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Ya llevamos 15 días fuera de casa si contamos la semana que habíamos pasado en la Riviera Maya y cuyo diario también podéis consultar aquí en losviajeros.com.
Este es el último día en la Gran Manzana muy a nuestro pesar y no llevábamos nada planeado desde España para este día entre otras cosas porque no sabíamos a que hora nos vendrían a recoger para trasladarnos al aeropuerto y por tanto, no sabíamos de cuanto tiempo libre íbamos a disponer.
Al final, como nos venían a buscar a las cinco o seis de la tarde (el avión nos salía a las diez de la noche) pues pudimos disfrutar de bastante tiempo libre y decidimos visitar el único barrio que nos quedaba por tocar de todo Nueva York, Queens.
La visita iría enfocada a visitar Medow Park y dar un garbeo por la zona para ver algo del Queens más urbano.
De esta forma, después de desayunar, cogimos el metro hacia la parada de Mets - Willest Point que es donde se encuentra el Citi Field Stadium, la casa de los New York Mets, el otro equipo de béisbol de la ciudad.
Tras dar una vuelta por los alrededores y sacar unas fotos, cruzamos el puente que hay por encima de las vías y que da a Medow Park, uno de los parques más grandes de Nueva York, al nivel de Central Park.
En él, a parte de dos enormes lagos, podemos encontrar las pistas de tenis de Flushing Medows donde se celebra todos los años el US Open.
Además de ver estas instalaciones dimos una vuelta por este parque inmenso y nos encontramos con una feria de la hispanidad o algo así en la que había varios puestos dedicados a diferentes países de habla hispana así como varios puestos de marcas que repartían sus productos de forma gratuita entre los cientos de asistentes al evento.
Allí nos compramos una piña colada y nos dispusimos a encontrar la salida del parque para visitar la zona urbana de Queens.
Tras mucho caminar dimos con una salida y tras caminar otro buen rato llegamos al Chinatown que tienen montado en Queens que es más brutal que el de Manhattan y en el que reside la mayor parte de la comunidad china de Nueva York. En sus calles se respira un bullicio total al más puro estilo de cualquier urbe china y en el que todos y cada uno de sus carteles están en perfecto chino.
Tras una vuelta por la zona, nos empezó a llover levemente así que decidimos recoger el ancla y coger el metro de vuelta a Manhattan para intentar comer en la mítica hamburguesería del hotel Le Parker Meridien, situado en la calle W 56th Street entre las 6ª y 7ª avenida.
El burger es muy clandestino, situado dentro de la recepción del hotel y sólo visible por un luminoso que hay en una pasillo oscuro. Alguien inventó que aquí se comían las mejores hamburguesas de todo Nueva York, nada más lejos de la realidad. Tras una cola del copón perfectamente organizada, en la que hay unos papeles en varios idiomas que podemos rellenar con nuestro pedido y que entregaremos en el mostrador para agilizar el tema, podemos pasar a comer en un garito a reventar de gente y muy pequeño en el que nos sirven unas hamburguesas patrañeras y en lo que el único encanto es, precisamente, el estar comiendo en esa ambiente y en ese bareto tan cutre. Sin duda alguna, otra de las muchas cosas frikis que puedes hacer en Manhattan.
Después de comer salimos a dar una última vuelta por la 5ª Avenida pasando antes por las letras de LOVE que hay cerca del Le Parker Meridien para sacar una fotaca.
En nuestro devenir por la 5ª Avenida, encontramos una tienda de muñecas de una marca llamada American Girl. La tienda es inmensa, creo que tiene entre cuatro y cinco pisos dedicados al completo a esta muñeca con todo tipo de ellas y modelos para vestirlas. Lo más sorprendente de la tienda está en el cuarto piso, en el mismo, veremos la parte de peluquería, spa y demás historias en la que había una cola tremenda de niñas con sus respectivas muñecas esperando a cortarles el pelo, ponerle mascarillas de pepinillo y cosas por el estilo por el módico precio de 20$ en adelante. Totalmente acojonante y friki a más no poder, jeje.
De aquí ya empezamos a caminar hacia el hotel para recoger nuestras cosas y tirar para el aeropuerto.
El viaje de vuelta en Air Europa fue en un avión enorme, como el de la Riviera Maya pero un poco más espacioso y para variar, al igual que nos pasó para salir de Madrid camino de México, el vuelo se retrasó más de una hora, desastre total lo de esta compañía con los retrasos.
Pues nada, desde aquí dar las gracias a todos los que habéis leído el diario y espero de corazón que os sea de utilidad al igual que otros diarios vuestros nos han sido útiles a nosotros para preparar nuestro viaje.
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