Para terminar el viaje, la última etapa, que sólo fue media mañana, porque dejé la ciudad a las 10:00.
SITIOS VISITADOS
San Pietro in Vincoli
Coliseo y Foros imperiales
Basílica de San Clemente
San Juan de Letrán y su baptisterio
El día anterior había sido bastante duro, pero la comodidad de la habitación me permitió descansar bien. Por la noche había llovido algo, pero al amanecer, por suerte, paró, aunque se mantuvo algo nublado.
Me levanté a las 7 de la mañana, desayuné lo que llevaba en la mochila y lo que había comprado y salí hacia las 7:45. Bajé por la Via Cavour en dirección a San Pietro in Vincoli, para admirar el famoso Moisés de la tumba de Julio II que hizo Miguel Ángel.
Seguí hasta los Foros, tomé fotografías con la cámara ya cargada y me dirigí al Coliseo. La calle de acceso está en plenas obras porque piensan construir la línea C del Metro, así como el propio Coliseo, con un presupuesto de más de seis millones de euros para restaurar su fachada.
Seguí en dirección a la basílica de San Clemente, muy recomendable por guardar maravillas de la pintura paleocristiana. Aunque no dejaban tomar fotos, conseguí unas cuantas bastante interesantes.
Finalmente, San Juan de Letrán, la catedral de Roma. La plaza de acceso es espectacular, con el obelisco egipcio y el baptisterio, muy bien conservado. En su interior no había nadie (eran las 9 de la mañana), así que pude deleitarme con muchas fotografías, incluyendo las capillas laterales.
La basílica de San Juan es colosal, ha sido calificada como la iglesia más antigua del mundo, y los alrededores no hay que perdérselos tampoco. En su interior destaca el mosaico del ábside, la capilla Corsini, obras de Bernini y un fresco de Giotto.
Terminé mi viaje tomando el metro cercano a la basílica, la parada San Giovanni a las 10 h.
En veinte minutos estaba en Anagnina. Allí tomé a las 10:40 el autobús hacia Ciampino, y las 11:50 salía el vuelo con destino Valencia.
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San Pietro in Vincoli
Coliseo y Foros imperiales
Basílica de San Clemente
San Juan de Letrán y su baptisterio
El día anterior había sido bastante duro, pero la comodidad de la habitación me permitió descansar bien. Por la noche había llovido algo, pero al amanecer, por suerte, paró, aunque se mantuvo algo nublado.
Me levanté a las 7 de la mañana, desayuné lo que llevaba en la mochila y lo que había comprado y salí hacia las 7:45. Bajé por la Via Cavour en dirección a San Pietro in Vincoli, para admirar el famoso Moisés de la tumba de Julio II que hizo Miguel Ángel.

Seguí hasta los Foros, tomé fotografías con la cámara ya cargada y me dirigí al Coliseo. La calle de acceso está en plenas obras porque piensan construir la línea C del Metro, así como el propio Coliseo, con un presupuesto de más de seis millones de euros para restaurar su fachada.

Seguí en dirección a la basílica de San Clemente, muy recomendable por guardar maravillas de la pintura paleocristiana. Aunque no dejaban tomar fotos, conseguí unas cuantas bastante interesantes.

Finalmente, San Juan de Letrán, la catedral de Roma. La plaza de acceso es espectacular, con el obelisco egipcio y el baptisterio, muy bien conservado. En su interior no había nadie (eran las 9 de la mañana), así que pude deleitarme con muchas fotografías, incluyendo las capillas laterales.

La basílica de San Juan es colosal, ha sido calificada como la iglesia más antigua del mundo, y los alrededores no hay que perdérselos tampoco. En su interior destaca el mosaico del ábside, la capilla Corsini, obras de Bernini y un fresco de Giotto.

Terminé mi viaje tomando el metro cercano a la basílica, la parada San Giovanni a las 10 h.

En veinte minutos estaba en Anagnina. Allí tomé a las 10:40 el autobús hacia Ciampino, y las 11:50 salía el vuelo con destino Valencia.