Después del día anterior, éste iba a ser menos movido, pero muy intenso por sus visitas.


Al salir del hotel bajamos hacia el Sur por O’Connell street y antes de llegar al rio giramos a la izquierda en Abbey street para tomar el tranvía Luas, línea roja, y bajarnos 10 paradas después en Suir Road. Los billetes del tranvía nos costaron 1,90€ los adultos y 0,90€ las niñas. (Depende de las zonas que se recorran). Como curiosidad os comento que el tranvía sólo tiene 2 líneas, la roja y la verde, y que no se cruzan en ningún punto; por lo que hacer transbordos es imposible.
Una vez llegados a la parada de Suir Road anduvimos un rato por la calle Suir Road hacia el Norte hasta Inchicore Road y giramos a la izquierda en dirección Oeste. Allí está la entrada de Kilmainham Gaol. La cárcel más famosa de Irlanda que data de 1786 y donde se rodó la película “En nombre del padre”.
Sólo se puede visitar con guías que van agrupando a los visitantes para realizar un recorrido por toda la cárcel que dura una hora, más o menos. La visita es en inglés y no hay (o no había) audio-guías en otro idioma.
Por esta prisión, cerrada definitivamente el 16 de julio de 1924 cuando fue excarcelado Eamon de Valera, de ascendencia española, que llegó a ser presidente de Irlanda, pasaron tanto presos comunes como políticos. Estos últimos son los que dieron a conocer esta institución. Ahí estuvieron encarcelados, entre otros, Robert Emmett, líder del levantamiento de 1803 y los líderes del levantamiento del Fenian de 1867 (término utilizado desde los años 1850 para referirse a los nacionalistas irlandesas, que se oponían al dominio británico sobre. También estuvo como preso Charles Stewart Parnell como líder de la guerra por la tierra entre 1879 y 1882. En uno de sus patios se ejecutó por el delito de traición a los líderes del levantamiento de Pascua en 1916, entre ellos Pedraig Pearse o James Connolly.



Un dato que creo cierto: Daniel O’Connell, quien da nombre a la principal calle de Dublín y que tantas veces sale en este diario, no fue encarcelado en esta prisión. Es conocido como el “libertador” y era contrario a la utilización de los métodos violentos y así no apoyó la rebelión de 1798 y se opuso al levantamiento protagonizado por Robert Emmett.
Durante la visita se puede entrar en la celda de Robert Emmett, salir al patio de la ejecución, visitar el central hall o ver la “Virgen de la Azucena” mural de una celda que pintó en 1923 la mujer de Joseph Plunkett, uno de los líderes del levantamiento de Pascua, cuando fue encarcelada. Según te cuentan en la visita el Matrimonio se produjo en la capilla de la cárcel tan solo unas horas antes de que Joseph Plunkett fuera ejecutado el 4 de mayo de 1916.

Al salir de Kilmainham Gaol y siguiendo por Inchicore Road se llega al Irish National War Memorial Park un jardín dedicado a los soldados irlandeses muertos en la I Guerra Mundial. Saliendo de este jardín se puede llegar al Phoenix Park, cosa que nosotros no hicimos y que queda pendiente.

Después de esto cogimos un taxi, que por unos 13€, nos llevó hasta la Guinness Storehouse. La entrada familiar vale 32.50€ y no hay visita guiada, sino que vas recorriendo la fábrica con tu audio guía. La visita se realiza dentro de un enorme vaso de cerveza Guinness que finaliza en el séptimo piso en el Gravity bar donde te tomas la pinta que incluye tu entrada (los menores un refresco) y disfrutas de las mejores vistas sobre Dublín. Durante la visita puedes seguir el proceso de elaboración de la cerveza con sus cuatro ingredientes: lúpulo, cebada, agua y levadura y luego pasas por diferentes secciones: la dedicada al transporte, a la publicidad, etc. Allí mismo puedes comer bastante bien en alguno de los varios restaurantes que hay dentro.

Una curiosidad: En 1759, Arthur Guinness firmó el contrato de arrendamiento de una destilería de 4 acres por la que pagaría 45 libras anuales durante 9000 años. Este contrato se muestra en la planta baja del Storehouse y, por lo tanto, todavía está vigente. ¡Un gran negocio!
A la salida anduvimos hacia el Oeste por James street para coger el tranvía hasta la parada de Abbey street lower. Subimos por O’Connell street hasta donde está una de las estatuas dedicadas a James Joyce y a la derecha hasta St.Mary’s Pro-Cathedral, iglesia católica.
Con esto acabamos las visitas de hoy. Fuimos al hotel a descansar para salir a cenar al Temple Bar y escuchar un poco de música en directo por esa zona.
