
Aprovechando el domingo y que no podíamos con el cansancio acumulado, decidimos darnos un descanso y disfrutar de la playa, el buen tiempo y relajarnos un poquito, así que nos levantamos temprano y fuimos a un outlet llamado Citadel, que hacía días que no comprábamos nada, y le dedicamos una pequeña parte de la mañana.
Llegamos sobre el mediodía a Venice Beach, donde sí o sí pagas parking, así que no pierdas mucho tiempo buscando sitio, por lo menos sale unos 10-15$ el día. Vimos alguna zona que no se pagaba los domingos, pero un poco lejos y por supuesto no vimos ningún sitio libre.
Pusimos nuestra toalla y a disfrutar de lo que quedaba de la mañana y del mediodía de la arena que ofrece Venice Beach, porque el agua un poco fresca está, pero lo compensa el sitio.
Después de disfrutar un buen rato de la playa pusimos rumbo al paseo que bordea Venice Beach y acaba en el Pier de Santa Mónica.
En este camino nos encontramos todo tipo de personajes curiosos y tiendas como los Green Doctor… Es legal la marihuana por estos lares, por si no lo sabíais, al menos yo no.
Por fin llegamos al Muscle Beach, el famoso gimnasio al aire libre que sale en tantas películas con sus usuarios enormes. Puedes entrar por unos 12$ a ponerte en forma, pero nosotros decidimos verlo desde fuera.
Intentamos coger unas bicis y/o patines para darnos un buen paseo por los fantásticos carriles bici de la playa, pero cierran pronto, a eso de las 18h ponían pegas para el alquiler, así que si quieres hacerlo ve más pronto. Al final encontramos un sitio con patines y bici, así que nos dimos un homenaje de rodar en Venice Beach una horita para llegar al Pier de Santa Mónica y volver.
Llegamos al hotel y cenamos al lado en un Panda Express, una cadena de restaurantes de comida china que no recomendamos en otra ciudad que no sea Vegas, no se por qué en Los Ángeles era horrible.