VUELO: vivir en Canarias tiene entre otras, la desventaja de depender del avión para casi todo. Las únicas compañías que vuelan directamente a Barcelona desde Gran Canaria son Vueling y Ryanair. Aunque esta última ofrecía un precio bastante bueno, las restricciones en el equipaje (somos 4 adultos, tenemos que llevar por lo menos, 2 maletas grandes) y las constantes subidas en el precio del billete (en pocas horas subió casi 100€) acabaron inclinando la balanza a favor de Vueling. Nosotros no hicimos el check-in online (igualmente teníamos que pasar por el mostrador a facturar maletas) y no tuvimos ningún problema, simplemente con mostrar los DNIs fue suficiente para emitir los billetes de embarque. En Gran Canaria nos dijeron que el avión iba completo de equipaje en cabina, que teníamos que facturar una de las maletas de mano que llevábamos, sin coste adicional. Por otra parte, en ningún momento comprobaron las medidas del equipaje de mano (yo creo que no se lo miraron a nadie). El único inconveniente fue que en ninguno de los vuelos nos dieron los asientos juntos. **Para los residentes canarios: no nos pidieron el certificado de residencia, ni siquiera a mi hermano, que fue el único que no se validó automáticamente por el ministerio en la web de Vueling.
COCHE: creo que fue lo que más nos costó elegir. Siempre mirando la economía, queríamos un coche cómodo y que nos permitiera llevar todo el equipaje en el maletero durante los 13 días. Miramos muchas compañías de alquiler de coche, y al final, nos decidimos por National Atesa, con la que ya habíamos alquilado otros años. Tiene dos pegas: para poder salir de España tenemos que pagar 80€ de más y el kilometraje es limitado, aunque los 4550 Km que nos correspondían para 13 días fueron más que suficientes. Finalmente, nos dieron un HYUNDAI i40, con el que no tuvimos ningún problema durante el viaje. Los 100€ de fianza que retienen al comienzo del alquiler nos los devolvieron el mismo día de la entrega, una vez comprobado el kilometraje, el diésel y que el coche no tenía ningún daño.
HOTELES: buscamos lugares económicos, lo justo para pasar la noche y desayunar por la mañana. Casi todos estos hoteles de paso suelen estar reunidos a las afueras de la ciudad, en zonas comerciales e industriales, a veces junto a las autopistas. Todos los hoteles los reservamos por internet con derecho de cancelación hasta las 18:00h del día de llegada. Tanto en los B&B como en el Premiere Classe nos cobraron un impuesto “extra” de 0,30€ persona/día del que no tuvimos constancia hasta que pagamos y revisamos la factura (no es ninguna fortuna, pero fue un añadido inesperado a nuestro presupuesto en hoteles).
Formule 1: habitaciones para tres personas como máximo, con baños y duchas comunes. No tuvimos ningún problema, las habitaciones correctas y los baños limpios. El desayuno bastante completo teniendo en cuenta el precio. A partir de las 9 de la noche no hay recepcionista, y tienes que hacer el check-in en unas máquinas automáticas que hay en el exterior de los hoteles (eligiendo el idioma, son muy fáciles de usar).
Ibis: en mi opinión, la peor relación calidad-precio, especialmente el de París. En los dos que estuvimos había recepcionista incluso después de las 21:00. Habitaciones cuádruples con baño propio.
Premiere Classe: sólo estuvimos una noche. Habitaciones correctas, con baño propio, aunque es minúsculo.
B&B Hotels: si volviéramos a ir, seguramente serían los hoteles elegidos. Hoteles con habitaciones cuádruples, con baño propio (bastante grande comparado con el del Premiere Classe). Los mejores desayunos (y croissants!) los tomamos en estos hoteles. La puerta del parking se cerraba por la noche y sólo se podía abrir con el código de la habitación. La única pega es que su página web sólo en inglés y en francés.
ENTRADAS: compramos por internet las entradas para el castillo de Chenonceau, lo que nos ahorró las colas (aunque realmente no eran muy largas).
También llevamos las entradas de la Torre Eiffel, que tras dos meses de infructuosa (y en algunos momentos, desesperante) búsqueda en su web, conseguimos 15 días antes. Imprescindibles para ahorrar tiempo, porque las colas en la torre son enormes.
GPS: en mi opinión, imprescindible. Excepto cuando habían obras y/o carreteras cortadas (que se volvía loco), localiza calles, pueblos y ciudades a la primera, ahorrándonos tiempo y kilómetros. Nosotros compramos un Garmin, que llevaba programadas las rutas desde casa. Llevamos además dos mapas Michelín (Francia sur/Francia norte) que usamos sólo como guía para orientarnos.
LIBROS: compramos la guía de Francia del País Aguilar, “francés para viajar” de Collins y un libro de los castillos del Loira (que compramos en un rastrillo de libros).
SOBRE FRANCIA…
[b]Horarios: como ya se ha dicho, tienen un horario muy diferente al de España. Las ciudades están desiertas antes de las 9:00h y después de las 20:00h. Lo mismo con los centros comerciales, gasolineras, etc. Ojo con los horarios de museos y cementerios en Normandía.
Comidas: solemos comer (y muchas veces, cenar) en plan picnic, compramos bocatas o los hacemos con lo que compramos en los Carrefour o Leclerc que encontramos por el camino.
Teléfono: solo usamos los móviles con la wifi del hotel para enviar e-mails a la familia. Mi madre compró un ticket de 10€ para cabinas (no admiten monedas). Es bastante complicado de usar porque la grabación de la cabina sólo está en francés. Tras varios intentos fallidos, logramos comunicarnos con España. Llamando días alternos, el ticket nos duró 12 días. **Por si a alguien le interesa: hay que marcar 4 dígitos que están en la parte superior del ticket, cuando la grabación en francés finaliza, hay que marcar los 20 dígitos que están en el medio, seguido de #. Creo recordar que sale otra grabación (ahora con voz femenina) y al acabar esta, ya podemos marcar el número que nos interesa (recordar poner el prefijo 0034).
Combustible: siempre buscamos gasolineras con personal, para evitar pagar con tarjeta. El precio del diésel variaba desde 1,31€/l hasta 1,51€/l. Las gasolineras de los súper (Carrefour/Leclerc) son las más baratas, y puedes pagar tanto con tarjeta (de esta manera, sales directamente de la gasolinera) o en efectivo (aquí, el carril te obliga a pasar por una caseta con personal). En carreteras nacionales, la gasolinera más barata que encontramos fue Total Access.
Idioma: FRANCÉS. Incluso en lugares muy turísticos, te hablan en francés, y sólo cuando no hay forma de entenderse, lo intentan con el inglés. En general, nos llevamos la sensación de que el español no es un idioma muy extendido en el país vecino: por ejemplo, en Oradour-sur-Glane no vi folletos en español (pero sí en holandés), en Amiens las audioguías estaban en 4 idiomas, pero no en español; en Normandía, la información está en inglés y en francés. Sólo nos hablaron en español en Toulouse y en Narbona (supongo que por cercanía). Con el inglés y algo de francés es suficiente, con mayor o menor esfuerzo siempre terminamos entendiéndonos.
Carreteras: excelentes. Autopistas, nacionales, secundarias están en muy buen estado y correctamente señalizadas. Tratamos de evitar los peajes (algo difícil en Francia, que está llena de ellos); finalmente solo pagamos por pasar el túnel del Cadí y en el puente de Normandía.