en la que el turista es poco más que un cajero automático.

EDIFICIOS HISTÓRICOS: De lo mejor de la ciudad, tanto romanos, como bizantinos como otomanos.

MEZQUITAS: visita ineludible más allá de los prejuicios de cada uno. No limitarse a la Azul

Igual soy un rara avis, pero la ciudad no me ha gustado tanto como esperaba después de leer los comentarios de tantos foreros y conocidos que han estado. Principalmente por el agobio de tanta gente, de tanto tráfico, de tanto puñetero claxon, de tanto coche subido a las aceras, de tantos comerciales abordándote, de tanto bochorno (estoy se soluciona yendo en primavera)...

También influye en mi opinión la mala suerte que he tenido con el hostel y el alto precio de las habitaciones individuales como alternativa.

No estoy diciendo que la visita no merezca la pena ni hubiera quitado una sola de las 6 noches que he pasado. Pero es que me han gustado más las cosas menos llamativas o conocidas que las archifamosas. Por ejemplo:

--- Prefiero el recargado palacio de Dolmabahce que el histórico de Topkapi.

--- Prefiero los mosaicos de San Salvador de Chora que los de Santa Sofía.

--- Prefiero la mezquita de Süleymaniye que la Gran Mezquita Azul.

--- Prefiero la tranquilidad del barrio de kabatas o Besiktas que el bullicio de Taksim.

--- Prefiero las vistas desde el Pierre Loti Café que las de la torre gálata.