
a ) Choque cultural: Si no habeis estado nunca en un país - aquí no sé si escribir musulmán, árabe, o no primermundista – el choque
puede ser grande. En numerosas ocasiones se ven pobreza, miseria, suciedad, desorganización, malos olores ( éstos no se ven, claro ), sensación generalizada de dejación, abandono. No era la primera vez que estábamos en Marruecos, ya conocíamos Marrakech, y así y todo lo acusamos. Si sois muy escrupulosos con la comida, muy amantes de la higiene, el orden, el buen funcionamiento de las cosas, Marruecos no es vuestro destino. Aunque, en mi opinión, os perdereis una interesante experiencia.

b ) Acoso de vendedores y guías espontáneos: puede llegar a ser bastante molesto, sobre todo en las medinas y en lugares muy turísticos. En ciudades grandes, como Rabat o Casablanca, se nota mucho menos. El funcionamiento general suele ser : alguien entabla conversación con vosotros, en apariencia muy espontáneamente, haciendose pasar por practicante del idioma, o muy amigo de los españoles, donde, parece ser, tienen familia. Al final se ofrece a guiaros por la medina, o a llevaros a la mezquita, o al hotel, o con más frecuencia , a las tenerías ( imagino que porque su comisión será mayor si comprais una prenda de piel ), para que al final le deis una propina. Es muy fácil ( nos pasó mas de una vez ) que os hagan dar muchas vueltas y rodeos innecesarios, para justificar su labor.

Nosotros, modestamente, creemos haber dado con la solución: no hagais ningún caso de los que se dirijan a vosotros, ignorarlos por completo, si les "dais carrete" no os libraréis de ellos. Si necesitais consultar algo - en las medinas os ocurrirá seguro - debeis ser vosotros los que pregunteis, preferiblemente a algún comerciante que esté en su tienda, ya que ellos no pueden abandonarla.
Una lástjma este problema.
Y el caso es que, la gente, cuando no quiere venderte nada, es amable, cálida y tiene una sonrisa en los labios.

c ) Conducción: hemos ido en coche de alquiler, la experiencia ha sido solamente regular. Ningún problema para ir por autopistas , es más, lo aconsejo sin reservas, son rápidas, seguras, bien asfaltadas, con buenas áreas de descanso, y muy baratas. Pero la conducción en ciudades, bastante problemática. Para empezar, no hay apenas señalización con los nombres de las calles, con lo cual encontrar algo cuesta bastante ( me costaba mucho llegar hasta los hoteles, a pesar de que tenía planos con la situación ), y hay muy poco respeto por las normas de circulación, los coches se cuelan por donde quieren, y los peatones lo mismo, hay que ir con mil ojos y mucho cuidado.
Hasta el punto de que, en mas de una ocasión, utilizamos el taxi para desplazarnos a algun sitio, ya que además son muy baratos.

d ) ¿ Hotel o riad ? Es una de las primeras dudas que surgen. Nosotros hemos alternado ambas soluciones, riads en Fez y Meknes, y hoteles en Casablanca y Rabat. Un riad, normalmente en la medina, tiene mucho mas encanto y es más típico que un impersonal hotel en una gran ciudad, el trato es mas familiar. se trata de una casa antigua rehabilitada, con pocas habitaciones, tal vez 8 o 10, no más. Constan de un patio central con pasillos laterales, hacia donde se abren las habitaciones, normalmente por fuera solo son unos altos muros, pasan completamente desapercibidos, pero cuando se entra, todo cambia. Suelen estar decorados al estilo tradicional marroquí, y la principal pega es encontrarlos, en la medina, con calles estrechas y laberínticas, puede ser difícil, la solución: que esté cerca de alguna puerta de entrada, por ej. en Fez, cerca de Bab Bojould o puerta azul, muy conocida. La primera vez parece imposible, pero luego se acostumbra uno. Se puede contratar con el riad que vengan a buscarte a un punto convenido a la llegada.

Tambien estan los Dar, o sea un riad
pero aún mas pequeño, en el nuestro en Fez solo hay 3 habitaciones, la mayor parte del tiempo lo teníamos para nosotros solos, nos daban la llave de la entrada e íbamos y veníamos a nuestro antojo, sólo venían para el desayuno.
En el momento de contratarlo, hay que tener en cuenta una cuestión, el precio siempre sube un poco más respecto del inicialmente fijado, por dos razones:
1 – hay un impuesto municipal no incluido, suele ser unos 2 € por persona y noche, y
2 – normalmente se paga en moneda local, en efectivo - aunque en un caso nos obligaron a pagar con tarjeta - , y aplican un cambio dirham-euro ventajoso para ellos. Por dar unas cifras: en el aeropuerto cambiamos a 10,66 D/€, en un hotel nos aplicaron el 10,99, en otro, el 11,14. No sé muy bien si esto es correcto o no, ellos dicen que ponen el que les dá booking ( los contraté con ellos ), que cambia diariamente. En otro, aceptaron euros
e) Varios. No se puede entrar dentro de las mezquitas en Marruecos, lástima, seguro que algunas son muy dignas de verse. En otro países, como Turquía, sí se hace.
Para hacer un cálculo rápido, 10 dh equivalen a 1 €. Precios muy asequibles, por suerte. Las entradas a las madrasas, o museos, cuestan 10 dh, con excepción de la mezquita de Hasan II, en Casablanca, que son 120 dh, ésta sí se visita ( de hecho, no parece pensada para orar, sino para ser enseñada );
Se puede comer bien por 70 dh, un primero ( ensalada, sopa ), un segundo ( cuscús, tajine, brocheta ), postre y bebida. Un té, 10 dh; la gasolina no tan barata, unos 12 dh; autopistas, muy asequibles, el mayor peaje que pagamos fueron 46 dh de Rabat a Fez, casi 200 km.