Este iba a ser un día de coche, lo sabíamos de antemano, pero tampoco nos disgustaba especialmente la idea ya que recorrer muchos kilómetros ayuda a hacerse una idea del paisaje lejos de las Rockies. Partimos por la mañana de Bellingham y en menos de una hora estábamos en la frontera de Abbotsford, lugar poco transitado y en el cual normalmente no hay que hacer cola para entrar en Canadá. Los trámites muy sencillos, las cuatro preguntas típicas al respecto de tus planes en el país y nada más. El resto del día os podéis imaginar, más de 700 km de camino y prácticamente 10 horas de ruta para llegar a Jasper.

Antes de llegar a Jasper ya empezamos a tener unas vistas espectaculares de lo que se nos avecina al cruzar el parque nacional Mount Robson. En la carretera encuentras el garito de los Rangers que preguntan si vas de paso hacia Edmonton o vas a visitar los parques, la entrada a los cuales cuesta la friolera de 136 $ canadienses y es válida para un año. En Jasper nos alojamos 4 noches en un B&B reservado a través de la página www.bbcanada.com llamado Centennial Park Guest House por 95$ la noche tasas incluidas. El lugar nos gustó mucho, es como una especie de apartamento situado en los sótanos de la casa principal, con habitación, salón, cocina y baño. El día había sido largo o sea que cenamos algo fácil y a dormir.
De buena mañana nos dirigimos a la oficina de visitantes, demasiado pronto incluso porqué el jet lag aún nos hace madrugar demasiado y tenemos que esperar hasta que los Rangers abran. Al hablar con ellos nos llevamos la primera desilusión del viaje, la carretera Mount Edith Cavell está cerrada por diversos desprendimientos y arreglarlo les va a llevar meses, o sea que nos perderemos aquello que todo el mundo dice ser lo mejor de Jasper. Superada la desilusión nos dirigimos hacia la Maligne Road, lugar donde según muchos foreros es fácil ver animales pero en la cual nosotros no vimos ni uno. Dejamos el coche en el parking del final de la carretera y empezamos nuestra excursión por las Bald Hills (las colinas calvas), donde nos esperan unos 11 km y 500 mt de elevación.

Hay que estar atentos porqué a unos 20 minutos de empezar a caminar hay un sendero que parte en dirección izquierda en el mismo camino y que evita toda la subida por pista. La mayoría de la gente con la que coincidimos no vió el desvío y hicieron toda la subida por la pista, y así la excursión queda bastante desmerecida. En seguida nos vimos sorprendidos por un manto de nieve que le daba un toque de postal al paisaje.

Pronto tenemos una vista extraordinaria del lago Maligne aunque el día se nos pone feo por momentos. Una vez arriba es difícil definir cuál es el trail correcto, el camino está tapado por la nieve y tampoco está muy bien marcado. Aun así es difícil perderse porque hay poca vegetación y las referencias visuales permiten situarse rápidamente.

El frio y la nieve se nos intensifican con lo cual decidimos que ya es suficiente y emprendemos la vuelta hacia el coche bajando esta vez por la pista para hacer una vuelta circular y hasta llegar de nuevo al lago Maligne.


En nuestro camino de vuelta nos paramos en Maligne Canyon, un paseo de unos 4 km ida y vuelta repleto de saltos de agua y de un sistema subterráneo que conecta con el lago Maligne.



Finalmente ya bastante entrada la tarde llegamos a Jasper donde hacemos una de las muchas visitas que haremos al Pizza Hut para comer algo y aprovechar antes no anochezca. Nos queda poco rato de luz o sea que buscamos una opción rápida y decidimos, a buen criterio porque nos gustó mucho, hacer el trail del Valle de los 5 lagos, una vuelta de unos 4,5 km situada al sur de Jasper, a unos 9 km siguiendo la Highway 93 y que vale mucho la pena. Empezamos a caminar pasadas las 5 de la tarde y ya no quedaba nadie en el trail puesto que no había ni un solo coche en el parking. Eso nos hace estar ligeramente intranquilos puesto que hemos leído varios encuentros con osos en esta zona o sea que extremamos nuestra atención. Los 5 lagos tienen profundidades y colores diferentes, algunos de ellos muy especiales. Muy recomendable. Cena suave después de un día intenso y a dormir porqué las previsiones del tiempo son buenas y vamos a aprovechar el día siguiente para hacer la mitad de la Icefields Parkway.



La mañana despierta muy fría pero con un sol espléndido o sea que nos ponemos en marcha y tiramos por la Highway 93 dirección Banff hasta llegar a Wilcox Creek (unos 106 km desde Jasper) donde aparcamos y ascenderemos hasta Wilcox Pass. Esta es una excursión de unos 8 km ida y vuelta con un desnivel positivo de 335 metros que nos recomendó el ranger pero que sin desmerecerla tampoco nos pareció espectacular. La ascensión inicial entre el bosque alpino con magníficas vistas al glaciar de Athabasca deja paso a un prado esculpido por un antiguo glaciar. La subida está bastante embarrizada, cosa que parece habitual según lo que habíamos leído en alguna explicación del trail. Excursión bastante popular por la cantidad de gente que encontramos en el camino, aunque aquello es tan ancho que no da sensación de agobio. El día se estropea por momentos con lo cual decidimos bajar rápidamente para desplazarnos hasta el pie del glaciar de Athabasca.


Pararse a visitar el glaciar de Athabasca es una experiencia que entristece al comprobar el retroceso de los glaciares con el paso de los años. Desde el parking hasta el glaciar hay un pequeño paseo en el cual podemos ir encontrando rótulos que indican la situación del glaciar en años anteriores y que permiten observar un retroceso cada vez más rápido. La amplitud y anchura que tuvo Athabasca en su día parece espectacular.

El frío y el viento aquí son considerables con lo cual decidimos visitar el Icefield Centre, justo al otro lado de la carretera para tomar un chocolate caliente, caro y malo. Aquí hay gran cantidad de turistas, muchos de ellos haciendo cola para subir con el bus turístico hasta el medio del glaciar. Personalmente lo encontramos demasiado turístico y caro, la verdad es que hay mil maneras mejores de acercarse a un glaciar que rodeados de tanta gente.
De vuelta a Jasper haremos parada en las Sunwapta Falls y en Athabasca Falls. Ninguna de las dos presenta saltos demasiado altos pero si son destacables por el gran volumen de agua que baja. Sunwapta es visible casi sin paseo, solo bajar del coche


Athabasca Falls tiene un pequeño paseo y es muy destacable por el color que adquiere el agua una vez calmada



Ya de vuelta en Jasper y ante la insistencia de que la Maligne Road era un buen lugar para ver osos recorremos la misma de nuevo para ver si esta vez hay más suerte. No será el caso, el oso se nos resiste.
El día siguiente se levanta de nuevo espléndido y nuestro objetivo es el Sulphur Skyline, una cima de 2.050 metros con buenas vistas del valle del rio Fiddle y la montaña de Utopia. La excursión tiene 8,6 km, 700 metros de desnivel positivo y para acceder al inicio hay que desplazarse hasta los baños de Miette, a 61 km de Jasper en dirección este por la highway 16 hasta casi llegar a Pocahontas (antiguo pueblo minero) donde giramos a la derecha y recorremos los 17 km de la Miette Road. Nuestra suerte no va conforme a ver osos pero si al buen tiempo puesto que la intención inicial era una vez acabada la excursión darnos un buen baño en las aguas de Miette, donde el agua sale a 54º y la "enfrían" hasta los 40º, pero la temperatura del mediodía nos hace desistir del caluroso baño. La subida empieza justo al lado de la entrada de los baños y transcurre por un sendero muy bien definido con vegetación alpina. La parte final antes de llegar a la cima y donde ya no hay vegetación es el tramo más duro y empinado. El trail es corto pero la subida es intensa, aunque las vistas desde la cima se lo merecen


Dado que el baño no era recomendable nos ponemos en marcha de nuevo hacia Jasper donde haremos una comida rápida en Pizza Hut, un helado, un paseo con una temperatura excepcional por el pueblo y a aprovechar la tarde para visitar el Pyramid Lake y su entorno.

El Pyramid Lake está situado al norte de la población y es uno de los muchos lagos que rodean Jasper. Como esta es nuestra última tarde aquí, escogemos el Pyramid para dar el último paseo y así podremos volver pronto a casa ya que mañana partimos hacia Banff y nos queda una jornada dura por delante. En la zona hay multitud de pequeños trails que se pueden enlazar y pasar de pequeños a grandes recorridos en función del gusto y las ganas de cada uno.
